Año 3037
Desde la punta del bolígrafo que graba estas letras.

Yo:

¿Cuánto tiempo sin hablarnos?

Sabes, no te reconozco. Desde la última vez que te escribí has cambiado.

Ya tus ojos no brillan, tu piel perdió su blanco cremoso y pasó a ser un lúgubre pedazo de ti, ya no sonríes por tonterías, ni escuchas a los demás.

No pareces tú, es como si un fantasma se haya apoderado de tu cuerpo.

Estas triste, tienes una congoja que no pasa, parece que hubieras perdido la esperanza.

¿Fue eso?¿Te perdiste?

Yo creo que sí, creo que dejaste de ser tú desde hace mucho.

Solo no quería verlo, quería odiar la verdad.

Y la verdad es que has muerto. Ya no te tengo, ni te tendré.

Supongo que al final el cáncer hizo oídos sordos a tu amenaza, supongo que al final la muerte te visitó.

Espero que haya sido hermoso, no te preocupes ya los cuidaremos desde el cielo.

Escribí las cosas que odiabas, sé que te encantaría leerlas, las cosas que amas también están, esas no son muchas pero están.

Te voy a extrañar, guardaré las cartas en tu caja favorita, las esconderé en el cajón de mamá y espero a que las encuentres aunque nunca lleguen a nada.