Capítulo 7
29 de Diciembre
El timbre despierta a Bae y se levanta para atender la puerta. Al abrir se encuentra con el cartero.
—Hola señorita Soo —saluda el chico.
—Hola Luke, qué te trae por aquí —le dedica una sonrisa al chico.
—El señor Park me pidió que te le entregara esto y esta carta es de correos —le entrega una caja de color beige, color favorito de Bae, y una carta.
—Ok, gracias Luke. Por cierto, dile a tu mamá que le mando saludos.
—Con mucho gusto le diré señorita Kim, nos vemos —sube a su bicicleta y se va.
Al entrar, Bae mira el sobre, en el cuál decía “para Jungkook”. Sintió un escalofrío al reconocer esa letra, así que no dudó en llamar a Jungkook.
Pasaron 40 minutos y sonó el timbre. La mujer abrió y ahí estaban los tres, los hizo pasar para luego sentarse en la sala.
—¿Qué pasó BaeSoo? —pregunta Jungkook preocupado.
—Pasa que hay un regalo para ti y para mí —le entrega el sobre.
Jungkook lo toma y ve lo que está escrito en él, dejándolo en shock.
—¿Reconoces la letra? —lo mira.
—Bae, esto no es gracioso, sabes cuánto me duele —la mira con molestia.
—No es una broma Jeon, es su letra. Hace unos minutos vino un amiguito mío, y me entregó esa carta y esa caja —señala la caja—. La cuál no he abierto.
Jungkook ya suponía algo, pero no estaba seguro, así que no le diría nada a la mujer hasta no estar seguro de que era eso.
—Entonces hay que abrir la caja, porque no somos adivinos para ver qué tiene o de qué se trata —sugiere Haneul.
—Tiene un punto Han —confirma Bae.
Ella se acerca a la caja y la abre. Dentro de ella se encontraba un pastel de moka, el favorito de Bae, y en el pastel se encontraba escrito “Feliz cumpleaños Goldie. Te quiere Tata”.
Ese momento fue suficiente para que soltara unas cuantas lágrimas.
—Miren, hay una grabadora pegada a la tapa de la caja. Que anticuado —comenta Han.
Se ríe. —A Tae le encantaba coleccionar cosas de otra época. De hecho amaba las canciones de la época de nuestros padres y abuelos.
BaeSoo toma la grabadora y la empieza a reproducir.
—Hola Goldie, sorpresa —Jungkook y ella se miran al reconocer la voz de Tae—. Sé que esto puede ser un poco raro, pero la verdad me sentía mal de no poder estar ahí contigo y verte cumplir años. Ya estás vieja —se ríe.
—Mira quién lo dice —susurra.
Se escucha un suspiro. —Mira, sé que no quedamos en buenos términos. Y es lo que he odiado desde esa vez que te dije cosas hirientes. Y te pido perdón por eso, porque... —vuelve a suspirar—. Porque la tía Yejin me contó sobre la discusión que tuviste con papá y mamá. Ellos nos dijeron otra cosa, que nos abandonaste porque te daba vergüenza estar con nosotros y que nos odiaba. Eso me molestó mucho, y por eso cuando llegaban las cartas, las metía en un cajón y no las leía. Te seré honesto, yo era el único molesto, porque creí ciegamente en lo que dijeron mamá y papá; que ni siquiera te di el beneficio de la duda. Pero sabes quiénes no creyeron en ellos, Sung-Jin y Sung-Min. Ellas siempre me decían que tú no eras capaz de hacerles eso, porque eran tus reinas favoritas y que tú serías su guerrera en las buenas y en las malas...
Bae empieza a llorar desconsoladamente, pues piensa que cometió un error al dejar a sus hermanos en las garras de sus padres. Ellos eran su apoyo en todo lo que hacía.
—Sabes, a pesar de que ellas decían eso, después cambiaban de opinión y me decían que estaban siendo egoístas, pues de seguro tú querías descubrir el mundo. Por eso, cuando te volví a contactar, quería decirte en las cartas que te enviaba que me perdonaras por haberte lastimado en la última carta que tuvimos. Pero sentía que eso no iba a suficiente, tú no mereces que te pida perdón por medio de una simple carta.
Ellas y yo estamos felices de la mujer en la que te has convertido y te extrañamos mucho.
—Yo también los extraño, y yo jamás te odié por lo que pasó, yo te perdoné desde ese día de la última carta —abraza fuertemente una almohada, el llanto aún seguía.
—No llores mi niña, porque necesito tu ayuda con algo. No me puedo ir por completo sin despedirme de ustedes cómo se debe. Sé que para cuando reproduzcas este audio, ya habrás conocido a mi lindo y tierno Kookie. Y le prometí que le enseñaría algo, cosa que no pienso romper. Por eso preparé algo, aunque no sé cómo resulte. En fin, Jungkook...
Al escuchar su nombre, su piel se le erizó. Pues no pensó que volvería a escuchar esa voz que tanto amaba.
—Sé muy bien que no tengo derecho a que me perdones, pero ya no podía soportarlo. Y no, no es culpa tuya o de mi hermana, solo es mía, por ser un cobarde y no salir de ésta oscuridad que me consumía. No me cansaré de pedirles perdón. Ahora, por último, Kookie, necesito que me prometas algo... Prométeme que cuidarás a mi hermana por mi, considerala una hermana más en tu familia. Sé que ella y SooJin se van a llevar muy bien, ahora, abre la carta. Los quiero mucho, nos veremos en algún momento, lo prometo —se termina la grabación.
—En un momento vengo —Bae se levanta del sofá y va al cuarto del bebé.
Jungkook se acerca lentamente a la habitación y escucha como le está cantando al pequeño.
La mirada de ella estaba perdida al momento de mirar por la ventana. En ese momento se percató de una foto. Foto en dónde estaban los cuatros hermanos.
—Soy su media hermana —suelta de repente.
—¿Disculpa? —Jungkook la mira.
—Ellos jamás supieron la razón de por qué papá y mamá me detestaban. Y esa razón era porque yo soy media hermana de ellos. Mismo papá y diferente mamá —le da un beso en la frente al bebé.
—¿Qué pasó con tu mamá? Si se puede saber.
—Ella murió de cáncer. En ese tiempo éramos una bella familia, mi papá me amaba, tenía una madre amorosa —su mirada se torna triste—. Pero eso cambió cuando ella falleció. Al poco tiempo, mi papá se volvió a casar, y las cosas cambiaron. Él cambió, y me empezó a odiar junto con su nueva esposa. Quería desaparecer, pero eso cambió cuando Tae nació, en ese momento pensaba que mi papá y su mujer odiaban a todos por igual. Por eso decidí quedarme para proteger a Tae y soportar todos sus maltratos.
—Créeme que ellos estarían felices de tener a una media hermana que los quería como sus hermanos completos —se acerca—. No todos los medios hermanos tienen una relación de las que podrías tener envidia.
—Pero tampoco todos los hermanos tienen una bella relación entre ellos —lo mira. Jungkook sonríe apenado, pues sabía muy bien a lo que se refería Bae—. Ven, vamos con los chicos, hay una carta que leer.
No estoy llorando, no estoy llorando. Ay, a quién engaño, me dio sentimiento escribir este cap. Aunque últimamente estoy muy sentimental y las canciones no ayudan T^T.
Denle amor a esta historia.
Los amo y tomen mucha agüita.
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