
#3.NARRADO
Izuku
Qué curioso.¿All Might enamorado? Eso jamás lo pensé.
Su pequeño relato me había dejado un poco sorprendido, me gustaría saber cómo era esa chica la cual lo había dejado caer ante sus pies, me interesa.
Hoy era Martes, normalmente era uno de los días más pesados para nosotros porque, casi siempre hacemos ejercicios deportivos para controlar nuestros koseis.
Prácticamente tenemos las clases principales libres, unos 15 minutos de receso, y después viene la carga.
Aproveché para ir a la oficina de All Might, era raro que un superhéroe que siempre salva a todos con una sonrisa, terminaría enamorándose de una chica.
Toqué la puerta, al oír un "adelante", giré el picaporte encontrándome de nuevo con él, estaba mirando hacia el horizonte de nuevo.
-Y-Ya estoy listo para escuchar la continuación de tu...historia.-
Respiró profundo.
(...)
Hanabi estaba asutada por la reacción de Naobo, Toda la clase se quedó callada por un un minuto.
Yo también estaba sorprendido por lo que había hecho.
- ¡¿Por qué siempres quieres hacerte la mustia?! -Le preguntó Naobo furiosa, La miaraba fijamente.
- Yo, yo no...- Contestó Hanabi asustada, Pequeñas lágrimas se empezaron a formar en sus ojos, en ese instante me di cuenta de lo bonita que era a pesar de que lloraba.
-Ve.- me dijo al oído Yakuza,y tenía razón, No podía permitir que le hicieran algo a Hanabi.
Me levanté de mi asiento y me interpuse rápido entre ambas chicas.
-¿Por qué dices esas cosas?- Pregunté.
- Mejor no te metas en esto Toshinori- Me dijo Aoi tratando de tocar mi hombro.
- ¡Quitate porque quiero hablar con ella! -Contestó Naobo de forma agresiva mientras me apuntaba con sus tijeras.
Protegí con mi cuerpo a Hanabi. No permitiría que la dañaran, en ese momento Hanabi frotó sus manos y se teletransportó hasta la puerta y salió corriendo.
No supe a donde iba pero no me gustó verla tan triste.
Con mucha desesperación, salí de la clase, miraba hacia ambos lados, la ví bajando las escaleras, genial, era mi oportunidad de seguirla.
Corrí lo más rápido que mis piernas me permitían.
-¡Oye, espera!-le grité desde una larga distancia.
Desde que llegué a la zona de casilleros, encontré una nota pegada en el mío, más bien no era una nota, era un sobre pegado; con cuidado lo despegué de ahí, era muy raro ver algo pegado en mi casillero, casi siempre era muy antisocial con la gente...
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Continuará...
-《VaiMalandra》-
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