Casualidad
Es verdad que eres un ir y venir en mi memoria, que a veces no dejo de pensarte, que si bien las imágenes son lejanas y algo distorsionadas, y ya no somos más los mismos, las sensaciones permanecen intactas, como si fuera la primera vez que las viviera, así están en mi, las mariposas en mi estómago, los escalofríos y cosquilleos en mi cuerpo, todo lo que sentí por ti un día aún sigue dentro mío.
Sin embargo no sé por qué hoy, tan repentinamente te apareces en mi mente con tanta claridad e intensidad si sucedió hace cuatro años, cuando teníamos 16, ¿será que ayer sin darme cuenta soñé contigo? A veces sueño con lo que fue nuestro primer beso, y otras veces tengo sueños húmedos con lo que fue nuestra primera vez y todas las que siguieron, también tengo pesadillas de cómo nuestra relación se fue deteriorando hasta que rompimos, pero no, no es eso, recordaría muy bien haber soñado contigo, entonces... ¿por qué?
¿Por qué justo hoy pienso en ti?... En todos los errores que cometí contigo, justo hoy recuerdo el dulce roce de tus labios, hoy siento que te extraño y te necesito más que nada en el mundo, hoy me dan ganas de salir a buscarte, justo hoy...
-¡Jeon están tocando la puerta, pregunta quién es!- grita mi madre desde la cocina, sacándome de mis pensamientos
Salgo de mi cuarto, bajo las escaleras y me dirijo hacia la puerta para abrirla.
-¿Quién es?- pregunto, sé que sino lo hago mi madre va a regañarme
-Etto... yo... ette...- tartamudea
Me asomo por la mirilla, veo a un chico como de mi edad, quizás un poco más joven, cargando una caja pequeña de cartón, abro la puerta para saber qué desea.
-¿Está Jeon Herz?- dice sin voltear a verme.
-Si, soy yo.
-Oh...- me mira y se sonroja totalmente dejándome intrigado -Verás durante un tiempo estuve rentando cuarto con Enzo...- no lo dejo terminar, estoy sorprendido
-¡¿Enzo Ramírez?!- me sorprende la casualidad, justo hoy que pensaba en él llaman a mi puerta y lo mencionan, quiero saber qué ha sido de él...
-Sí, ese mismo Enzo.
-¿Co-cómo e-está?- tartamudeo
-No sé, no lo veo desde hace cinco o cuatro años.- no puedo evitar pensar que eso significa que desde que tiene 16 rentaba cuarto, pero por lo que yo sabía él vivía con sus padres.
-¿Y entonces en qué puedo ayudarte?
-Ah sí, yo estaba empacando mis cosas el otro día, porque ya no voy a seguir rentando ahí, he tenido varios compañeros después de Enzo, sin embargo nunca se llevaban esta caja, supe que estas cartas eran de él, porque tienen tu nombre y dirección, y bueno mientras estuvo viviendo conmigo te mencionó algunas veces, no puedo olvidar eso-
-¿En serio? ¿Qué decía de mí?
-Decía que eras su mejor amigo, cosillas así- me entrega la caja.
-Gracias por tomarte la molestia-
-No fue nada- se da la vuelta para marcharse.
Yo estoy a punto de cerrar la puerta cuando lo veo, voltear de nuevo hacia mí.
-Oh... Sólo una cosa más, yo lo siento, por haber leído algunas de las cartas, no pude con la curiosidad...-
-Está bien, descuida- le sonrío tratando de hacerlo parecer sin importancia, pero en realidad, por sus expresiones, me pone nervioso descubrir que tanto de mi vida privada está relatado en esas cartas, él se me queda viendo incomodandome un poco y se sonroja de nuevo
-Eres atractivo, justo como Enzo mencionó...- dice mordiéndose el labio, y se despide de mi haciendo un ademán con la mano mientras sonríe
Cierro la puerta, mi madre me pregunta por qué tardé tanto, le digo que era una persona vendiendo por catálogo y que no le compré nada, me voy a mí habitación ocultando la caja de cartón.
Una vez en mi habitación la destapo, habrían unas 40 cartas ahí, hay 5 que están abiertas, empiezo a sacar algunas y me doy cuenta de que están desordenadas, quizás lea una por día, comenzando por las ya abiertas
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro