Ya es jueves, el maldito encuentro será el próximo martes, y Koga tiene entrenamiento los malditos martes, maldición.

Tenía una sola opción y es ir al encuentro pero estaría arriesgando mucho y más ahora que él idiota iba a ir a esa fiesta con Kikyo, no entiendo qué le gusta tanto de ella, bueno, es hermosa pero es muy engreída y se nota a lo lejos que es una persona fría y manipuladora, de todos modos iré a la fiesta con Koga, prometió ayudarme como sea, así que irá conmigo. Ya se me ocurrirá algo con respecto a esa estúpida pelea.

Ya era la hora de almuerzo y me dirigí a la cafetería y en el camino lo vi, a mi eterno amor imposible, tan guapo, con su mirada de chico malo que nada le importa, estaba con Miroku y, para mi sorpresa, con su hermano, pero InuYasha tenía una cara de clara molestia, se llevan tan mal, pero es entendible, Sesshomaru siempre lo esta humillando y haciéndolo sentir mal, es un idiota.
Decidí irme a la biblioteca para preparar mi proyecto de investigación cuando siento un grito familiar.

—¡Kagome!— Sango me llamaba— ya están las listas de los ayudantes, para las tutorías— dijo emocionada— has sido seleccionada para tutora de química.

—¡¿Es en serio?!— grité emocionada, esto era una gran oportunidad para nuestro futuro universitario.

—¡Siiii!— gritó mi amiga feliz por mi— yo estoy de tutora en matemáticas y me asignaron a alguien que no conozco— se rió a carcajadas.

—¿Ya están asignados? ¿viste a quién ayudaré?— pregunté.

—Eh sí, a InuYasha Taisho.

Maldición.

Maldición.

Maldición.