Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟬𝟬𝟳. hidden secrets

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

CARPE DIEM ── ◦'𖥸'◦ ── ACTO UNO
↳ ❛ ten cuidado, sirius black es un asesino ❜︎
capítulo siete ╱ ╱ 🏛🧺 ˚◞𑁍


—Todavía me quedan diez galeones —dijo Hermione comprobando su monedero. Celeste sonrió mientras hacía un gesto con la mano para que los chicos se dieran prisa.

A Ron y a Harry no les hacía ninguna gracia.

Viendo que se vieron obligados a llevar la gran mochila de Hermione y la pila de libros que compró Celeste para un poco de lectura ligera.

—No hagan pucheros chicos, no es lindo. Por eso los dos estaréis siempre solteros━

Esto pareció hacer que Ron soltara un montón de sandeces como una gallina y que los ojos de Harry se abrieran de par en par alarmados.

Ron finalmente cerró la boca después de intentar manejar una palabra, pero no tuvo éxito. En su lugar, decidió abrir la boca para burlarse de Hermione.

—¿Por qué no te compras un libro? —dijo él poniendo voz cándida.

—No, creo que no —respondió Hermione sin enfadarse—. Lo que más me apetece es una lechuza. Harry tiene a Hedwig, Celeste tiene a Leo, y tú tienes a Errol...

—No, no es mío. Errol es de la familia. Lo único que poseo es a Scabbers. —se sacó la rata del bolsillo—. Quiero que le hagan un chequeo —añadió, poniendo a Scabbers en la mesa, ante ellos—. Me parece que Egipto no le ha sentado bien.

La nariz de Celeste se arrugó del asco.

—Mantén esa cosa fuera de mi cara, gracias —le replicó Ron a su amiga.

—No insultes a la rata—

El azabache suspiró y rápidamente señaló la tienda de Criaturas Mágicas.

—Parad ya. Ahí hay una tienda de animales mágicos. Puedes mirar a ver si tienen algo para Scabbers. Y Hermione se puede comprar una lechuza. Y Celeste puede... ¡Esperadme!

Hermione y Celeste pasaron a toda velocidad por delante del Weasley para tomarle la delantera.

—¡Lo siento, Ron!

—¡Oye!

—¡Si te quedas empanado, pierdes, amante de las ratas!

—Mal de la cabeza... ¡las dos estáis mal de la cabeza! —murmuró Ron, y fue detrás de ellas, refunfuñando palabrotas.

Harry, por su parte, se rió un poco.

—Maldita sea, echaba de menos sus comentarios....

Y esa preciosa sonrisa. Esa radiante sonrisa que ilumina su mundo gris y negro de vuelta a los Dursley.

La tienda de Criaturas Mágicas no era muy grande ni pequeña. Bastante normal para una tienda de magos. Celeste caminó por ella y miró a un gato pelirrojo en concreto.

—Oye Mione, este parece muy agradable.

Hermione que apenas observaba a las lechuzas se acercó a ver lo que miraba Celeste y sus ojos se asemejaron a platillos ya que nunca había visto algo tan adorable en su vida.

—Oh, Dios, mío.

—¿Así que nos quedamos con el gato?

—Oh, por supuesto que nos vamos a quedar con el gato.

—A Leo le encantará su nuevo amigo de juegos —chilló Celeste, acariciando al enorme gato de color canela, que ronroneó felizmente en respuesta.

Leo era un gato negro como el carbón con unos preciosos ojos verdes que le recordaban a los campos de Little Whinging.

Celeste miró con una ceja alzada a la propietaria.

—¿Cuánto por el gato?

—¿Has comprado ese monstruo? —preguntó Ron pasmado.

—Es precioso, ¿verdad? —preguntó Hermione, rebosante de alegría. Celeste acarició al gato cariñosamente y sonrió a Ron, que se quedó mirando a las dos con horror.

—¡Hermione, ese ser casi me deja sin pelo! —gritó Ron enfadado.

—No lo hizo a propósito, ¿verdad, Crookshanks? —dijo Hermione, soltando una pequeña carcajada.

Celeste se dio cuenta de que Ron hacía un gesto a su rata. Estaba claro que no estaba dispuesto a rendirse todavía.

—¿Y qué pasa con Scabbers? —preguntó Ron, señalando el bolsillo que tenía a la altura del pecho—. ¡Necesita descanso y tranquilidad! ¿Cómo va a tenerlos con ese ser cerca?

—Eso me recuerda que te olvidaste el tónico para ratas —dijo Hermione, entregándole a Ron la botellita roja—. ¡Y deja de preocuparte! Crookshanks dormirá en mi dormitorio y Scabbers en el tuyo.

—No veo qué problema hay, o en qué te afecta —Celeste se encogió de hombros. De hecho, Hermione tenía razón. Los chicos y las chicas duermen separados, por lo que Crookshanks y Scabbers no entran en contacto.

Hermione soltó un "hmm" estando de acuerdo con ella.

—El pobre Crookshanks... La bruja me dijo que llevaba una eternidad en la tienda. Nadie lo quería.

—Me pregunto por qué —dijo Ron sarcásticamente, haciendo que la chica Black rodara los ojos.

—Vamos Ronniekins, no hay necesidad de ser un amargado —Celeste avanzó y entrelazó su brazo con el de Hermione, dando saltos por el suelo de piedra—. ¡Dejemos a estos idiotas!

—¡Eh! ¿Y yo qué he hecho? —Harry agitó los brazos en señal de queja.

Las chicas lo ignoraron, y el resto del camino hasta el Caldero Chorreante Hermione y Celeste charlaron alegremente sobre el colegio, la vida en casa y libros. Crookshanks ronroneaba de vez en cuando por la cantidad de atención que estaba recibiendo.

Cuando llegaron encontraron al señor Weasley sentado en el bar leyendo El Profeta.

—¡Harry! ¡Celeste! —dijo levantando la vista y sonriendo—, ¿cómo estáis?

Celeste trató de esbozar una sonrisa.

—Bien, gracias señor Weasley...

Arthur se dio cuenta de esto y le dio un reconfortante apretón en el hombro.

—Todo estará bien, Celeste. ¿Se ha puesto en contacto contigo algún familiar?

La castaña suspiró.

—No me siento precisamente cómodo reuniéndome con ninguno de ellos. Especialmente los Malfoy, después de lo que le hizo mi tío Lucius a Ginny. No creo que quiera conocerlos en absoluto, ¿es eso algo malo, señor Weasley?

El pelirrojo negó con la cabeza y le dedicó una expresión de comprensión.

—N-no, Celeste no hay nada de malo en no conocer a tu extensa familia. Creciste en el mundo muggle viviendo una vida ordinaria sin tener a nadie.

«Me tiene a mí, después de todo, crecimos juntos al otro lado de la calle». Pensó Harry para sí mismo.

El señor Weasley se ajustó las gafas de lectura.

—La familia Tonks es bastante agradable. Ted Tonks y Andrómeda eran buenos amigos de tu madre —dejó de hablar cuando Harry se fijó en el periódico que tenía en la mano.

—¿Todavía no lo han cogido? —preguntó Harry, mirando la fotografía ya familiar de Sirius Black que estaba en la portada. Sabía exactamente por el apellido que ese hombre era pariente de Celeste.

—Nunca lo he conocido... pero me resulta familiar. El hermano mayor de mi padre —Celeste se estremeció.

—No —dijo el señor Weasley con el semblante preocupado—. En el Ministerio nos han puesto a todos a trabajar en su busca, pero hasta ahora no se ha conseguido nada. Tu prima Tonks acaba de terminar su entrenamiento y también lo está buscando. Andrómeda fue interrogada por un tiempo, pero nunca ha tenido contacto con él años antes... Esa mujer estaba furiosa, exigiendo saber dónde estaba Black y que quería tu custodia—

—¿Quién es Andrómeda? —preguntó Hermione confundida.

—Mi tía.

—Cielos, ¿cuántos familiares tienes?

Celeste se burló.

—Muchos.

La familia Black estaba emparentada con los Malfoys, los De Martels y los Lestrange. Sin embargo, también estaban emparentados de forma lejana con muchos Sangre Pura y eso hacía que Celeste sintiera náuseas del asco.

No sabía mucho sobre su familia completa, aparte de que eran sangre pura y que sus ideologías difieren entre sí.

—¿Tendríamos una recompensa si atrapáramos a Sirius Black? —preguntó Ron—. Estaría bien conseguir algo más de dinero...

—No seas absurdo, Ron —dijo el señor Weasley, que, visto más de cerca, parecía muy tenso—. Un brujo de trece años no va a atrapar a Black. Lo cogerán los guardianes de Azkaban. Ya lo verás.

En ese momento entró en el bar la señora Weasley cargada con compras y seguida por los gemelos Fred y George, Percy, y Ginny.

—¡Vaya, Ce-Celeste Andrómeda Regula Black! ━tartamudeó George. Sin previo aviso, le agarró la cara y la examinó de cerca—. ¡¿Quién es esta chica y qué pasó con la pequeña pila?!

—¡Suéltame!

Fred se acercó dramáticamente.

—Tranquilo Georgie, estoy seguro que sigue siendo una serpiente y tan insoportable como siempre...

—FRED WEASLEY, NO TOLERARÉ ESE TONO.

( Molly Weasley sabía muy bien que los gemelos sólo estaban bromeando. Pero no toleraba la discriminación contra los Slytherin, y no se toma a la ligera los insultos hacia la dulce muchacha. )

—Supongo que habéis oído ya todas nuestras emocionantes noticias —Molly se calmó y sonrió contenta, depositando sus bolsas sobre una silla vacía. Fred tragó saliva con miedo y decidió no enfadar a su madre—. El segundo prefecto de la familia —continuó Molly rebosante de orgullo, señalando la insignia de plata recién estrenada que brillaba en el pecho de Percy.

—Y último —dijo Fred en un susurro.

—De eso no me cabe ninguna duda —dijo Molly, frunciendo de repente el entrecejo—. Ya me he dado cuenta de que no os han hecho prefectos.

—¿Para qué queremos ser prefectos? —dijo George, a quien la sola idea parecía repugnarle—. Le quitaría a la vida su lado divertido.

—¿Quieres hacer el favor de darle a tu hermana mejor ejemplo? —dijo cortante la señora Weasley, señalando a Ginny, que se reía junto a Celeste.

—Ginny tiene otros hermanos para que le den buen ejemplo —respondió Percy con altivez—. Voy a cambiarme para la cena...

Se fue y George dio un suspiro.

—Intentamos encerrarlo en una pirámide, pero mi madre nos descubrió.

Celeste rompe a reír.

—¿El perfecto Percy casi se queda encerrado en una pirámide?

Los gemelos esbozaron una amplia sonrisa y lanzaron la historia.

Aquella noche la cena resultó muy agradable. Tom, el tabernero, juntó tres mesas del comedor, y los siete Weasley, Harry, Celeste y Hermione tomaron los cinco deliciosos platos de la cena.

—¿Cómo iremos a King's Cross mañana, papá? —preguntó Fred en el momento en que probaban un suculento pudín de chocolate.

—El Ministerio pone a nuestra disposición un par de coches —respondió Arthur y todos levantaron la vista de sus comidas.

—¿Por qué? —preguntó Percy con curiosidad.

—Por ti, Percy —dijo George muy serio—. Y pondrán banderitas en el capó, con las iniciales «P. A.» en ellas...

—Por «Presumido del Año» —dijo Fred.

Todos, salvo Percy y la señora Weasley, soltaron una carcajada.

—¿Por qué nos proporciona coches el Ministerio, padre? —preguntó Percy con voz de circunstancias.

—Bueno, como ya no tenemos coche, me hacen ese favor, dado que soy funcionario.

Lo dijo sin darle importancia, pero Celeste notó que las orejas se le habían puesto coloradas.

—Menos mal —dijo Molly con voz firme—. ¿Os dais cuenta de la cantidad de equipaje que lleváis entre unos y otros? Qué buena estampa haríais en el metro muggle...

Celeste no prestaba atención a lo que decían, sino que miraba el cartel que había en la esquina del bar con una imagen en movimiento de Sirius Black retorciéndose en su celda. Sobre todo se preguntaba por qué la señora y el señor Weasley no estaban diciendo la verdad.



▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

╭                                                                       ╮

✎↷... una nota de sheila y aurora ✉️
vota y comenta, ¡gracias!

╰                                                                         ╯

₊˚ 𖤐₊ ⁀➷ Hola a todos, ¡feliz miércoles! Aunque Draco puede ser un poco imbécil a veces, los valores de la pureza de la sangre le hacen creer que una squib que cría a una heredera sangre pura no es aceptable. Por supuesto, se lo dijo a su padre, y ahora ella está posiblemente atrapada en una batalla por la custodia. Celeste no quiere saber nada de los Malfoy por lo que pasó el año pasado cuando Lucius tenía un motivo detrás del diario.

₊˚ 𖤐₊ ⁀➷ Ahora Celeste teme que tal vez su número de días de estancia en Arabella haya terminado ahora que Sirius Black ha escapado. Celeste sabe que tiene un testamento que puede abrir cuando se sienta lo suficientemente cómoda, pero es probable que el Ministerio tenga otra opinión.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro