⋆˚࿔ 𝐈 ౨ৎ˚⋆
París, Francia
2 de febrero 1959
Aquel reloj en la mesita de noche sonaba ruidosamente, despertando al rubio que lo apagó con un bostezo antes de mirar la hora.
7:30 am
Lección del día: No hables con Jungkook toda la noche o terminarás despertando tarde para la universidad.
-¡Es tarde!-De un solo golpe se levantó de la cama y se dirigió directo a la ducha tenia tan pocos minutos para la entrada de su escuela.
Una vez listo, bajó al comedor donde vio a su madre cocinando lo que parecía ser un huevo con un poco de tocino, mientras su padre fumaba tranquilamente leyendo el periódico.
La mirada cálida de su madre al verlo lo reconfortó. -Buenos días, querido. Ven a desayunar, no vayas a llegar tarde -, dijo entre risas, y Jimin no pudo evitar sonreírle mientras se sentaba frente a su padre y tomaba un sorbo de café. Intentó romper el hielo: -Buenos días, padre.
-Buenos días, hijo. Adivino... otra vez llegarás tarde-, respondió su padre aún concentrado en el periódico. -Te dije que no hablaras con Jungkook toda la noche.
-Sí, sí, lo siento, padre... es que extrañaba hablar con Jungkook después de sus vacaciones en Italia.
-Eso no es excusa para no dormir temprano, luego te pasan estas cosas- dejó el periódico en la mesa mientras su mujer les servía el desayuno a ambos. Jimin agradeció con una sonrisa y comenzaron a desayunar; sus conversaciones con su padre eran siempre muy cortas.
7:40 am
Jimin tomó su mochila mientras su madre le entregaba una bolsa de papel café con su lonche y un pequeño jugo.
-Cuídate mucho, mi cielo-, le dio un beso en la frente. - Pon atención a tus clases; recuerda que es tu último semestre en la universidad.
-Sí, madre, lo haré-, respondió Jimin con gratitud, devolviéndole la sonrisa antes de abrir la puerta de la casa y despedirse con un gesto de la mano.
Mientras caminaba, tarareaba suavemente aquella canción de Marilyn Monroe, su favorita. Muchos podrían tacharlo de "raro" por su gusto por el estilo de la icónica actriz, pero para él, Marilyn representaba la libertad de ser uno mismo sin miedo a los prejuicios.
Recordaba cómo había convencido a su madre durante las vacaciones para que le comprara el tinte y lo ayudara a transformar su pelo castaño natural en un color rubio, como el de su ídola.
Al principio, su madre había dudado, consciente de las críticas que podrían surgir en esa época conservadora, pero no pudo resistirse a complacer a su único hijo, aunque sabía que tendría que persuadir a su marido en una larga conversación.
Mientras saludaba con un "Bonjour" a la gente que pasaba, Jimin divisó a lo lejos los muros de su amada Universidad.
"La academia de
artes"
Una prestigiosa escuela de actuación que Jimin admiraba profundamente. Su habitación estaba adornada con pósters de su actriz favorita y discos de vinilo que coleccionaba con entusiasmo.
Al llegar, consultó su reloj de mano con nerviosismo.
"7:55 am"
Un suspiro de alivio escapó de Jimin al ver el portón negro con letras enormes que indicaban el nombre de la escuela. Entró con paso firme y un latido acelerado en el corazón.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro