La casa
Mi cabeza ardía con un zumbido doloroso, trate de abrir los ojos, pero la sensación de ardor me lo impedía, como si una araña hubiera tejido su telarañas en mis párpados, se sentían dormidos y pesados. Era capaz de escuchar unos susurros o murmullos débiles, casi sordos, mis tímpanos experimentaban una angustiosa presión que no me permitía escuchar más que voces apagadas, algunas agudas y otras más gruesas.
Aunque el dolor de mi cabeza era exasperante, estaba realmente cómodo, como si atlas estuviera apoyando el mundo sobre un suave cojín. Cuando intenté mover mi cuerpo, algo o alguien agarró mi cabeza, unas finas y suaves manos tocaron mi mentón, y lo acariciaron tan dolorosamente familiar que casi me espantan, pero había algo en su tacto no me permitía moverme.
Cuando intenté alzar mi mano para espantarme el sueño, una mano más se sumó a la ecuación, agarrando la mía y entrelazando los dedos. Me acabé asustando por tanta cercanía, no pude evitar retorcerme y moverme bruscamente, permitiéndome escuchar gemidos de molestia, hasta que por fin me separé y sentía una quemazón en mi barbilla.
Aprovechando la oportunidad, limpie mis ojos de sus lagañas, y una vez despojado de la arena de Morfeo, logré ver delante mía a una bella señorita, la cual me miraba de una forma extraña y preocupada. Parecía estar hablando, pero mis oídos aún no escuchaban bien, me costó, pero poco a poco me fui haciendo al sonido de su voz que, en mi opinión, era angelical.
"¿Te... encuentras bien?" Me preguntó tímidamente, aunque mi cabeza seguía doliendo, solo pude quedarme admirando su dulzura. "¿O-oye?"
"Eh... ah... si, si, estoy bien, solo... algo adolorido, pero estoy bien gracias." Le respondí amablemente, ella pareció sonreír ante mi respuesta, mostrando sus blancas perlas de Venus. No pude evitar sonrojarme por su expresión, pero salí del trance al sentir algo gotear por mi mandíbula, tocando con suavidad, me acabe quejando por picor, y me di cuenta que tenía una herida ahí mismo, no muy grande, más bien era un arañazo.
"¡Oh, lo siento mucho, no era mi intención!" Se disculpó con su suave voz.
"No te preocupes, estoy fue mi culpa, soy muy torpe. Jeje." Traté de reírme para aliviar la tensión, aunque eso no pareció servir de mucho. "Me llamó Noah. ¿Y usted es?"
"¡Oh, si, mis modales! Me llamó Vanessa."
"Lindo nombre, señorita." Luego de haber dicho eso no pude evitar arder de la vergüenza, pero se disipó cuando me cuestioné algo. "¿Ehh...? ¿Disculpe señorita, usted sabe dónde estamos?" Pregunté relajadamente, solo para que ella negará con la cabeza y dijera un rotundo "No."
Mirando a mi alrededor, vi que había más gente, formando sus círculos y hablando entre ellos. Se podría decir que éramos un total de 12 personas, entre ellas pude distinguir a 7 chicas, incluyendo con la que estaba hablando.
"¿Uh? Ya parece estar despierto el lerdo." Dijo una voz ronca, molesta y aburrida, levanté mi vista y me fijé en un chico que llevaba gafas de sol, una chupa de algún equipo de football y su brazo rodeaba el hombro de una chica peliazul con un mechón rosado. Al instante todos voltearon a mirarme de forma acusatoria, como si estuvieran esperando respuestas, pero la mirada que más me helo la sangre fue la de una joven con dos coletas.
Pero antes de que alguien pudiera decir algo, un ruido de estática invadió la sala, proveniente de una especie de radio clásica, me atrevería a decir que de los 50 o 40, similar a las que tiene mi abuelo.
"Bienvenidos al show" dijo una voz a través de la máquina, una voz fuerte y grave, pesada y sería. "Ustedes fueron reunidos aquí porque están unidos por el hilo del destinó. Cada uno cometió actos deleznables que les unen con los otros, y todos sois igual de culpables."
"Antes de traeros aquí, os inyecte un veneno letal que tarda 16 horas en hacer efecto, los síntomas son comunes pero lo desagradable de la cuestión es que consume vuestros órganos, produciendo un fallo multi orgánico, el cual os hará colapsar." Todos se quedaron helados ante tal declaración. "En esta casa tendréis que pasar por varias pruebas en las que se decidirá si vivís o morís, cada una fue diseñada de alguna forma para ustedes.
Cada dos hora que paséis en una habitación sin salir, está se llenará de un gas nervioso, el cual acelerará el efecto del veneno al inhalarlo, además de producir fallos renales. Después y/o durante cada prueba podréis conseguir una dosis de antídoto, el cual, ayudando a retrasar el efecto de la neurotoxina." La voz acabo cayendo en un silencio vacío y melancólico, dejándonos con un sabor amargo de boca.
"Esto... esto no tiene gracia Kelsey, si esto es porque me lleve tu ropa del vestuario, lo siento mucho." Dijo la chica de pelo azul, aunque no se notaba el arrepentimiento en sus palabras. "Como sea, yo me voy de aquí" dijo un chico quien también llevaba la misma chaqueta de football, se dirigió hacia una puerta y se dispuso a abrirla. Pero, antes de que él terminara de girar el pomo, un ruido extraño me alertó. "¡Detente!" Traté de advertirle, a lo cual volvió a mirarme, pero mis palabras quedaron en oídos sordos cuando un disparo cruzó la habitación y derribó al chico.
Dejando que su cabeza explotará por el impacto antes de tocar el suelo, manchando a la chica rubia que estaba detrás de él, quien se quedó en estado de shock y desesperación, sus manos temblaban y su reputación se agitaba, ella bajó suavemente su mirada para encontrarse un asqueroso paisaje, solamente para que ella soltara un grito desgarrador y procediera a vomitar sobre el cuerpo moribundo.
Algunos se quedaron mirando el espectáculo, otros desviaron la mirada y yo solamente pude acercarme para ver el esperpento. Me quite mi abrigo de pelo y arrope a la niña, llavandola a una esquina de la habitación donde había un lavamanos, fuimos seguidos por la chica que la acompañaba, una adolescente de pelo largo y lacio, de color morado oscuro o azul, la propia luz de la habitación no dejaba apreciarlo. Dejé a ambas chicas ahí solas y me volteé para volver al mismo escenario desagradable, prácticamente nadie se había movido, salvo los dos chicos que compartían chaqueta con él, que se estaban acercando lentamente a lo que entiendo como su amigo.
Me acerque a una de las ventanas y con cuidado reírte la cortina, me acerque al aún caliente, ya sea por el vómito o por su reciente defunción, cuerpo y lo rodee con la tela, para así evitar que alguien más viera el cadáver. Aunque antes de eso pude apreciar su estado, la mitad de su cara había sido reventada por el disparo, y dejaba ver parte de su cerebro, la cual se había vuelto papilla, además del asqueroso vómito de la chica que cubría la parte interior del hueco, la nariz, el ojo y la boca del chico.
"¿Que mierdas acaba de pasar?" Gritó el chico de gafas de sol, quien rápidamente se abalanzó contra mí, llevándome agarrado del cuello de la sudadera hacia la pared. "¿Esto es tu culpa, verdad capullo?" Escuché como las chicas jadeaban al ver lo que iba a suceder.
"Idiota, déjalo." Dijo la chica de las coletas.
"Callate zorra." Pero antes de que él pudiera hacer algo, su amigo lo agarró por detrás, le susurro algo y ambos se alejaron. "Disculpad a mí amigo, estamos muy afectados por la muerte de Chad." Dijo el chico que llevaba una gorra hacia atrás.
"No importa, entiendo que habrá sido duro." Trate de ser comprensivo con ellos.
"Pero... hay algo que me intriga... ¿Cómo sabías que iba a pasar?" Me preguntó y todos voltearon a mirarme extrañados. "Quiero decir... avisaste de que algo iba a suceder y justo después mi amigo resulta muerto..."
Respondí sin tapujos. "Me pareció escuchar el mecanismo de una escopeta cuando giro el pomo." Todos parecieron quedarse sorprendidos.
"Fue... ¿Fue solo eso?... Quiero decir... ¿Cómo escuchaste eso... ninguno más nos dimos cuenta?" Preguntó, mirándome con cierta duda y... ¿algo de asco?
"Bueno... mi abuelo tiene una colección de armas... estoy familiarizado con el ruido de algunas..." el chico rubio simplemente tarareo en afirmación y me dejo de lado, para irse con su amigo a otro rincón.
Decidí ignorarlos, dándoles la menor importancia posible y tratar de aclarar mis pensamientos, pero no esperaba ver a la misma chica que me despertó mirando de cerca el cadáver. Con sus ojos centrados en las zonas con sangre, y sus iris brillando de fascinación, sus dientes parecían afilados, casi como colmillos y su boca parecía estar babeando, pero rápidamente apartó su mirada de él y volteo a mirarme a mí. Sus ojos cavaron profundo en mi, casi como si quisiera devorarme, y no me di cuenta de cuando ella llegó tan cerca de mí, que incluso sentía su cálido aliento golpear mi cuello.
"¿Estás bien?" Me preguntó con su voz dulce, como si estuviera dejando de lado que acababa de morir alguien.
"Eh... si... si, estoy bien... ¿Y tú?" casi se sentía como si ella fuera a devorarme.
"Perfectamente, cielo." Sonrió felizmente
"A ver idiotas, será mejor que busquemos ya la forma de salir de aquí antes de que muramos todos." Interrumpió la chica de coletas, ahora mirándola bien se me hacía familiar, su pelo gris y sus ojos verdes.
"¿Julia?"
"Apenas te enteras idiota, ugh, que desastre eres." Dijo con un atisbo de molestia y desinterés, su mano echó hacia atrás una de sus coletas, recalcando su aire de superioridad mientras me miraba con despreció.
"Tengo algo." Dijo una voz detrás mía, al darme la vuelta, me encontré con una chica de ojos lavanda y pelo malva, un aspecto gótico o emo, botas largas de color negro, calcetines a rayas con tonos morados wue le subian hasta las rodillas. Una falda adornada con ebillas metálicas y cadenas, una camisa corta, similar a un top, de color morado oscuro y con un estampado de calavera, y una chaqueta corta que estaba sujeta por debajo de sus hombros, además de una gargantilla en su fino cuello. "Ugh... hot topic" dijo la chica de pelo azul.
La gótica tenía en sus manos una grabadora y, así, ella presionó el botón rojo, reproduciendo el audio. "Chad Hobogoy." Habló la misma voz de antes. "Cometiste uno de los actos más desagradables del mundo, la noche del 12 de septiembre de 1997." Hace un año pensó Noah. "Entraste al cuarto de tu hermana pequeña y avisaste de ella, todo esto bajo la influencia del alcohol." Todos nos quedamos tiesos como estatuas. "Para borrar las huellas de tus crímenes, culpaste a tu padre. Dejándole a él con una grave depresión, llevándolo a suicidarse en la cárcel, además de tu hermana que poco tiempo después mataste a golpes, actualmente vives con tu madre." Me vi obligado a tragar saliva con pavor.
"Tú prueba será sencilla, al igual que amenazaste y golpeaste a tu hermana para que no hablara, tendrás que coger uno de los cuchillos de la cocina y abrirte una zona del cuerpo, donde se encontrará la llave para pasar a la siguiente habitación." Todos nos empezamos a mirar con pánico y asco cuando la voz dejó de hablar, algunos parecían dudar de lo que dijo aquel sujeto.
"Y... ¿Ahora qué hacemos preguntó la chica que tenía la grabadora en la mano?" Con vacilación me acerque a la cocina y cogí un cuchillo, me acerque lentamente al cadáver, miraba hacia cualquier lado, tratando de evitar las miradas, pero todas las sentía sobre mi.
Traté de respirar lentamente y con calma, pero los nervios se estaban apoderando de mi. Levante suavemente la cortina y deje expuesto el cadáver, aunque sí volví a cubrir su cara. Con vacilación, puse el cuchillo sobre su esternón pero mi mano no respondía. Todos se quedaron callados en un ensordecedor silencio, como si no quisieran quejarse.
Solamente logré mover mi mano cuando fue agarrada por alguien. Mirando al frente me encontré a la chica hermosa y, ella, con delicadeza, me ayudó a cortar su pecho, bajando desde el esternón hasta su barriga. Luego ella guió mi mano hacia arriba, haciéndome cortar desde las clavículas hasta el vértice del corte, produciendo un corte en 'Y'.
Luego, ella, delicadamente apartó la piel del cuerpo, dejando ver su tejido adiposo, epitelial y muscular, resultando en un asqueroso espectáculo, no sé si quería vomitar o simplemente gritar. Incluso escuché arcadas por parte de la rubia de antes.
Algo había cambiado en la dulce chica que me ayudó, su mirada se agudizó, su boca estaba abierta, y su aspecto era más voraz que otra cosa, incluso siniestro. Rápidamente vi como ella empezó a hurgar en sus órganos, dejando escuchar un desagradable chapoteo húmedo y viscoso. "Umm... aquí no hay nada... ¿Si tú fueras un loco, donde esconderias una llave dentro del cuerpo de alguien." Me pregunto mirándome directamente a los ojos con una sonrisa rara en su rostro.
"Umm... supongo... que... cerca del corazón... no se... es como, este ser carece de corazón ya que hizo cosas horrendas con su hermana pero... no estoy muy seguro..." respondió con vacilación, pero ella solamente tarareo y asintió con su cabeza. "Eres un genio", me dijo felizmente.
Ella usos su mano y busco cerca del corazón, notando una especie de protuberancia adherida a una coronaria, usos sus dedos índice y corazón para separar con cuidado el objeto, se levantó entusiasmada y se dirigió al lavamanos, limpiándose a sí misma y el objeto, el cual levantó en el aire y dejó ver una llave metálica pequeña. Volví a cubrir el cadáver y me levanté, sintiendo las miradas acusatorias sobre mi.
Pero cuando Vanessa abrió la puerta todos nos dirigimos a la siguiente habitación, ignorando lo que acababa de suceder. En esta situación, entramos como su especie de cuarto, algo colorido con cosas rosas, una cama adornada, un escritorio con un portátil, una mesita de noche con una lámpara, una cómoda y un armario con decoración de figuritas anime y novelas.
Escuchamos como jadeaba fuertemente alguien, y todos nos enfocamos en una chica de pelo castaño, con coletas, gafas y un aspecto comúnmente conocido como "nerd".
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"Buenas tardes detective Elliot." dijo una voz grave y fuerte, proveniente de un hombre con traje de policía que miraba a una mujer joven, de pelo castaño oscuro, un lazo algo infantil en su cabello y un vestido bastante elegante.
"Buenas tardes agente Doorman." Saludo la bella dama al hombre mayor, de casi 50-60, con un bigote, calvo pero cubierto por su sombre policial. "Necesito información de la situación, uno de los secuestrados es hijo mío."
"Por ahora, está es toda la información que poseemos, si sirve de consuelo... una también es mi hija." Dijo melancólicamente, la señorita detective cogió un sobre que le entregó el señor Doorman y leyó con detenimiento el informe. "¿De donde se obtuvo esta información?" Preguntó la dama.
"Lo encontramos tirado en una de nuestras papeleras..."
"¿Eso quiere decir que Jigsaw estuvo aquí?"
"Si, señorita, lamentablemente, revisamos las cámaras de vigilancia y no hay evidencia de ello."
"Ummm.. por los que entiendo, este caso está conectado con mi hijo... recapitulemos... Hay dos violadores, un pederasta, un zoofílico, un parricida, un acosador, un caníbal, un homicida, dos ladrones, un bully, un asesino y un traficante." La detective puso una cara extraña. "Umm...es raro, según lo investigado, solamente hay 12 secuestrados... ¿de donde sale el décimo tercero?"
"Aún no tenemos la suficiente información señorita Elliot, pero estamos haciendo todo lo posible para averiguarlo."
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"¿Qué... su-sucede Emily?" Pregunto un chico con jersey, ojos cansados y un pasamontañas a juego con su jersey. La chica volteo a mirar al muchacho y se quedó mirándolo como si ella fuera un ciervo a punto de ser atropellado, sus manos cubrían su boca y sus ojos parecían arder hasta el punto de casi llorar.
"No le hagáis caso a la nerd de mi hermana." Habló, rompiendo el ambiente, la chica de cabello azul. "Le encanta llamar la atención." Dijo con desdén y burla hacia su hermana.
"Si... es cierto, esta mocosa es muy molesta. No le prestéis atención." Se unió a la conversación el chico de gafas solares, rodeando el hombro de la chica con su brazo. La expresión del deportista era difícil de leer tras sus gafas, pero su boca se abrió de una forma rara.
La tímida chica se encogió, como si tuviera miedo, y su hermana la miraba con algo de desprecio y celos. La chica se acercó y golpeó la cabeza de su hermana con la palma de su mano, aunque casi pareciera que quería agarrarla del pelo y arrancarlo. "Disculpen a mi hermana, es muy tonta."
"He encontrado otra grabadora." Un acento ruso calmó la situación, pero cuando la chica trató de darle a la grabadora, el deportista se acercó desesperado hacia ella. "Doll, dame eso" Ordenó con vehemencia mientras se acercaba a la chica recién nombrada, cruzándose por el camino con la que antes vómito y golpeándola en la cara, tirándola contra la calma. "Сын суки, какую киску ты делаешь."
Cuando vimos que golpeó a la chica de la coleta rubia, el resto de chicas jadearon y comenzaron a lanzarle
insultos al chico, quien desesperadamente comenzó a perseguir a la rusa por la habitación. Yo ayudé a levantar a la chica rubia, y la rusa se acercó a mí y se escondió detrás mía.
En un momento, ya tenía delante de mí al chico, su aspecto era desagradable y casi parecía que iba a pegarme, acercó su rostro al mío y comenzó a balbucear incoherencias, gritándome. "¡Apartate, idiota!" Trato de empujarme, pero reaccionando igual, le termine empujando contra la cama.
Los ruidos de engranaje comenzaron a sonar, las manos y las piernas del chico fueron perforadas por grandes barras puntiagudas, provenientes de debajo de la cama, el grito de dolor y su desgarrador gemido causó un malestar general. Vimos cómo salpicaba su sangre y de forma grotesca era perforado su piel.
La grabadora comenzó a sonar. "Darren Grayson, un acosador de mujeres, junto a tu novia Rebecca, abusaste sexualmente de su hermana melliza, Emily, en el cuarto de ella." Un click rápido, y del portátil comenzó a reproducirse un video del cual se escuchaban sonidos muy gráficos y violentos.
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Hola gente hermosa, como están, bueno, ya estoy volviendo para escribir más, problemas, inicio la uni el miércoles, obstáculos muchos, pero eso no me detendrá. Voy a tratar de subir hoy el capitulo de Dark Affection
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