XXI: El dolor al no escapar.
❝Ahora solo somos nosotros tres hasta el final.❞
—
Sus párpados pesan, su cuerpo no responde aún. A través de sus párpados puede observar la iluminación del sitio en el que se encuentra, puede oír a su lado sonidos de quejidos y como sea abre sus ojos.
Su mirada primero se aclara luego de parpadear repetidas veces y poco a poco su visión se acostumbra a la iluminación, examinando su entorno entiende que no es la habitación del bar, si no un sótano oscura y apenas con una pequeña lámpara de iluminación que cuelga del techo, las paredes son de madera y algunas herramientas de trabajo se recargan en esta como también una mesa con más herramientas.
Solo hay una pequeña ventana en todo el sótano y unas escaleras que suben hacia el piso de arriba.
—Mira a quien acaba de despertar, nada más que Jeongguk.
La voz de Taehyung hace que voltee su cabeza en su dirección, buscando su rostro con su mirada y cuando lo logra, solo suelta un suspiro.
No podía creer que su cuerpo no responda a nada de sus pedidos cuando se encuentra amarrado con una cuerda alrededor de sus muñecas y otra en sus tobillos como Taehyung y Park que se encuentran amarrados cada lado de el con sus expresiones de molestia.
—El bartender dijo que logró drogarte con ese trago, no eres nada astuto. — Se quejó el bailarín mientras lo observó por el rabillo de su ojo.
—Es mejor que con ese rostro no me hables de lo que me sucedió cuando tú estabas ebrio. — Atacó el carnicero mientras lo observaba por el rabillo de su ojos de la misma manera que ese bailarín.
—Suficiente. — Dijo Taehyung.
El castaño deseaba escuchar lo que ocurría arriba, en el piso superior al sótano, sus oídos podían oír los pasos de los hombres culpables de amarrarlos a los tres y encerrarlos aquí. Parecía que en segundos bajarían al sótano para estar seguros de que sus víctimas se encuentren despiertas para comenzar con su oscura diversión.
Mientras tanto, Jeongguk movió sus manos atadas y intentó colocarse de pie cuando apoyó sus palmas en el sucio suelo del sótano, las miradas de los dos hombres restantes lo seguían intentando descifrar lo que haría ahora.
—¿Ahora qué? ¿Tienes un plan? Que no se te ocurra escapar de aquí sin nosotros. — Habló el castaño siguiéndolo con sus ojos oscuros.
Jeongguk sonrío ladino cuando se colocó de rodillas. Luego de eso, en un movimiento rápido, aún con sus manos sobre el suelo, se colocó de cuclillas con mucha rapidez. Tuvo mucho cuidado no caer hacia adelante y golpear todo su rostro en el suelo, solo tenía que subir lentamente para colocarse de pie cuando alejó las manos del suelo.
Park y Kim inclinaron sus cabezas a un lado mientras en su rostro se dibujaba una expresión de confusión pero luego se borró cuando sonrieron divertidos al observar como Jeongguk daba un salto con sus piernas atadas. Las sonrisas desvanecen para ser reemplazadas por pequeñas risas cuando el azabache salta y salta como un conejo hasta la mesa de herramientas.
Jeongguk volteó sus ojos cuando sus oídos podían oírlos ambos soltar sus risillas divertidas a sus espaldas. No importa demasiado, sus ojos grises se enfocan en una sierra circular y de mesa para cortar madera, la cual se encuentra a su lado y apagada.
Su mente ya tiene una idea y su cuerpo se mueve para cumplirla. Solo presiona un botón rojo a un lado de la sierra antes de observarla finalmente encendida y sus manos atadas se aproximan a esta con la idea de liberarse la cuerda que las amarra.
—No lo hagas, Jeon. — Dijo el bailarín con un cierto tono de preocupación, la misma que demuestra Taehyung en su rostro.
Pero el carnicero hace oídos sordos ante sus palabras, realmente no teme ante lo filosa que se ve la sierra al moverse tan rápido y dispuesta a cortar lo que sea. El ruido de esta se mezcla con el sonido de los pasos en el suelo superior del sótano, posiblemente ellos bajarán en cualquier momento al oír un sonido abajo. Jeongguk se apresuró y separó un poco sus manos atadas para que la sierra pueda cortar entremedio de ambas sin resultar gravemente herido.
La puerta del sótano se abrió cuando finalmente la cuerda fue cortada de sus manos y rápido apagó la sierra antes de ser descubierto en medio de su escape. Solo se ocultó debajo de la mesa cuando escuchó como alguien bajaba por las escaleras del sótano hasta finalmente saber que se trataba de tres hombres con sus miradas en el ángel y su mejor amigo.
Jeongguk observó como Taehyung lo observaba algo inseguro ante la situación y Jimin solo bajó su mirada cuando un hombre se aproximó a él con malas intenciones. El carnicero solo observa como esos hombres ríen por lo bajo cuando en sus mentes retorcidas tienen la más cínica diversión para sus víctimas hasta que sonrisa de sus rostros se desvanece cuando falta uno mas entre ellos.
—¿Dónde demonios está? — Unos de los tres hombres toma del cuello de la ropa del castaño y la jala para obtener la información que desea saber.
—No sé de qué hablas. — Respondió Taehyung con un tono frío y sus ojos se vuelven lo mismo.
—Sabes de lo que hablo pero no importa ya fue el escape de tu amigo será la razón para que la tortura sea doble para ti. — Y lo soltó de manera brusca antes de encaminarse hacia la mesa de herramientas.— Es una lastima que ese carnicero escape, era mi favorito.
Park le dió una rápida mirada al azabache que se encontraba debajo de la mesa, la cual el hombre se aproximó y sus ojos observaron una cuerda cortada cerca de la sierra circular de la mesa.
—Maldito. — Murmuró el hombre ante imaginar que ese azabache posiblemente ya había escapado. Su diversión se acabó.
—¡Ja, Ja! Parece que alguien se quedó sin su diversión. — Dijo el hombre frente a Park, quien se burla de su compañero mientras sus ojos perversos observan al ángel.
—Es imposible que escape, la puerta del sótano tenía seguro. Ese gusano se escondió, ¿por qué no lo buscas? — Dijo el último hombre con una sonrisa cínica y una mirada oscura como su mente.
—Es posible que se encuentre cerca... ¡no temas gusanito, podría encontrarte aquí!
El hombre frente a la mesa de herramientas, sonrío cínico y divertido cuando su compañero le da una pista, su emoción por encontrarlo le juega una mala pasada y al colocarse cuclillas para examinar bajo la mesa, entonces se lleva una gran dolorosa sorpresa que le provoca que suelte un fuerte grito de dolor.
Jeongguk sonrío cuando el hombre se colocó de cuclillas para encontrarlo debajo de la mesa y en un rápido movimiento, con la navaja que empuñaba en su mano, la aproximó al ojo del hombre para introducirla allí a la fuerza.
—Yo te encontré primero. — Susurró el carnicero.
El extraño se tomó el ojo con fuerza cuando podía sentir que toda la sangre brotaba de este a borbotones y sus pasos retrocedían desesperados del dolor que sentía en su ojo herido. Sus gritos de dolor son tan fuertes que los demás hombres extraños se preocupan demasiado y luego desvían sus miradas al azabache que sale debajo de la mesa.
—¡Aah! ¡Matenlo, matenlo, matenlo ya! — Exclamó el hombre en gritos de dolor mientras su ojo duele demasiado.
Los dos hombres cínicos se mueven hacia Jeongguk pero este mueve su navaja para provocar un largo corte en la mejilla de uno de estos pero no fue de mucha ayuda ya que el otro hombre restante lo atrapó y sus manos rodearon el cuello del carnicero con su objetivo de asfixiarlo para acabar de una vez con él.
El hombre herido en la mejilla, se mueve rápido y su mano se forma en puño para golpear en el abdomen al azabache, justo en su herida suturada por el ángel y eso provoca que un ahogado gemido de dolor pero las manos de ese hombre en su cuello evita que sea un claro gemido de dolor cuando el oxígeno se le acaba muy rápido.
Taehyung no puede permitir a sus ojos seguir observando una situación tan vulnerable como la que su mejor amigo sufre mientras que el solo se encuentra amarrado. Pero alguien más que él se adelanta ante su acciones y eso crea asombro en su rostro.
—¡Hijos de puta! ¡¿Dos contra uno?! ¡Son unos jodidos tramposos y cínicos! ¡Soy mejor oponente que él!
—Jimin.. — Kim susurró su nombre cuando no deseaba que fuera Park quien tome el lugar de ambos para salvarlos.
El ángel tomó la decisión de ser quien tome la tortura de esos tres hombres para dejar libres a los mejores amigos de las heridas que puedan sufrir. Sus ojos azules no tienen de miedo de observar esos hombres que sueltan y lanzan a Jeongguk al suelo frente al ángel, sus pasos se aproximan a él pero su cuerpo no tiembla de miedo como antes y está seguro de sacrificarse para que nadie más salga herido.
—¡¿Un mejor oponente?! ¡¿Tú con esa cara bonita crees que puedes vencernos o incluso soportar todo el dolor con ese cuerpo pequeño?! — El hombre herido en el ojo ríe a carcajadas cuando ese rubio no es más que un bailarín inútil.
Pero Park no ha demostrado ni un diez por ciento lo que es realmente su mente o su personalidad. Ocultar su verdadero yo en las sombras hace que nunca tenga que convertirse en el cínico bailarín que alguna vez fue en el pasado y que creyó encerrar para siempre. Solo puede liberarse cuando lo que más le gusta resulta herido. Sus ojos azules pueden ser bonitos pero ahora se tornan oscuros como la noche y no como un océano en la medianoche.
Jeongguk se movió un poco sobre el suelo para observar al rostro aquel bailarín que observa a esos hombres con seriedad en todo su semblante.
—¿No es creíble para ti porque piensas que con esta apariencia no soy capaz? Te invito a saber mejor de mi. — Su tono profundo y cortante hace que esos hombres sonrían deseando poder cumplir su perversa fantasía de acabar con ese bello rubio.
—No lo hagas, Park, no sabes en lo que te metes.
Pero la advertencia de Kim no detiene al ángel de la decisión que su mente ha tomado cuando esos hombres lo colocan de pie y quitan las cuerdas amarran sus manos como sus pies. No teme ante lo que tiene en mente ahora mismo cuando finalmente es libre y una de sus manos se forma en un puño que acaba en el rostro de uno de los dos.
Jeongguk observó como ese pequeño ángel logró que un hombre caiga inconsciente al suele con un golpe certero en su mandíbula que provocó que se desvanezca al suelo. Sus ojos grises se asombraron cuando esa fuerza parecía mucho más que la suya y desvío su mirada hacia su mejor amigo que no podía explicar lo que acaba de ver cómo también el hombre herido también pensaba.
El hombre cínico observó a su compañero en el suelo y sus puños temblaron al observar de regreso el rostro serio de ese rubio. Retrocedió cuando esté avanzó hacia él y temía ser golpeado de la misma forma.
—¡No me golpees! ¡Yo solo estoy aquí porque me obligaron! — Confesó en hombre asustado, quien en realidad solo posee pensamientos perversos y cínicos pero no era capaz de golpear a ese rubio ahora mismo.
—Entonces lárgate antes de que te corte el cuello. — Dijo el ángel y ladeó su cabeza hacia la escaleras.— No miento cuando digo que lo haré.
El hombre corrió hacia las escaleras ignorado al otro hombre herido que le suplicó que se quedará junto a él pero no fue así y la puerta del sótano finalmente se cerró nuevamente.
Jeongguk se colocó de pie rápidamente y se aproximó a su mejor amigo para ayudarlo a quitarse las cuerdas de las manos como sus pies, logrando liberarlo de una vez por todas mientras que ambos observan a ese hombre herido presionar su ojo con más fuerza cuando se encuentra acorralado.
—¿Quieres divertirte conmigo? —Preguntó el carnicero con una sonrisa cínica pero el hombre negó rápido pero eso no lo detuvo cuando el ángel encendió la sierra para que Jeongguk lo piense muy bien.
Todo lo que se oye provenir desde el sótano son gritos de horror de aquel hombre aunque en realidad Jeongguk solo lo asustaba con herirlo con esa sierra. Finalmente, el escape fue mucho más rápido esta vez pero no creen que podrán escapar de la ciudad fácilmente cuando al escapar del sótano, eran esperados por muchos más hombres en la sala principal de la casa en la que se encontraban.
𝐂𝐀𝐑𝐍𝐀𝐆𝐄
Los tres sobrevivientes novatos fueron arrojados sobre el suelo del bar y frente al bartender molesto de su propio plan que fracasó fácilmente.
—Demasiadas gallas para ser simples novatos.
Todos los hombres con aspectos siniestros, cínicos y perversos solo poseen una mirada que penetra mezclada de fantasías retorcidas como sus sonrisas en sus rostros. Todas sus mentes deseaban torturar aquellos nuevos invitados de la ciudad y tenían muchas cosas preparadas para cada uno que sería incapaz de que escapen fácilmente.
Bienvenidos al infierno.
Colocados de rodillas, los tres sobrevivientes bajaron sus cabezas cuando todos esos hombres los rodearon en un círculo y ese bartender soltó una risilla tétrica ante lo que su mente imagina hacerles hacer a esos novatos.
Nadie que entrar a Orrinshire escapa fácilmente. Todos acaban muertos, ningún invitado sale con vida y los que lo han logrado escapan perdiendo la cordura de sus mentes, enloqueciendo por lo que sufrieron por culpa de todos esos hombres psicópatas.
— Jamás debieron venir aquí, y esa es la causa por la cual nunca salgan. Soy el líder de todos estos hombres, divertirnos con los nuevos es nuestro pasatiempo y luego esperamos por otros cuando acabamos con los que ya teníamos. Antes de ustedes, existieron otros hombres aquí pero fácilmente acabaron muertos. ¡Estoy deseando saber cuánto soportarán!
Jeongguk apretó sus labios con fuerza. Es completamente culpable de que los tres se encontrarán aquí, era el camino equivocado para los tres, y ahora se encuentra en la peor situación que jamás esperó afrontar. Taehyung es víctima de esos hombres por su culpa y seguramente el ángel sufra a causa de esos hombres perversos.
Su mente intenta encontrar la manera de crear una idea para escapar pero es interrumpido por el Bartender que lo toma del mentón para observarlo a sus ojos grises, este no puede evitar sonreír con burla ante los ojos del carnicero, solo demuestran culpabilidad y preocupación por sus dos compañeros sobrevivientes.
—Se que eres su mejor amigo, él me lo ha dicho.— Confesó el bartender.— Luego pensé, si es su mejor amigo entonces podría doler lo que le ocurra, ¿Verdad?
—Que no se te ocurra. — Amenazó el carnicero entre dientes.
—Mucho más que eso, tengo demasiado en mente y tú también tienes mucho en mi mente. Sufrías por adentrarte aquí.
Y su agarre en su mentón se aflojó, soltando el rostro del azabache con fuerza para crear un chasquido de sus dedos para dar una orden a un grupo de hombres encargados de Taehyung, quienes le colocaron un bolsa oscura en la cabeza para evitar que observé a su alrededor.
Taehyung le dió una mirada a Jeongguk mientras sus labios se mueven para que este último pueda leerlos; Estaré bien, no te preocupes.
El castaño fue arrojado al suelo mientras sus brazos eran atados a sus espaldas por esos hombres antes de ser jalado para colocarlo de pie para sacarlo del bar con la mirada preocupada de Jeongguk lo sigue.
—¡No, no, no! ¡Taehyung! — Gritó el azabache mientras intentaba colocarse de pie y correr hacia su mejor amigo, quien era jalado fuera del bar hasta desaparecer.
Los hombres encargados del carnicero lo empujarlo de regreso al suelo y lo colocaron de rodillas para después darle un golpe en el rostro como una forma de tranquilizarlo, y así guardar silencio ante el bartender.
—No creo que se encuentre bien después de lo que le ocurrirá, si tan solo no hubieran escapado del sótano, todo no ocurrirá.
— Hubiéramos muerto de igual manera, imbécil. — Escupió molesto el bailarín y el bartender lo observó con indiferencia combinada de seriedad.
—Es la jodida idea, solo deseamos que mueran de todas formas.
—¡¿Y por qué no te mueres tú jodido enfermo? — Escupió nuevamente con palabras de molestia aquel ángel mientras de coloca de pie para ir en su dirección pero cuatro hombres lo toman de los brazos.
—Tu vocabulario no combina con tu apariencia en absoluto. — Respondió el bartender.
Jeongguk solo negó cuando todo era mucho peor si Park no guardaba silencio, desconocía a este nuevo ángel y su mente se encuentra en shock cuando todo lo que ocurre es perteneciente de una pesadilla nocturna pero en realidad está viviendo una pesadilla en carne propia y se encuentra despierto para sufrir.
—¡Jodete, jodete, jodete! ¡Eres un jodido enfermo, tu y todos estos idiotas!
Pero el bartender no se inmuta ante las palabras de ese rubio, lo único que provoca en su rostro es que siempre mantenga esa sonrisa oscura.
—Es suficiente, callen al bailarín de una vez.
El ángel luchó contra los agarres de todos esos hombres sobre su cuerpo, intentó escapar pero fue arrojado sobre el suelo de madera del bar. El fuerte estruendo de cuerpo al chocar al suelo, llamó la atención de Jeongguk quien poseía una mirada desorientada ante lo que sucedía, su mente no regresaba a la realidad de los hechos y no su atención no se encontraba en la situación.
El bailarín luchó por safarse de los hombres hasta que uno tuvo el atrevimiento de herir su mejilla con una navaja, provocándole un corte allí del cual brotó una gota de sangre que resbaló hasta su mandíbula. Dañando su bella piel, Park se asombró ante la herida de su rostro. Ellos sabían que la apariencia lo era todo para un bailarín y estaban seguros de destrozarla.
—Se cuánto podrá doler que dañemos tu apariencia, jamás volverás a bailar cuando su cuerpo contenga cicatrices imborrables. No le gustará a nadie más y nadie deseará estar contigo.
La mirada de ese ángel lo observa con molestia, tristeza y preocupación. Su rostro es tomado por un hombre y el filo de la navaja se aproxima de nuevo a su mejilla, puede sentir como nuevamente será víctima de otra herida en su rostro.
Jeongguk observó por el rabillo del ojo como Jimin lo observa a los ojos mientras su mejilla es herida, ese cuchillo poco a poco corta su piel y le provoca un leve dolor que provoca que sus belfos gruesos se abran levemente. Ante la expresión de dolor de ese ángel, Jeongguk parpadeó y su mente regresó a la realidad.
Puede sentir como su sangre toma un nuevo rumbo en todo su cuerpo, puede sentir como se vuelve caliente de molestia y sus ojos grises se enfocan en la herida del rostro del rubio mientras escucha las risas de todos esos hombres.
Primero Taehyung y ahora el ángel del cual poco a poco comienza a conocer.
Las sonrisas de todos los hombres explican cuan satisfactoria es la situación, les encanta la expresión de ese ángel ante el dolor y desean cortar mucho más que su mejilla.
—¡Dejaré que mis hombres se diviertan con ese bailarín! ¡Pueden usarlo para lo que quieran!
Las palabras de bartender provocan que la mandíbula del azabache se tense, sus puños se aprietan tan fuerte que sus venas se marcan en sus antebrazos, sus ojos se vuelven oscuros y su mirada no es digna de ser buena señal. El solo imaginar como ese hombres hacen todo tipos de fantasías con ese ángel, provoca que su sangre comience a hervir de enojo.
Acaba de conocer un nuevo yo del cual puede describirse cómo alguien egoísta cuando se trata de ese bello bailarín siendo tocado por otras manos que no son las suyas. Lo suyo es suyo y nadie puede tocarlo como él.
El bartender sonríe cuando se aproxima pero no se espera que Jeongguk lo sorprenda con golpe en su mejilla al colocarse rápidamente de pie para descargar todo su enojo.
Su rostro se asombra cuando es golpeado pero aún más se asomabra cuando es tomado por sus ropas y es empujado con fuerza a la barra de tragos pero antes de ser golpeado nuevamente, sus hombres toman a ese carnicero que se tenía en mente avanzar hacia él con sus puños listos.
—¿Quien demonios te crees que eres? — Preguntó el Bartender tomándose su mejilla, su mirada desvío hacia el rubio y sonrió.— ¿Crees que golpeándome acabarás con esto? Todo acaba de comenzar, llevense al bailarín.
Jimin extendió su brazo hacia Jeongguk cuando fue puesto de pie y jalado hacia las puertas de salida del bar, sus dedos acariciaron el brazo del carnicero, quien cerró sus ojos cuando sintió como algo suyo era arrebatado tan fácilmente, y pronto sufriría por su culpa. Los ojos azules de ese ángel lo observaron con miedo por última vez antes de desaparecer del bar.
Jeongguk tragó duro cuando escuchó como su ángel lo llama para que lo rescate pero no puede hacer nada más que observar como se lo llevan lejos de sus manos y guarda en su mente el recuerdo de la expresión triste como de los ojos que poseía ese ángel antes de desaparecer.
—No te preocupes, carnicero, tú aún tienes algo mejor que ellos. — Dijo el Bartender, burlándose de él.
—Te cortaré tu jodido cuello.
—Estoy ansioso de que puedas lograrlo.
Y después de eso, todo es oscuro, la bolsa en su cabeza le prohibió seguir observando a los ojos a ese bartender y finalmente fue jalado hacia otro sitio que su mente cree que no puede saberlo.
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