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XX: El dolor de ser atrapados.

❝Deja de observar a ese ángel, ya mis ojos están sobre él, mejor busca el tuyo.❞

Bienvenidos a Orrinshire.

Es lo que su mente recordaba antes de adentrarse en la ciudad que debieron evitar desde que el mal presentimiento recorría su mente como su cuerpo completo.

Escapar era la única forma. Adentrarse en un sitio como este fue un error. Los tres hombres corren lejos de esos sobrevivientes que desean asesinarlos sin piedad. ¿En qué momento han acabado de esta forma? Siendo perseguidos sin descanso entre los árboles del bosque de Orrinshire, intentando ocultarse de los disparos de esos hombres sobrevivientes, los diablo.

Bajar por las pequeñas montañas hechas de hojas secas y mucha tierra les ayuda para escapar mucho más rápido pero no podrían evitar resultar heridos sea como sea. Cada vez se adentran entre los árboles pero no es posible desparecer de la visión de esos sobrevivientes, ellos ya saben dónde se dirigen sus pasos desesperados.

La desesperación de escapar de ese pequeño bar donde se adentraron para preguntar por un sitio en donde alojarse les trajo problemas. Ninguno de los tres hombres tenía el dialecto de la ciudad de Orrinshire lo que hace que se cree una disputa y una conflictiva discusión entre Jeongguk con otro tipo del bar que parecía ser el dueño de este. Todos se mantuvieron en silencio cuando el azabache envío a la mierda a ese hombre que era tan altanero y cada situación tiene consecuencias en la vida.

𝐂𝐀𝐑𝐍𝐀𝐆𝐄

Jeongguk pinchó las ruedas del vehículo con su navaja, se aseguraría de que nadie más pueda tomarlo desde ahora. Si ellos lo abandonan ahora, nadie podrá usarlo luego. Aparcar el vehículo a kilómetros de distancia de la entrada de la ciudad Orrinshire sería un gran plan, según lo que el carnicero pensaba.

—¿Está bien lo que hacemos? — Taehyung se cruzó de brazos, observando como su mejor amigo hace el trabajo sucio.

—¿Crees que no está bien? Es lo mejor que podemos hacer. Dejaremos el vehículo aquí y caminaremos hasta la ciudad. — Dijo el azabache, quien guarda su navaja en su bolsillo trasero y luego sacudió sus ropas. — Siganme y no se separen de mí.

Park lo observa pasar por su lado y no puede evitar seguir sus órdenes, volteando hacia su dirección y siguiendo cada paso que da, seguido de un Taehyung pensativo que no puede evitar voltear su cabeza hacia el vehículo. Su cuerpo siente un mal presentimiento está vez pero quizá solo se equivoca... Solo se equivoca.

El camino resultó ser un poco largo pero sus caminatas resultaron rápidas antes del tiempo que tenían en mente. Cuando menos se lo esperan, un gran letrero de color verde les brinda la bienvenida a la ciudad con el nombre de esta.

Bienvenidos a Orrinshire.

Los tres sobrevivientes novatos pasaron por un lado del letrero, ignorando su bienvenida y se alejaron con cada paso que daban, aún sin percatarse de que detrás del letrero se encontraban las siguientes palabras ocultando la palabra "Bienvenidos a Orrinshire"; Bienvenidos a la desgracia.

Los minutos que pasan, sus pasos se adentran aún más en la ciudad. Sus ojos se enfocan en el alrededor, examinando como las calles son solo caminos abandonados repletos de vehículo abandonados, las tiendas no tienen vendedores y las gasolineras se encuentran sin servicio mientras que las casas solo se encuentran destruidas.

Aún es de día, el sol se encuentra cerca en el centro del cielo azul pero no lo suficiente. El calor que envía a la tierra no es suficiente para que el invierno desaparezca completamente, después de todo, las calles son tan frías como las noches oscuras.

—¿Un bar? — Preguntó el ángel cuando se detuvo a observar un letrero encendido que cuelga por fuera de un bar, junto arriba de la puerta de entrada.

—Oh, un bar. ¿Sirve de algo? — Preguntó el castaño volteando hacia su mejor amigo, buscando una respuesta.

Jeongguk se detuvo más adelante de ambos hombres, volteó un poco hacia ellos y luego desvío su mirada hacia el letrero de colores del bar. Es posible que se encuentre abierto a estás horas de la mañana, quizá exista alguien que pueda ayudarlos pero no está seguro de lo que su mente lo intenta convencer. La opción de buscar ayuda sería demasiado arriesgado en situaciones de vida o muerte.

La mirada observadora del carnicero sobre el bar hace que ambos hombres se observen entre ellos por un segundo antes de escuchar la decisión del azabache indicarles que estaba bien darse un descanso después de todo el recorrido que llevaban hasta ahora.

—Pueden beber algo y relajarse por mi, yo me encargo de otros asuntos.

La puerta del bar es abierta por el carnicero que se adentra primero, recibiendo demasiadas miradas de hombres que detienen sus conversaciones y el ambiente se vuelve silencioso al observar que tienen nuevos invitados.

El bailarín puede sentir sus miradas sobre el. Algunas son suaves, otras son curiosas repletas de deseo oculto mientras que otras son tan penetrantes que se siente tan intimidado. No puede evitar ocultarse detrás del azabache y observar a todos esos hombres mientras se esconde.

Taehyung no parece importarle las malas miradas que caen sobre en el como le sucede a su mejor amigo a su lado, quien se encamina hacia la barra y no se quedaría atrás, simplemente siguió sus pasos junto a Park.

El bartender detrás de la barra de tragos observó a Jeongguk de arriba abajo antes de esbozó una sonrisa ladina cuando notó que esos tres bastardos no pertenecían a Orrinshire. No tenían nada de los habitantes de aquí, sus rasgos tienen detalles diferentes a los hombres que beben en su bar cada día.

El ambiente ya no es tan incómodo y tenso como segundos antes, el bartender observa a todos los hombres del bar y logra que todos estos vuelvan a sus conversaciones cuando con una mirada les da a entender que todo estará bien. Tomaría la orden de estos tres hombres y luego lo echaría de aquí rápidamente para que ya no creen incomodidad en el sitio.

—¿Cual es su orden, caballeros? ¿Vodka, tequila, mojito y cóctel? — Ofreció el Bartender con una voz de un buen hombre que convence, sus ojos se desvían de Jeongguk para posarse en la belleza rubia a su lado.— ¿O quizá un bloody mary para el bello joven?

Jimin elevó su mirada encontrando aquellos ojos de ese hombre que coquetea solo con sus bebidas y lo ignora fácilmente observando hacia otra parte del bar. Eso hirió un poco al Bartender, quien trataba de sonar y verse amable con ellos.

Los cuatro estantes largos horizontalmente y colocados en la pared, detrás del bartender, se encuentran repletos de botellas de todo tipo de bebidas existentes hechas con un porcentaje de alcohol, estas describen muchas más bebidas de las que ha mencionado como recomendación.

Jeongguk hizo un chasquido de dedos llamando la atención del bartender, quien lo observó sin interés ante lo que debía decirle.

—Mis ojos y rostro están aquí, bartender. —Dijo el carnicero con una sonrisa ladina que borró en segundos. — Ahora responde.

—¿Que debo responder de alguien nuevo aquí?

Jeongguk extendió su mano hacia su mejor amigo para que este colocará el mapa sobre la palma de su mano y luego lo extendió sobre la barra cuando lo tuvo a su disposición. Cada marca en el papel del mapa era observado por ese bartender que borró su sonrisa al asombrarse de todo lo que contenía el mapa.

—No somos cualquier persona que ves, tenemos un recorrido que hacer. Esta es la prueba para que nos permitas saber si tiene un sitio dónde alojarnos. ¿Alguna habitación en este bar?

El bartender volvió a sonreír ladino y observó el mapa una vez más antes de desviar su mirada a los ojos del azabache.

—Hay una que puedo ofrecerles por este día, incluso pueden pasar la noche aquí pero no es grátis.

Jeongguk asiente cuando su objetivo estaba cumplido, muerde levemente su labio inferior mientras sus manos cierran el mapa y lo enrolló rápidamente sin quitar sus ojos del rostro del bartender.

—Dime cuánto debo pagarte.

—¿Pagarme? Mejor podemos negociar luego.

El rápido guiño de ese hombre le asegura a Jeongguk una habitación donde pasar la noche que en horas pronto llegaría.

—Deben subir las escaleras, luego se dirigen por un largo pasillo hasta llegar a la última puerta de este. — Dijo el bartender mientras limpia un vaso mediano.

Los tres sobrevivientes se mueven hacia las escaleras sin importar que sean el centro de atención como también no sean bienvenidos en absoluto con esos murmullos que suenan entre los hombres mientras sus miradas los siguen hasta desaparecer en el segundo piso del bar.

Jeongguk quita su mochila de su espalda con cada paso que da por el pasillo mientras que con su mirada busca la puerta que ese bartender le indicó. Sus ojos se enfocan en buscarla que su mente se concentra tanto cuando no parece darse cuenta que dos hombres mucho más grandes físicamente se aproximan en la dirección contraria y chocan contra el carnicero, ocasionando que ambos se molesten con el azabache.

Los hombres desconocidos le lanzan una mirada molesta junto con un semblante frío y serio ante lo que acaba de hacer, chocando con ellos sin disculparse pero no provocaría problemas por eso, algo en esos tres hombres hace que entiendan que no se tratan de habitantes de Orrinshire.

Los de afuera de Orrinshire jamás serán bienvenidos aquí.

Es lo que dice el letrero que ahora el bartender cuelga fuera del bar cuando minutos antes les ofreció una habitación a esos tres sobrevivientes no habitantes de la ciudad. Una mirada oscura a sus alrededores y se adentró de nuevo al bar para luego cerrar la puerta con seguro. Nadie entrará, nadie escaparía hasta la noche.

Todos sus clientes habitantes de Orrinshire soltaron carcajadas maliciosas cuando nuevos invitados se encontraban en su zona, después de tanto tiempo la diversión vuelve y ahora podían jugar un poco después de sentirse aburridos desde que los zombies aparecieron. Claro que también asesinaban zombies, pero sus mentes deseaban algo mejor.

Orrinshire, una ciudad marginada, muy poco conocida y olvidada de las mentes de todas las personas que existen. Sus habitantes esta tan locos como sus generaciones anteriores que solían habitar en la misma, nadie escapa y nadie sale de aquí antes de conocer que es Orrinshire realmente.

Un psiquiatra podría ganar demasiado dinero con estos habitantes dementes.

[...]

Jeongguk observó por la ventana de la habitación desde el segundo piso, la vista era alta desde aquí pero no tanto como para provocarle vértigo o algún tipo de mareo. Cruzó sus brazos mientras observa como muchos hombres salen del bar pero otros regresan mientras sus miradas se desvían de forma disimulada hacia la ventana de la habitación en dónde se alojaban los tres hombres. El azabache alzó  una ceja algo confundido por lo extraño que resultaba ser aquellas miradas idénticas de todos los hombres se adentran al bar.

Park observó como el azabache se mantuvo por minutos observando fuera de la habitación a través de la ventana cerrada, el ruido de la ducha dentro del baño, colocado en la misma habitación, es el único sonido en el ambiente de la habitación. Después de todo, ambos hombres no se dirigen la palabra mientras Taehyung se encuentra tomando una ducha.

—¿Que le ocurre a estos tipos? — Susurró el carnicero mientras se aleja de la ventana y da unos pasos hacia una cama que asignó como suya para descansar en esta noche.

—No se a que te refieres. Taehyung y yo solo bajamos a beber algo antes de subir aquí nuevamente, eres el único que ha estado en esta habitación desde que hemos llegado está mañana. — Respondió el bailarín mientras sus ojos siguen al azabache recostarse sobre la cama a lado de la suya.

—¿No has notado como te observan? — Jeongguk alzó una ceja mientras recostaba su cabeza sobre sus brazos doblados detrás de esta como una almohada. — Su forma de observar la ventana de nuestra habitación. Mi presentimiento dice que algo no está bien.

—Son solos tus pensamientos. — El bailarín siguió rebuscando un poco de ropa dentro de su mochila, la cual se encuentra sobre su cama.

Jeongguk dejó salir chasquido de su lengua de sus labios cuando odiaba que no entiendan a lo que se refiere. Solo cruzó sus piernas y cerró sus ojos intentando relajarse de todo lo que su mente imaginaba, quizá eso lo volvía loco.

Aunque intentó relajarse un poco, en el pequeño espacio de su cama a su lado comenzó a hundirse un poco y la suave voz del ángel nuevamente es melodía para sus oídos. No deseaba abrir los ojos está vez, solo quería adivinar lo que ese bailarín intentaba hacer con él está vez.

Jeongguk... realmente no me has besado estas últimas horas. — Es débil antes el tono de voz dulce que utiliza ese ángel cerca de su rostro, puede sentir su aliento chocar contra su mejilla.

—No con Tae aquí. — Respondió el nombrado, realmente le encantaba ser un hombre difícil y no se consideraba uno fácil de obtener. Siempre le gustaba resistirse.

Puede ser uno rápido.

Aunque se considera un hombre difícil de obtener, también tiene sus debilidades. Sintió como el ángel buscó dentro de su ropa el colgante de fe, luego sintió como lo sacaba fuera sin quitarlo de su cuello y lo contempló en su palma mientras sus ojos azules observan los párpados cerrados del contrario.

—No lo toques tanto, tiene una larga historia.

¿Que tan larga es? — Dijo el ángel con una pequeña risilla, utilizando el doble sentido que su mente traviesa conoce.

Jeongguk abrió sus ojos para observarlo por unos segundos con su ceño fruncido, podía ver su sonrisa divertida y oír esa pequeña risilla, solo tuvo que alejar su colgante de la mano del rubio para lograr borrarle esa sonrisa.

—No utilices el doble sentido cuando llevo este colgante. — Respondió el azabache tomando asiento en la cama como Park se encuentra en la orilla de esta, solo que él se encuentra en el centro y el ángel a un lado de él.

Sin colgante o con, puedo saber que entiendes perfectamente el doble sentido.

Sus ojos grises siguen ese rostro travieso cuando el cuerpo de ese rubio se extendió suavemente sobre la cama, logrando ser seductor ante los ojos del carnicero.

Aún lo observa en esa posición en su cama, no evitó que esconda de regreso su colgante debajo sus ropas mientras sus ojos conectan con los del bailarín.

—¿Quien no entiende el doble sentido? Solo un estúpido no lo entendería. Seguro que todos esos hombres a los que les bailas sabrán demasiado de doble sentido contigo cerca de ellos.

—¿Celoso? — Preguntó el bailarín mientras su dedo índice se aproxima a los labios finos del contrario y los toca con rápido roce. Jeongguk volteó sus ojos y eso provocó una risilla divertida en el ángel al ver su reacción.

—Y ahora es cuando despiertas. — El chasquido de dedos provocado por el carnicero suena frente a los ojos del contrario que no se ofende en absoluto y solo sonríe encantador.

Sabias que el humor puede hacer que atraigas a la persona que te gusta, a todos nos gusta alguien que nos haga reír.

—Lo mío no es humor.

El ángel soltó otra pequeña risilla divertido cuando el semblante serio de Jeongguk es divertido junto a cada palabra que dice.

Eres tan gracioso.

—Estas ebrio. — Afirmó el carnicero con un tono profundo y suave antes de desviar su mirada por unos segundos hacia el entorno de la habitación.

No es cierto, si estuviera ebrio entonces no sería capaz de pronunciar ninguna palabra o ser capaz de pedirte tan solo beso. — Dijo el rubio en tono dulce y un pequeño puchero en sus labios.

Jeongguk observó sus labios, luego sus ojos, sus labios y nuevamente sus ojos. Soltó un suspiro antes de tomar su rostro entre sus manos y aproximó rápido sus labios sobre los contrarios antes de que su mente se arrepienta de hacerlo con Taehyung presente en el cuarto de baño, quien acabó de ducharse y la puerta se abrió rápido encontrando a su mejor amigo besando a Park, quien le da la espalda.

El castaño sonrío divertido mientras se cruzaba de brazos recargando su cuerpo en el marco de la puerta del baño, solo se divirtió observando como su mejor amigo besaba a otro hombre cuando siempre recordó que este mismo le confesaba que jamás estaría con un hombre o incluso jamás besaría uno en su vida. ¡Vaya ironía!

—Puedo irme fuera de la habitación por unos segundos, si lo desean. — Habló el castaño con una sonrisa divertida en el rostro.

Jeongguk abrió los ojos, empujó un poco a Park lejos antes de pasar rápido una mano por sus delgados belfos mientras sus ojos observan por unos segundos al bailarín antes de desviar la mirada a su mejor amigo, demostrando una sonrisa nerviosa en su dirección.

El carnicero se colocó rápido de pie, caminó un poco hacia su mejor amigo, quien lo observa sin quitar su sonrisa divertida, y intenta explicarlo todo.

—Esta ebrio, parece que besa a quien se ponga en su camino. Mejor ten cuidado, quizá te besa a ti también.

—¿Eso crees? Yo creo que está noche te besara más a ti que a mí. — Taehyung alzó una ceja divertido y escuchó como Park soltaba una pequeña risilla algo ebrio.— Si está ebrio, las copas que bebimos abajo fueron buenas.

—¿Y como es que tú no? — Jeongguk se cruzó de brazos como él y lo observó atento a su respuesta.

—Tengo tolerancia pero el hombre de allí... Mm, no. —Taehyung señaló al bailarín recostarse en la cama, listo para dormir en dónde sea.— ¿Que harás está noche, Jeon? ¿Quieres beber algo?

—¿Seguro?

Taehyung abrió sus labios para responder pero el toque sutil sobre la puerta de madera de la habitación, interrumpió ambos hombres en su conversación. Jeongguk observó al castaño con el ceño fruncido de confusión y caminó hacia la puerta para abrirla lentamente, aproximó su cabeza y sus ojos se encontraron con el bartender del bar con una gran sonrisa en su rostro.

—¿Oh, ya es hora de dormir? — Preguntó el Bartender con una sonrisa mientras su mirada recorre la habitación hasta posarse sobre el bailarín que duerme plácidamente.

—No es la hora de dormir aún, no para nosotros dos.

—¿Pero el.. — El Bartender señaló al rubio pero Jeongguk soltó una pequeña risilla mientras se recarga en la puerta.

—Los tragos de tu bar lo han puesto a dormir. ¿No tendrán algo extraño o simplemente el es demasiado débil al alcohol? — Preguntó el carnicero.

El hombre abrió sus labios para explicarlo todo, su rostro reflejó un poco de nervios mezclado de asombro, sus manos se entrelazaron entre si y se apretaban demasiado, Jeongguk bajó su mirada desde su rostro hasta esta cuando se dió cuenta pero fingió no entender nada.

—¿Ocurre algo? — Jeongguk vuelve a preguntar, sus ojos se enfocan en su rostro, atento a cualquier expresión que tendrá.

—No ocurre nada, solo que creo mis tragos son tan buenos que pueden ocasionar sueño a cualquier persona.

—¿Y por qué estás aquí?

—Tengo una invitación para tí. ¿Recuerdas nuestro negocio a cambio de esta habitación? ¿Te interesa beber un trago junto a mi está noche? Yo invito. — El bartender enseñó su mejor sonrisa amable en su rostro, sus ansias recorren todo su cuerpo cuando no puede esperar un segundo más la respuesta del azabache.

Jeongguk se giró un poco hacia Taehyung, quien asintió rápido ante la situación y sus ojos grises regresaron al rostro del bartender ansioso por dentro.

—Ire pero... enséñame tu mejor trago.

—Hablas con el mejor bartender de los tragos.

Jeongguk enseñó una sonrisa, sus ojos siguieron el cuerpo de ese hombre alejándose de la puerta, luego se giró hacia su mejor para estar seguro que estaría bien en esta habitación junto al ángel. Ladeó la cabeza en la dirección al rubio recostado sobre su cama y le indicó con solo observarlo, que cuidara de él.

El castaño asintió nuevamente y observó como su mejor amigo cerraba la puerta para luego oír como sus botas se alejan de la habitación, a través del pasillo.

[...]

Cada paso que da sobre un escalón de las escaleras, atrae una nueva mirada sobre el. Todos esos hombres parecen custodiar su presencia todo el tiempo, puede hasta sentir como lo observan de una forma molesta y puede oírlos murmurar sobre su existencia.

Jeongguk no teme, sus ojos observa a cada hombre de allí a los ojos, cada de estos se encuentra sentado junto a otros hombres en mesas redondas con tragos sobre estas. El carnicero los observa de arriba abajo cuando pasa por su lado hasta aproximarse a la barra y apoyar sus brazos sobre esta.

—¿Tequila, mojito, cóctel, vodka-

El bartender tiene demasiado tragos que ofrecerle una vez que se encuentra detrás de la barra, observando su cliente azabache. Jeongguk no le quita la mirada de encima cuando desea beber un vodka solo por esta ocasión.

El hombre detrás de la barra asiente y busca un vaso de vidrio junto a una buena botella de vodka, la abre y verte un poco de vodka, un poco menos de la mitad como un detalle sutil de la bebida. Mientras tanto, Jeongguk recuerda no tener cigarrillos pero por suerte un hombre se aproxima a la barra cuando sabe que ese azabache busca algo que fumar.

—¿Cigarrillo? — El hombre a su lado le extiende un cigarrillo de buena calidad y perfecto envoltorio. — Tómalo, es gratis.

El bartender puede observar todo mientras coloca dos cubos de hielo dentro del trago de vodka recién preparado para el azabache, quien no se percata del trago mientras acepta el cigarrillo y lo coloca entre sus labios.

—Gracias.— Dijo el carnicero sin importar que sus labios sostenga un cigarrillo entre ellos, podía hablar mientras lo presionaba un poco y sus manos palman sus bolsillos en busca del mechero.

El hombre extendió su mano con su mechero propio para ayudarlo a encender su cigarrillo, Jeongguk lo observó por unos segundos hasta que la mirada amable del contrario lo obligó aprovechar la llama de su mechero. Acercó el cigarrillo hacia la llama del mechero y dió caladas hasta que se encendió completamente.

Mientras todo eso ocurría, el trago de Jeongguk fue alterado por otro hombre a su lado que vertió un poco de un polvo blanco dentro de su bebida y luego se esfumó entre todos los hombres presentes en el bar. Honestamente, el Bartender lo observó todo pero el prefiero limpiar los vasos usados de sus clientes como si nada ocurriera hasta que Jeongguk tomó aquel vaso en una de sus manos y lo aproximó a sus labios pero jamás bebió. Eso provocó impaciencia en el bartender, el deseaba que bebiera ese vodka de una vez.

El carnicero observó el vodka una y otra vez antes de darle un pequeño sorbo con sus ojos puestos en los ojos del bartender mientras bebe lentamente su trago. Parece sospechar pero nunca sabrá cómo es que ese azabache sospecha realmente. No quiere ser descubierto y se gira hacia los estantes de botellas de bebidas diferentes.

Cuando se acabó su trago completamente, el bartender se giró de regreso y sonrió victorioso cuando su objetivo se cumplió de una vez. En el rostro de ese azabache puede contemplar lo mal que comienza a sentir su cuerpo; mareos, confusión y algo perdido de la realidad.

Jeongguk observó como todo gira a su alrededor, sabía que algo tenía ese jodido vodka pero si no lo bebía seguramente los hombres que llevaban observándolo hace un buen rato, podrían acabar con él allí mismo.

—Perfecto, acabas de drogarme. ¿Y ahora que? — Jeongguk sonrío divertido como pudo antes de ser tomado de los brazos por dos hombres más grande que él.

El resto de la noche es un momento en el que llevaría muchas horas recordar que sucedió realmente cuando el efecto de la droga finalmente se desvanezca. Solo sintió como su cuerpo se arrastra aunque en realidad estaba siendo llevado a otro sitio que no era la habitación y unos hombres jalan de sus brazos fuera del bar hacia otro sitio pero sus ojos se cierran como también su mente se vuelve inconsciente hasta olvidarse de su mejor amigo y del ángel.

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