Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Carta del 14/06/2087

¡Hola, hola! 

Sé que llevo mucho tiempo sin actualizar esta historia, pero sólo puedo pedir perdón. Quizás sea mi situación personal, quizás sea una racha, quizás sea que en mi cabeza surgen otras historias que me hacen sonreír, quizás sea el reto en sí mismo, me cuesta un mundo narrar esta clase de historia solo a base de cartas,pero no sé qué pasa, no me pongo a escribir y cuando me pongo no creo que salga nada decente, por lo que no sigo con ello. 

Lo siento, seguiré esforzándome con este reto, con mis cartas al aire, sólo os pido paciencia. ;)

¡Gracias a cada una de las lecturas, votos y comentarios, porque me hacéis volver a creer que puedo volar!

GRACIAS. ¡Espero que no hayáis abandonado la lectura y que os guste esta nueva carta!

PD: Os dejo mis redes sociales para estar en contacto. <3

Twitter e instagram: marina_tirado_

Facebook: Marina Tirado.

Grupode Facebook: Esperanza Books Fans. (Creado por @IsabellVC).

Twitter del grupo: Esperancers1 (Creado por @IsabellVC).

......................................................................................................

14/06/2087

Sólo hicieron falta un par de días para convencerme de la verdad. Y la verdad era que, por muy bien que me hubieran acogido los rebeldes, ninguno de ellos me podía garantizar que volviera a ver a mi hermano... Tenía diecinueve años, pero no era idiota, me daban largas, no eran sinceros, mentían. Nadie me ayudaría, nadie me haría llegar hasta él. No arriesgarían una unidad de los suyos para ir hacia el norte, para ir a la Urbe, para encontrar y rescatar a Pablo.

Karim, el líder del grupo, me había prometido que el consejo de la rebelión consideraría realizar aquel rescate, pero era mentira, ni siquiera entonces, ni siquiera cuando llegáramos al enclave en el que se reunía la resistencia en aquella zona, harían tal expedición.

Lo supe cuando Dan me dijo aquello que Unai había insinuado una vez, que probablemente, a estas alturas, mi hermano estuviera muerto. Entonces, ¿para qué movilizar a todo un grupo de rebeldes? ¿Con qué objetivo? ¿Para salvar a un muchacho sin relevancia? Ni siquiera sabían dónde estaba o si seguía vivo... ¿Cuántos no habría en las mismas circunstancias? No moverían un dedo por mí, un dedo por él.

Mi única alternativa, mi única opción, de nuevo, era Unai. Tenía que hablar con él. No entendía nada... ni a él, ni la quemazón en mi pecho, ni las ganas de estrangularlo y a la vez no hacerlo.

¿Por qué había dicho su nombre real? ¿Qué pretendía? No tenía sentido. Por más que lo pensaba, no lo entendía. Podía haber mentido, podía haber dicho cualquier otro nombre e igual, nos hubieran dejado seguir nuestro camino, o quizás no... Pero, si era quien decía ser, ¿por qué admitirlo precisamente a quienes lo querían ver muerto? ¿Por qué entregarse en bandeja de plata?

Estuve dándole vueltas a esa pregunta en cuanto me tranquilicé, en cuanto la rabia por lo que mi mente había considerado una traición, disminuyó... Todos dormían junto al fuego, excepto un par de rebeldes que hacían el turno de vigilancia.

Se suponía que yo debía dormir también, pero no podía, veía a Unai y a Lobi a unos metros de nosotros. Unai estaba con los ojos cerrados, pero sabía que no había conciliado el sueño. Lo había observado innumerables veces, cuando dormía su respiración se ralentizaba, su boca se abría apenas unos milímetros y su rostro quedaba en calma, en paz, perdía todo atisbo de fuerza, de rabia, de dolor...

Así que, estaba bastante segura, sus ojos podían estar cerrados, pero él no estaba dormido. Lobi, en cambio, parecía haber sucumbido al sueño. Su hocico estaba sobre el muslo de Unai de forma confiada, como otras tantas veces.

Lobi siempre me sorprendía, ella vivía el presente, pasase lo que pasase, así que si tenía sueño, reponía fuerzas; aunque supongo que, tener a Unai cerca, le hacía sentirse lo suficiente segura como para dormir un poco.

Karim, en un principio, había intentado alejar a Lobi de Unai, no confiaba en la loba, creía que podría ayudarlo de alguna forma. Fue en el único momento en el que intervine, asegurándole que ella no atendía a órdenes, que aunque yo la llamara, probablemente no vendría y que no había nada de malo en que lo acompañase.

No sé por qué, aquel tipo, decidió confiar en mis palabras. Quizás fuera porque, aunque Lobi no había mostrado signos de amenaza, como loba que era, daba respeto; por lo que seguramente pensaba que apartar a Lobi de Unai podía ser algo complicado. Una loba enfadada sólo podría defenderse y atacar. Eso me ponía ansiosa, sabía que si ella se ponía así, ellos la matarían sin dudarlo. Sólo si no era una amenaza, sobreviviría, por lo que, en los momentos en los que se acercaba a mí, ya fuera para comer o sólo para estar conmigo, me afanaba por no hacerla ver peligrosa.

Además, suponía que como Dan, uno de los suyos, había decidido poner la mano en el fuego por mí, sólo y únicamente, porque mis padres habían sido importantes para la resistencia, Karim, en cierta forma, había decidido confiar en mí.

Hoy, Karim, por fin me ha permitido hablar con Unai. Y es que, aunque es consciente de que yo no sabía la verdadera identidad de Unai y que, por lo tanto, no tengo información relevante sobre el régimen, también es consciente de que hemos vivido juntos, así que, tiene la esperanza de que yo pueda sonsacarle información de alguna forma... Y la verdad es que, he sido yo la que ha metido esa idea en la cabeza de Karim. 

Sabía que la resistencia se basaba en la esperanza, por lo que he jugado con esa baza y, ¡bingo! Dos frases hechas de forma inocente me han valido un pase para hablar con Unai a solas, con todos vigilando a una cierta distancia, pero al fin y al cabo, a solas, sin que pudieran oírnos.

Unai ha elevado la comisura de sus labios sólo un poco al verme acercarme y la verdad es que, no sé muy bien qué creer después de haber hablado con él, pero lo que sí sé, es lo que voy a hacer... A esto se redujo nuestra conversación:

—Naya, yo... —Acerqué a su boca el cuenco de agua que estaba a su lado y observé su rostro, un tanto sucio, mientras bebía con sus ojos enfocados en los míos—. Gracias.

—Chsss —Negué levemente, casi sin querer mirarlo, pero sabiendo que necesitaba enfrentarlo—. Calla y respóndeme sólo a una cosa —dije hablando en voz baja, haciéndole ver que ese era el tono que quería que lleváramos, un tono que me permitiera tener intimidad con él, un tono que no revelara nada a los demás. Él asintió sin más y pregunté conteniendo una bocanada de aire en mis pulmones—: ¿Por qué me has mentido?

—No te he mentido, te dije mi nombre.

La punzada que sentí enmi pecho me hizo querer elevar la voz, pero me contuve.

—No tu nombre completo, no quien eras realmente.... Porque, ¿eres quien dices ser, no? —Bajó la mirada—. Entonces, ¿por qué decir tu nombre real? No lo entiendo, ¿quieres que te maten?

—Mira mi uniforme, es reconocible, soy uno de ellos. Si no llego a decir quién soy, me hubieran matado en el acto, los rebeldes no hacen rehenes...

—No, a menos que seas alguien importante.

Unai ladeó la mirada y me guiñó un ojo.

Y ahí terminó nuestra conversación... Dan me llamó, dando por finalizado mi pequeño encuentro con Unai. Me preguntaron si había podido sacarle algo, cualquier información del régimen dictatorial era bienvenida, aunque me dijeron que, cuando llegaran al punto de encuentro al que íbamos, lo torturarían para que diera sitios estratégicos, puntos de relevancia, nombres, información privilegiada...

"Aire" o seas quien seas, si te digo que el miedo no recorrió mi sangre, que el frío no atravesó por completo mi interior, te mentiría. Y es que fue, aquella sensación, el terror, tan conocido para mí en mis años de vida, el que tomó el control y decidió por mí: Esa misma noche sacaría a Unai fuera como fuera.

No tenía ningún plan en realidad. Era un suicidio, una auténtica locura, pero no podía dejar pasar un día más, no podía seguir viajando hacia dios sabe dónde y dejar que torturaran a Unai...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro