Jimin  miraba a todos sus compañeros riendo y hablando de sus vacaciones en otros paises algunos rostros nuevos otros no tanto...

Caminó a la enorme lista de alumnos , mientras buscaba su nombre , unas manos le taparon el rostro.

-¿Quién soy?-dice aquella voz acompañada de una risita

-Mmmm....alguien que tiene dientes de conejo , le gusta el rock and roll ,y su idolo es Elvis Presley , si definivitavemente eres tu Jeon Jungkoook - sonrie , destapandole la cara

-¡Te extrañe mucho Jimin! -abraza a su amigo emocionado, casi asfixiandolo.

-Yo...yo igual-tratando de safarze, Jungkook se da cuenta y lo suelta rápido -Perdón la emoción -se rasca la nuca avergonzado.

-Si no importa , aunque me debes una , me levante tarde por la llamada que hicimos y  conoces a mi  padre que era no evitable un regaño-- hace una mueca de desagrado.

-Si se nota en tus ojeras-rie y Jimin le da un codazo -Bueno poquito, pero .... es que tenia  que contarte todo , incluyendo los chismes familiares- Ambos rien bajito.

-Por cierto , hace unas semanas me enteré por un amigo de otro amigo , que abrieron un restaurante de postres y malteadas cerca de donde vivo ¿te gustaria ir?- pregunta Jungkook y Jimin aciente.

-Si esta bien , pedire permiso a mi madre - mientras seguia buscando lo del principio.

PARK JIMIN

Salón 6-C

-¿En que salón quedaste
Jungkook?-preguntó intrigado.

-Yo... déjame ver-, murmuró su amigo mientras analizaba la lista. -Ahí está, aquí dice que quedé en el Salón 6-C. ¡Estamos en el mismo edificio!

Jimin sonrió aliviado. -¡Perfecto! Seguiremos juntos este año también- Ambos sueltan un grito abrazandose mutuamente como si se tratase que el destino fuera almas gemelas.

Se dirigieron hacia sus respectivos salón. La conversación entre los dos amigos continuó animada, mezclándose con los sonidos de risas y el bullicio típico del primer día de clases.

-Oye, Jungkook, te quería contar algo. ¿Recuerdas a Taemin, mi novio? Este verano pasamos mucho tiempo juntos. Fuimos al parque y luego a visitar a mi abuela en el campo. Fue increíble.

Jungkook asintió con una sonrisa, pero no pudo evitar sentir una punzada de celos. -Sí, claro, Taemin es genial-, respondió, tratando de ocultar sus verdaderos sentimientos.

En realidad, no le caía bien Taemin desde que empezaron a salir, pero no quería decirlo abiertamente a su amigo , sabia que lo pondria triste y el no deseaba eso.

-¿Te parece si hacemos una salida los cuatro algún día? Sería divertido-, sugirió Jimin emocionado.

Jungkook fingió entusiasmo. -Sí, claro, sería genial...-, respondió, tratando de ocultar su incomodidad.

Estab dividido entre querer apoyar a su amigo o sus sentimientos de odio hacia Taemin.

El ambiente en las aulas estaba impregnado de creatividad y dedicación. Las paredes estaban adornadas con postérs  de obras clásicas del teatro francés y fotografías de actores legendarios.

En el primer día de clases, los estudiantes se sentaron en círculo, ansiosos por conocer a sus nuevos profesores y compañeros.

La directora de la escuela, Madame Dubois, una mujer elegante con un aura de autoridad y pasión por el arte dramático, dio la bienvenida a todos con un discurso inspirador sobre la importancia del teatro en la sociedad.

Luego, fue el turno del nuevo profesor de interpretación, Monsieur Namjoon, un hombre alto y de cabello oscuro con una presencia carismática. Entró en el aula con una sonrisa amistosa y una energía contagiosa que captó la atención de todos los estudiantes.

-Bonjour étudiants (Buenos dias estudiantes)- Namjoon, se presentó en francés con un ligero acento coreano que añadía un encanto especial a su presencia. -Estoy emocionado de ser su profesor este año y de explorar juntos el arte de la actuación.

Jimin observó con interés mientras Monsieur Namjoon explicaba su enfoque pedagógico, destacando la importancia de la autenticidad y la conexión emocional en la interpretación.

Habló de su propia experiencia en los escenarios internacionales y su amor por el teatro clásico y contemporáneo.

Las primeras hora de clase bajo la tutela de Monsieur Namjoon fueron intensas y enriquecedoras. Él desafiaba a los estudiantes a explorar nuevos métodos de actuación y a superar sus límites creativos.

Se sentía inspirado y motivado por las enseñanzas del profesor, quien demostraba un profundo conocimiento del arte dramático y una pasión genuina por transmitirlo a la próxima generación de actores.

El año prometía ser emocionante y transformador bajo la guía de Monsieur Namjoon, quien rápidamente se ganó el respeto y la admiración de los estudiantes por su habilidad para combinar la tradición teatral europea con perspectivas globales contemporáneas.

Al final del día,  salió de la universidad con una sonrisa luminosa en el rostro.

La brisa fresca de la tarde jugueteaba con las hojas de los árboles, y los colores del cielo al atardecer parecían pintados con la misma paleta de emociones que él experimentaba.

Pensó en los desafíos y las oportunidades que el año escolar traería, anticipando con entusiasmo cada ensayo, cada clase y cada momento en el escenario.

Mientras continuaba tarareando la melodía de Marilyn Monroe, Jimin llegó a un pequeño café que solía frecuentar.

Decidió tomar asiento en una mesa al aire libre, observando a la gente pasar y absorbiendo la atmósfera vibrante de la ciudad.

Sacó un cuaderno de su mochila y comenzó a tomar notas sobre las ideas que le habían surgido durante las clases.

Escribió sobre personajes, emociones y escenarios que esperaba explorar en futuros proyectos. Cada palabra que plasmaba en el papel era una semilla de creatividad que cultivaba con cuidado, alimentada por la inspiración que había encontrado en su profesor y en el entorno artístico de París.

Al terminar de escribir, cerró el cuaderno con una sonrisa satisfecha. Se dio cuenta de lo afortunado que era por estar donde estaba, rodeado de pasión y dedicación por el arte que amaba. Con un último vistazo al cielo rosado del atardecer,  se levantó de la mesa, listo para regresar a casa y prepararse para el próximo día de clases lleno de expectativas y posibilidades.

El viento suave jugueteaba con su cabello , caminando por las calles de París, con la canción  aún resonando en su cabeza y el brillo de determinación en sus ojos. Estaba listo para conquistar el mundo del teatro, paso a paso, melodía a melodía y palabra por palabra...