Cartas De una estrella.

Prologo

La noche era silenciosa, el viento extrañamente gélido soplaba sin producir susurro alguno, la calle solitaria alumbrada por las farolas permanecía apacible; en el interior de las lujosas residencias reinaba la calma, las luces tenían horas de haberse apagado a excepción de una sola; una única luz, tenue, a punto de extinguirse, ahí en la habitación de una joven, cuyo nombre es pronunciado por los labios de todos, cuyo rostro es reconocido por cualquier ojo y cuya vida, privacidad y alma pertenecen a cualquier persona excepto a ella misma, su nombre: Angela Crane.

Irremediablemente toda la atención se fijaba en ella, debido al estreno de su más reciente película, siendo su protagónico y su posible nominación al Oscar, la Premier se llevaría a cabo la noche siguiente, es probable que Angela siguiera despierta debido a la ansiedad provocada por los futuros acontecimientos o tal vez, se debía a otra cosa, lo desconozco, lo unció que sé con certeza es que mis ojos no dejaban de vigilar su ventana, algo me había dejado en este estado de anhelo, desesperación y preocupación.

Algo me decía que mi deber era cuidar de ella, es precisamente por ese presentimiento que seguía ahí, vigilando desde las sombras.

De pronto vi como la luz finalmente se extinguió, espere un momento para cerciorarme de que no se volviera a encender y así es que con algo de tranquilidad salí de mi escondite, ya era hora de regresar a mi vida.

Me hubiera ido pero algún movimiento pudo ser captado por mi ojo y eso me obligó a mirar otra vez, la luz nuevamente se había encendido, el mal presentimiento regresó a mí.

Rápidamente regresé, una opresión en el pecho me angustió; mientras velozmente caminaba de vuelta, detecté el movimiento oscilante de la luz, al estar más cerca escuché un forcejeo, fue ahí donde la lámpara debió caerse, escuché como se quebraba y con ella la luz desapareció, entonces antes de que yo pudiese acercarme más, se escuchó un disparo.

Un único disparo, desgarrando el silencio nocturno.