Capítulo 5
"Solo déjame ser débil y llorar hoy, mañana volveré a ser fuerte"
Jungkook
Llegamos a casa, cada quién se fue a su respectiva habitación, la hermana de Tae se fue al departamento que una vez le perteneció a él. Dijo que al día siguiente me ayudaría con lo que él me dejó.
Me quedo en la sala, el color de la sala es blanco, con un toque de café claro. Recuerdo bien que habíamos planeado pintar nuestra futura casa así. Se cumplió, pero no pintarlo juntos. Cada momento que recuerdo, me duele, cada mirada que el me daba y lo soñaba, me lastima.
¿Cómo puedo salir de esta oscuridad?
Veo que en el rincón está una guitarra metida en su funda. Tae una vez me tocó una canción, pero jamás pensé que esa iba a ser la primera y última vez que lo iba escuchar cantar.
Flashback
Recuerdo bien que ese día estábamos aburridos. Yo me encontraba leyendo una página en internet, y él estaba sentado en uno de los sofás individuales. Se levantó y fue a recorrer el departamento; en ese tiempo vivíamos en el departamento de mi hermana, ya que ella andaba de viaje por su editorial.
—Kook —alcé mi mirada a dónde estaba, y vi a Tae.
—¿Si Tae?
—¿De quién es la guitarra? —señaló una guitarra que estaba en la esquina de la habitación de mi hermana.
—Era la guitarra de mi papá —respondí—. Mi hermana decía que cuando yo no podía dormir, papá tomaba su guitarra y empezaba a tocarla, seguido empezaba a cantar junto a mi mamá —miré con melancolía aquella guitarra—. Con el paso del tiempo voy olvidando cómo era la voz de mi papá y mi mamá... Después de que murieron y mi hermana me cuidó. Trabajó mucho para pagar unas clases de guitarra y así tocar la guitarra de nuevo. Porque yo seguía teniendo pesadillas y no podía dormir. Fue entonces cuando empezó a tocar la guitarra y empezó a cantar, su voz se asemejaba a la de mamá, suave y tranquilizadora, no aguanté más y lloré —le expliqué.
—Admiro a tu hermana. Nunca la lastimes y cuídala mucho —miró hacía la ventana con tristeza—. Una persona así vale mil, solo que a veces no nos damos cuenta y las llegamos a perder, para después caer en la conclusión que eran valiosas y no las supimos apreciar.
Tomó la guitarra, la afinó, y empezó a tocarla. Al escucharlo cantar, la piel se me erizó, y a la vez, me transmitía una tranquilidad como nunca. Pensé que no iba a volver a sentir ese sentimiento de paz.
Fin del flashback
Al principio pensé que se refería por la pérdida de su familia, pero ahora sé que era más que eso.
—Él jamás me dejó de hablar de ti —miro a su hermana recargada en el marco de la puerta.
—BaeSoo —es lo único que puedo decir mientras la miro.
—Perdón, tu sobrina me dejó pasar —ve, la foto de Tae y mía, suspira—. A veces siento que soy una mala hermana —su mirada expresa tristeza y dolor.
—¿Por qué dices eso? —pregunto.
—Tae siempre me enviaba cartas contándome como era la relación entre tú y tu hermana. Lo cual, en ese momento me dolía y me duele porque no pude estar ahí cuando Tae me necesitaba —empieza a llorar—. Si hubiera estado ahí, posiblemente las cosas serían diferentes.
—¿Cómo era su relación con él? —la miro.
—Era normal, éramos cuatro hermanos. Siendo Tae el segundo y único hermano entre tres hermanas —sonríe levemente—. A veces nos juntabamos las pequeñas y yo para hacerle bromas o vestirlo de princesa.
—¿Por qué se alejaron o por qué Tae nunca me habló de ti? —pregunto.
—Me alejé en ese momento por mis papás. Pues ellos no querían mostrarlo a los demás, pero...se puede decir que yo no era su favorita. ¿Me molesté? Si, pero vi que Tae y mis dos hermanitas eran la adoración de ellos. Así que opté por irme de la casa, si me quedaba a decir la verdad, posiblemente hubiera arruinado algo y mis hermanos los odiarían. Yo no quería eso, el problema era entre mis padres y yo. Nadie debía salir lastimado por nuestra culpa. Pero al final, alguien si salió lastimado —explica.
—Tus hermanos —respondo en voz baja.
—Así es, pues me fui sin decirles adiós porque mis padres ya estaban desesperados porque me fuera. No sé que les dijeron para que posiblemente me odiaran, y no me contestaran las cartas —la miro.
—¿Cartas? —pregunto con confusión.
—Meses después de que me fui de la casa, les enviaba a mis hermanos una carta cada día. Pero jamás me respondían. Pero jamás dejé de insistir, hasta que una de ellas pudo llegar a Tae. En su carta me decía que no quería hablar conmigo, que me odiaba —seguía llorando—. Eso fue suficiente para herirme. Aún así, seguí enviándoles cartas, pero cuando me contestaban, me regresaban las cartas todas rotas. Admito que eso me causó coraje, así que me rendí y ya no les volví a escribir —confiesa—. Esa vez, se sintió como un disparo de verdad.
Yo no sabía que decir. Buscaba alguna forma de consolarla.
—Pero sé que no fue su culpa que me odiaran, y posiblemente tampoco la mía —dice—. Tiempo después él me contactó —refiriéndose a Tae—, contándome que nuestra familia había fallecido. Seré honesta, lloré solo por mis hermanas, pero por ellos, no —mira sus manos—. Créeme que no le pensaba contestar, pero.... Yo jamás le guardé odio a mis hermanos, ¿Razón? Supongo que no soy tan mala como para odiarlos.
—Tener esos sentimientos es normal —digo—. Una vez discutí con mi hermana. Teníamos 20 y 17 años, me enojé porque ella me estaba reclamando el porqué me juntaba con unos chicos que estaban en las adicciones y no destacaban en las clases —toco el collar que me regaló mi hermana en mi cumpleaños número 18.
Flashback
—¡Jeon Jungkook! Te estoy hablando —me seguía mi hermana.
—¡¿Por qué no dejas de meterte en mi vida?! —le grité—. Ojalá hubieras muerto tú y no mamá y papá —dije con coraje, para después darme cuenta de lo que había dicho.
—Supongo que tienes razón —habló—. Posiblemente si ellos no hubieran muerto pero yo sí, no tendrías que estar pasando todo esto —empezó a llorar—. Perdón por no haber sido yo la que muriera.
—SooJin, yo... —no me dejó terminar.
—Nos vemos en la casa —se dio la vuelta y se fue. Dejándome solo.
Todo ese tiempo estábamos pasando problemas económicos, y ella tenía trabajos de medio tiempo. Dejó sus estudios para trabajar y que yo siguiera con mis estudios. Por lo cual, razoné y me sentí fatal.
Fin del flashback
—Ese día regresé, y ella estaba en su habitación. Quería tocar a su puerta, pero algo me lo impedía —miro hacia la ventana—. Al día siguiente, ella actuó como si nada y me sirvió el desayuno, pero la diferencia fue, que no se quedó a desayunar conmigo, y eso me dolió.
—¿Sabes por qué los hermanos mayores nacen primero? —miro a BaeSoo—. Lo hacen para proteger a los hermanos que vendrán detrás nuestro. Solo que a veces no todos están hechos para ese papel. Tú hermana es digna de admirar —me mira—. Tu hermana mayor es tu mejor y antigua amiga, tu mayor crítica y tu feroz protectora. Te volverá loco y acabará con tu paciencia, pero es la única a la que amarás y te amará incondicionalmente sin importar lo que pase —me dedica una sonrisa—. Fuera otra persona, te quedas vulnerable hasta cierto punto. Por eso cuídala mucho —se levanta y se va del departamento.
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