Capítulo 20
🍒
Muñequita, te tengo una sorpresa.
Ya voy de regreso a la ciudad, por favor, dime ¿dónde nos vemos?
Te quiero mucho.
💙💙
8:40am
Scarlett, estoy afuera de tu casa,
¿puedes salir, por favor?
11:45am
Si estas molesta, solo dilo, no me ignores.
💙💙
12:10pm
La señora del aseo ya me dijo que salieron, jaja tal vez por eso no contestas.
Bueno, dime ¿cuándo regresas? Quiero verte, bonita. Te quiero mucho, cuidate Scar.
Siempre tuyo, Paul.
💙💙
12:30pm
—¡Vamos, Scarlett! —grita Cloe a metros de mi.
Después de tanto insistir, ella y su madre me han traído de compras, no es que no quiera pasar tiempo con ellas, pero planeaba llamar a Paul, a una hora decente, ya que anoche no pude hacerlo.
—Lo siento, estaba...
—Revisando el móvil —interrumpe Astrid, me quita el móvil y lo guarda en su bolsa—. Te lo daré cuando regresemos a casa, no puedes pasar tus vacaciones pegada a este aparato.
Asiento de mala gana y las sigo por las tiendas.
Penny no ha podido venir, aún se siente cansada por la operación, resulta que ya habían echo todos los análisis hace tiempo, y en realidad viajaban a Boston para la operación, en este tiempo estuvo recuperándose, pero aún debe seguir un tratamiento, por lo que prefirió quedarse en casa.
Así que voy a llevarle varios outfits, tambien pienso llevar recuerdos para mis amigos, he encontrado un bonito dije de pareja, este es para Paul y para mi; un bonito corazón dividido a la mitad, en color blanco y negro, como el Yin y el Yang.
Creo que eso es lo que somos; él es luz y yo oscuridad.
—¡Scarlett, vamos por los vestidos! —Cloe llama mi atención con entusiasmo—. Después nos vamos al salón de belleza, por ese cambio de look.
Aún faltan unos días para la cena de año nuevo, en donde Tay piensa pedir la mano de Cloe, pero ella quiere tener todo listo desde ya, y eso incluye los vestidos para mi madre y para mi.
Después de un par de horas más de compras, y una visita al salón de belleza, de donde salgo siendo rubia y con extensiones; recuperando mi cabello largo de antes, regresamos a la mansión de los Cook.
En cuanto llegamos, Astrid me devuelve el móvil y me apresuro a mi habitación, no me importa la hora que sea, necesito llamar a Paul.
—Contesta... —murmuro con el móvil pegado al oído, inconscientemente acaricio mi labio inferior, justo donde recibí aquel golpe por parte de Drew. .
Dos, tres, cuatro llamadas y no contesta, tal vez sea por la diferencia horaria, esperaré un poco más.
—¡Scarlett! —Mi madre me llama al otro lado de la puerta—. ¡Vaja a la cocina, vamos a ayudar a preparar el almuerzo!
—Ya voy.
Dejo el móvil en la mesa de noche, y salgo directo a la cocina.
Los días siguen pasando y no tengo respuesta de Paul, le he mandado cientos de mensajes, porque las llamadas ya no entran, no sé qué está pasando, Carola no quiere decirme nada, prefiere que hable con él en persona.
No he hablado con Iván, aunque él consiguió mi número con Carola, me ha dejado un par de mensajes, donde me dice que quiere hablar conmigo, pero no me siento en condiciones para ello, aún no sé qué está sucediendo entre nosotros dos.
Me encuentro en mi habitación, lista para la cena de esta noche, el vestido que ha elegido Cloe para mi, es hermoso; de un bonito amarillo bebé, que contrasta con mi piel, muy parecido al que usó Emma Watson en La Bella y la Bestia.
—Así está bien, Taylor —aseguro viendo su reflejo en el espejo, trae puesto un impecable traje en color vino—. ¡Deja ese nudo en paz! Te pareces a Mat.
—Lo siento —suelta su corbata—. Estoy nervioso.
—Me imagino que cualquiera lo estaría —tomo su mano y voltea a verme—. Es un paso muy importante, pero ustedes se aman, todo estará bien.
Camino al tocador y retoco mi maquillaje, para cubrir el pequeño hematoma en mi labio.
—Lamento que no puedas estar con Paul.
—Descuida, mañana por la tarde voy a regresar.
—¿Te saliste con la tuya? —pregunta riendo.
—Penny aceptó, siempre y cuando...
—No pises la Zona Norte —interrumpe imitando la voz de nuestra madre.
Ambos nos reímos y salimos de la habitación.
Se ha dispuesto el gran salón para esta noche, somos los invitados de honor, sin embargo, hay más personas aquí, amigos y familiares de los Cook, las amistades de mi hermano y Cloe, así como los abuelos Cook.
Tomo lugar frente a la larga mesa rectangular, que se ha puesto para la familia de los novios. Y todos aplaudimos cuando Tay y Cloe, hacen su entrada al salón; tomados de la mano, como la gran pareja que son.
«Que envidia, ya quisiera yo, poder estar así con Paul».
Después de darles la bienvenida, tomamos asiento y el señor Cook se pone de pie, para dar un pequeño discurso de agradecimiento, y en seguida aparecen los meseros, que comienzan a atender a los invitados.
—Tú favorito... —susurra Penny a mi derecha, viendo el plato fuerte que nos ofrecen—. Nunca supe qué tenía de especial la lasaña a la boloñeza.
—Me recuerda a mamá... —respondo sin voltear a verla.
—Lo siento...
—Esta bien, son bonitos recuerdos —aseguro volteando a verla.
—Perdóname, Scarlett... —toma mi mano sobre la mesa—. No me gusta estar alejada de ti, y mucho menos ocupar el papel de la malvada madrastra.
—Acepto tus disculpas, pero tú también perdóname mamá, no debí mentirles, y mucho menos hacer lo que me prohibieron, sé que lo hacen por mi bien.
— Nos preocupas, Scarlett —Le doy un abrazo de lado y nos sonreímos—. Los señores Cook nos prestarán su jet para que regreses a casa, así que, después del desayuno, puedes ir.
—Gracias mamá —sonrío ampliamente.
La cena termina y la pista habré paso a los novios.
Un Taylor muy nervioso, toma un micrófono en sus manos.
—Buenas noches a todos, gracias por estar aquí —comienza en voz baja, tomando a su amada, de la mano—. Esta noche es muy espacial para mí...
Mis pensamientos vuelan por lo alto, extraño mucho a Paul, quiero saber qué está sucediendo, la angustia me va a matar.
«¡Cielos! Me he perdido el gran discurso de mi hermano».
—Así que... —veo a Tay poner una rodilla sobre el suelo, viendo a Cloe de frente—. Cloe Cook, ¿me harías el gran honor de casarte conmigo?
—Si, Taylor, si quiero casarme contigo —Su respuesta llega pronto, provocando las lágrimas en algunas mujeres, y los aplausos del resto de los invitados.
—¡Felicidades!
Los señores Cook y mis padres, se desviven en abrazos y felicitaciones para la pareja.
—¿Puedo verlo? —pregunto a Cloe, cuando la dejan sola.
—Es precioso —acerca su mano a mi vista.
—Woow... —Me quedo sin palabras.
Un delicado anillo de diamantes; tres pequeños diamantes blancos, que se unen para formar un corazón, unidos con una argolla de oro blanco.
—¿Puedo robarte un minuto a mi novia? —cuestiona Tay, detrás de Cloe.
—Adelante —acepto dando un paso atrás.
Ambos regresan al centro de la pista, han preparado su primer baile como pareja. Todos los invitados nos colocamos alrededor del salón, para presenciar el conmovedor momento.
—Cuando me enamoro, doy toda mi vida, a quien se enamora de mi, y no existe nadie que pueda alejarme, de lo que yo siento por ti...
Cuando me enamoro, de la voz de Andrea Bocelli, es la canción que están bailando.
—¡Bravo! —gritan todos, aplaudiendo al mismo tiempo.
—¡Ven, Scarlett! —Cloe toma mi mano y me lleva a la pista.
Caminamos hasta encontrarnos con un chico bastante timido; es alto y delgado, sus grandes gafas le dan ese aspecto de nerd británico.
—Él es mi primo, Dan —presenta colocandome frente al susodicho—. Cuida bien a Scarlett, Dan.
Se aleja para dejarnos solos, mientras los demás invitados se van acercando a la pista.
—¿Me permite esta pieza, señorita? —cuestiona Dan, haciendo una reverencia, lo que provoca una risa en mi.
—Con gusto, amable caballero —tomo el brazo que me ofrece, y comenzamos a bailar All of me, de Frank Sinatra.
—Bailas muy bien, Scarlett, ¿dónde aprendiste? —pregunta con ese bonito acento.
—De niña tomé clases de baile, y siempre me ha llamado la atención, tengo un buen amigo, Mateo, con quien siempre armamos coreografías para eventos, o reuniones.
—Que bien suena eso...
Después de varias piezas de baile, Dan me ha platicado mucho de su vida, de los pocos amigos que tiene, la chica que le gusta, y lo que quiere para su futuro, yo le platico todo con respecto a mi relación con Paul, después de todo, no creo volver a verlo.
—Gracias por la bonita velada, Scarlett —deposita un pequeño beso en mi mano.
—Hasta pronto, Dan —Le regalo un beso en la mejilla y lo veo sonrojarse.
—Hasta pronto, Scarlett.
Camino hasta donde se encuentran mis padres.
—Voy a subir a descansar, mamá —susurro a Penny.
—Pero ya falta poco para la cuenta regresiva —voltea a verme sonriente.
—Lo sé, pero estoy cansada —confieso bostezaando.
—De acuerdo —Con un abrazo y un beso en la frente, me despide—. Que descanses, mi niña.
—Nos vemos en el 2022 —bromeo y hago mi camino a la gran puerta.
Probablemente noten mi ausencia hasta después, ahora que todos están bailando como si esta fuese la boda.
Llego a mi habitación y corro a la mesa, espero poder contactar a Paul.
—¿Hola? —responde al segundo timbre.
—¿Paul? —estoy segura de que este es su número.
—Si, ¿quién habla? —Su voz es un témpano, suena tan frío y distante, justo como la primera vez que hablamos.
¡Malditos traidores!
Ese par me vio la cara, sabía que Iván tenía otras intenciones con Scarlett, pero jamás me imaginé que se atreviera a tanto.
De cualquier forma, ya no importa, los dos traicionaron mi confianza... ¡Que estúpido fui al creer en el amor, al pensar que yo también podría vivirlo, soy un verdadero idiota!
¡Maldita sea, Scar!
¿Qué me has echo?
Solo jugaste conmigo, no quiero volver a saber de ti.
¡Nunca!
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