Doce - Alan
Tres muchachas caminan riendo y tropezando, una cabellera caoba sobresale de las dos castañas.
Ginna abraza a su prima Sue, aquella muchacha de cabellos chocolates, le había enseñado mucho con su llegada. Hace unos dos años los padres de Sue habían fallecido en un accidente automovilístico, y ahora su abuela la que cuido de ella.
Ella sonreía, todas sonreían menos Andrë.
La tediosa hora de Geografía.
Querida G:
Veo que alguien regreso a tu vida, es tu prima...
Ella al parecer les gusta mucho sonreír, y al parecer eso te contagio a ti. Perdón por no escribirte estaba dándome un chequeo y bueno tuve que quedarme en el hospital.
Luciérnaga, no te apagues amor.
Inunda de luz la oscuridad con tu bella voz y sonrisa luciérnaga, no te apagues más estoy aquí para ayudarte a reconstruir tu vida.
Atte. A
Como no aquel muchacho ahora la tenia preocupada.
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