Año 3031
Desde una cama con un vaso de leche en las manos.

Mamá:

¿Cómo debería empezar? Nunca pensé estar escribiendo esto, puede que nunca lo leas y al final solo se quede como palabras escondidas.

Soy tan afortunada de tenerte, no sé que haría si un día la muerte llega de visita y te lleva consigo. Una vez más he mentido porque sí sé lo que haría, me iría contigo, siguiendo tus pasos.

Tú al oirme decir eso me pegarías porque según tú debo aprender a vivir sin tu presencia, pero yo no consivo un mundo donde no te tenga.

Estaría demasiado perdida sin ti, dos años lejos solo me hicieron amarte más. Y es que no sé si puede amarse más de lo que yo te amo a ti.

No sabría cómo definirlo, es algo etéreo, perfecto y sin medida. Y es que creo que mi amor se parece a ti, al ser más perfecto que Dios me dio la dicha de conocer.

Recuerdo cada momento a tu lado, son tan especiales que se reproducen en mi cabeza como una de las películas antiguas que adoras. O como las baladas que escuchas.

Perdóname por no ser buena, por enojarme sin motivos, por darte de lado cuando no lo mereces. Perdóname por no ser lo que mereces, por ser egoísta y darte tantos dolores de cabeza.

Te amo tanto mamá y no importa cuánto te lo repita, esas son mis palabras favoritas para decirte.

Porque nunca me cansaré de repetirtelo, aunque me quede sin voz te lo seguiría diciendo, con mis ojos, o con mis manos, lo escribiría en cartas, lo enviaría en botellas por el mar para que todos se enteren.

Gracias por tus consejos, por la manera en la que me despiertas cada mañana, por tus besos, por tus abrazos. Gracias por quererme, gracias por desviarte por mi, gracias por limpiar mis lágrimas y curar mis heridas mamá.

Gracias por simplemente estar aquí, te amo.

No me dejes nunca por favor, quédate conmigo hasta que sea 30 de febrero o hasta que las mariposas de mi habitación cobren vida.

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Año 3031
Desde un tejado con una paloma en el hombro.

Papá:

Mi viejito lindo, perdóname. Perdóname por no ser lo que mereces. Perdóname por no regalarte todos los besos del mundo o por no abrazarte como si se me fuera la vida en ello.

Sé que no te lo digo mucho pero así como tu dices que eres la segunda persona que más me ama en el mundo, yo soy la primera que más te ama a ti.

Porque sí, eres la mejor elección que Dios pudo hacer para ser mi papá, para enseñarme, para regañarme, para reírse conmigo o de mi o para abrazarme en las noches.

Eres lo mejor papá, la casualidad más bonita del mundo, el amor más precioso que jamás voy a tener. Mi rey y mi caballero de brillante armadura.

El que me da todo su amor sin pedir nada a cambio, aún cuando yo no lo demuestro de igual forma.

Mi protector, consejero y el hombre más importante que alguna vez tendré en esta vida.

Mi viejito gruñón que ama a las palomas, que trabaja más que nadie, que quiere a los suyos con un corazón sincero. El hombre que no teme llorar en público y que lucha por su familia como nadie.

Gracias papá, gracias por estar para mi, por esforzarte en criarme, por quererme y por ser simplemente tu.