Déjenos leer, y déjenos bailar; estas dos diversiones nunca harán ningún daño al mundo.

-Voltarie

[Cap 18]

La unión hace la fuerza.
✧⁠*♡☾✩*॰ (⋆✉⋆) ॰*✩☽♡*✧

Mara

Después del baile, el jurado se tomó su tiempo para pensarlo y hablarlo en privado entre ellos. Éramos el último grupo en presentarnos, pero yo sabía que lo habíamos hecho increíble y que merecíamos ese premio. Habíamos trabajado mucho, día y noche, horas de práctica, ensayar sin cesar... pero aún así, cuando volteaba a ver a mis compañeros tan nerviosos, sentí que tenía que animarlos. Aunque no ganáramos hoy, la experiencia había sido única para todos. Emily cantó una canción de Taylor Swift y se lució, Valeria cantó en francés, José en el piano, Evan cantando y bailando, Cameron, Ruth, Samantha y Mónica fueron unos bailarines increíbles. Yo no solía empezar las conversaciones, porque no sabía muy bien cómo hacerlo y me daba miedo decir algo malo o inapropiado, pero aun así me animé y hablé.

Me acerqué al grupo y, aunque el nerviosismo me hacía dudar, sabía que necesitaban escuchar algo. Todos estábamos tensos, esperando que el jurado diera su veredicto, pero no podía quedarme en silencio esta vez. Miré a cada uno de ellos, mis amigos, mis compañeros de equipo, y sentí una oleada de orgullo. Habíamos trabajado tanto, día y noche, y esta experiencia ya era un triunfo para nosotros, sin importar el resultado final.

—Chicos... —comencé, mi voz un poco temblorosa al principio, pero luego más firme—. Solo quiero decir que lo hemos hecho increíble hoy. Independientemente de lo que decida el jurado, quiero que sepan lo orgullosa que estoy de cada uno de ustedes. Emily, tu voz hoy fue impresionante, parecía sacada de un sueño. Valeria, cantar en francés con tanta pasión... ¡fue hermoso! José, el piano nunca había sonado mejor. Evan... tú siempre logras sacarme lo mejor de mí. Y a todos, Ruth, Samantha, Cameron, Mónica... ¡bailamos como si el mundo entero estuviera mirando!

Noté cómo las caras de mis compañeros comenzaron a relajarse poco a poco, y algunos incluso esbozaron sonrisas. Me sentí más segura al ver que mis palabras los tocaban.

—No importa lo que pase, hemos dejado todo en el escenario —continué—. Trabajamos tanto para llegar hasta aquí, y no puedo imaginar haberlo hecho sin ustedes. Esta experiencia ya es una victoria.

Hubo un silencio después de mis palabras, pero no era incómodo. Era un momento de reflexión, de camaradería. Miré a Evan, que me dedicó una sonrisa cálida, y luego a Valeria, que asintió, agradecida. Todos habíamos dado lo mejor de nosotros, y pase lo que pase, habíamos creado algo especial.

—Y bueno... —añadí, en un tono más ligero, tratando de romper la tensión—. Si no ganamos, siempre podemos hacer una banda de covers de Taylor Swift, ¿no?

El grupo estalló en risas, lo que alivió aún más el ambiente. Fue en ese instante cuando me di cuenta de que, más allá de los trofeos o reconocimientos, lo más valioso era estar ahí, juntos.

Emily fue la primera en tomar la palabra con una sonrisa.

—Sí, fue maravilloso. Todos brillamos —dijo, con su energía positiva de siempre—. Y no puedo creer que me hayan dejado cantar una canción de Taylor Swift en una competencia nacional. ¡Es un sueño hecho realidad!

Valeria, aún recuperando el aliento después de su impecable interpretación en francés, sonrió.

—La conexión que tuvimos en el escenario fue algo mágico. Siento que dimos más que pasos de baile, contamos una historia, y eso es lo que importa.

Evan se acercó y, con una mirada tranquila y confiada, dijo:

—Mara tiene razón. Independientemente de lo que diga el jurado, hemos ganado algo más importante hoy. Hemos crecido como equipo, y eso no lo cambia ningún premio.

—¡Y qué decir de José al piano! —dijo Ruth, dándole una palmada en la espalda—. Tocaste como un profesional.

—Y tú con esos giros perfectos —le respondió José, sonriendo—. Todos estuvimos increíbles.

Cameron, siempre el bromista, lanzó un comentario.

—Si no ganamos, podemos formar nuestra propia compañía de danza y hacerle competencia a todos estos grupos el próximo año.

Después de unos minutos, que se sintieron como una eternidad, el jurado finalmente salió al escenario. Ya habían deliberado, hablado entre sí, y por fin iban a darnos la respuesta que todos estábamos esperando con tanta ansiedad. Comenzamos siendo veinte grupos, pero solo cinco avanzarían a las internacionales, donde se enfrentarían a equipos de todo el mundo. ¡Qué nervios! Los jurados se pararon frente a nosotros mientras los equipos esperábamos en silencio, sentados en las butacas de aquel lugar enorme y majestuoso.

El jurado estaba formado por tres hombres y tres mujeres. Una de las mujeres, bajita y delgada, con el cabello negro, tomó la palabra.

—Bueno, antes que nada, buenas noches a todos. Sé que han esperado mucho por este momento, y quiero felicitarlos a todos por sus esfuerzos. Haber llegado hasta aquí ya es un logro increíble. Cada uno de ustedes ha dado el cien por ciento, y todos lo hicieron de manera excepcional. Pero como saben, solo cinco grupos podrán avanzar a las internacionales. Los demás tendrán la oportunidad de intentarlo nuevamente el próximo año.

El corazón me latía con fuerza, y no podía evitar mirar a mis compañeros. Todos estábamos tensos, esperando lo que parecía ser el momento más decisivo de nuestras vidas.

—Bueno, vamos con los ganadores —continuó la mujer—. En el quinto lugar, tenemos al grupo... Ecos de Movimiento. ¡Felicidades! —Anunció, y los aplausos llenaron la sala.

Los llamaron uno a uno, y con cada nombre anunciado, el suspense crecía. Los segundos parecían alargarse interminablemente.

—En el cuarto lugar, tenemos al grupo... Fusión y Danza Studios. ¡Felicidades!

—En el tercer lugar... Alma y Ritmo Dance... ¡Felicidades!

El corazón me saltaba en el pecho. Quedaban solo dos lugares, y cada vez me costaba más mantener la compostura.

—Y ahora, en el segundo lugar... Expresión en Movimiento. ¡Felicidades!

Finalmente, el primer lugar. El aire en la sala estaba tan cargado de tensión que podía sentir cada respiración contenida.

—Y el primer lugar se lo lleva... ¡La Escuela de Talentos Blossom!

En ese instante, el mundo pareció detenerse. Habíamos ganado. ¡Habíamos ganado!

Nos levantamos de las butacas, y los aplausos, los gritos y las lágrimas estallaron al unísono. Nos abrazamos, emocionados, sin poder creer que lo habíamos logrado. Todo el esfuerzo, cada hora de ensayo, cada sacrificio, había valido la pena. ¡Íbamos a las internacionales!

No podía creerlo, lo habíamos logrado. Quedamos en estado de shock, mirándonos unos a otros con incredulidad y felicidad desbordante. Con una mezcla de risas y lágrimas, comenzamos a subir uno a uno al escenario para recibir nuestras medallas. Cada paso que daba se sentía como un sueño.

Cuando finalmente tomé mi medalla entre mis manos, un torrente de emociones me invadió. Habíamos trabajado tan duro para llegar hasta aquí. No solo regresábamos a casa con un trofeo brillante, sino que también teníamos un cheque para la escuela. Pero lo más importante de todo era que íbamos a las internacionales. ¡Un viaje que cambiaría nuestras vidas!

Eran momentos como este los que recordaría para siempre. Agradecí a mis compañeros, a mis amigos, a todos los que habían creído en nosotros. Nos abrazamos, riendo y llorando, sabiendo que este logro era solo el comienzo de un nuevo capítulo en nuestra historia. ¡La aventura apenas comenzaba!

Evan y Valeria, llenos de energía y alegría, levantaron la voz sobre el bullicio del momento y gritaron al unísono:

—¡Fiesta en la torre para festejar mañana en la noche! ¡Esto nos lo ganamos!

El grito de celebración resonó en todo el auditorio, y rápidamente se contagió a todos los miembros del equipo. Las sonrisas se expandieron y se generaron murmullos de emoción mientras cada uno comenzaba a imaginar cómo sería la fiesta. Era el momento perfecto para celebrar no solo nuestro triunfo, sino todo el esfuerzo que habíamos compartido.

—¡Sí! —exclamé, sintiendo cómo la adrenalina y la felicidad se entrelazaban en mi pecho—. ¡Nos lo merecemos!

Algunos comenzaron a planear juegos y música, mientras otros hablaban de los bocadillos y las decoraciones. El ambiente se llenó de risas y emoción, y mientras seguíamos recibiendo nuestras medallas, el futuro se veía brillante.

Sabía que la fiesta sería solo una parte de la celebración, pero también era un símbolo de nuestra amistad y de lo lejos que habíamos llegado juntos. ¡No podía esperar a festejar con ellos y hacer más recuerdos que quedarán grabados en nuestros corazones!

—¡Y no se olviden del karaoke! —gritó Samantha con entusiasmo, levantando los brazos en el aire—. ¡Quiero escuchar a todos cantar sus canciones favoritas!

La idea fue recibida con vítores y risas, y todos comenzaron a compartir las canciones que les gustaría interpretar. El ambiente se llenó de promesas de diversión y risas, mientras cada uno aportaba sus sugerencias.

—Yo tengo que cantar "Enchanted" —dijo Emily con emoción, y todos asentimos, sabiendo que su interpretación sería mágica.

—Yo quiero hacer un dueto con Valeria —añadió Evan, sonriendo—. ¿Qué tal si hacemos algo en francés?

—¡Eso sería genial! —respondió Valeria, entusiasmada—.

Mientras todos hablaban de las canciones y los juegos que planeaban, la emoción crecía. Cada uno de nosotros aportaba ideas, desde juegos de mesa hasta desafíos de baile improvisados. Me sentía completamente en sintonía con mis compañeros; esta celebración era el cierre perfecto de todo el esfuerzo que habíamos puesto en la competencia.

—¡Y yo seré el juez del karaoke! —dijo José, haciendo una pose divertida—. ¡Así que prepárense para impresionar!

Las risas llenaron el aire mientras nos imaginábamos cómo sería la fiesta. Ya no había espacio para la tensión o el estrés; solo había alegría, música y la promesa de un futuro lleno de aventuras. La noche siguiente iba a ser inolvidable.

Nos íbamos a casa, felices y con un after party mañana.

Era aquello cierto cuando decían que..La unión hacía la fuerza.

✧⁠*♡☾✩*॰ (⋆✉⋆) ॰*✩☽♡*✧