4. We're not exactly... Alive
— ¡Despierta, despierta...! — ¿Porqué Jimin estaba sacudiendo a un dormido Taehyung?
Bueno, "dormido" no estaba porque — ya saben — los vampiros no tienen la necesidad de dormir.
— ¿Qué te pasa? Son las ocho de la mañana... — murmura Kim.
— ¿Acaso lo olvidaste? — su voz sonaba decepcionada.
El vampiro se sienta en su cama y frota sus manos en su cara. ¿Qué mierda había olvidado ahora?
— Tu cumpleaños ya pasó, no es el día de la amistad... — toma su teléfono para ver la fecha.
Treinta de octubre.
¡Ah, cierto! Ahora podía recordarlo: días atrás le había prometido a su mejor amigo que lo acompañaría a comprar su disfraz — aprovechando también para adquirir el propio.
Si lo olvidaba hubiese sido hombre muerto — una vez más. La fiesta predilecta de su amigo de llamativos labios era justamente la que llegaba a la medianoche.
— Estoy bromeando, Minnie... — Ríe, aliviado por haber recordado. — Sé que debemos buscar nuestros disfraces, sólo quería molestarte un rato.
Park le dirige una mirada amenazante a su dongsaeng y lo apunta con su pequeño dedo.
Podría parecer inofensivo, pero no lo era.
— Bien por tí, Kim Taehyung... ¡Ahora ve a cambiarte porque no quiero que se agoten los disfraces buenos!
¿Cómo olvidarlo?
El año anterior se había repetido la misma escena sólo que con un final distinto: en esa ocasión sí llegaron tarde, por lo que en las tiendas quedaban los disfraces que nadie quería.
— No me gusta... No me gusta... Un horror... — a cada frase el menor descartaba un nuevo disfraz.
A ese paso no conseguiría nada con qué disfrazarse.
— Sólo toma uno y pruébalo, Jimin. Cualquier cosa te quedará bien.
Pero el mayor no entendía razones. Con una expresión ofendida volteó a otro lado y caminó hacia los demás pasillos en búsqueda de algo perfecto para un amante de Halloween.
Mientras tanto, Taehyung pasaba sus ojos con rapidez sobre los disfraces para intentar encontrar alguka sugerencia para Jimin. Para él no era algo tan problematico, sólo tomaría el primer disfraz en su talla que vea y se lo llevaría.
Contrariamente a Park, no era un gran fanático de aquella festividad.
Repentinamente su teléfono suena llamando su atención.
— Yoon, estoy en público... — susurra al atender. Era el líder del Clan Min quien llamaba.
— No te preocupes, no te haré hablar demasiado... — dice. — Sólo quería saber si ya habías conseguido disfraz.
— Ah, eso... Si, justo en este momento estoy en la tienda de disfraces en Smeraldo n°613 comprando con Jimin.
— ¿El mortal amnésico?
Taehyung ríe.
— El mismo.
— Ah, bien. ¿Entonces que disfraz usarás?
Sin saber que responder, Kim toma el primer traje que sus manos tocan.
Oh cielos, ¡eso le quedaría genial!
— Uhm... ¡El Joker!
— Excelente elección, Tae. — lo felicita. — Ya que estás allí, ¿podrías recoger mi disfraz? Está pago y a nombre de Min Yoongi...
— Claro que sí... — Yoongi dió las gracias para luego despedirse siendo interrumpido por el miembro de su clan. — ¿Podría pedirte un favor?
— Depende lo que sea, pero dime...
Taehyung suspira. Desde que las amenazas de los vampiros que rechazan el Carnaval de la Luna Roja — y todo lo que representa — aumentaron, su miedo a perder a su mejor amigo aumentó.
Si no lo cuidaba él no lo haría nadie.
— Quisiera encargarme de cuidar a Jimin en la fiesta esta noche. — pide. — Es prácticamente todo lo que tengo... O por lo menos todo lo que corre peligro, porque bien sabes que nosotros no estamos precisamente...
— ¿Vivos? — ríen. — Entiendo perfectamente, Taehyung... Puedes encargarte de cuidar al mortal amnésico. Ahora ve a recoger mi traje y traelo temprano, ¿si?
— ¡Si, mi capitán!
La llamada finaliza en el exacto momento en el que Jimin aparece en la escena sosteniendo una capa de un brillante color rojo y un traje color negro.
— ¿Vas a disfrazarte de...? — sonríe Taehyung mientras cruza los brazos.
Park abre la boca exhibiendo una incómoda dentadura de plástico con colmillos de vampiro. Alza los brazos y todo lo que tenía en sus manos para exclamar felizmente:
— ¡Vampido! — por lo visto además de ser incómoda, esa dentadura no le permitía hablar correctamente.
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