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— Hace unos días sucedió algo gracioso en el teatro. —Rarity comenzó hablar mientras caminaban. — Teníamos hacer una pequeña escena de Blanca Nieves y los siete enanos.
— Oh, que lindo. —Habló con una pequeña sonrisa. De pequeña le gustaba mucho Blanca Nieves, y hasta el día de hoy disfrutaba del cuento y de la misma película. — ¿Pero porqué eso es gracioso?
— Porque a Rainbow Dash le tocaba interpretar a Blanca Nieves y a Applejack al príncipe. Y tenían que actuar la escena del beso.
— ¿En verdad se besaron? —Cuestionó con curiosidad. Siempre olvidaba que ellas estaban juntas en esa clase.
— ¡Casi lo hacen! De no ser por el maestro que les dijo que el beso no era necesario lo hubieran hecho. Debiste ver sus caras, —Rió al recordarlo. — estaban más rojas que una manzana.
Fluttershy la veía reír con una sonrisa.
Ahora entendía porque Applejack no quiso asistir al show de Trixie solo porque Rainbow Dash iba a estar ahí.
— Veo que la clase de teatro es divertida.
— Lo es, sobretodo con esas dos discutiendo por la más mínima cosa. —Dejó de reír y la observó. — Deberías unirte, Fluttershy.
— No creo que sea buena idea, Rarity. Lo arruinaría por mi... pánico escénico. —Dijo en voz baja.
— Pero fuiste capaz de subir al escenario ayer en el show de Trixie, ¿porqué eso es diferente?
— Porque no tuve otra opción que hacerlo... Prefiero verlas a ustedes actuar, es mucho mejor.
— Sería mucho mejor que estuvieras con nosotras pero está bien, como tú digas. —Bebió de su malteada y sacó su teléfono, fijándose en sus mensajes antes de soltar un quejido.
— ¿Pasa algo, Rarity?
— Pinkie Pie de nuevo rechazó mi ayuda para decorar el gimnasio para el baile. —Le mostró su teléfono antes de guardarlo con una expresión molesta. — No sé porque es tan terca en hacerlo todo sola.
— Mmm... ¿Y no haz hablado con ella?
— Claro que no, sus mensajes ya han hablando mucho por ella. Si alguien de las dos hablará con la otra será mejor que sea ella pidiéndome disculpas.
— Sí, tampoco se ha disculpado por arruinar mi subasta silenciosa para el refugio de animales.
— ¿Lo ves? Nosotras somos tan buenas amigas, y lo único que queremos es que se disculpe, ¿porqué es tan difícil? Es decir, hasta el día de hoy yo sigo manteniendo en secreto que...—Cubrió su boca con una de sus manos dándose cuenta de lo que estaba a punto de decir.
— ¿Qué cosa? —Frunció el ceño.
— Ehh... Nada, —Negó poniéndose nerviosa. — no es algo que Pinkie me haya dicho hace mucho que no quería que se lo dijera a nadie, en especial a ti. —De nuevo, cubrió su boca.
Cuando se ponía nerviosa siempre hablaba de más. Fluttershy lo sabía, y con eso comprobó que estaba ocultándole algo.
— ¿De qué hablas, Rarity?
— A-Ah... Nada, nada, solo estoy balbuceando. Será mejor que me vaya antes de que diga algo de lo que me pueda arrepentir. Te... ¡luego veo! —Se despidió antes de correr lejos de ahí.
Puede que Pinkie ya no sea su amiga, pero no por eso andaría relevando sus secretos. Mucho más cuando prometió no hacerlo.
Mientras que Fluttershy, no dejaba de preguntarse a lo que se refería Rarity.
¿Había algo de lo que Pinkie no quería que se enterara?
[. . .]
Se apresuró a ir al gimnasio, se había atrasado charlando con Rarity y cambiándose.
— ¡Fluttershy! Que bueno que te encuentro, quiero hablar de algo contigo.
Suspiró al escuchar esa voz detrás de ella.
— No tengo tiempo, Trixie. ¿Y no crees que ya has hecho suficiente? —Preguntó mirándola de reojo.
— ¿De qué hablas?
— ¡De lo que pasó ayer obviamente! —Volteó a verla. — Mira, espero que todo tu coqueteo hacía mí sea falso. Es decir, antes ni siquiera sabías de mi existencia hasta que me viste con mi nuevo aspecto.
— Sí, pero...
— Ahora todos creen que somos... pareja, hasta mis amigas.
— ¡Pues lamento que la chica que te gusta crea que somos novias! —Soltó con el ceño fruncido. — Tampoco es mi culpa que hayas gustado en tan poco tiempo. —Se cruzó de brazos.
— ¿La chica que me gusta...? ¿De qué hablas? A mí no me gusta nadie, te pareces a la chica de las cartas. —Murmuró eso último.
— Claro, hazle caso a eso y no a que me haya confesado. —Rodeó los ojos. — Y me refiero a Pinkie Pie.
— ¿Pinkie... Pie?
— Hace rato habló conmigo y no se veía nada feliz con el rumor de nuestra supuesta relación. Ya habíamos hablado antes de mí show de hecho, pero solo pensé que estaba siendo igual de rara que siempre. Pero no, sin duda le gustas.
— ¿Qué? No, no, no, es imposible que yo le guste a Pinkie Pie... Y lo es más que a mí me guste ella.
— ¿Entonces porqué te molesta que crean que somos novias? Seríamos una buena pareja, piénsalo. —Le guiñó el ojo.
—... Me molesta porque no lo somos, y no quiero pensar que hiciste todo eso para que todos creyeran eso. Lo siento Trixie, pero no me gustas. Y es mejor que me vaya ya.
— Espera, ¿y qué hay lo de Pinkie? Si es verdad que tú les gustas, entonces hay una gran probabilidad de que sea la que te manda las cartas.
— Pinkie y yo dejamos de ser amigas hace mucho tiempo. No hay forma de que yo le guste, ya me habría dado cuenta.
— Mmm...
— Si ya no tienes nada que decirme me tengo que ir, nos vemos. —Se despidió antes de irse.
— Así que así se siente ser rechazada... —Pensó en voz alta.
Flutteshy entró al gimnasio faltando solo dos minutos para que iniciará la clase.
Se sorprendió al ver que la directora Celestia estaba ahí... y que no estaba sola, (y no se refería a sus compañeros).
¿Era enserio? ¿su día no podía empeorar?
— ¿Ya están todos? —Preguntó a la vez que miraba la lista que tenía y a los alumnos al mismo tiempo. — De acuerdo. Debido a que la escuela está sufriendo unos pequeños recortes en el personal yo daré su clase de esta semana. Supongo que no hay problema.
Algunos alumnos comenzaron a murmurar entre ellos.
Fluttershy los miró de reojo. Al dirigir su vista nuevamente hacía enfrente vió que la otra persona la estaba viendo.
—Su compañera Pinkie Pie se ha ofrecido para ayudarme con la clase de hoy, por si tengo que irme de un momento a otro. —Dijo eso último con pesadez. — Su profesora dejo el itirenario de lo que tienen que hacer.
¿La profesora tenía un itirenario? Normalmente ponía a todos a correr mientras se sentaba a observar.
Bueno, al menos eso respondía el porqué Pinkie estaba ahí... ¿Pero porqué justamente cuando tenía clase ella?
—Lo primero que hay que hacer-.
—¿Llego tarde?—Preguntó una voz femenina entrando al gimnasio.
Todos voltearon a verla, quedándose en silencio.
—Un poco pero no hay problema. —Sonrió. — Adelante, señorita Shimmer.
Ella asintió y se acercó a sus compañeros.
¿Han sentido esa sensación de alguien mirándote de una forma tan intensa que podría matarte?
Pues Fluttershy ahora lo sentía, mientras Sunset se ponía a su lado. Y sobretodo con Pinkie también observándola.
Su día SÍ podía empeorar.
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