Inesperadamente volvimos a empezar, en esa costumbre de ir y venir que debería de acabar de una vez, pero no lo hace...

¿Por qué siempre terminamos en la misma cantaleta? Es lo que quisiera saber, sin embargo, no lo sé. Tú quizás lo sepas y quisiera que me lo dijeras.

He pasado noches de insomnios pensando en ello, buscando una respuesta a esa interrogante que se ha convertido en un pensamiento insidioso.

Porque logro un respiro y luego ese respiro se vuelve en karma, el cual me golpea bruscamente y sin miramientos.

Pero he decidido que debo caminar, un camino diferente al tuyo porque seguir el mismo camino, defitivamente no es lo nuestro.

Atte: La solitaria