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He leído el diario de mi madre, cada que tengo un momento libre, no puedo creer tantas injusticias que vivió, pero sobre todo, que su propia madre la haya alejado del amor, eso ha sido de lo peor, tal vez a esto se referían mis abuelos en su carta.
Esta noche leeré la última página, por más que quiero encontrar la respuesta a la pregunta más importante, tengo que concentrarme, mañana voy a ver a Javier para hacer la sesión de fotos de la publicidad, y la próxima semana comienzan mis examenes finales.

—A ver mami, que tienes que contarme esta noche...

28 de Mayo de 2001

Querido diario...

Estamos a un mes de terminar la carrera, Colin y yo tenemos muchos planes, queremos regresar a la playa, mis padres tiene  una isla privada, a la cual fuimos a celebrar nuestro segundo aniversario en febrero.
Esta noche es mi cumpleaños, y mi querido novio me tiene una cena especial, mi madre me ha regalado un hermoso vestido de gala, y he arreglado mi cabello con un hermoso peinado, quiero que esta noche sea inolvidable.

Después de leer, me dispongo a dormir, tengo que llegar descansada con Javier.

El día pasa volando, y para la tarde me voy con Alan al estudio de la empresa Rosé, donde Javi nos espera con todo su equipo.

—¿Cómo vas con el diario?

Alan sabe lo del diario, porque se lo he contado, incluso lo de las cartas que tiene Colin, aunque a él y a Mat no les gusta mi amistad con el profesor Fritz, dicen que es raro.

—Me falta poco para terminarlo.

Respondo terminando de vestirme, el primer outfit consiste en una blusa blanca, una falda corta en conjunto con un suéter a cuadros, en colores rojos, azules y amarillos. Las chicas de maquillaje y peinado, se han esmerado, mi reflejo en el espejo es atrayente.

—Y, ¿ya tienes la respuesta que querías?

Me ayuda a ponerme unos bonitos zapatos de plataforma en color negro, y un abrigo igual de largo que la falda.

—Aún no, creo que esta cerca, pero ahora quiero ocupar mi tiempo estudiando, los exámenes finales ya están a la vuelta de la esquina.

Este fin de semana Mateo viene a mi casa para estudiar.

—¡Vamos, chicos!

Javi nos ánima a salir a los sets que han montado para las fotografías, previamente le he pasado una playlist con mí música favorita, para amenizar la sesión y sentirme más cómoda.

—Te advierto que el director dejó a cargo a su pasante, así que tenle paciencia, sabe lo que hace, pero al ser nuevo, puede cometer errores, sin embargo; aquí estoy para asesorarte.

Explica mientras salimos del camerino, Alan se mantiene cerca, aunque estará detrás de cámaras, por si necesito algo.

El primer escenario es una bonita escena invernal, en la imitación de un pequeño parque, me recuerda mucho a la boscosa Zona Norte.

—¡Que la modelo se coloque en el centro! —pide una voz familiar.

Volteo a ver a la persona detrás de la cámara, nuestras miradas se cruzan y los nervios aparecen. Es evidente que ninguno de los dos esperaba esto.

—¡Señorita McCarthy!

Ambos volteamos a ver a Alan, quien se encuentra a lado de Javi.

«Concentrate, Scarlett, Paul no puede ponerte tan nerviosa, es momento de demostrar fortaleza».

Camino al centro del lugar y tomo una posición profesional.

—¿Aquí? —cuestiono colocando las manos en mis caderas, con seguridad y firmeza.

—Si... Por favor...

Murmura Paul, acomodándose en su lugar.

«Parece que no soy la única que se pone nerviosa, ha ha».

Lovesick girls de Blackpink, comienza a sonar a través de las bocinas.
Hago varias poses diferentes, moviéndome por todo el set, para después cambiarme y pasar al siguiente set. Así pasamos las siguientes dos horas, haciendo varias fotos, dejando al final, un pequeño video, donde Javi me pide bailar.

—Pero...

«Ahora si estoy nerviosa, ¿cómo voy a bailar frente a Paul? La danza es mi pasión, no puedo hacerlo frente a él».

—Seguro que te sabes alguna coreografía, tú y Mateo son la sensación en las galas —asegura abrochandome el último vestido—. Por favor, ¡será increíble!

Lo veo suplicarme, Alan me regala una pequeña sonrisa y acepto.

—Esta bien, que pongan la ultima canción.

Accedo riendo, no puedo evitarlo, me es difícil decirles que no.
Salimos al último set; es una plaza a escala que da la bienvenida a la primavera, hace juego con el hermoso vestido en color blanco, que traigo puesto.

Las luces se atenúan, dandome el protagonismo, mientras la voz de Rosé inunda el lugar, interpretando el cover de The only exception.

—When I was younger, I saw my daddy cry, and cursed at the wwin, he broke his own heart, and I watched, as he tried to reassemble it...

Me muevo lentamente por el lugar al estilo libre, dejándome llevar por la música y mis emociones; quiero pensar que todo esto es obra del destino, que Paul y yo estamos aquí por una razón, pero su actitud no me ayuda en nada.

La canción termina y regreso a la realidad.

—¡Bravo! ¡Bravo! —Javi corre hacia mí, aplaudiendo con entusiasmo—. ¡Eres perfecta, lady Scarlett!

—Javi... —acepto el abrazo que me ofrece y Alan se une a nosotros—. Lamento irme corriendo, pero tengo mucho que estudiar.

—No te preocupes hermosa, ya tenemos todo el material necesario para la campaña, en cuanto esté todo listo, te lo mostraré para que des tu aprobación.

—Esta bien, Javi, voy a cambiarme, gracias por todo.

—Gracias a ti, Lady.

Camino con Alan a los camerinos, y antes de entrar, doy un pequeño vistazo a Paul, las chicas de maquillaje y vestuario; platican muy alegres a su alrededor, él se ve muy a gusto, justo como lo estaba con Cassandra.

—No te tortures más.

Alan llama mi atención, tiene razón, si Paul ya me ha olvidado, yo tengo que hacer lo mismo, y seguir mi camino.

—Claro... vamos a casa.

Me apresuro a cambiarme, y Alan me trae de regreso a la mansión.
Paso el fin de semana estudiando con Mateo, siempre hemos estudiado juntos, nos ayudamos en los temas dificiles o cuando nos atrasamos en la entrega de proyectos.

Es lunes por la mañana, aunque suene extraño, estoy entusiasmada por ir a la facultad, me urge hablar con el profesor Fritz.

—¡Vamos, Scarlett!

Mateo me llama desde las escaleras.

—Un segundo...

Camino a la puerta y me detengo para no chocar son un enorme ramo de margaritas del prado, en color rojo. Puedo apostar mi herencia, a que cierto chico de la Zona Norte, es el culpable.

—Vinieron a dejarte esto —Mamá sale detrás del gran ramo—. Ese chico es muy terco.

Me entrega las flores y se va. Mateo pasa a su lado, ocultando una gran sonrisa.

—Fue él, ¿verdad? —susurra curioso, tomo la tarjeta y él le ve expectante—. ¿Qué dice?

—Para Lady Scarlett, del incompetente pasante; Paul Johnson. Espero que pases bien tus exámenes finales, cuidate del frío y no olvides que te quiero mucho, mi muñequita.

Sonrío ampliamente, mi corazón se regocija entre suspiros; acelerando su andar por mi emoción, las manos me tiemblan por los nervios, volteo a ver a Mateo, quien se tapa la boca con ambas manos, intentando apagar sus gritos.

—Ha ha, vamos ya.

Bajamos corriendo al garaje, para encontrarnos con Alan, y cuando saco el auto, alcanzo a ver la motocicleta de Paul, saliendo del residencial.
Y así, enamorada como nunca, llego flotando en una nube a la facultad.

En tiempos de exámenes finales, solo venimos a aplicar los exámenes; a las ocho de la mañana en punto, después podemos disponer de nuestro tiempo o entregar trabajos de última hora.

—Buen día, jóvenes —saluda el profesor Fritz, su examen es el primero que vamos a presentar—. No quiero ver nada sobre sus pupitres, así que, guarden todo en sus mochilas y vayanlas pasando al frente.

Hacemos lo que nos pide, y una vez que todas las mochilas o bolsos están al frente, procede a entregarnos los exámenes. Tres sencillas hojas para resolver en dos horas.

—Lean bien las preguntas, analizen, y respondan con honestidad, no tiene caso que se inventen las respuestas, si no las saben. Solo pueden usar tinta azul para contestar —explica terminando de repartir las pruebas—. Al terminar, les regresaré sus ensayos, en la primera hoja encontrarán una lista con la evaluación del semestre, así como la sumatoria de sus puntajes, a lo que sólo faltará agregar su calificación del examen, si tienen alguna duda, pueden esperar al final del examen. Sin más, pueden empezar.

Me toma una hora y un poco más terminar mi exámen. Contesto la última pregunta y bajo a entregárselo.

—Señorita McCarthy —Me entrega el engargolado con mi ensayo—. Debo decirle, que su ensayo es uno de los mejores de la clase.

—Gracias, Profesor... Hice lo mejor que pude.

—Pues lo ha echo muy bien —asegura regalandome una pequeña sonrisa—. Me gustaría hablar con usted... Es sobre...

—Claro, le mandaré mi dirección —comento en voz baja.

Sonrío y paso a tomar mi bolso, después salgo del aula, con Alan siguiendo mis pasos.

—¿Cómo te fue? —encuentro a Carola en una de las jardineras del patio.

—Bien, me he desvelado estudiando, pero todo sea por terminar bien la carrera, aún nos falta un largo semestre —ríe bajando la mirada.

—Lo sé, pero el tiempo vuela... ¿Sucede algo?

—Nada, es solo que... Los chicos y yo, estamos planeando una salida, este fin de semana... Y me preguntaba... —Me observa apenada—. Sé que quieres pasar la tarde del viernes estudiando, pero los chicos tienen ganas de verte...

—¿Los chicos?

Mi corazón se emociona, con la sola idea de ver a Paul, y poder hablar un momento con él.

—Si, pero no te preocupes, que Paul no está invitado.

—De acuerdo, voy con ustedes —acepto sin mostrar mis emociones—. Solo dime a qué hora y en dónde.

—En La Caja Negra, a las siete, Mateo y James también van... —Se acerca a mi oído—. Puedes llevar a tu sombra.

Ambas reímos y me despido de ella.
Regreso con Alan a la mansión, y para las dos de la tarde, Colín aparece en la entrada de mi casa.

—Por favor, dejenlo pasar —pido al guardia que nos custodia.

—Lo sentimos, señorita McCarthy —Se disculpa abriendo la reja—. Adelante, señor Fritz.

—Gracias.

Colín me acompaña hasta la sala, donde mis padres nos esperan.
Desde que Bastian mencionó que no es mi padre, John ha estado investigando sobre mis orígenes, pero no ha encontrado nada, después les mencioné sobre el diario y las cartas, así que, ambos quieren saber lo que sucede, por eso le he pedido a Colin, que nos veamos en mi casa.

Mi Scarlett es una diosa...

No tenía la menor idea de que ella sería la modelo para la campaña, pero tenía sentido, después de que una de las chicas de maquillaje, mencionó que es la nueva propietaria de la firma Rosé, eso solo la aleja más de mí.

Scarlett está muy lejos de mí alcance, ella sigue escalando los peldaños, mientras yo la admiro desde el suelo.

Definitivamente no la merezco, y aún así, no puedo olvidarla. Soy un idiota al creer que ella podría sentir celos, aunque las chicas de las que me rodeo son hermosas, ninguna como mi Scar, ella si es una verdadera reina.

Necesito hablar con ella, tiene que ayudarme, sé que si la filmo bailando, tendré la beca para la maestría, el problema es que, yo mismo la alejé.