7 days (como la canción de Craig David)
Querida pequeñita, habichuela, guisante o lo que seas ahora. Un señor que estaba como una chota pero que en realidad era muy sabio, dijo que el paso del tiempo es algo relativo y que las personas inventamos los relojes para poder tener un poco de control sobre el mismo, pero realmente no se trata más que se una falsa ilusión que nos hace sentir que dominamos la situación.
La realidad es que hay épocas de la vida que pasan muy lentas y otras demasiado rápidas. También notarás que si lo estás pasando bien las horas pasarán como minutos y, al revés, cuando te aburras los minutos serán horas.
Pues esos últimos días que pasé en con Gale dieron tanto de sí que en 7 días viví más que en 10 años.
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La noche que mamá habló con Gale, como te dije, él al principio parecía reticente a volver a casa conmigo. Sinceramente yo también lo estaba porque no sabía que iba a ser de mí a la vuelta. Tenía que estudiar, sí, pero... ¿Y Mikael? Cada vez tenía más claro que lo echaba de menos y no sólo por lo físico. Cuando estaba con él podía ser yo misma y reír por tonterías. ¡Él me entendía!
Mamá con el trabajo no me controlaba mucho lo que hacía pero no sabía si Gale iba a ser permisivo por el tema de la cercanía de nuestra edad o si no me dejaría ni respirar. Y seguía sin querer contarle mi historia porque probablemente no me dejaría quedar con él o, peor, igual llamaba a alguno de sus antiguos amigos para darle... "cariño".
Estaba sentada en el sofá dando vueltas a ese tema cuando Gale se sentó cerca de mí y puso la tele. Alguna película de acción seguramente.
- Enana, ven aquí -dijo haciéndome un gesto para que me echara sobre sus piernas.
- ¿Vas a rascarme? -le pregunté.
Cuando éramos pequeños y venía a vernos a casa, siempre le pedía que me rascase ya que me relajaba y me podía quedar dormida.
- Sí, anda, que te veo tensa. Ven aquí.
Le hice caso de inmediato, porque adoro que me rasquen, mi padre lo solía hacer: me acariciaba el pelo hasta que me dormía.
- Sigues siendo como un gatito, te falta sólo ronronear -dijo mientras me rascaba la espalda sobre la ropa.
Ehhh aquí debo hacer un inciso: siempre he sido una chica muy decente e incluso pudorosa, pero si me rascan me vuelvo como un gato y pierdo totalmente el sentido del decoro. Y odio que me rasquen sobre la ropa, hija, no hay nada mejor que sentir como las uñas acarician la piel. Lamentablemente el 99% de la población lo toma como una invitación sexual, cuando lo último que quiero en ese momento es que me corten el rollo para tener sexo... Gale no, porque me conocía. Al menos cuando tenía 11 años menos.
- Nooo, ¡así no, Gale! -Le dije quitando la mano, levantándome la camiseta y poniendo su mano en contacto directo con mi piel.
Como notaba que la mano estaba quieta, como congelada, la cogí con mi mano para obligarlo a moverla. Poco a poco pareció entrar en razón y yo ya pude quitar la mano, cerrar los ojos y prepararme para dormir.
No sé cuánto tiempo estuve así apoyada en su regazo, quizá un par de minutos, pero su mano volvió a parar.
Me giré para exigirle que siguiera su trabajo y al hacerlo noté dos cosas: la primera que no llevaba sujetador por lo que al girarme se me veía todo el pecho y la mirada de Gale estaba clavada justo en ese punto. Lo segundo fue algo que cada vez se endurecía más clavándose en mis costillas.
La situación de repente era sumamente incómoda así que lentamente me incorporé y tapé para luego tratar de fingir que todo estaba bien y que no había pasado nada "raro".
- Gale, creo que necesitas quedar con alguna amiguita jeje -traté de bromear para quitar hierro a la cosa y de paso ver su reacción, pero Gale parecía estar en estado de shock. - Gale, ¿estás bien?
Insistí mientras pasaba la mano por delante de sus ojos buscando una reacción. Y la tuve. ¡Vaya que si la tuve!
- Gabriela, levántate ahora mismo y no vuelvas a pedirme que te rasque, ya eres una mujer y deberías dejarte de gilipolleces. ¡Madura!
Me levanté como un resorte. Sorprendida, dolida y cabreada. ¿Qué mosca le había picado ahora?
- Mira, imbécil, no sé qué coño te pasa, pero a mí no me hablas así, ¿vale? Perdiste ese derecho el día que dejaste de venir a verme. Si se te pone dura sólo por tocar piel porque estás falto, no es mi problema.
Como ves yo actué de forma totalmente racional y madura... Y para demostrar mi punto, me fui corriendo y me encerré en mi habitación porque, sin duda alguna, así es como los adultos resuelven los problemas.
Y cerré de un portazo y con pestillo para terminar de reafirmar mi no-berrinche.
Unos cinco minutos después Gale se repuso del síncope que seguramente le había dado y fue a buscarme a la habitación dispuesto a continuar nuestra civilizada discusión. Imagino que esta vez con el volumen bajo ya que no creo que quisiera que mi madre se enterase que se había empalmado mientras me rascaba.
Y entonces fui consciente de que existía una posibilidad de que yo fuera la causante de su erección. Pero descarté la idea tan pronto como me vino: eso era imposible.
- Gabriela abre la puerta, por favor -me exigía Gale en susurros.
- No
- Gabriela, te lo estoy pidiendo amablemente, ábreme la puerta...
- Mmmm... Deja que me lo piense... Ehhh... Nop.
Era plenamente consciente de que lo estaba llevando al límite de su paciencia, Gale nunca había tenido demasiada mecha, pero una puerta me protegía de su ira.
- Gabriela, me estás tocando los cojones. Abre la puerta o lo haremos por las malas.
- Ni de coña, "tito".
Lo escuché maldecir y alejarse por lo que sonreí sintiéndome triunfante. Aproveché entonces para lavarme los dientes y así meterme en la cama. Pero cuando salí del baño de mi habitación... Gale estaba sentado sobre mi cama con cara de pocos amigos y la vena del cuello bien hinchada.
Me puse pálida y retrocedí cuando vi que avanzaba hacia mí y me temí lo peor cuando su mano se acercó a mi cara. Cerré los ojos bien fuerte esperándome una buena torta, pero en lugar de eso me acarició la cara con suavidad.
- Perdóname Gabriela por todo lo que he hecho... -murmuró mientras alzaba la otra mano para ponerla sobre mi otra mejilla- y por todo lo que voy a hacer.
Y me besó. Y eso sí que NO lo esperaba.
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Oh.Dios.Mío
O sea... Estoy que no me lo creo. ¡Pero qué ha hecho Gale! Si es que este chico no le sale hacer de bueno en ninguna historia... ¿Verdad chicas?
RaquelPuga estarás contenta del caos que tú inception ha liado, ¿ehhh? Jajajaja
Perdonad mi ausencia, ahora a ver que me cuenta Gabriela de lo que pasó esa semana... Próximamente ¡el día 2!
No comments, no update. Vaya que si no hay comentarios pensaré que no os gusta y... :p
Nuevamente os pido (exijo) que os paséis por el perfil de FernandaTalaveraSamb y leáis y comentéis una historia no tan Graciosa porque sino no actualiza la chiquilla y yo NECESITO SABER QUÉ PASA CON ANDREW! (y vosotras también aunque ahora no lo sepáis!)
Os quiero, queredme a mí también ;)
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