Mi mamá solía decirme todos los días, que tuviera cuidado con los chicos porque el amor es como jugar con fuego. Creo que mi mamá tenia razón, porque cada vez que te veo mi corazón se calienta, en lugar de tener miedo, mi atracción hacia ti aumenta cada vez más.

¿Cómo amaneció hoy, mi precioso ángel de ojos azules?

Espero que bien, por lo que note cuándo entrastes a la escuela estabas feliz y eso me gusta.

Me gusta que estés feliz, eso me hace feliz a mi.

Sabes algo amor mío, por primera vez mi madre tuvo razón en algo.

Nuestro amor es como jugar con fuego, esto esta llegando demasiado lejos y nadie puede detenerlo.

Hay un ladrón en mi corazón y la policía no lo sabe.

Tranquilo, esto es un dulce delito, tú lo provocastes y yo lo cometere.

Me gustaría tomarte de la mano y caminar juntos por los pasillos, pero tengo miedo, aveces la suerte no esta de nuestro lado.

Le tengo envidia a tu amigo, si a Damián Wayne, él puede estar contigo sin esconderse, mientras que yo solo te puedo observar desde lejos como una sombra y hablarte como un anónimo.

Pero no me molesta eso, me pone feliz saber que tienes un amigo incondicional y digno de admirar, en parte no me preocupó porque se que él te cuidara de cualquier cosa, pero no le quiero dejar toda la tarea de protegerte a él, lo ayudaré protegiendote desde las sombras.

Aunque hay algo que me preocupa, sólo tienes a Damián como amigo, he de suponer que si, ya que se conocen desde ¿Antes que Damián entrará a la escuela? Supongo que ha de ser por eso.

Espero que no le haigas contado sobre la carta que te mande ayer, porque conociendo a ese chico es capaz que contrata un detective privado y claro está, quien no haría eso por su mejor amigo además es súper millonario.

Al igual que tus padres, no quiero que tengan un mal concepto de mi persona por mandarte cartas de forma anónima, es sólo que tengo miedo que sea rechazado, por favor que no piensen mal de mi, juro que cuando tenga la valentía y el coraje suficiente me presentare ante todo el mundo sin importar que.

Hoy no te mandó ningún detalle, ya que no me decidía por cual, ya mañana tendrás tu detalle, por favor no te enfades conmigo.

Por favor no pienses que es un acosador, pedófilo o algo por el estilo, sólo es alguien que esta locamente enamorado de ti.

Te quiero Jonathan Kent.

Atte: Tú enamorado secreto.

Jon estaba aterrado al terminar de leer la carta, el tipo quien enviaba las cartas sabia varias cosas de él, además ya mencionó el nombre de su único y mejor amigo, estaba en graves problemas.

Tenía miedo que el anónimo fuera un asesino en serie y les pudiera hacer algo en cualquier momento sin que ellos se dieran cuenta.

Sus manos temblaban y Damián se dió cuenta de ello.

— ¿Qué dice? — Damián pregunto serio al ver la palidez y el temblor de cuerpo del menor.

Éste le paso la carta aún con el temblor en las manos, esté la tomó dudoso por el contenido de está, ya que si Jonathan se había puesto asi, era de preocuparse. Leyó detenidamente la carta, algo que notó era que en esta y en la anterior carta comenzaban con una frase, era una secuencia.

Su nombre estaba ahí, y claro quién no le tendría envidia ¡Es Damián Wayne! Uno de los chicos más guapos de todo el mundo y de poseer de un gran fortuna, le molestaba que su nombre estuviera ahí y el anónimo tenía razón en algo: Él iba a proteger a Jonathan de cualquier loco que se cruzará en su camino.

Suspiro molestó, sentía su sangre hervir en sus venas y estalló en furia.

— ¡Pero quién se cree este tipo para hablar así! — grito molestó parándose de su asiento llamando la atención de sus compañeros de clase e incluso la de su profesor.

Jon sintió su rostro arder de la vergüenza, todas las miradas estaban sobre ellos.

— ¿Sucede algo joven Wayne? — preguntó el maestro con la mayor paciencia del mundo, sabía que Damián era una persona difícil de tratar — ¿Todo bien con su pareja de equipo?

Damián reaccionó sobre lo que hizo, dejándolo estático un rato en su lugar, sin saber que hacer.

— Si tienen alguna duda pueden venir a preguntar — propuso el maestro — No sea timi- — una mirada por parte de Damián bastó para callarlo de un solo golpe

— No pasa nada — aclaró para nuevamente tomar asiento.

Le importaba un comino lo que sus compañeros dijeran de él.

¿Qué tenía ese ánimo con su mejor amigo? ¡Quien se creía él para hablar así! Tenía que investigar sobre el paradero de las cartas anónimas, ya que el tipo siempre les jugaba la vuelta.

Era asustó, él lo era más.

Era inteligente, él lo era más.

Era romántico, él no lo era.

Aceptaba sus sentimientos, él se sentía confundido.

Declaró guerra, él iba a luchar.

Por qué el que no arriesga, no gana.

Iba a ser una guerra, donde sólo uno sería el ganador.

— Damián — Jon habló, sacándolo de sus pensamientos.

— ¿Qué?

— Tengo miedo — confesó Jon mientras jugaba con sus manos.

Damián lo observo fijamente por algunos segundos para luego unir sus manos.

— Te juro que encontraremos al autor de esto — Damián lo miro fijamente mientras acariciaba sus nudillos.

"Prometo que te protegeré de cualquier persona que intente hacerte daño, amor mio"

Haha no sé que hice con este capítulo pero espero que les guste.

Cómo creen que terminara todo esto.

Estoy preparando otras historias más de estos dos.

Me gustaría leer sus ideas.

Les juro que en este libro es el que tiene la actualizaciones más seguidas, ya que siempre tengo la idea :3

¿Les gusta cómo va la historia?

Nos vemos pronto.