Para mi primer amor:
Una carta debe tener un inicio inspirador... o tal vez solo un saludo; son las reglas no escritas de la poesía en forma de carta, pero esta no es así.
Estas palabras son para ti: el amor de mi vida, ese hombre que cambió todo a mi alrededor con una sonrisa falsa y palabras de amor vacías.
Yo, solo un chico ingenuo, inexperto en el amor, tímido, con una vida monótona e hijo de una familia rica; un privilegio que se convirtió en mi maldición.
Pero desde ese momento en que te vi, todo cambió. Tú fuiste quien le dio sentido a mi vida. Ese día que te conocí siempre lo llevaré tatuado en lo más profundo de mi alma.
Me sentía tan insignificante para ti. Tú eras tan apuesto, parecías un Dios, en cambio yo, era un simple mortal.
Si tal vez hubiera sido como aquellos modelos que salen en las revistas de moda, si tal ves hubiera sido más apuesto, más atlético, más inteligente; habría tenido la confianza suficiente para hablarte. Pero no hizo falta, tú llegaste a mí y con tu sonrisa falsa me llenaste el corazón de amor a punta de palabras dulces.
Fuiste mi primer amor, aquel que me dio vida, ese que me devolvió las ganas de conocer este mundo.
Aún recuerdo el último día que pasamos juntos: ese amanecer donde te pedí que bailaramos hasta que cualquier rastro de oscuridad desapareciera del cielo. Lo hiciste, cumpliste mi último deseo antes de... alejarme de ti.
Todo lo que vivimos nunca regresará, lo sé.
Estoy ahora en este lugar, siendo consumido por la soledad tortuosa que me impide ver aquella luz al final del túnel.
Te has ido, ya no estás conmigo. Fuiste mi primer amor, aquel que me dio vida, que le dio sentido a mi vacía existencia.
Creías saberlo todo de mí, mi amor, pero hay algo que tú nunca supiste: yo sé que no me querías. Estaba consiente de que te acercabas a mí con lástima, pero a pesar de eso decidí continuar; escuchar a mi corazón y no a mí orgullo.
Tenía tantas ganas de que alguien me amara, de que alguien dijera lo importante que era para él, que me besaran hasta que el tiempo se detuviera y mi piel enrojeciera. Simplemente me dejé envolver en tus mentiras, dejé que creyeras por un segundo que yo no sabía nada de ti, y no me arrepiento de nada.
Me quedé a tu lado, solo para ver como poco a poco tu sonrisa falsa comenzó a ser verdadera y tus palabras vacías comenzaban a llenarse.
Tu corazón albergaba amor por mí ¿verdad? Pude notarlo. No ignores a tu verdadero corazón, aquel corazón que me ama y se arrepiente de haberme alejado de tu lado.
Ven a mí, merecemos ser felices.
Ahora estás solo en tu habitación, pensando que hiciste lo correcto, pensando en continuar tu vida sin mí. Pero te puedo asegurar, cariño, que conforme pasen los días y mi ausencia te comience a quemar; me vas a extrañar. Te darás cuenta del error tan grande que cometiste, sabrás que tu vida no tiene sentido más, y que es mejor regresar a mi lado.
Nuestro amor es un amor que ni el tiempo podrá borrar, que no conoce límites. Nuestro amor está destinado a ir más allá de diez, veinte, cuarenta... u ochenta días.
Tú no perteneces a ese lugar, perteneces a mi corazón. Te lo ruego, vuelve a tu hogar, ven a mí, a mi lado, de donde nunca debiste haberte apartado.
Eres el único que me completa, mi amor, la única luz en esta vida sin sentido... o lo que queda de ella.
Por favor, regresa conmigo a aquel amanecer donde bailamos juntos por tanto tiempo... y donde tú terminaste con mi existencia con aquel revolver.
Regresa conmigo el tiempo, regresa al lugar que perteneces: conmigo, a mi lado. No quiero estar solo aquí más.
Tu ausencia es una herida que no puede sanar, al igual que la herida que tu bala ocasionó en mi corazón y que me llevó a la muerte.
Mi mundo tiembla con solo susurrar tu nombre, ese mundo que tú creaste para mí cuando jalaste el gatillo. Vi tus lágrimas salir y desde aquí veo tus próximas lágrimas salir cuando pienses en mí.
Tu corazón alberga amor por mí ¿verdad? Lo sé, caíste ante tus propias mentiras.
Quiero que ambos regresemos a ese amanecer, donde bailaremos juntos por la eternidad.
Por favor, ven a mi lado, te extraño tanto, tus besos, tus caricias, tu mirada llena de amor. Tal vez mis palabras no sean suficientes para convencerte, así que dejaré que el karma te regrese al lugar que perteneces.
Hoy te espera un día interesante, yo me he ido, pero puedo sentir que hoy será el día en que volverás a mi lado.
Aquella esquina donde te apuñalarán esta tarde será mi puerta para llegar a ti y no soltarte.
Finalmente estarás conmigo para siempre, de eso me encargaré yo.
Consumiéndonos por esta oscuridad, pero juntos.
Te amo Viktor, mi primer amor, mi vida... aquí te espero.
Atte: Yuuri, tu único y último amor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro