Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo

—Ya falta poco —le digo a Peludo en lo que termino de enjabonarle—. No te quejes. El agua está tibia.

No es un perro muy grande, pero si tiene la fuerza suficiente como para empaparme toda. No importa, ambos estamos bailando en medio de pompas de jabón. 

—Ya no salpiques tanto. Se va a enojar papá —repito, pues estoy bañando a Peludo en el baño de Daniel... en la bañera de Daniel—. Ya hueles mejor. A ver esa pata...

—Hasta aquí me cayó una gota de agua —dice alguien desde la puerta. Daniel—. Hola, amor —me saluda con un beso en los labios.

¡Por fin llegó, papá! —le digo a Peludo, que también salta para saludar a Daniel. 

No, no vivimos juntos, pero casi. Natalia dice que ya sólo me falta dormir y desayunar todos los días aquí, porque las llaves del apartamento ya las tengo. Pero todo a su tiempo. Daniel y yo hemos llevado despacio lo de conocernos, y hasta hoy puedo decir que cupido lo hizo bien esta vez. Excelentemente bien.

Nuestra relación ha madurado. Daniel continúa trabajando con su familia en el bufete de abogados y también escribe. Yo, por mi parte, regresé a la universidad y también estoy escribiendo. A diferencia de Daniel lo hago de manera informal, pero por algo debo empezar.

Peludo aprovecha que mamá y papá se están dando un beso para sacudirse.

—¡Oye! —le reclamo.

Daniel se echa a reír. —Bullying canuno —dice.

—Contigo es mal portado. A mí me hace caso —digo.

—A ver. Pídele que se siente —dice Daniel.

Me vuelvo a Peludo. —Peludo, siéntate —ordeno.

A continuación, Peludo salta sobre mi, empapándome aún más. 

—No te queda lo de mamá regañona —ríe Daniel. 

Así, entre los dos terminamos de lavar a nuestro hijo perruno. 

—¿Qué tal todo en el bufete? —le pregunto, salpicándole un poco más a propósito.

—Perfecto —retorna él, salpicándome también—. Tengo que viajar el martes. Así que sí hablas con tu tía Inés...

—¿Puedo acompañarte? —pregunto, entusiasmada. 

Corazón: Arena y sol. El mar azul. Contigo yo...

Cabeza: Oh, oh. Oh, oh.

Corazón: ¿Ahora cantas conmigo? Sí que la vida da vueltas.

Cabeza: ¿No ves que ahora hacemos equipo?

Corazón: Perfecto. Bailemos. Arena y sol. El mar azul...

—Siempre puedes acompañarme, Caro —dice Daniel—. Haz y dispone cuánto quieras en mi vida.

Acorto la distancia entre nosotros y le planto un enorme beso en la mejilla. —Y tú en la mía. Te amo.

—Yo también te amo —responde él, besando mis labios. 

Y Peludo, que tampoco quiere quedarse fuera de cuadro, nos besa a los dos.

—¡Su lengua! —protesto haciendo una arcada y devolviendo a Peludo a la bañera.

—¡Oye, sólo yo puedo meter mi lengua en su boca! —lo regaña Daniel, pero Peludo está moviendo su cola. Él está contento—.Y en otros lados, pero sobre todo en su boca.

Codeo a Daniel. —No hables sucio frente a nuestro hijo perruno.

—Él sabe que papá y mamá tienen que hacer sus cosas. ¿No es así, Peludo?

Peludo sigue moviendo su cola. 

—Sí, pero... 

—Un momento —pregunta Daniel de pronto y mirándome serio—. ¿Esa camiseta es mía?

Miro la camiseta que llevo puesta y después miro otra vez a Daniel. Rayos. Me sonrojo un poco:

—Es que no quise ensuciar mi uniforme de Café y letras.... y esta camiseta parecía vieja. Perdón.

Él continúa serio. —Increíble, Carolina.

—Perdón —insisto.

—Nada —refunfuña, y cuando creo que veré su primera rabieta... —. Ahora tendré que quitártela —añade, rodeándome por la espalda y abrazándome—. ¡Ajá!

—¡Siempre caigo! —me quejo.

Él se echa a reír otra vez:

—Esto fue mejor que lo de "¿Por qué está encendido el televisor?". 

—¡Eres terrible!

—Es tu culpa. Ya te he dicho que puedes tomar lo que quieras —dice, besando mi mejilla, mi barbilla y  mi cuello. 

—Tramposo —río. 

Con el tiempo la prensa se calmó y nos dejó en paz a los dos. Aunque lo positivo de todo es que aumentaron las ventas de los libros de Alexander Donoso. ¡Es increíble cuánto vende el morbo! Y la esperada nueva novela de Alexander ya tiene fecha de publicación: el día de mi cumpleaños. Se llamará "Una nueva cama".

Entretanto, Daniel sí me sacó de encima su camiseta.

—¿Por qué quieres hacer esto cuándo apesto a perro? —lloriqueo. Él está trazando un camino de besos desde mi cuello hasta mi hombro derecho. Le gusta hacer eso: Torturarme con besos. 

—En realidad a jabón para perro —dice, burlón.

—Pero podría darme un baño con aceite de vainilla —insisto, intentando desengancharme de él.

No quiero que piense que está besando a Peludo.

—Después hacemos eso —niega, y me carga del cuarto de baño hasta nuestra cama. Una nueva cama—. Ya sabes que una vez caes en mi red... —dice, amenazante. Sensualmente amenazante, y me deja caer sobre la cama— no hay pero que valga.

—Está bien, me rindo —digo, extendiendo mi mano hacia él para que la tome y se acerque. También lo deseo.

Y no me hace esperar. En segundos lo tengo a un costado de mí, buscando la mejor manera de rodearme.

—Bien pensado —musita en mi oído y continúa besándome.

La demanda en contra de Aníbal continúa prosperando. Daniel es un abogado pendenciero y le está haciendo pagar caro a mi antiguo profesor el intentar aprovecharse de mi. 

Me siento a salvo. Me siento protegida, respetada y, sobre todo, me siento amada.

—Múdate —me pide Daniel. Además de la camiseta ya me sacó las botas y los vaqueros.

—¿Estás seguro? —le pregunto, intentando sacarle la camisa y la corbata. Nunca me cansaré de entregarme completa a este hombre. 

—Nunca había querido tanto algo...

Pero uno siempre puede contar con Peludo para disipar la llama del amor. Él se las arregló para escapar de la bañera y trepar hasta la cama... y ahora se sacude sobre nosotros.

—¡Peludo! —protesta Daniel, riendo. Y entre los dos empujamos a Peludo fuera de la cama.

—Lo arruinó —digo, intentando recuperar mi ropa.

—Carolina, cariño —objeta Daniel, negándose a permitirme abandonar la cama—. Lo bueno de ser escritor es que estás preparado para los giros inesperados.

—¿Seguimos? —pregunto, esperanzada.

Él me dirige una mirada de "Tú qué crees" y otra vez le dejo envolverme entre sus brazos.

—Siempre seguimos —añade.

—¿Aunque a veces sea difícil terminar un capítulo? —sonrío. 

—Sí. Porque si un capítulo termina mal viene otro... —Él me besa— y otro... —Más besos— y otro...

—Aunque en algún momento habrá que ponerle un punto final a la historia —digo, triste. Porque pienso que sólo la muerte nos podría separar.

—Sí. Tal vez —dice él—. Pero no sabemos cuándo o cómo. Así que no pienses en eso. Mientras, atesoremos nuestros mejores momentos y disfrutemos de lo buenos que somos cuando estamos juntos, para que cuando tengamos que afrontar un nuevo giro argumental, estemos más enamorados que nunca. ¿De acuerdo? 

—Sí. Tú y yo siempre.

—Sí, porque ahora esta historia de aventura, drama, comedia y romance, es sobre nosotros.

Así me besa otra vez. 

Fin


--------

Gracias por todo, chic@s  :')
En serio GRACIAS. 
¿Nos seguimos leyendo?

DÓNDE MÁS ENCONTRARME:

Grupo de lectores en facebook: Tatiana M. Alonzo - Libros

Twitter: TatianaMAlonzo

Instagram: TatianaMAlonzo (Por allá lo espero con mucho contenido extra)

¡Gracias por apoyarme dejando su voto Y SEGUIMOS CON LAS ESCENAS EXTRAS! ♥

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro