Esta pequeña historia ya ha llegado a su fin. Hace ya casi un año que comenzó con la pequeña inquietud de escribir algo en colaboración con otro escritor. Sin dudar pensé en uno muy específico el cuál tomo una pequeña idea y la potencializó.

De esa misma manera suya de organización y creatividad invitó a otra persona a este humilde proyecto. Junto a ellos esta idea dio forma. Nuestras vivencias y propias tristezas y sin sabores se fueron reescribiendo hasta formar una historia de amor, duelo y esperanza.

Cartas al infinito es sin duda una historia epistolar y poética conmovedora. Te hace pensar, creer, llorar, sentir que alguien más siente lo que tú. Por eso esta obra contiene uno de los más grandes sígnificados para mí. Fue escrita desde el corazón para otro corazón.

Agradezco a todos y cada uno de los que se han dado un tiempo para leerla, para comentar y llorar. Nuestra devoción al amor y al objeto de él nos han hecho autores de esto. Y el que se atrevan a leerla se agradece infinitamente.

También agradezco a DanteVerne por siempre ser una energía que impulsa, que motiva, fortalece, anima e inspira.  Y a Genista77 por arriesgarte con esto. Ha sido un placer conocerte y aventurarse contigo en el profundo mar de recuerdos y dolor.

Gracias a ambos pues sin ustedes mis queridos españoles esto no fuera. Aún que ya lo saben son unos grandes. Los quiero.

Y hasta aquí termina esta última carta de esta obra. Porque cartas cualquiera puede recibir o escribir, ya sean tristes, dolorosas, llenas de amor, amistad o de esperanza. Quizás llenas de incertidumbre o cartas que nunca reciban repuesta. Pero, no importan si no son cartas que traspasen las más grande de las barreras, las barreras del tiempo. En todo caso si lo hace, aquel que la lea dirá vale la pena.

Con cariño Ginya Les. ❤