95
Al ver que me acercaba a ti, pusiste una expresión alegre. De seguro creías que ya te había perdonado y que todo iba a ser como antes.
Ingenuo.
Me saludaste con mucho entusiasmo pero yo no tenía el mismo ánimo por verte.
Te diste cuenta de que algo no iba bien, pues en seguida me preguntaste qué tenía.
Estaba enferma de amor por ti, idiota.
Te invité a un café pero dijiste que tenías planes con Eva, que podíamos ir el día siguiente.
Pero no lo permití, por primera vez te hice escoger.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro