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XV: Eastford.

❝No me mires asi, no soy como él.❞

El atardecer comienza a caer. La iglesia se vuelve oscura por la falta de electricidad en la ciudad, la única forma de iluminar es encendiendo las velas del altar y Jeongguk se toma un tiempo para hacerlo mientras oye cómo aún ese zombie lucha por salir del confesionario pero era completamente inútil, se tomó la molestia de mover una banca para bloquear la puerta y esa manera jamás saldría aquel caminante.

Jimin solo tomaba asiento en una banca diferente mientras abrazaba sus propias piernas con su mirada comprensiva sobre Jeongguk, quien muy en vez en cuando le daba una mirada rápida con una expresión de confusión para luego continuar encendiendo las velas con un mechero de oro.

Cuando acabó, se giró para sentarse en una banca lejos de Jimin y dónde se encontraba su mochila. Sus manos buscan otra vez un paquete de cigarrillos pero recuerda que no tiene ningún y las ansias de fumar son tan grandes que no puede evitar morder la uña de su dedo pulgar para mantener sus impulsos quietos.

Cruza sus piernas mientras se inclina hacia atrás y colocando mucho mejor su espalda sobre el respaldo de la banca mientras sus ojos grises se pierden en el suelo de madera cuando su mente se pierde en sus propios pensamientos. Nunca puede percatarse de como el rubio se voltea lentamente para observarlo por encima de su propio hombro y su mirada azul lo observa de arriba abajo con una leve señal de que se siente agradecido por ser salvado.

Jeongguk no puede evitar sentirse observado, sus ojos grises se elevan lentamente y sin dejar de morder su uña de su pulgar, sus ojos conectan con los azules del bailarín y no puede evitar fruncir el ceño confundido.

Puede observar como ese cuerpo bonito y delgado, debajo de toda esa ropa holgada, de pone de pie y se mueve lentamente como un felino hacia él, cada paso que da es en su dirección. Jeongguk alza una ceja confundido y algo dudoso cuando Park se sienta a su lado luego de caminar hacia su dirección con una caminata sensual.

El carnicero lo observó a través del rabillo de su ojo cuando se aproximó demasiado a su lado y podía sentir ambos cuerpo pegados del uno al otro. No le sorprende la situación pero el cambio repentino de Park.

Obviamente luego de oír su nombre por primera provenir de esos belfos gruesos le creó un pequeño desastre en su mente oscura y fría pero no era motivo para cambiar su actitud con Park.

—¿Qué?—Preguntó el carnicero mientras alejaba de sus labios la uña que muerde y lo observa frío.

—Nada.. solo me recuerdas a alguien que conoce hace un mes atrás.—Su sonrisa ladina y sus ojos juegan con la mente de Jeon porque lo confunden.

—¿Quién es?

—Mmh, dudo que pueda confesarlo.

—Entonces no lo menciones.—Respondió Jeongguk mientras voltea sus ojos hacia arriba y gira su cabeza hacia otro lado.

-Es que tú y él se ven idénticos en la forma en la que me salvaron. Confío en los hombres que me salvan, creo en el hombre perfecto que salva a otros. - El tono de voz de ese ángel se vuelve suave y dulce, la mente de Jeongguk se convierte en un cofre de sospechas, quien suelta una pequeña risilla.

—¿Hombre perfecto?

—Hombre ideal de mis sueños.

Jeongguk puede oír sus palabras suaves, su cuerpo se voltea hacia el rubio mientras que uno de sus brazos se colocan sobre el respaldo de la banca y detrás de la espalda del bailarín, quien ladeó la cabeza a un lado cuando el carnicero se encuentra demasiado cerca.

—No existen los hombres ideales. — Susurró el azabache mientras su cabeza se ladeó y sus ojos penetran en los contrarios.

—En mi mundo y mente, si existen.

Jeongguk estrecha sus ojos, su mirada bajan a los belfos gruesos y regresan a sus ojos azules antes de continuar con la conversación tan confusa.

—¿Quién es?

—Si te lo digo, ¿Prometes que no le dirás a nadie más?

—Debo saberlo antes de prometerlo. —Susurró nuevamente el azabache mientras sus ojos pueden hipnotizar al bailarín.

Era la primera vez que Jimin se hipnotizaba por un par de ojos cuando mayormente era el quien hipnotizaba a los demás. Solía creer que nadie podía hipnotizarlo tanto como él lo hacía pero se equivocó cuando esos ojos grises penetrantes y profundos pueden tener el mismo poder cuando desean. Sus belfos gruesos se abren para responder.

—Junseo, es un soldado que me salvó de un viejo hogar y luego me llevó a una base militar pero jamás volví a verlo desde hace un mes.

La expresión neutra de Jeongguk se borra y su ceño fruncido demuestra que lo que acaba de oír no es nada agradable. Provoca que su mandíbula se tense y sus dientes se aprieten con fuerza entre si mientras se aleja unos centímetros del rubio.

—Odio a los soldados, no me mires así, no soy como él. — Cada palabra sale entre dientes, Jimin observa como sus dientes se aprietan y sus labios se mueven.

El momento de ambos se ve interrumpido por un castaño rizado que abre la puerta de la iglesia con un rostro preocupado por ambos hombres. Su expresión de preocupación se esfuma cuando encuentra a Jeongguk colocándose de pie frente a él mientras se pone su mochila en su espalda, también puede observar a un Jimin cariz bajo y tímido.

— Pensé que estarías en la casa pero siempre que existe una iglesia se que te encuentras en ella. — Habló el castaño observando como su mejor amigo se aproxima a él para palmar su hombro con una leve sonrisa.— Tengo suficientes troncos de madera para un fuego cálido está noche.

Jeongguk asiente antes de salir de la iglesia pero Kim no lo sigue, ya que espera por Park quien se pone de pie y camina fuera de la iglesia como el azabache.

Lo último que Taehyung piensa es que ambos se encuentran extraños y no duda que algo sucedió mientras no encontraba cerca de ellos.

El fuego de la chimenea es cálido, reconfortante y muy plácido para el frío de la noche de invierno que existía. Los tres hombres pueden sentir el ambiente cálido alrededor de sus cuerpos mientras adoran del silencio que no desean interrumpir. Todo es extraño pero no sospechoso.

Taehyung buscó en su mochila un paquete de cigarrillos y se lo lanzó a su mejor amigo, quien lo atrapó en el aire y luego sacó un cigarrillo sin decir ninguna palabra.

Jeongguk solo encendió en cigarrillo mientras disfruta de estar sentado en un cómodo sofá que comparte con los dos hombres restantes, Kim solo sigue comiendo algunas papás fritas mientras que Park solo abraza sus piernas pensativo de todo lo que ocurrió en la iglesia.

—¿Qué ocurrió? — Preguntó el castaño mientras sus ojos se pierden en las llamas de la chimenea.

—Nada de lo que quieres saber. — Respondió el azabache para luego darle una calada a su cigarrillo entre sus labios.

—Bien, ¿Entonces el plan sigue en pie?

—¿Por qué no? El rehén aún sigue con nosotros.

Jimin observó a Taehyung quien le dio una mirada rápida cuando su mejor amigo se refería a el bailarín. Finalmente, Jeongguk bostezó cuando acabó su cigarrillo y se puso de pie para encaminarse a una habitación del piso de arriba.

- Dormiré, ustedes también deberían hacerlo. Duerman donde quieran pero no me molesten. -Dijo el carnicero mientras sube las escaleras y luego sus ojos buscaron alguna habitación donde dormir solo por esta noche.

Las llamas de la chimenea llegan a su fin, Taehyung apaga el fuego y luego observa como el bailarín se acurruca en el sofá como sea, el frío puede causar que todo su cuerpo tiemble y no puede evitar que eso ocurra. Kim busca una cobija en las habitaciones de arriba y luego baja de regreso para cubrir el cuerpo del rubio, quien plácidamente puede dormir gracias al cálido calor que la cobija le brinda.

La noche será larga pero no tan larga si logra conciliar el sueño en aquel sofá que comparte junto al bailarín, solo tenía que cerrar sus ojos hasta que finalmente su mente se vuelve oscura y inconsciente.

𝐂𝐀𝐑𝐍𝐀𝐆𝐄
Segunda ciudad, Eastford.

Las ruedas del vehículo ruedan sobre la carretera, nuevamente Jeongguk tiene el control del mismo. El motor trabaja para que la velocidad del vehículo sea rápida y imparable. El combustible jamás se acabará tan rápido luego de ser cargada en la gasolinera de Gotham.

Ya es un nuevo día, el sol ilumina toda la tierra y el camino de esos tres hombres sobre la carretera.

Jeongguk acelera cuando Taehyung, quien se sienta en el asiento del copiloto a su lado, le indica sobre el mapa cuántos kilómetros aún quedan por recorrer hasta llegar a la siguiente pequeña ciudad pero no tan pequeña como Gotham.

La pequeña ciudad Eastford era conocida por ser una ciudad que no dependía de los cultivos y caza que el bosque podía ofrecerle, era la única diferencia entre Gotham y Eastford. Los habitantes de Gotham solía cultivar sus propios alimentos y cazar sus propios animales mientras que Eastford es lo suficientemente rica para comprar todos los alimentos necesarios para los habitantes. Aún así eso no ayuda mucho a los tres hombres. 

Después de todo, en una situación donde existen zombies que devoran humanos, no convenía pensar en comprar comida cuando en realidad pueden robarla de las tiendas. Muchos sobrevivientes como ellos buscan provisiones para sus grupos y es normal que existan rivalidad cuando se trata de comida, ropa y armas para mantenerse a salvo de los zombies que vagan sin rumbo por las calles.  

Los ojos azules de Park observan por la ventanilla del vehículo aquellos arboles de la carretera mientras su mente se distrae con recuerdos sobre los momentos en que estar junto a Junseo era todo mas fácil. Sus manos se entrelazan entre si, sus labios se aprietan intentando retener la angustia de ser un sobreviviente novato en una situación de vida o muerte, presiente que esto cada vez será aun mas difícil para los tres. Su mirada se desvía unos segundos hacia el espejo retrovisor del vehículo y sus ojos conectan con los de ese azabache por un segundo antes de que este ultimo desvié su mirada hacia la carretera, evitando el contacto visual.

Taehyung movió su dedo sobre la linea roja marcada en el mapa sobre su regazo, solo tenia que seguir aquella linea hasta apuntar la ubicación de EastFord. 

—Diez minutos y estaremos en EastFord. —Dijo el castaño rizado mientras sus ojos no se apartan de la carretera mientras sus manos enrollan el mapa para guardarlo en su mochila colocada en el suelo del vehículo y entre sus botas.

Jeongguk quito una mano del volante para colocarla sobre la palanca de cambios y cambiar el cambio del vehículo para poder tener mucha mas velocidad sobre la carretera.  Su expresión seria en su rostro nunca ha cambiado desde que salieron de Gotham y su silencio hace que Taehyung sospeche algo que aun sabe que ocurrió. 

—¿Ocurrió algo que no sepa? — Preguntó Kim mientras sus ojos no se quitan del perfil del rostro de su mejor amigo.

—¿Hay algo que deba ocurrir para que lo sepas?— Respondió el azabache con una leve sonrisa ladina, evadiendo su pregunta.

—Intento saber que te ocurre desde que salimos de Gotham, no es tu comportamiento habitual el que llevas ahora. 

Jeongguk apretó sus labios intentando no demostrar una leve sonrisa divertida pero sus ojos bambi lo delatan cuando se estrechan un poco. Claramente no tiene mucho interés en hablar sobre el tema que lo hace comportarse de tal manera, solo quiere evitar hablar sea como sea. Sus ojos se desvían por un segundo de la carretera para observar a través del espejo retrovisor aquel rostro serio de Park.

—Es demasiado tarde para explicarlo, puedo ver el cartel de bienvenida de EastFord desde la distancia. —Su mirada gris regresa a la carretera, buscan una escusa para continuar con esta pequeña de conversación. Puede observar ese cartel de la ciudad y su bota presiona aun mas el acelerador del vehículo.

No hay mucho de que hablar, la conversación no funciona lo suficiente y el tiempo es muy poco para confesar que sucede realmente con Jeongguk. El vehículo se mueve rápido sobre la carretera hasta que se aproxima a la entrada de la pequeña ciudad Eastford. Las miradas de ambos mejores amigos examinan las calles y todas las casas existentes en la cuidad, percatandose de que es otra ciudad abandonada pero no se asombran cuando no se encuentra abandonada de zombies, cuyo caminantes se interponen en el camino del vehículo y se chocan contra este intentando romper el vehículo siendo incapaces de que eso se posible. 

Sus manos manchadas de sangre golpean las ventanillas del vehículo, provocando que el bailarín de un pequeño salto en su asiento cuando jamás se esperaba que un zombie golpee su ventanilla como las de los dos hombres restantes.

—No podemos bajarnos aquí, estos tres zombies podrían asesinarnos aquí mismo. — Dijo Taehyung observando al zombie que golpea con fuerza su ventanilla.  

—Buscaremos otro sitio. — Susurró el azabache y su bota presionó el acelerador con fuerza para que el vehículo avance por las calles de la ciudad.

Jeongguk condujo hasta un sitio un poco mas abandonado, donde los tres hombre tuvieran la posibilidad de alejarse de aquellos caminantes que los persiguen. Acelero el vehículo y a través del espejo retrovisor puede confirmar que aquellos zombies poco a poco se van quedando atrás, en la calles abandonadas de EastFord. 

[...]

El vehículo se detuvo frente a un motel abandonado, el cual sería un refugio para el grupo de tres hombres. Jeongguk observó aquel sitio y Taehyung desvío su mirada del motel para observar al azabache.

—¿Nos quedaremos aquí? — Pregunta el castaño.

—Es lo mejor, si nos refugiamos en una casa abandonada nunca sabremos si está infectada.

Antes de bajar del vehículo, el carnicero le da una mirada rápida al bailarín y luego bajó del vehículo, seguido de Kim quien repite sus movimientos saliendo del asiento del copiloto. Ambos se pusieron en marcha para buscar una arma para cada uno. Jeongguk le señaló la puerta de una habitación del motel y ambos corrieron hacia ella intentando no llamar la atención a los posibles caminantes que se encuentran cerca.

Jeongguk se colocó en un lado de la puerta mientras que Kim se colocó en el otro lado contrario, ambos se observaron esperando la señal del otro antes de tomar una decisión, asegurarse de que la habitación este despejada.

La mano del carnicero se acerca al pestillo de la puerta, no tiembla en absoluto ya que es lo que define su futuro como vida o muerte. No pueden alojarse en cualquier lugar que no sea este motel, no conocen muy bien la ciudad en la que se encuentran. Por precaución, es mejor alojarse en un sitio así.

Cuando gira el pestillo, su bota patea con rapidez la puerta para abrirla completamente y luego se adentró seguido de Taehyung detrás de él con su arma en alto como el azabache lo hacia. Los dos hombres tenían en la visión de sus armas a todo objetivo que pueda amenazar su vida.

— Revisaré el baño, tu puedes revisar debajo de las camas.

La habitación del motel contiene dos camas matrimonial de sábanas blancas, una televisión grande frente ambas camas y un baño a lado derecho de la televisión. La habitación no es muy grande pero es posible poder descansar hasta el siguiente día.

La puerta del baño se encuentra abierta pero Jeongguk no ve nada peligroso cuando se adentra en este, solo una bañera y un lavamanos con un espejo roto manchado de sangre. No era de extrañarse en estás situaciones de caminantes muertos en la ciudad, lo más posible es que existía alguien descansado aquí antes que ellos entren.

Kim se recuesta sobre el suelo boca abajo mientras mueve las sábanas que caen a cada lado de las camas y chequea que ningún sobreviviente o zombie se esconda allí pero no ve más que vacío debajo de estás. Se coloca de pie cuando oye cómo su mejor amigo le da la señal de despejado.

—Despejado, hoy podremos dormir en paz... solo por esta noche.—Jeongguk suspiró y se recostó en una de las camas mientras disfruta como su cuerpo se siente bien al relajarse.

—¿Que hay de Park? Aún está en el vehículo.

— Tráelo y no te olvides de nuestras cosas. — Ordenó Jeongguk mientras cubría sus ojos con su antebrazo.

Kim le dio una mirada antes de salir de la habitación en camino hacia el vehículo y cuando se acercó lo suficientemente, finalmente ayudó a Jimin a bajar junto con las mochilas y lo ayudó a caminar hacia dentro de la habitación, dónde cerró la puerta con rapidez para asegurarse de estar a salvo.

—Me daré una ducha, ustedes hagan lo que quieran. —El carnicero de colocó de pie y caminó hacia el baño, ignorando ambos de pie en la puerta incluso a ese bailarín que lo sigue con su mirada.

Taehyung da unos pasos hacia una de las camas pero no hacia la del azabache y coloca las mochilas pesadas como los párpados del bellos bailarín cuando aún su cuerpo se sentía exhausto. Realmente no le importó a este rubio recostarse en la cama aún no las mochilas allí. Solo quiere dormir.


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