/By Jaden Beans/ (Carta completa)
"Declaro que mi familia, es culpable del asesinato de Valeria Beans, pero antes de que piensen cualquier cosa sobre mí, les explicaré cada detalle de ésta historia, que seguramente aún no la conocen.
Mi nombre es Jaden Beans. Podría decirse que vivo felizmente con mi familia en Oklahoma, pero estaría mintiendo. No es fácil ser el único varón de tres hermanas, y no solo eso, nuestra familia es la más rica de la zona.
Jesicca, es la mayor. Su pelo rojizo, junto con sus ojos verdes, volvía loco a cualquier hombre que se le cruzase. Nos llevamos seis años, y de todas, es con la que mejor me llevo. Siempre es amable conmigo, y cuando nuestros padres nos reprendía, ella se hacía cargo de todo.
Molly, es la del medio. Le encanta vestir bien, y además se preocupa mucho por su aspecto físico. Tiene una melena rubia, y sus ojos verdes al igual que Jessy. No la juzgo ni nada, ¿a que chica no le gustaría lucir bien y tener un montón de chicos en la palma de su mano?... tienes razón, ese es un pensamiento retorcido. Se cree la reina del mundo al tener tanto poder, y siempre se aprovecha de él. Con ella me llevo cuatro años, y por más que es mi hermana y la amo, nunca me llevé bien con ella, por una extraña razón, me odia, y nunca lo entendí del todo... hasta hace unos días.
Y por último está Valeria, alegre e inocente en todos los aspectos. Correcta en lo que hace y segura de sí misma. Sus rizos castaños claros, nunca dejan de brillar ante el sol de las mañanas, y sus pecas hacen que sus ojos resalten más que nunca, de un marrón intenso y profundo. Es mí melliza, por lo que su aspecto, es como el mío, la diferencia es que yo no tengo tantas pecas como las que tenía, ella.
Mis padres, conocidos por su bondad y generosidad. Todos los catalogan como la pareja perfecta, con hijos perfectos. Mi madre con sus rizos rojizos, y ojos marrones, y mi padre de pelo castaño claro y ojos verdes, dejaban encantados a cualquier persona que los viera. Son respetados y valorados por lo que son, ya que sin ellos no habría trabajo para la mayoría que vive aquí. Los Beans manejamos las empresas de cultivos del condado de Lincoln, desde hace décadas, y siempre hay espacio para un trabajador más, para nuestras tierras.
El hogar de mi familia está alejada de los alrededores del pueblo. Aunque no por eso, llevamos una vida muy solitaria. Siempre estamos rodeados de personas amables, quienes nos visitan frecuentemente, y una de ellas son el Sr. y la Sra. Pocket.
Nuca supe lo que significa tener una familia normal, porque la mía, no se acercaba a eso ni un poco.
Pero tranquilos, que en ésta carta, les explicaré las clases de personas que son mi familia, y en eso me incluyo.
Recuerdo muy bien el primer día de enero, en donde todos respirábamos el fresco aire de un año nuevo. Supuestamente en donde todos comenzaríamos con la pata derecha, como dice el dicho. Pero eso, lamentablemente nunca fue para mi familia, en realidad nunca fue así para nosotros.
Con Valeria, ese día organizamos una sorpresa para todos. La tradición familiar, siempre fue la misma. Cada primer día de enero de todos los años, toda la familia Brush se reunía, en una cena especial. En donde se habla de sus fortunas y de lo importantes que son. Ahora que lo pienso, es algo estúpido, pero para ese entonces, lo veía como algo interesante y divertido. Refregar nuestras pertenencias entre familias, Dios, qué clase de personas somos, siento vergüenza.
En fin, ese día con Valeria, organizamos una salida sorpresa, en el lago de Davenport. No queda tan lejos de nuestra casa, por lo que no nos costó llevar a toda nuestra familia hasta allí. Habíamos organizado un paseo en bote, ya que con Valeria, nos había encantado la vista de aquella agua levemente congelada, con una leve capa de hielo, que un bote sin esfuerzo alguno lograba romper.
Por más que hacía frío, y nuestras narices se ponían rojas por el viento congelado, pudimos pasarla bien. Creo que fue la primera vez que nos veíamos a todos unidos, disfrutando de un día de nieve como cualquier otro, la diferencia, es que para nosotros fue un día que marco nuestras vidas.
Recuerdo muy bien aquel día del primero de enero, cuando escuchamos los gritos de la abuela, siendo arrastrada a lo profundo del lago. Recuerdo que mi padre, junto con su único hermano, el tío Frank, se quedaron inmóviles viendo las burbujas brotar del agua. Sus miradas eran oscuras, y podría decirse que deseaban algo... que deseaban la muerte de su madre. Nadie se movía de su barco, nadie decía nada, nadie se preocupaba, a nadie le importó.
Recuerdo muy bien aquel primer de enero, en donde comenzamos con una muerte en nuestras manos. Todos fuimos culpables por guardar silencio, todos fuimos culpables con nuestras manos manchadas de la misma sangre. Recuerdo a las personas del pueblo dándonos el pésame, nos traían flores y todos asistieron a su funeral. Recuerdo cuando el abogado leyó los bienes, entregándole todo a mi padre y tío. Recuerdo aquella noche cuando tuve miedo, de pensar si mis padres serian capaces de matarme.
Una sorpresa que termino con la vida de alguien, ¿quién no se sentiría culpable?
No puedo explicar lo difícil, que fue para mí asistir al colegio, y concentrarme en mis estudios, mientras llevaba la figura de mi abuela, atormentándome hasta en mis pesadillas. Lo difícil que fue mirarle a la cara a mis padres, lo difícil de no poder gritar y pedir ayuda. Como dicen ellos, la familia no debe traicionarse entre sí.
Lo irónico, es que hicieron exactamente eso con mi abuela, traicionarla
Pasaron unos días, y el colegio se había convertido en lugar tranquilo para mí. En aquel entonces, después de un largo dia de clases, Valeria no me había podido acompañar a casa, además de que Maia, mi mejor amiga, también estaba ocupada con sus cosas, por lo que me volví solo. No fue gran cosa, ya que casi siempre me pasaba lo mismo, ya estaba acostumbrado.
Subí los primeros escalones de mi casa cuando escuche la voz de la persona la cual me había dado la vida, hablar con mi padre. Se los notaba preocupados, y no solo eso, Molly también estaba dentro de esta charla. Hablaban de algo muy tedioso, como si quisieran deshacerse de algo urgente. Trate de escuchar mejor, y me arrime a la ventana de un costado.
Ese fue mi primer error.
Me gritaban, y agitaban de un lado a otro. Me lastimaban y yo no podía hacer nada para defenderme, soy y fui débil, yo soy un cobarde.
Pues claro, ese fue el día en donde todo lo oscuro y morboso empezó, y todo se dio por mi primer paso, de haber aceptado la propuesta de mis padres y hermana... Descubrir quien es el o la autora de la aquellas cartas que llegaban sin sentido, a la comisaria, describiendo (en parte) nuestra culpabilidad en el asesinato de nuestra abuela... Nunca pensé que me llevaría por un camino tan trágico...
Les definiré el significado de atrapado y perdido: Jaden Beans. Así es como exactamente me siento en éste momento. Es como si mi destino está siendo manejado por otra persona, llevándome a un mundo en donde no soy quien para elegir mis decisiones. Irónico, pero en ese entonces muy obvio.
En fin, pasaron algunos días, pero como cualquiera decidí salir con mi mejor amiga Maia y Valeria, a una fiesta que realizaba Matheo en su casa. Pero cuando llegamos, nunca jamas hubiéramos imaginado tal espectáculo, ¿por que tenia que ser ella? Polly...
Recuerdo sus manos recorrer el cuerpo de Matheo mientras se besaban, asco me generó... Asco. No pude evitar sentir pena por Maia también, quien impactada no sacaba los ojos de su chico. Su vista se transformó como la mía.
Dolor.
No cualquiera tiene el poder de olvidar el rencor, y mucho menos a la persona que mas amé, Polly. No lo voy a negar, me rompió el corazón, pero eso no fue lo más doloroso, no... lo fue que a ella le haya importado una mierda mi dolor. Una de las peores noches de mi vida, sin dudas. Me sentí manipulado, avergonzado, destrozado y furioso.
Si pudiera decirle algo a Polly en estos momentos seria, que la sigo amando no importa que pase. Y que si, me dolió su puñalada por la espalda, pero en estos segundos de desesperación daría lo que fuera para volver el tiempo atrás, para reanudar las cosas. Ay tantas cosas que me gustarían reanudar...
No se habló más de aquel día, en donde no sólo salió dañado un corazón, sino dos. Por lo que optamos en no decir nada, y seguir con nuestras vidas como si nada (ojalá).
Era de esperarse que tarde o temprano, otra carta llegaría a la comisaria de Davenport. Y esta vez me tocó a mí ser interrogado, al igual que Valeria, recuerdo muy bien aquel 29 de enero.
La tentación de escapar era fuerte y provocadora, pero no podía correr los riesgos, cuando lo tendría que haber hecho. Podría haber hablado con el sheriff, buscar ayuda... pero no lo hicimos... no lo hice. Creí que iba a poder controlar todo, y claramente no pude.
Yo nunca pedí pasar por algo así, nunca quise hacerle daño a alguien, ni mucho menos ser el generador de un asesinato
El 12 de febrero, diez días antes de la muerte de Valeria, Jessica me retuvo en mi habitación. Estaba desesperada, y me miraba como si estuviera completamente loco.
Traté de hablar con ella, pero no parecía escuchar, todo lo que le decía le entraba por un oído y le salía por el otro.
Este fue el día en que Jessica se unió con nosotros, y nos ayudo hasta el final. Aunque eso no cambia que sintiera que el universo este en mi contra.
Juro que lo siento reírse de mí, burlándose, como si yo no valiera nada, como si todo lo que me está haciendo no me afectara. Polly, mi abuela, mi familia, las cartas, todo me está matando lentamente, y me conozco como para decir, que no voy a resistir por mucho mas.
Creo que el universo no sabe que soy humano.
En momentos como éste, me siento muy desesperado. Necesitaba delatar el o la de las cartas, ya que mis padres estaban presionándome para que lo descubra de una vez por todas, quien es la persona que arruinaba nuestra reputación como familia perfecta (no sé cómo decirlo de otra forma)
'La van a pasar muy mal, los dos...' creo que hasta dormido me perseguían las palabras de mi madre, una mujer muy cariñosa y con mucho tacto con sus hijos. Si, lo sé, no hace falta que me lo digan, yo solo se medir mi ironía y la mentira, suena mucho mejor que la franqueza... una mujer muy maldita y dispuesta a lastimar a sus hijos.
Si... es por eso que mejor me quedo con la ironía y la mentira.
Todo casi ya estaba resuelto, dudamos del sheriff ya que su letra encajaba a la perfección con las cartas, pero quien dijo que las notas que vimos en la comisaria habían sido escritas por él...
Karen había sido la autora de todo esto, quien lo diría...
Todo el tiempo fue ella, y como ciego nunca lo pude ver. Que inconsciente que fui, muy obvio, y la verdad sorprendido por como lo hizo, su camuflaje para que nadie se fijase en ella, la forma de la descripción de las cartas, ahora todo tiene sentido.
Sus juegos con las palabras, y el toque de misterio que hay en ella, con los detalles justos y necesarios, como si el que lo escribiera haya estado allí presenciando la muerte de mi abuela. Y de su mirada inocente nadie sospecharía, excepto yo, y ahora la tengo justo bajo MI manga.
Creyó que no la descubriríamos...
Molly.
En esos momentos de ira, solo quería gritarle y tratar de entender porque hizo todo esto. Aunque todo lo que dijera era en vano, ya que nada de lo que hiciera iba a cambiar los hechos, y además Molly estaba convencida de que esta noche, 22 de febrero, acabaríamos con todo.
Y cuando digo con todo, necesito que se lo tomen demasiado literal.
Recuerdo ese día como si fuera ayer.
Recuerdo el frío en mi cara.
Recuerdo las palabras exactas de cada uno.
Recuerdo la última vez que vi la cara de mi hermana, Valeria.
Recuerdo la sangre en mis manos...
No me puedo quitar la imagen de ella, cayendo y golpeando su cabeza con una roca. Algunos pueden decirme que fue un accidente, pero la verdad es que me choque con ella... Si, como lo acaban de leer, no me di cuenta, mi padre se abalanzó enojado sobre mí, y en uno de todos esos forcejeos Val se metió, intentando pararnos, y sufrió la peor de las consecuencias...
Todo salió mal a lo planeado, pero como en todo plan siempre hay fallas, por lo que armamos un camino alternativo. El hotel Madd'S fue la segunda opción, ya que habíamos reservado la habitación 206, para escribir la carta que en este momento estás leyendo.
No sé si me creen, pero lo que mis hermanas y yo necesitamos es justicia, algo que todos incluso Valeria quiere. Tememos por nuestra vida, pero se siente bien escribir la verdad de las cosas, escuchen la grabación, analicen los datos de nuevo...
Que un solo detalle puede hacer la diferencia.
Fecha: 22 de febrero de 1975.
Hora: 23:45pm.
Escrito por: Jaden Gael Beans."
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