Siento que la mejor forma de decir lo que quiero es escribiéndolo, porque si lo digo, lo más probable es que diga puras chorradas y me olvide de la mitad de las cosas. Pensaba grabarlo, pero escribirlo es más seguro porque puedo revisarlo y no quedarme con el mal sabor en boca de olvidarme o pasarme en algo. Tal vez nunca lo publique, porque es solo un desahogo, pero a la vez, quisiera que te enteraras de todas las cosas que me pasan por la cabeza a veces. Esto ni se asemeja a una confesión extraña ni nada, nada más lejos de la realidad. Quisiera hablarte desde mi lugar de admirador, pero no uno ciego y estúpido, sino más bien uno que, gracias a su ídolo, ha aprendido cosas y supo cómo ponerse en su lugar de admirador sin ser exagerado, molesto o invasivo.

Ya hace meses que te conozco, conozco tu contenido desde tu canal principal. Estuve en el día en el que abriste tu canal secundario, cuando hiciste tu primer vídeo de "Cocina con Rig", y los que éramos, bastante pocos, anda, pero cada uno estaba orgulloso y seguía ese crecimiento lento y paulatino de las reproducciones y los suscriptores en tu canal. Te admiro desde mucho antes de hacerte viral; recuerdo estar en Facebook y no poder contener mi emoción ante la forma amable en que me (y nos) tratabas, ya que yo acostumbraba artistas "inalcanzables" con tanto ego que dan asco, y saber que alguien tan talentoso era tan humilde, cada día me llenaba todavía más. También recuerdo que ante esos largos posteos (que a hoy día perdí, junto con ese perfil), todos me preguntaban de quién hablaba, porque "Riglock" no era un nombre tan conocido, y yo les daba largas charlas de quién eras y de lo mucho que me gustaba tu contenido.

Me llena de orgullo ver cómo estás creciendo, realmente, verte desde el momento en que sembraste la semilla es algo que me llena los ojos de lágrimas a veces al pensarlo, aunque suene exagerado. Verte cómo sigues siendo el mismo, pero con un "pequeño gran" canal de Youtube, es algo que me encanta. Nunca has perdido tu esencia, nunca has perdido ese toque especial que me hizo engancharme desde el primer momento en que entré a tu Twitter, cuando Daria anunció quiénes eran las voces en Hightale (porque sí, aunque te seguía en Youtube y ya veía algunos tweets tuyos gracias a Ruthvenvol, fue en ese momento que te empecé a seguir de forma "ardua", porque por fin sabía exactamente quién eras).

Quiero que sepas que, aunque no te hablo casi nada desde hace mucho, o que puede que me haya distanciado porque el fandom de FNAFHS me consume, te quiero muchísimo, sos un tipazo. Eres una gran inspiración para mí; si soy el que soy ahora, en parte es gracias a vos. Me ayudaste indirectamente en momentos difíciles, durante mis "caídas" por la depresión veo tus vídeos y me sacas indefectiblemente una sonrisa. No importa qué tan gris haya sido la tarde, siempre me levantas el ánimo con lo que dices/cantas. No muchos logran hacer eso, ni siquiera parejas o amigos que he tenido. Por alguna razón, te siento especial. Sé que decirte todo esto de un saque es algo tonto, porque hace meses tengo tu Skype y bien podría hablarte al menos día por medio. Pero me da miedo. Muchas veces he abierto tu bandeja de mensajes y me tiemblan las manos de solo escribirte un "hola". Por alguna razón, me cuesta mucho mantener relaciones con otros, y en especial con vos, que sé que si digo algo en falso, quizás... no sé si dejes de apreciarme o lo que sea, pero sí me quedaría muy mal conmigo mismo, porque sentiría que "desaprovecho una oportunidad". Y lo hago. Cada día me arrepiento, pero no sé cómo volver a acercarme más que haciéndote algún dibujo o algo así.

Ese día, después de la llamada, no había quién me calmara el temblor de las piernas. En serio. Siempre te veía o escuchaba en tus videos o en directos, pero sentir que me hablabas directamente a mí fue algo muy raro, y muy bonito. Lástima que lo arruiné hablando del clima. Joder. Tal vez ni te acuerdes, pero ese día fue de los más vergonzosos de toda mi vida. Ni en la escuela (y eso que la he terminado).

Tal vez no sea una fecha especial, tal como tu cumpleaños, o lo que sea, pero sentía una necesidad enorme de contarte cómo me siento. Te quiero mucho, más de lo que me gustaría demostrar. Nunca cambies, no dejes de ser quien sos, que inspiras. Me inspiras a mí, como sé que a muchos otros. Ver lo que he conseguido gracias a tus consejos, o tus palabras, o incluso tweets al aire, me hacen sentirte como alguien muy importante en mi vida. Incluso si no hablamos, y sigas creciendo y conociendo a otras personas mucho más importantes que yo, aunque sea tus vídeos seguirán alegrándome.

Espero no haberte dormido con este rollazo, en serio que me cuesta mucho escribir lo que siento (ni siquiera para los cumpleaños puedo escribir), pero esto lo ameritaba. Espero no haber sonado exagerado ni nada, porque cada palabra me sale del corazón.

Gracias por todo.

Un saludo muy grande. Alan.