Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Bajo la Luna (segunda parte)

Pequeña mía, espero sinceramente que el día que leas estas líneas seas ya bastante mayor... ¡al menos que tengas 45 años! porque aquí las cosas suben un poco de tono. Yo ya sabía que Mikael era muy... directo respecto a su sexualidad y que no tenía problemas en reconocer que le gustaban las mujeres. Todas. También sabía que él quería tenerme de "esposa", ya que no se había cortado nunca un pelo en sugerírmelo de mil maneras distintas. Pero yo no quería ser una más. No quería hacer daño a nadie.

Y él lo sabía. Años después me confesó que aquel día simplemente decidió cambiar de estrategia porque no le quedaba mucha más paciencia y fue directo a cazarme: "no es culpa tuya, no te dejé ninguna otra opción".

Bueno hija, la realidad, es que siempre la tuve y eso en el fondo los sabíamos ambos, pero son las decisiones que tomamos las que luego deciden nuestros caminos.

....................................................................................

Después de que nos diese un poco el aire entramos a una discoteca para bailar un rato y darlo todo. Pero él no tenía muchas ganas de estar allí porque le había parecido ver a Ariadne. Así que buscamos un portal donde sentarnos y le obligué a confesar.

- ¿Qué te pasa ahora con Ariadne? ya no la quieres de esposa, ¿o qué?

- No...

- ¿Y...? ¿eso es todo?

Me miró apesadumbrado porque sabía que se había ganado una colleja con lo que me iba a contar, aún así se sinceró.

- Hace unos días estaba con ella en la cama y me pidió que me olvidara de Tessa y saliera con ella. Que se había enamorado de mí.

- ¿Y te sorprende?

- No, ¡pero ella sabía desde el principio que yo no quería nada más que sexo! -le miré incrédula, estaba claro desde hacía tiempo que esa chica estaba enamorada hasta las trancas.

- Bueno, ¿y entonces?

- Pues le dije que no confundiera las cosas y que si era más que sexo para ella, que no íbamos a vernos más.

- ¿¿Y se lo dijiste así de fresco?? ¡Me extraña que no te haya intentado sacar los ojos!

Entonces se bajó un poco el cuello de la camisa para poder mostrarme varios arañazos. Yo me eché a reir y él me miró con el ceño fruncido.

- No tiene gracia, me he quedado sin esposa y Tessa viene en un par de semanas, espero que se me vayan antes las marcas...

- ¿Qué quieres que te diga? ¡te lo mereces!

Le contesté mientras miraba al frente riéndome, hasta que de repente noté cómo me clavaba los dientes en el hombro.

- ¿¿¿Me acabas de morder???

- Sí -dijo riéndose.

- ¡No me puedo creer que me hayas mordido! ¿Has visto True Blood últimamente o qué te pasa?

Me levanté y me eché a andar rápido para tranquilizarme y evitar darle una torta que le dejase una marca aún peor. Él se quedó atrás sólo para poder hacer un comentario.

- Esa falda te hace un culo precioso.

Le levanté el dedo de en medio. No podía creer que estuviese siendo tan directo, ¿iba a saco o sólo me lo parecía?. Tampoco podía creer que le estuviera siguiendo el juego. Y que me gustara. ¿¿Qué estaba mal en mí??

Enseguida me alcanzó y me pasó el brazo por encima de los hombros con una sonrisa de oreja a oreja. No sabía a qué atenerme. ¿Éramos "best friends forever" o estábamos tonteando?

No quería darle muchas vueltas así que me escapé de su abrazo y seguimos paseando por toda la ciudad, hablando de nuestras vidas, de nuestros sueños. De vez en cuando me metía con él y me daba algún mordisco en el hombro. Y de alguna forma extraña volvíamos al tema del sexo, tenía la sensación de que él lo hacía a posta.

Se quejaba de que las mujeres éramos muy complicadas y que nunca decíamos directamente lo que queríamos.

- Bueno, a ver, es que la psique de la mujer es complicada y, además, hay mucha presión social de lo que está correcto o no...

- No estoy de acuerdo, cuando estamos solos una chica y yo ¿qué mierda de presión social hay?

- A ver... si a esa chica le importas supongo que querrá que tengas una buena imagen de ella, que no se abre de piernas a cualquiera. Que es porque eres tú y no otro.

Rodó los ojos, y se pasó la mano por la frente. Sabía que él no estaba de acuerdo y eso me divertía.

- ¡Pero es que nunca puede ser ese el caso! ellas saben que sólo es sexo. Nada más. ¿Qué más da lo que yo piense de ellas? Y cuando por fin entramos en el tema, ¿por qué nunca dicen lo que les gusta y lo que no? a mí, por ejemplo, me encanta que me la ch...

- ¡¡Ya!! ¡basta! ¡no quiero saberlo! lalalala - contesté tapándome los oídos. Él se echó a reír y se me acercó.

- ¿Segura que no quieres saberlo? con esos labios que tienes seguro que se te da bien...

Vale, confirmado , ¡iba a matar! Me volví para retarle con la mirada y fui consciente de que no apartaba la vista de mis labios, con la mirada más oscura que nunca. Aparté la mirada rápidamente para que no notara lo nerviosa que me había puesto. Entonces, sin previo aviso, me sujetó del brazo para hacer que me parase y se acercó a mi cara para acabar dándome un mordisco en el labio inferior.

Me quedé quieta, no me atrevía a mirarle y, en un intento de salir del paso con una respuesta ingeniosa, sólo logré balbucear la frase más estúpida e inapropiada que podía habérseme ocurrido:

- Los labios no hay que morderlos, son delicados y hay que cuidarlos.

Quise matarme en cuanto lo dije. Recé porque no me hubiese escuchado porque daba a entender que no era un mordisco lo que quería, sino un beso. Cuando pasaron unos segundos y no sucedió nada pensé que todo había vuelto a la normalidad, pero antes de que pudiera decir o hacer nada, me besó.

Fue un beso rápido, pero suave y tierno. Como si estuviera tanteando el terreno.

- ¿Así te parece bien...? -dijo en un susurro contenido.

Realmente me había escuchado y parecía habérselo tomado al pie de la letra. Me quedé en silencio y bajé la mirada. Aquel beso me había hecho sentir muchas cosas. Demasiadas. Me sentía muy confusa, no sabía qué hacer. Lo correcto era pararle los pies de una buena vez ya que aún estábamos a tiempo de enmendarlo, a fin de cuentas sólo había sido un beso. Sí. Pero un beso que había logrado que mi cuerpo reaccionase como si mi sexualidad acabase de despertar de un largo letargo.

Y si eso había sido sólo con un leve roce de los labios ¿qué más sería capaz de hacerme sentir? Eso me tentaba y mucho. Quería más besos, quería que me tocase y que me hiciese alcanzar el cielo. Nunca nadie me había hecho sentir así.

Incluso a día de hoy nadie más me ha hecho sentir de esa forma.

Me debatía entre lo que sabía que tenía que hacer y lo que yo realmente anhelaba. ¿Sería capaz de ser su "esposa"? ¿sería capaz de sólo tener algo físico con él, sin implicarme sentimentalmente?

Cerré los ojos, notando su cercanía y su nerviosismo. Claramente no tenía ni idea de cuál iba a ser mi reacción. Yo tampoco, la verdad.

Y entonces pensé en todo el daño que me habían hecho por ser buena, por hacer las cosas bien. Pensé en mi padre. Pensé en lo gris que mi vida había sido hasta ese punto y tomé una decisión: a la mierda lo que estaba correcto y, si me enamoraba... ya vería que hacer.

Me giré hacia él, le sonreí y le pasé los brazos alrededor del cuello. No tuve que hacer nada más: él me besó suavemente, pero poco a poco fue profundizando el beso. Exigiéndome más y más entrega, como si estuviera bebiendo de mí.

Me acariciaba las mejillas y el pelo con suavidad, como si fuera lo más importante para él. Esa era su magia, por eso le era tan fácil convencerlas: cuando estaba con una chica era capaz de hacerla sentir única. Pero yo le conocía demasiado bien y sabía que no debía enredarme en esa fantasía. Él sólo quería alguien de confianza para pasar el rato, nunca podría aspirar a nada más, no podía olvidarlo.

Cuando nos apartamos tenía las mejillas hirviendo y los labios ligeramente hinchados. No pude evitar echarme a reír, probablemente me iba a acabar haciendo daño, pero de momento estaba valiendo la pena.

- Esto debe de ser brujería, ¿cómo puedes haberme hecho ya adicto a tus labios? -murmuró sonriendo.

Yo le miré socarronamente. Este era el momento de marcar yo mis reglas conforme a las suyas propias, de lo contrario no podría disfrutar de ese juego mucho tiempo.

- Mikael, venga ya, que nos conocemos. Yo no quiero palabras bonitas, no las necesito. Te conozco, sé lo que hay y no necesitas camelarme. Si alguna vez me dices algo, que sea sincero, pero no me trates como a las demás, porque no voy a ser como ellas.

Mikael suspiró y me besó la frente. Parecía que estaba cogiendo esa (malísima) costumbre que por otro lado me encantaba.

- Entonces vamos a disfrutar del tiempo que tenemos. En un par de semanas llega Tessa y entonces volveremos a ser amigos, como siempre.

- Trato hecho. Además, en dos semanas me voy de viaje con mi madre a ver a su hermano pequeño a Suiza. Le va a venir bien...

- Entonces no vamos a perder más el tiempo hablando, gatita.

Y me besó.

El resto de la noche la pasamos caminando, riendo, como amigos. Y regando la ciudad con los besos que nos íbamos robando por las esquinas. Yo me dejaba llevar, sabía que ese día no íbamos a pasar de los besos, pero también sabía que sólo tenía dos semanas para disfrutar de él. ¿Sería capaz de llegar a algo más?

Vimos el amanecer juntos, él sentado en un banco y yo echada con la cabeza sobre sus piernas. Él me hablaba de Tessa, yo le hablaba de mi padre... y cuando alguno de los dos nos sentíamos tristes, nos volvíamos a besar. Parecía que sus besos me hacían olvidar las preocupaciones.

Me acompañó a la parada de autobús. Cuando iba a subirme en él me volvió a besar como si no quisiera que me marchase, me tuve que apartar de él riendo.

- ¡Voy a perder el autobús por tu culpa! ya hablamos , ¿vale?

- Pasado mañana empiezo a trabajar en otro sitio, así que mañana por la noche prepárate porque vamos a dar una vuelta.

Asentí con la cabeza y me subí en el autobús. Me puse los cascos y en ese momento en la radio sonaba una canción de Jennifer Paige.

So let it be what it'll be
Don't make a fuss and get crazy over you and me
Here's what I'll do
I'll play loose
Run like we have a date with destiny

It's just a little crush (crush)
Not like I faint every time we touch
It's just some little thing (crush)
Not like everything I do depends on you...

Como ves, sólo estaba trataba de una tontería que sólo duraría dos semanas. Eso fue lo que él me dijo. Eso fue lo que yo acepté.

Todo lo que pasó después... culpa al destino.

*****************************************************************************************************

¡Nuevo capítulo para celebrar las 1000 lecturas! El capítulo se lo dedicaré a la primera persona que comente. ¿Quién será...?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro