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XXXVII: El tormento del ángel.

Si querés volar, entonces hazme saber que quieres sentir el cielo y te ayudaré a probarlo.❞


Alguien dijo que estabas en problemas, ¿Es verdad?

Preguntó Jeongguk mientras se adentra en el camerino y Park intenta detenerlo para que no avance más de lo que no debía pero antes cerró la puerta detrás de él, luego continúo.

—Un bailarín dijo que escuchó gritos que no eran de tí, luego algo con deuda y pandilla. ¿Alguien está molestandote?

—No, en verdad estoy bien, gracias por preocuparte, en verdad gracias.. es que.. estoy practicando un poco.— Su tono de voz suena un poco nervioso, pero intenta disimular un poco mientras sigue los pasos del azabache por el camerino.

Jeongguk frunció el ceño confundido ante sus respuestas, pero lo dejó pasar solo por ahora.

—Eso es extraño pero.. ¿Que ocurrió allí fuera cuando saliste corriendo? De repente estabas asustado y bajaste tan rápido de la barra que parecía que habías visto un monstruo. ¿No era yo o si?

Jeongguk se giró sobre sus talones para observarlo con una sonrisa mientras colocaba sus manos detrás de sus espaldas, con una pequeña señal de que deseaba jugar un poco después de no encontrar a nadie. Pero el ángel no tenía motivos para jugar ahora mismo, al desviar su mirada hacia el armario, puede observar como los ojos de esos monstruos observan todo y solo desea que Jeongguk se vaya pronto, pero para eso debía fingir que nada ocurría.

—¿Estás bien? — Preguntó nuevamente el carnicero mientras daba un paso en su dirección, pero siguió los ojos del ángel hacia el armario y se volvió confuso.— ¿Qué hay ahí? ¿Que observas tanto? ¿Olvidaste algo?

Y aunque Jeongguk siempre tomaba la iniciativa, está vez intentó hacerlo cuando se giró levemente para acercarse al armario, pero el ángel lo tomó de los brazos para alejarlo y llamar su atención mientras lo ayuda a encaminarse a la puerta.

—¿Por qué no mejor regresas al bar? Necesito cambiarme antes de irme a dormir.

Jeongguk sonrío cuando sus brazos eran jalados por el ángel para que saliera del camerino, pero rápidamente se zafó del agarre para alejarse un poco y bajar su mirada desde el rostro del rubio hacia todo su cuerpo casi desnudo mientras mordía su labio inferior.

El ángel no pudo esconder su leve sonrojo en sus mejillas cuando sintió esa mirada recorrer todo su cuerpo y luego sintió como el pulgar de ese carnicero se colocó sobre su belfo herido, notandose preocupado por su pequeña herida.

—¿Que ocurrió aqui? No la tenías cuando estabas bailando frente a mi.. — Su tono cálido y preocupado provoca un poco más de sonrojo en el rostro del rubio, quien se le escapa una sonrisa tímida pero cuando sus ojos se desvía hacia el armario, inmediatamente desvanece.

—No ocurrió nada. —Fue tan cortante que hasta asombró al azabache en la forma en que quitó su mano lejos de sus labios y abrió la puerta del camerino con la única señal. Deseaba que se fuera para evitar que resultará herido.— Ya sabes que estoy bien, es mejor que te vayas. Necesito estar solo.

—¿Por qué?

—Quiero estar solo, déjame solo. Solo quiero cambiarme.

Jeongguk retrocedió un paso hacia atrás, alejándose de la puerta mientras los ojos del ángel se abren un poquito asombrado por la actitud del carnicero.

—No, puedo verte mientras te cambias, no me molesta verte como te desnudas.

Pero solo es una situación peligrosa en la que el carnicero cree que puede invitar a la tentación y placer a ser parte del peligro cuando el único que se encuentra en peligro es el ángel, y aún más si esos monstruos del armario observan todo.

En los ojos del ángel existe el miedo asomándose y el carnicero estrechó sus ojos para observarlos mejor para darse cuenta que no era la típica mirada de ese rubio, algo tenía de diferente.

Por favor, Jeongguk.

Sus belfos gruesos solo pueden susurrar en tono bajo casi en un pequeño ruego que le piden que por favor oiga sus palabras y se marche del camerino solo por esta noche. Solo en esta noche de pesadilla de la que Jeongguk no debe formar parte.

Los monstruos acechan la situación desde la oscuridad del armario, sus ojos oscuros pueden observarlo todo con lujo de detalles y no pueden evitar sonreír cuando ese azabache baja su cabeza algo triste, pero solo era una tristeza fingida, ya que su cabeza voltea lentamente hacia el armario mientras eleva su mano para señalarlo.

—¿Tu ropa se encuentra ahí?

El ángel tragó duro mientras sus ojos se desviaron al armario pero no emitió ninguna palabra, era mejor mantenerse en silencio pero los ojos de Jeongguk se estrechan dudosos cuando su mirada regresa al rostro del rubio, quien mordisqueó sus labios nervioso.

—No es necesario. Puedo buscarla por mi mismo, ahora solo vete.

Jeongguk sonrío ladino mientras comenzaba cruzarse de brazos con lo que tenía en mente podía hacer para saber que ocurre realmente. Era extraño que Park le hable de esa forma cuando siempre es quien se muere por andar detrás de él.

—¿Entonces solo deseas que me vaya? ¿Estás seguro de que deseas que me vaya está noche? ¿Acaso no deseas que me quede contigo un segundo más?

Tres preguntas diferentes pero con el mismo objetivo de quedarse esta noche. De esta manera, el ángel tendría que responder alguna de estas con la verdad, pero no estaba funcionando cuando el cuerpo del rubio comenzó a temblar en respuesta. Sus bellos ojos azules se desviaron hacia el armario nuevamente y todo bajo la mirada de Jeongguk, quien volvió a estrechar sus ojos dudoso en dirección al ángel.

—¿Tienes frío? ¿Quieres que te caliente?

Nada de lo que el carnicero hacia lo ayudaba en esta situación, ya que el ángel comenzó a temblar mucho más cuando el azabache se aproximó a él y lo rodeó con sus brazos no sin antes cerrar la puerta, sin intenciones de marcharse aún.

Jeongguk avanzó por el camerino abrazando al ángel mientras que obligaba a este a retroceder sobre sus pasos para aproximarse un poco al armario, pero ambos detuvieron su acercamiento ya que el rubio se resistía ante el abrazo pero poco a poco se dejó llevar por el aroma del carnicero y su mente se relajó por completo, olvidando a los monstruos del armario.

Los ojos grises del carnicero se desvían lentamente hacia el armario mientras coloca su mentón sobre el hombro del ángel y luego se dibujó una media sonrisa en su rostro cuando algo extraño presentía de ese armario. Los monstruos dentro del armario no pudieron evitar tragar duro cuando Jeongguk estrechó sus ojos en la dirección hacia ellos, sin saber que se encuentran allí.

No te quedes está noche, Jeongguk.

Es un poco doloroso que sus belfos gruesos susurren de esa forma tan suave y dolorosa en su oido, parece que está noche no desea tenerlo cerca como el carnicero si desea estar junto a ese ángel. No puede enfadarse por lo que le pide, es una lastima que tenga que respetar lo que decide.

¿Por qué?

Jeongguk susurró en oído y en su tono de voz se nota la decepción combinada con un poco de tristeza, incluso al alejarse un poco y al observarlo a sus ojos azules, se torna triste como es la primera vez que Jimin lo observa tan serio y distante, aunque por dentro su ser llora por tener que comportarse de este modo para salvarlo de esos monstruos. No quiere que el bello azabache resulte herido por su culpa.

¿No crees que es suficiente? Me ahogas con tu presencia, déjame solo.. no quiero que me toques ¿Es tan difícil para ti respetar mi decisión? ¿No ves lo serio que estoy siendo contigo? ¡Déjame en paz!

Es una sorpresa para Jeongguk que Jimin lo empuje tan fuerte y lejos de su cuerpo, obligándolo a retroceder bruscamente y recuperó su equilibrio cuando casi cae por el fuerte empujón que recibió.

El carnicero arrugó levemente su nariz esa actitud no le agradó en absoluto, no era usual en el ángel, y es por eso que solo soltó un gruñido cuando todo esto era nuevo ante sus ojos.

¿Ahora quieres estar solo? Entonces quédate solo...

Desde el punto de vista del ángel, aquellas palabras tan cortante puede herir hasta más allá de su piel cuando llegan a su corazón y sus ojos luchan por no demostrar que poco a poco comienzan a humedecer, formando pequeñas lágrimas. Solo tomó un profundo respiro cuando Jeongguk se volteó hacia la puerta y camino para salir del camerino, pero antes de marcharse, sus ojos grises conectaron con los suyos por segundos y luego se marchó cerrando fuerte la puerta.

El ángel sintió sus lágrimas caer cuando finalmente la presencia de ese carnicero se desvaneció junto con su aroma, y dió pasos rápidos hacia la puerta cerrada para apoyar su mejilla junto a sus manos sobre esta, lentamente sus manos se deslizan por la madera como se deslizan sus lágrimas por sus mejillas cuando se siente tan mal por dentro de tener que alejarlo de esa forma.

Puede oír las risas maliciosas y de burla de los tres hombres que salen del armario mientras gozan ver cómo Park lo pierde todo por culpa de ellos. Primero ha perdido a su madre desde muy pequeño, luego a su trabajo en el club nocturno dónde era respetado, y finalmente al amante de un amor que apenas empezaba y que de alguna forma curaba todas las heridas del pasado cuando ese azabache lo rodeaba con sus brazos.

Sus pequeños sollozos contra la puerta solo son una suplica indirecta para que ese carnicero regrese para abrazarlo fuerte y desear que nunca lo deje ir, pero debía ser fuerte y salvarlo de quienes lo atormentan.

Siente asco y demasiadas ganas de vomitar cuando el líder de esos hombres, lo toma por el mentón para obligar que lo observé fijamente a los ojos mientras sus lágrimas caen como cascada que expresa lo triste que se encontraba el océano esta noche de infierno.

Muy bien, Park, muy bien. Creo que nunca debiste ser un bailarín, debiste ser un actor.

Y luego de eso puede oír sus risas divertidas atormentando su mente cuando no paran de burlarse de los sollozos del bello bailarín, quien los observa mientras aprieta sus labios y mientras las lágrimas vuelven borrosa su visión.

El color azul del océano en sus ojos se vuelve oscuro y apagado.

𝐂𝐀𝐑𝐍𝐀𝐆𝐄

Durante la noche en la que se sintió extraño y algo asombrado, Jeongguk jamás se esperó esa actitud del ángel hacia él. Solo tenía que alejarse del camerino desconfiando de lo que había sucedido tan extrañamente. No era algo usual en Park que su comportamiento cambie tan repentino.

Ese jodido armario tenía algo extraño cuando los ojos azules de ese rubio lo observaban por unos segundos con una mirada rápida y asustadiza.

Con la mente profunda de sus pensamientos, su hombro chocó con un cuerpo igual de fornido que el suyo y no tuvo que voltearse demasiado hacia ese hombre cuando supo que se trataba de Junseo.

¿Que ocurrió, carnicero?

Jeongguk lo observó de arriba a abajo para luego chasquear su lengua algo molesto por tener que volver a ver a el rostro de ese soldado de nuevo. Solo quedaba ignorarlo para seguir su camino hacia su propia habitación, pero realmente Junseo estaba tocando sus cojones cuando se comportaba de esa forma tan fastidiosa. Solo era un asunto entre él y el ángel, nadie más.

Podía oír los pasos de ese soldado seguir los suyos detrás de su espalda cuando se dirigía hacia la escalera, pero se detuvo cuando era un fastidio tener que sentirse tan molesto de esta forma por culpa de ese hombre. Antes de subir el primer escalón, solo volteó inesperadamente hacia Junseo haciéndole frente mientras fingía una sonrisa para contenerse de no golpearlo allí mismo.

—¿Que carajos quieres ahora? ¿Quieres que nos expulsen a los dos de este bar por pelear de nuevo, cabron? — Interrogó Jeongguk con un tono molesto y entre dientes mientras sus rostro se aproximó un poco hacia el de Junseo, quien lo observó frío.

—Solo quiero saber que le ocurrió a Jimin, fuiste el único cabron que podía ir. Yoongi me detuvo cuando intenté ir detrás de ir para verlo como tú también lo hiciste.

El carnicero solo respondió rápido antes de soportar otros minutos más observando ese rostro que detesta.

—Esta bien, y desconfías, entonces ve y pregúntale.

Taehyung, quien observaba todo desde lejos, aunque algunos hombres se interpongan en su visión, igualmente lograba observar como Junseo solo intentaba platicar con Jeongguk. Al ser su mejor amigo, podría comprender cuando se encontraba molesto o no, y realmente no se confundía. Es así que, se colocó de pie rápidamente y se alejó de un Yoongi que lo observó confundido.

—No suena demasiado convincente. Lo veo en tu rostro, algo te sucedió con él.

Pero Jeongguk solo volteó sus ojos mientras soltaba una risilla fingida para intentar calmar sus impulsos de romperle su rostro en ese mismo instante. Los asuntos con el bailarín son solo suyos y de él.

—No te importa, no me toques los huevos, Junseo, demasiado tengo con verte a los ojos esta noche.

Taehyung se aproximó rápidamente, luego pasó un brazo por encima de los hombros del azabache para demostrarle que lo apoyaba en la situación, aunque también se encontraba a su lado para detener otra posible pelea.

—¡Hey, Hey! Ya basta. ¿Por qué no se dejan en paz un segundo?

Al oírlo, Junseo se encogió de hombros y se alejó de ambos cuando el amigo de ese carnicero se aproximó, no tenía ánimos para hablar con ese castaño y solo se alejó para acercarse a Doyun, quien observaba todo con una pequeña sonrisa.

Por otro lado, los mejores amigos suben las escaleras para alejarse de los problemas, necesitaban hablar a solas de todo lo que ha estado ocurriendo últimamente en el bar y los problemas que se causaban a diario por choque de personalidades cuando se trataba de Park, quien aún no regresa y eso preocupa a Taehyung.

Desde la perspectiva de Junseo, Doyun lo observó con una sonrisa y luego palmo su hombro.

—Aun estoy preocupado por Jimin. — Susurró el soldado.

Pero el bailarín malvado no respondió ante sus palabras, ya que sus ojos verdes se desviaron hacia los tres hombres que salieron del camerino de Park, y el lider de estos le guiño un ojo para hacerle saber que todo fue un éxito de acuerdo al plan, dando a entender que posiblemente Jeongguk también se alejó de Park debido al rostro de decepción que llevaba.

Cuando los tres hombres de la pandilla se marcharon de bar, Doyun sonrío aún más cuando su plan fue un éxito; aunque solo se trataba de la primera parte de su plan, y luego regresó su mirada al soldado preocupado.

¿Por qué no le preguntas a Park como se siente ahora en su camerino? Estoy seguro de que está libre ahora, debe estar esperándote.

Su tono de voz es un poco malicioso con una mezcla de manipulación que endulza el oído del soldado, complaciendo su mente con lo que deseaba escuchar sobre Park, y luego de eso solo vio como ese Junseo se alejaba de su lado para dirigirse a los camerinos. Quizá los dos era iguales de fracasados en el amor pero lograrían obtener lo suyo con un poco de maldad.

[...]

Debido a lo que ocurrió, una charla profunda era necesaria entre mejores amigos. Taehyung ya no puede soportar seguir observando a su mejor amigo de esa forma. La manera en que su actitud ruda sale a la luz cuando ve a Junseo es demasiado.

¿Qué es lo que sientes cuando digo su nombre? ¿Por qué de repente actúas tan rudo cuando Junseo apareció?

Kim se cruzó de brazos mientras daba pasos lentos por la habitación mientras Jeon se encontraba sentado en la orilla de la cama y observando su mejor amigo moverse de un lado a otro.

Si te pones en mi lugar, puedes sentirse como yo me siento.. Él lo abandonó cuando lo rescató, es normal que me sienta molesto por eso. ¿Cómo te sentirías saber que abandonaron a la persona que te gusta y ahora ese hombre regresa para llevárselo? No serías el mismo. —Jeongguk mordisqueó sus labios luego de sus palabras, luego colocó sus manos sobre la cama para inclinarse hacia atrás y relajarse un poco.

Taehyung le dió una mirada rápida a sus propias botas, un poco pensativo imaginando estar en el lugar de su mejor amigo cuando le explicó su punto de vista y la razón de su enojo cuando sus ojos captan a ese soldado ante sus ojos en todo el momento. Puede comprender un poco sus emociones cuando imagina tener atracción por alguien y luego sentir que alguien más lo desea con la intención de alejarlo de su lado.

Puedo comprenderlo, pero que sientes realmente digo su nombre.. ya sabes, Jimin.

El carnicero se removió un poco en el cama mientras la mirada de sus ojos grises se vuelve suave cuando escucha su nombre, luego de eso su mente lo relaciona con el cielo, el océano y los ángeles. Sus manos se entrelazaron entre sí cuando apoya sus codos sobre sus piernas y su espalda se encorva un poco hacia adelante mientras sus ojos observan como sus dedos se presionan entre si.

Es diferente a lo que pensé.. es la primera vez para mí que me gusta un hombre.. es extraño y deseable. Jamás pensé que me gustaría un bailarín exótico, no es recomendable para un creyente como yo. Es pecado carnal cuando con solo observarlo desea algo más que un beso.

Taehyung se sentó a su lado mientras oía todo lo que su mejor amigo tenía escondido en lo profundo de mente, sus emociones son verdaderas como sus sentimientos hacia el primer hombre que le gusta desde ahora, pero es doloroso saber como el ángel pudo rechazarlo esta noche cuando deseaba estaba junto a él. Aún sospecha de lo ocurrido está noche, algo no esta bien.

—¿Es como un ángel, no? El ángel que has buscado desde niño. — Kim le extendió un cigarrillo que sacó de la cajetilla de cigarrillos en su bolsillo, luego le dió le extendió un mechero para encenderlo.

El azabache no se negó a fumar un poco, con sus labios atrapado aquel cigarrillo, sus manos lo encendieron gracias al mechero mientras da calada una y otra vez para ayudarlo a encenderlo, luego se lo regresó a su mejor amigo.

No pienso dejar que se lo lleve. Espere demasiado tiempo para encontrarlo, ¿Y lo dejaré ir así como así? Antes muerto.

Estoy seguro que Junseo no se va a rendir.. y tú tampoco lo harás. ¿Te gusta demasiado?

La comisura en su boca se curvo arriba cuando escuchó a Taehyung. Estaba en lo correcto, no iba a rendirse tan fácilmente ante un soldado que regresó para llevarse a su ángel, quien buscó y ahora no lo dejaría ir.

Me gusta más de lo que crees, pero aún no lo sabe.

Los mejores amigos soltaron una risilla cuando eran cómplices del secreto del otro que involucraba a un bello ángel que solo sollozaba en su camerino mientras su mente recuerda el infierno que vivió hace dos meses atrás, antes de que los zombies aparezcan ante sus ojos azules y acabarán con todos los humanos, dejando secuelas en la ciudad con tan pocos sobrevivientes que intentaban esconderse de los caminantes.

Cada día sería difícil, cada día sería un nuevo desafía y una superación que debían enfrentar si deseaban permanecer con vida. El ángel debía buscar la salida del infierno y el carnicero debía intentar buscar la manera de que nadie muera, cuando cargaba con la responsabilidad de proteger a los demás al pertenecer a un clan.

¿Pero cuando será el día en que Jeongguk sepa que ocurre realmente con Jimin?

Tres monstruos se interponen entre ambos amantes, intentando destruirlo todo y sobretodo intentar que Jimin jamás pueda liberarse de ellos, ya que no desean reconocer que aquel tormento que le crean al ángel, no es más que una obsesión ante su belleza. La deuda es un real, pero una buena excusa para volver a verlo y encontrarlo siempre.

—¿Estás dispuesto a protegerlo?

Jeongguk sonrío ampliamente ante su pregunta, indirectamente le confiesa que si.

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