Eres como un puñado de arena, porque parece que puedo agarrarte pero en realidad no es así, no eres fácil, es por eso que cada vez te quiero más, es ridículo para mi no poder controlar mis sentimientos.

¿Como estas precioso ángel?

Te voy a aclarar algo; no me veas como una amenaza hacia ti, al contrario, quiero lo mejor para ti.

Hoy te quería entregar la carta personalmente, pero me dio miedo, demasiado miedo y mejor la deje en tu bolso.

No sé cómo comenzar pero ya quiero que esto termine y poderte abrazar libremente sin tenerme que esconder.

¿Tú me aceptarías como soy?

¿Serías capaz de quererme?

No te quiero a obligar a nada, no quiero forzar tus sentimiento, no quiero que te sientas obligado a algo que no quieres o que no sientes.

Pero pase lo que pase siempre estaré para ti.

No llegó a ser tan romántico o cosas así, pero cuando tú llegastes a mi vida eso cambió.

Le distes un giró impresionante a mi vida, algo que no me esperaba.

Lo que me gusta de ti son tus sentimientos, tu bondad y tu sonrisa que tienes todos los días.

Estoy seguro que lograríamos ser muy felices.

Sé que talvez te moleste que expresé mis sentimientos por este medio y comprendo, si alguien hiciera lo mismo trataría de averiguar cómo sea.

Pero no temas de mi cariño, no me temas.

Te amo demasiado y aceptaré tu decisión.

Solo quiero que sea feliz con la persona que tú elijas, no te quiero ver sufrir por amor, me dolería demasiado si eso te llegará a pasar.

Estuve revisando varias páginas de internet y ninguna me convencía para darte un detalle, hasta que encontré lo que quería.

Espero que sea de tu agrado, no se si eres de usar joyería y relojería pero espero que te guste.

Tu regaló está en tu bolso en la bolsa donde guardas tus hojas, si no te gusta lo comprenderé.

Esperó y lo uses, solo que te cuidado, no te lo vayan a robar. Gótica es una ciudad muy peligrosa y no quiero que te pasé nada malo.

Te amo, amor mío.

Atte: Tu enamorado secreto.

Ahora su mente estaba confundida.

El autor de las cartas sabía muy bien como era y aquí le surgió una pregunta.

¿Cómo lo conocía tan bien, si no hablaba con nadie del colegio?

No tenía muchos amigos, solo tenía a Damián, que era su único y mejor amigo.

Y como quería que no lo viera como una amenaza, si para Jon era un psicópata, que confundió el amor con una obsesión.

Algo que no estaba bien, nada estaba bien.

En su cabeza pasaban varias cosas, desde con quién se había portado mal y bien, no era que tuviera enemigos o bueno no estaba del todo seguro.

Y que querían del el. No contaba con una gran fortuna, tampoco era el mejor estudiante, tampoco era un chico de que se pudiera hablar mucho.

Si era una mala broma rezaba por que terminara lo más antes posible, no era bonito estar recibiendo cartas anónimas.

¿Quién escribía cartas en este tiempo?

Sin decir alguna palabra le pasó la carta a Damián, quien la tomó y la comenzó a leer.

— Casi me conmueve el intento de poesía — comentó Damián al terminar de leer la carta.

Jonathan solo guardo silencio.

— ¿Qué piensas? — Damián pregunto mientras le picaba una de sus mejillas a Jon.

— No lo sé — respondió sin importancia, mientras tomaba su mochila.

— Saca el famoso regaló, quiero verlo — ordenó Damián quien dio un tragó a su soda.

Jon hizo caso y comenzó a buscar entre su cosas, encontrándose una caja de cuero negro suave dentro de una pequeña bolsa de regalo azul cielo.

— ¿Sabes que significa esto? — pregunto Jon mientras señalaba la parte frontal de la caja.

Damián levemente abrió la boca de la sorpresa.

— ¡Es Chanel! — exclamó con cierta sorpresa, Jon solo dibujo una "O" en su labios — El tipo si que ha de tener dinero, ábrelo — ordenó.

Este parpadeo y tomó la caja con cautela, abrió la caja que tenía un broche de presión, para ver el interior decorado en terciopelo negro. En el centro había un reloj sentado cómodamente entre el terciopelo. Era de oro, con la correas completamente bañadas en oro y la esfera era de color dorado con plateado.

Dentro de la cara se podían ver todos lo engranes y mecanismos plateados girando y provocando un ruido mientras las agujas del mismo color se movían lentamente con cada segundo.

Damián a este punto ya no podía con su enojo.

Damián estaba celoso.

Damián quería a Jon.

Damián estaba enamorado de Jon.

Damián necesitaba ayuda.

Jon bufó molestó y hizo un puchero, cosa que a Damián se le hizo tierno.

Cerró la caja con algo de fuerza y la puso dentro de la bolsa, Damián se dio cuenta de las intenciones de su amigo así que lo tomó de la mano.

— ¡Qué diablos piensas hacer! — habló con enojo Damián.

Jon se safo de su agarre molestó.

— Guardar esto, no lo pienso usar para nada — bufó comenzando a hacer un berrinche.

Damián rodó sus ojos verdes, sabía que Jon iba a comenzar a hacer sus típicos berrinches de niño pequeño. En un descuido le quitó la caja de su mano.

— ¡Damián! Dame eso — Jon grito enojado.

El de ojos verdes abrió la caja y saco el reloj para luego fulminar con la mirada a su amigo. Lo tomó de la muñeca mientras que Jon no hacía nada, no quería recibir golpes tan temprano.

Damián le colocó el reloj haciendo que Jon se sonrojara por la acción de su mejor amigo.

— Es muy lindo para que lo guardes.

Damián tenía la victoria asegurada, su plan estaba saliendo a la perfección.

Jonathan acaso estás ciego para no ver los sentimientos de Damián.

Ya no sé qué hago con ésto.

Esto es milagro que este actualizado tan seguido, pero le tengo mucho cariño a la historia y además no quiero perder la idea.

Les está gustando como va la historia.

Espero poder actualizar la semana que viene, así que atento.

Nos vemos pronto.