Capítulo 28💌
Ya llegó diciembre y con eso el cumpleaños de Noah, mire a Alyshi y sonreí mostrándole el teléfono mostrando que falta un minuto para las 12, lo voltee para poderlo ver y justamente se marcó grande el 12, le di una pequeña señal a la pequeña indicando que ya podemos salir de nuestro escondite.
— ¡Feliz cumpleaños! — gritamos a la vez que salimos detrás del sofá y lo abrazamos, él se asustó riendo. — Te quiero. — susurre en su oído izquierdo viendo un póster a medio hacer en PowerPoint.
— Muchas gracias chicas, las quiero un montón. — miró a Alyshi y luego la laptop y repitió la acción dos veces más. — ¿No deberías de estar dormida?
— Pues... Sí, pero tu cumpleaños es más importante y mañana no tengo clases porque fumigarán la escuela.
— Es cierto...
— Y para que no te molestes sí dormí, pero le dije a mami que me despertara unos minutos antes, para felicitarte.
— Fue una promesa... — volví a hablar temerosa de que él se llegara a enfadar por haberle interrumpido el sueño a Alyshi.
— Vale entiendo, no te preocupes. — sonrió al notar que me calmó esa respuesta.
— ¿Los adultos pueden estar despiertos muy tarde? — los dos nos miramos antes de volverla a ver.
— Depende de lo que están haciendo…
— ¿Cuándo sea mayor puedo estar despierta hasta muy tarde? — él me miro, después a ella y de último la laptop.
— Como dije depende de la situación, yo como no tenía sueño adelante trabajo, pero ya me voy a dormir.
Apagó su laptop y lo seguimos hasta el cuarto, acomodo la cama y salió, al volver en brazos nos veía el señor oso.
— ¿Dormiré hoy con ustedes? — Alyshi agarro a su osito, viéndonos con duda.
— Claro mi pequeña. — la cargo con una sonrisa. — Vamos a dormir los tres como una familia.
— Una pequeña y linda familia.
— Buenas noches, mami y papi. — la pequeña hablo acostada cuando apagamos las luces.
— Buenas noches. — respondimos al unísono dándole su respectivo beso en la frente y mejilla.
***
Abrí un poco los ojos mirando el techo, está iluminado, el sol está fuerte... Deben ser más de las seis de la mañana.
El desayuno tonta.
Gire la cabeza y en la puerta me lo encontré mirándome con una sonrisa.
— Buenos días, amor, ya me voy. — susurró con ternura viéndome.
— Pero... El desayuno, te lo tengo que hacer. — se acercó a mí quedando al lado mío.
— Es tarde, pequeña, ya debería estar allí —me dio un beso en la frente. — Te amo y gracias por el desayuno.
— Pero no te lo hice.
— Tuviste la intención. Nos vemos más tarde.
— Nos vemos, te amo. — salió de la habitación cerrando la puerta con cuidado, sin yo quererlo mis lágrimas salieron a flote, haciéndome sentir como una estúpida.
— Se me olvidó algo... ¿Qué tienes...? —pregunto agachándose frente de mí.
— Yo... Te quería despertar con un desayuno. — bajé la cabeza para que no me siguiera viendo.
— Tranquila Ashley, no importa es un desayuno.
— Pero iba a hacer uno especial, por tu cumpleaños. Es el primero que pasaremos juntos.
— Ya es especial, porque me desperté contigo. — besó mi frente viéndome con una pequeña sonrisa. — Pero si lo quieres hacer más especial tienes lo que queda de día. Te amo mi osita.
— Yo también te amo. — nos besamos y al separarnos un brillo indescriptible se fijó en sus ojos grises.
— Llegaré un poco tarde para que te dé tiempo de hacer todo. — susurró en mi oído antes de pararse y agarrar su cuaderno.
***
Miré la mezcla y le eché un poco más de harina, le estoy haciendo a Noah una torta de chocolate, es su favorito, cuando ya está como la necesito la pongo en los moldes y los meto en el horno después de que se calentara un poco.
— ¿Dónde aprendiste a hacer pasteles?
— Aprendí de mi mamá, desde que soy pequeña hace muchos dulces y me pasó las recetas.
—Mami creo que el pastel está listo. — deje el globo pegado en la pared y corrí hacia el horno para apagarlo y sacarlo.
— Sí estaba listo, gracias mi pequeña.
— ¿Crees que a papi le guste?
— Claro que sí. — miré todo el lugar muy feliz.
— ¿Ahora que haremos?
— Mientras esperamos que se enfríe el pastel para decorarlo podemos hacer algunos dulces y después colorear mandalas.
— Quiero colorear mandalas. — así pasamos lo que queda de mañana y tarde coloreando, pero más que todo disfrutando.
— ¡Listo! — hablé emocionada viendo la torta. Está bañada de chocolate y en el centro dice: ¡Feliz cumpleaños Noah!
— Mami tenemos que bañarnos y vestirnos.
***
— ¿Noah? ¿Dónde está mi chiquito? — los invitados ya están aquí, al igual que su mamá y su abuela, tengo miedo de como reaccionará al saber que su abuela está aquí, desde ese almuerzo no han arreglado nada.
— No ha venido...
— ¿Le has dicho que se vaya para que no esté en su fiesta de cumpleaños?
— No, eso no quería decir... — la manilla de la puerta hizo un sonido indicando que él ya llegó. — Aly ven. — susurro en su oído para e irnos al final del pasillo que lleva a la entrada.
— ¡Feliz cumpleaños! —gritamos a la vez que abrió la puerta.
— ¡Papiii, feliz cumpleaños! — corrió hacia Noah para que le cargara.
— Gracias mi pequeña bebé.
— No soy una bebé. — dijo entre carcajadas y besos que Noah le estaba dejando en frente y cachetes.
— Feliz cumpleaños, otra vez. — avance a ellos dándole un beso corto a Noah como bienvenida.
— Hola. — susurro, viéndome.
Después de las felicitaciones, abrazos y entrega de regalos, el cumpleañero regresó hacia nosotras dos.
— No sabía que ella vendría, sigue molesta de aquel día... — se sentó al lado mío viendo a su abuela.
— Yo tampoco sabia... ¿Te molesta?
— No, pero es... Raro.
— Entiendo...
— Todo está demasiado rico.
— Gracias, nosotras fuimos las cocineras. — Alyshi sonrió con suficiencia.
***
—! Qué largo día! — anunció Noah echándose al lado mío en el sofá con sus nuevas medias que Aly le hizo, se inclinó hasta llegar a mi hombro — ¿En serio te vas?
— Sí, tenemos cosas que hacer, estarás con mami, no te preocupes. — la pequeña se acercó con su mochila en la espalda.
— Los amo, buenas noches. — se despidió abrazándonos.
— Nosotros también te amamos.
— ¡Adiós! — el sonido de la puerta se hizo presente haciendo que no quede presencia de Aly ni de la madre de Noah.
— Siento que Alyshi se queda mucho en casa de mi madre... Tal vez sean buenas amigas.
— ¿Noah sabés como le va a Alyshi en el colegio? No la escucho hablar mucho de sus amigos, la maestra me ha dicho que ella es muy sociable y que sus compañeros la tratan bien, pero no sé...
— Pueden que sean sus compañeros no sus amigos...
— Eso me preocupa un poco.
— Lo sé, a mí también... ¿En cinco días es su presentación no?
— Sí, es ese día.
— ¿Aún no sabes nada? — negué con la cabeza.
— No, se ha tomado muy en serio en dejarlo como sorpresa.
— ¿Quitaremos todo esto ahorita?
— No, vamos al cuarto, mañana se acomoda todo. Es momento de enseñarte mi regalo.
— ¿Esa caja es para mí? — su mirada estaba fija en la caja forrada de azul en medio de la cama.
— Sí. — me quité las sandalias y me senté frente de él viendo como rompe el envoltorio sin poco cuidado.
— Qué lindo oso, gracias. — habló con ternura sacando al pequeño de la caja — ¿Lo hiciste tú?
— ¿Cómo supiste?
— Porque le encontré una pequeña mancha de sangre. ¡No te preocupes ni sé nota!
Miró todas las tarjetas interactivas que vi en Pinterest y un pequeño cómic animado hecho por mí, por último leyó la carta... La primera después de mucho tiempo, donde puse mis sentimientos, levantó la cara hacia mí haciendo que me sonrojara.
— Te ves tan hermosa sonrojada. — susurró antes de comerme la boca a besos, mis manos por defecto se fueron a su pecho y le quité la camisa.
— Tal vez fue buena idea que Alyshi durmiera hoy con tu mamá.
— Tal vez... — respondió antes de atacar mi cuello como un depredador a su presa.
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