Capítulo 10
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El coche que me espera afuera es una camioneta.
—¿Tú eres Víctor? —pregunto tímida a un hombre mayor elegantemente vestido.
Él me saluda desde el asiento del piloto y asiente. —Buenas noches, señorita Navarro —Baja y abre la puerta trasera de la camioneta para mi—. Pase adelante, por favor.
Sin embargo, antes de subir miro sobre mi hombro para confirmar que Aníbal no esté siguiéndome. Lo intentó pero Isaac lo detuvo, puede que haya cambiado de opinión.
Confía en mí, dijo Alexander. De acuerdo, lo estoy intentando, pero no es fácil. Literalmente me acabo de subir a una camioneta con un extraño cuando todavía no estoy segura de qué pasó allá dentro.
Víctor se apresura a subir a la camioneta y acomodarse de vuelta en el asiento del piloto, y pronto nos alejamos del restaurante.
—Está haciendo un poco de frío —dice, creo que para romper el hielo.—. Pondré la calefacción si eso está bien para usted.
Él está conduciendo sobre una de las avenidas principales de la ciudad.
—Sí. Gracias.
Necesito aire aunque sea artificial.
—¿Qué es esto? —pregunto. Sobre el alfombrado de la camioneta hay muñecas y peluches.
Levanto un osito para curiosearlo.
—Tini y Mariana olvidaron eso en el apartamento del señor —dice Víctor—. Debo llevárselos después de llevarle a usted. Tini no puede dormir sin ese osito.
Sonrío. —Tini y Mariana —repito, intentando memorizar sus nombres, y porque ya no quiero pensar en Aníbal o Isaac —¿Ellas visitan con frecuencia a Alexader?
—Sí, bueno... Escuché que esta vez el motivo fue una maratón de series y películas. ¿A dónde debo llevarla, señorita? —pregunta Víctor, mientras yo curioseo más juguetes.
—Calle Orquídeas, por favor.
Víctor asiente con la cabeza. Puedo ver sus ojos en el espejo retrovisor de la camioneta.
—Perfecto —dice—. Un primo mio vive en esa calle. Tal vez le pase a visitar.
¿Tendré permitido hacer preguntas?
—¿Trabaja desde hace mucho tiempo para el señor Donoso?
—Para su familia, en realidad —responde él—. El señor rara vez necesita un chófer. Pero suelo hacer mandados para él, su señor padre, su señora madre, sus hermanas, y también llevo y recojo a Tini y a Mariana del colegio.
—¿Usted los conoce bien? —continuo—. ¿A Alexander y a su familia?
—Desde hace diez años.
Tal vez no debería hacer preguntas...
—Lamento ser tan indiscreta.
Víctor me sonríe a través del retrovisor. —Pierda cuidado.
Mi teléfono suena con otra notificación. Es Vanesa.
¿Ya estás en tu casa?
¿Hago la llamada de ruta de escape?
¿Qué digo? ¿Que se murió mi gato?
Será gracioso porque no tengo un gato xD Jajajajaja
¿O estás en algún motel con Aníbal? :O
¡ESTÁS EN ALGÚN MOTEL CON ANIBAL!
¿DEJÓ A HELEN POR TI?
Y los mensajes siguen llegando y llegando...
¿Tendrán sexo?
¡USEN CONDÓN!
¿Tienes condones?
¿Si quiera sabes que es un condón?
CAROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Pongo los ojos en blanco. Aunque no me arrepiento de contarle porque a ella le cuento todo.
Te cuento al llegar a casa!!!
Tengo otra respuesta un segundo después:
CUENTAMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
Pongo mi teléfono en "silencio".
—¿Cómo está él? —le pregunto a Víctor.
Aún tengo la duda sobre si Alexander se esconde porque padece algún tipo de enfermedad.
—¿El señor?
—Sí. Él... su familia.
Tal vez Víctor pueda sacarme de dudas. No obstante, está vez él se toma su tiempo para responder:
—Están bien —duda un poco.
No sé cómo tomar eso. O Alexander no está bien o simplemente no quiere decirme más
—Sé que han vivido momentos difíciles.
—Sí. Él... Ellos... Verá señorita, ellos son buenas personas... que no confían demasiado en las personas.
No confían... Debe ser por "Ricardo y Cristina".
—Creo que puedo entender por qué.
La camioneta aparca frente a mi casa poco antes de las once de la noche.
Mi hermana y su esposo me sorprenden cuando salen a recibirme. Les avisé que llegaría tarde, pero ambos miran boquiabiertos en qué estoy llegando y con quién.
Víctor se baja de la camioneta para abrirme la puerta. Tanta atención me apabulla un poco.
—Gracias —me despido.
—Tenga linda noche, señorita.
Intento no mirar a Natalia a los ojos, de cualquier forma, cuando Víctor echa a andar la camioneta, empieza el interrogatorio:
—¿Y ese pingüino? —pregunta confusa.
—Wow, Carolina —Javier me mira con admiración.
—No es tu novio, ¿o sí? —insiste Natalia. Ella está mitad confundida y mitad molesta—. ¿Tienes novio? No sabía que tienes novio —se queja.
¿Mi novio un señor de al menos cincuenta años?
—Y que tiene una camioneta Santa Fe del año —silva Javier.
Me vuelvo para ver a la camioneta doblar la esquina. —No sé de marcas de vehículos —digo tímida.
—Pero si sabes de personas. ¿Quién carajos te trajo, Caro? —sigue el interrogatorio Natalia.
Trato de ser cortante para no hablar sobre un tema que yo tampoco domino. —Un amigo.
Los dejo hablando solos y me apresuro a entrar a la casa.
Si soy rápida puedo cruzar en tiempo récord el vestíbulo y sala y llegar pronto a las escaleras del segundo piso. Necesito encerrarme lo antes posible en mi habitación.
—Espera, Carolina —me detiene Natalia—. ¿Hay algo de lo que quieras hablar?
Oh, no...
—¿Puede ser mañana? Estoy cansada.
Ella levanta su dedo indice hacia mí. —Sólo dime si te estás protegiendo. No quiero tener que explicarle a mamá —Señala con un gesto de preocupación mi vientre—. Ya sabes...
—¡Sólo salí con un amigo, Nat! —me defiendo. Aunque siendo mi rostro enrojecer—. Él... le pidió al chófer del lugar en el que trabaja que me trajera a casa. Eso es todo.
—Caro... —Me apresuro a hacer mi camino del vestíbulo a las escaleras. —¡Estaré en la cocina si quieres hablar! —escucho decir a Natalia antes de terminar de subir las escaleras.
Mi única amiga es Vanesa y mi roce social es nulo. Ellos saben que oculto algo. Pero tampoco puedo decirles la verdad. Y es que, ¿qué verdad? Ni siquiera yo tengo certeza de qué está sucediendo.
A pesar de la edad que tengo mis hermanos y mi mamá me sobreprotegen. La gente alrededor de mí, en general, teme que debido a mi ensimismamiento sea propensa a que algo malo me suceda.
Echo llave a mi puerta y me dejo caer sobre mi cama. Necesito tiempo a solas para pensar... y preguntar. Preguntarle a Alexander.
De: Café y letras
Asunto: ¿A salvo?
Fecha: 22 de diciembre de 2015 22: 58
Para: Alexander Donoso
Ya estoy en casa :)
De: Alexander Donoso
Asunto: Eso creo
Fecha: 22 de diciembre de 2015 23:00
Para: Café y letras
Perfecto. Descansa.
Ah, no. Yo no necesito respuestas. Tal vez ayude bromear un poco.
De: Café y letras
Asunto: ...
Fecha: 22 de diciembre de 2015 23:00
Para: Alexander Donoso
Oye, Víctor me dijo cosas muy interesantes sobre ti n.n
De: Alexander Donoso
Asunto: ...
Fecha: 22 de diciembre de 2015 23:01
Para: Café y letras
No, no hizo eso.
De: Café y letras
Asunto: Ok, no.
Fecha: 22 de diciembre de 2015 23:01
Para: Alexander Donoso
Igual gracias por tu ayuda... creo. Aunque todavía no entiendo qué pasa.
Esta vez tarda en responder.
De: Alexander Donoso
Asunto: De nada
Fecha: 22 de diciembre de 2015 23:17
Para: Café y letras
Lo sé.
¿Lo sé? ¿Por qué está siendo tan cortante?
De: Café y letras
Asunto: ...
Fecha: 22 de diciembre de 2015 23:18
Para: Alexander Donoso
¿No me dirás nada sobre Isaac?
De: Alexander Donoso
Asunto: Mañana
Fecha: 22 de diciembre de 2015 23:20
Para: Café y letras
Mañana te enviaré algunos documentos.
Descansa, Caro.
No comprendo nada.
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¡Hola! Para celebrar que la historia ya superó las 1K visitas y casi los 200 votos, hoy publicaré tres capítulos :) ¿Les parece bien? Gracias por el apoyo, chicos y chicas ♥
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