❝Deja de mentirme, dime qué soy un monstruo.❞

—

En otra parte de la ciudad, pero en el mismo tiempo, sucedía algo que Jeongguk no sabía al estar lejos del ángel, quien se encontraba en su camerino tomando un profundo respiro mientras sujetaba entre sus manos, aquella navaja del carnicero.

Lo tenía decidido, finalmente se defendería está noche de esos tres hombres de una buena vez. Solo deseaba ser libre otra vez y la única solución era acabar con el problema que su mismo padre le dejó. Debía acabar con la deuda de alguna manera cómo debía enfrentar a esos tres monstruos que atormentan su presente como han atormentado todo su pasado.

Las mejores plumas azules decoran su cuerpo semi desnudo junto a las bellas telas translúcidas de color azul, sería una pena estropearlas completamente como su maquillaje. Esta noche no lloraría nuevamente, solo lloraría por algo que realmente importe y no por tres hombres que lo atormentan, no merecen sus lágrimas y sus palabras.. tiene que cortar de raíz el árbol que creció en el pasado, referiendose a cortar el horroroso lazo que tiene con ellos.

No tiene tiempo para volver a respirar, tampoco puede mentalizarse demasiado cuando la puerta de su camerino se abre y deja que se adentren los tres monstruos que desean volver a verlo está noche nuevamente. Puede observarlos a través del espejo del mueble tocador en el que se encuentra sentado frente a este. Sus sonrisa retorcidas expresan diversión y cinismo que sus palabras no necesitan expresar, porque sus ojos también expresan algo diferente como deseo y perversión por el cuerpo del bailarín.

El ángel cambia su expresión de frialdad a una coqueta, pero fingía serlo cuando solo tenía que actuar como si nada ocurriera mientras apretaba la navaja en su mano y la volvía un puño para esconder el objeto filoso.

—¿Es una buena noche? Tu expresión coqueta me dice que deseabas vernos aunque nos odies... Eso me gusta.. cada noche parece que te vas acostumbrando a nuestros golpes y jueguitos.

El rubio tragó duro cuando le desagrada fingir que nada de sus palabras no le dolía en absoluto, claro que duelen, y recordar lo doloroso que son los golpes en su cuerpo hace que su mente quiera darse por vencida y finalmente intentar escapar.. pero no hay vuelta atrás.. solo piensa en su futuro y piensa en la sonrisa de Jeongguk.. no quiere acabar muerto y no quiere que el carnicero resulte herido.

Fingir duele, fingir autodestruirá su mente, pero no hay otra opción.

—Lo estaba esperando...

El ángel se giró en la dirección de los tres hombres y dió su mejor sonrisa mientras daba unos cuantos pasos hacia el líder de los tres.. solo lo observó fijamente a los ojos por unos segundos antes de bajar su mirada hacia los labios de ese hombre para luego regresar a sus ojos con una pizca fingida de deseo en sus ojos azules. Por dentro, solo quería vomitar.

—¿Será la luna de esta noche, o quizá la bella música que has bailado está noche la que se puso de buen humor? Quiero saber. — Preguntó el líder mientras su mano acaricia la mejilla del rubio, quien solo actuó y fingió sentirse bien al ser acariciado.

Quiere vomitar, quiere alejarse, quiere... solo piensa en Jeongguk en todo segundo.

—Es la bella luna.. combina con mis bellos ojos azules y me vuelve un hombre lleno de deseo.

El líder suelta una risilla divertido al oír sus palabras tan suaves provenir de sus belfos gruesos y sus ojos no se perdieron ningún movimiento de estos.. eran irresistibles.

—¿Es la luna o es el hombre que tienes en las noches en tu habitación?... Jeongguk.

Al oír su nombre en los labios de otro hombre que detesta provoca que su estómago se revuelva y se sienta asqueado en la forma que ese monstruo pronuncia el nombre del azabache como si tuviera todo el derecho de hacerlo.. la verdad es que no desea oír su nombre provenir de esos asquerosos labios.. un nombre tan bonito no tiene que ser nunca pronunciado por una lengua tan sucia como la de ese hombre..

—No se de qué hablas..

—Sabes perfectamente de lo que hablo... Ese hombre que vino aquí hace noches atrás en nuestra presencia.. cabello azabache y ojos grises..  ¿Su nombre no es Jeongguk?

Las risillas de burla de los demás hombres detrás del líder, provocan en Jimin una pequeña llama de molestia que crece desde su interior mientras observa a los ojos al hombre que tiene en frente, interrogando al rubio y intentando saber más de lo que sus ojos observaron esa noche.

—¿Por qué debemos hablar de ese hombre cuando podemos divertirnos? No perdamos el tiempo.

—No entiendes nada de lo que digo, ¿Verdad?

El bailarín apretó sus labios antes de responder.. solo negó lentamente pero ese hombre lo tomó por los hombros para observarlo profundamente a los ojos y continúo hablando.

—No importa que intentes protegerlo, Park.. tarde o temprano tu felicidad se acabará.. ¿Es ese hombre la felicidad de tu nueva vida en este bar? Estoy celoso. —El rostro de ese hombre se aproxima al suyo y puede sentir su respiración, pero no desea sentir su aliento.

No debería mentir, es la verdad. Su felicidad comenzó cuando los días junto a Jeongguk en este bar fluyeron lentamente y como la confianza creció a su tiempo.. sentir al carnicero fue lo más cálido.. desde que sintió sus labios sobre los suyos ya no puede detener los pensamientos sobre él. Su mente no para y solo se siente ocupada pensando en Jeongguk todos los días... No existe otro hombre que la mantenga tan ocupada de esa manera.. su mejillas se sonrojan cuando piensa en sus sonrisas, risillas, expresiones y actitudes.

Las mejillas del bailarín se tiñen de rosado mientras los ojos de ese hombre lo observan al rostro y se percató de que por segundos, Jimin viajó a su mente para recordar a Jeongguk y supo que ese rubio deseaba a alguien más..  no podía permitirlo.

El ángel ama como Jeongguk habla en sus recuerdos existentes en su mente.. olvida que de encuentra frente a esos tres monstruos y tan solo por segundos sus latidos se aceleran cuando escucha reír a Jeongguk en su mente producto de un recuerdo..

—¿Es él quien te gusta tanto?

La pregunta lo saca de su mente y lo regresa a la realidad cruda que detesta sufrir en estos momentos. Aunque sea cruda, no negara que siente algo por Jeongguk y toma ese pequeño valor en confesar sin tener miedo. Una sonrisa de lado se dibuja en su rostro mientras siente como el navaja en su mano se aprieta mucho más contra la piel de esta y está decidido a ser libre..

—Y si fuera él.. ¿Que se supone que harías?

—Voy a destrozarlo. —Dijo el hombre entre dientes mientras los dos hombres restantes de su pandilla observan al rubio con sus rostros sombríos.

Y por primera vez, Jimin soltó una risilla de burla ante sus palabras, confundiendo y enfadando un poco al hombre que apretó los hombros del bailarín bajo sus manos, provocando un pequeño quejido a este pero nunca borró su media sonrisa de su rostro.

—Va a cortarte el cuello si intentas destruirlo.. ¿Crees que soy solo un estúpido bailarín para tí? Se escoger muy bien a mis amantes.

—Si tan bueno es.. ¿Entonces por qué no me lo presentas? Yo y mis colegas podemos darle una bienvenida.. una muy dolorosa.

La navaja en su mano duele cada vez más, su puño se vuelve blanco de tanto apretarse como mandíbula tensa y marcada mientras escucha las palabras de ese hombre. Solo finge su mejor sonrisa antes de responder con un tono frío y decidido a enfrentarlo para jamás volver a sentirse inferior.

—Tiene demasiado trabajo.. no es como tú, él gana su propio dinero sin golpear a nadie por una deuda.. — El ángel expulsó cada palabra entre dientes mientras no quita su sonrisa de su rostro y comenzaba a gustarle el pequeño enojo reflejado en el rostro de ese hombre.

El líder suelta una risilla fingida y luego empuja al bailarín sin importarle que pueda herirlo al ser un empujón tan brusco para su cuerpo, por suerte, Jimin logró sostenerse sobre el mueble tocador antes de caer y soltó un jadeo de sorpresa antes de lanzarle una mirada rápida al monstruo frente a sus ojos.

—Parece que tienes agallas ahora.. de repente tienes valentía para enfrentarme.. fue ese hombre que llamas Jeongguk.. estoy casi seguro. ¿Realmente crees que porque me enfrentes vas a librarte de mi? Eres patético como ese jodido carnicero.. así es.. se que es un jodido carnicero. ¿Un carnicero, Park? Podías escoger algo mejor, ¿sabías?

Le costó pasar saliva luego de oírlo, Jimin detesta como sus horribles labios tienen el descaro de hablar de esa forma tan despectiva sobre Jeongguk como si ser carnicero fuera algo malo en este mundo. No soportaría un segundo más de esas palabras que provienen de ese monstruo, su mente puede estallar en cualquier momento.

—No me importa..

—Claro que no te importa.. solo lo utilizarás, luego te deshaces de él y finalmente buscas otro hombre.. estoy seguro que llorara demasiado cuando lo hagas.. — Aunque las palabras de ese hombre no son ciertas, Jimin se aleja tomándose la mente y siente que es demasiado para él tener que escuchar sus palabras todo el tiempo.— ¿No me digas que ahora no quieres oír la verdad? No te preocupes por deshacerte de él.. no soy tan malo como crees.

El ángel se alejó de ese hombre y le dió la espalda después de unos cuantos pasos hacia el centro del camerino. Sus ojos azules observaron la navaja en su mano abierta y luego escuchó las palabras del líder de la pandilla.. nada de lo que le diga puede detenerlo.. está decidido con acabar con todo. No quiere oírlo.

—No confío en tí, nunca confíe en ti.

—Y como digo... No soy malo, Park. ¿No sabes que ese amante que tienes ahora puede llorar cuando lo dejes? No te preocupes.. él puede trabajar para mí y dejar de ser un carnicero.. hasta podría ser un pequeño cambio por ti...

—¿Un pequeño cambio?

—Cuando te exigí que lo mantengas lejos, creía que lo harías, pero fue todo lo contrario.. volverlo un bailarín como tú sería un buen castigo... Tú serías libre y él ocuparía tu lugar...

El hombre dió unos pasos hacía el rubio, quien aún le da la espalda y no tiene intención en voltear a verlo, pero no importaba en absoluto, solo quería que Park oiga lo que tenía que decirle con tanta malicia. Solo desea destruir al bailarín, y era lo único que le encontraba hacer, y nada mejor que destruir lo que ese rubio quería.. comenzando por Jeongguk.

—No lo toques.. — Susurró el ángel mientras se gira sobre sus talones y observa al hombre tan cerca de su rostro que le provoca un pequeño susto al conectar su mirada con sus ojos fríos como también oscuros de malicia.

—Tu fallaste al mantenerlo lejos... ¿Crees que no me doy cuenta? No va a ayudarte a escapar.

Y aunque se encontraba cerca de cumplir su plan, tan pronto creció su valentía por ser libre, también se desvaneció cuando la mano de ese hombre tomó la suya y enseñó la navaja en alto sujetada en su mano para que los dos hombres restantes puedan darse cuenta lo que sucedería si el ángel tomaba valentía al pasar los minutos.

—¿Fue Jeongguk quien te enseño sobre como tener valentía y enfrentar tu problema? ¿Crees que soy un idiota que no se da cuenta de las cosas, Park? ¡No sabes cuánto me molesta tus actitudes! ¡A veces pienso que acabar con ese carnicero facilitaría nuestro trabajo! Es un obstáculo entre nosotros.

—¡No lo toques, no lo toques, no lo toques!

Luchó, realmente luchó por herir a ese hombre. Intentó utilizar la navaja pero ese hombre solo ejerció un poco más de fuerza en su mano y le quitó aquel objeto filoso, segundos después sintió como su mejilla dolía por un golpe que recibió en su rostro por el puño de ese monstruo quien tomó su navaja. Intentó sobar su mejilla pero solo recibió una bofetada en su otra mejilla cuando poseer una navaja fue lo suficiente para enojar al hombre.

— Solía decirme a mí mismo.. los bailarines son todos iguales y tan estúpidos.. solo desean que los hombres paguen mucho dinero por ellos como también por sus bailes y noches de placer... ¿Me equivoqué?

El ángel intentó alejarse pero los dos hombres restantes de encaminaron hacia él para tomarlo por los brazos y mantenerlo quieto en su lugar, evitando que escape de lo que sucedía a continuación. Podía sentir el sabor de la sangre en su boca y un poco herido su labio inferior cuando otro golpe cayó en su boca.

—No tienes que ser como ese carnicero, Park. Eres un bailarín exótico... y los bailarines como tú solo saben bailar pero a veces solo me equivoco contigo.. tú no eres cualquier bailarín pero tampoco eres tan especial.

Otro golpe en su rostro, está vez en su mejilla y cerca de su nariz, después recibió otro golpe pero fue doloroso y le prohibió respirar con normalidad cuando ese puño se impactó con fuerza en su abdomen. Su cuerpo no pudo evitar inclinarse hacia adelante por instinto cuando todo su aire se escapó de sus pulmones debido al golpe y intentó respirar a través de bocanas de aire.

—Jeongguk.. cada vez que digo su nombre puedo ver la pizca de molestia y celos que nunca ví en tus ojos antes.. eso me.. excita. ¿Por qué no lo menciono más seguido? Jeongguk.

El ángel muerde sus labios con fuerza cuando siente como la ira crece lentamente en su interior mientras su mente se va tornando oscura cuando sus ojos azules se vuelven oscuros al observar como esos asquerosos labios pronuncian su bonito nombre. No tiene derecho en mencionarlo, pero parece no detenerse, se nota en su sonrisa cínica que desea destruir al bailarín.

—Jeongguk.. es un lindo nombre.. para un futuro bailarín como él. ¿Que piensas? ¿No sería un buen bailarín en tu lugar? Imagina a demasiados hombres deseando su cuerpo fuerte y fornido.. teniendo que servir a cada uno de ellos en las noches que paguen y todo por tu culpa.

No puede imaginarlo, no desea imaginarlo porque lo único que imagina es como golpearía a ese hombre con sus propios puños, que se vuelven cada vez más blanco de la fuerza que ejerce, cuando solo puede morder sus labios de molestia y sentirse atrapado por dos hombres que lo sostienen de ambos brazos.

—Puedo ver aún más tu molestia en esos bellos ojos, pero nada de lo que muestres en tu rostro puede asustarme... ¿Tienes algo que decirme y por eso muerdes tus labios como un perro enojado?

Claro que sus labios heridos y húmedos de sangre están dispuestos a decir mucho que su mente furiosa piensa.. incluso la sonrisa maliciosa de su rostro de ángel no concuerda perfectamente y eso es algo que al líder de los hombres le fascina observar, pero la admiración de ese líder por la sonrisa de ese ángel se desvaneció cuando este escupió la sangre de su boca en el rostro del hombre, y luego expulsó una risilla de burla mientras observa como ese monstruo limpia la sangre de su rostro con molestia, la cual utilizo para volver a golpear de bailarín una vez más.

—Si es así como quieres jugar.. entonces podemos jugar, Park.

Y antes de comenzar el juego que lo castigaría  en un infierno en ese camerino, el rubio tomó la última pizca de valentía mezclada de furia que recorría todo su cuerpo y se atrevió de escupir las palabras que jamás pensó que diría a esos tres monstruos por primera vez. Se sintió orgulloso de si mismo, y por una vez más recordó los bonitos ojos de Jeongguk observarlo en el recuerdo de su mente.

—Vete a la mierda..

Y sus ojos azules oscuros observaron como la navaja que Jeongguk le entregó para defenderse ahora sería utilizada por otro hombre..

𝐂𝐀𝐑𝐍𝐀𝐆𝐄

Pasos, más pasos y pasos.

La casa no se encuentra como los Diablo esperaban que se encuentre. Juraron oír algo dentro de esto, incluso sentía un pequeño presentimiento de que se trataba de ese científico tratando de escapar cuando escucharon la puerta del sótano cerrarse con fuerza y nunca regresaron sus compañeros.

Al adentrarse a la casa, todo parecía normal y silencioso. No existía rastros de ese científico por ningún lado de la casa pero aún así la puerta del sótano se encontraba cerrada, pero no existía ningún sonido provenir de este. Es así que, un Diablo le hace una seña a uno de ellos para que se aproxime al sótano y baje para chequear que todo se encuentre perfecto debido al objetivo que deben cumplir.

Mientras un Diablo baja las escaleras al sótano, otro se dirige hacia el segundo piso de la casa para chequear que todo se encuentre bajo control, y el diablo restante se mantuvo en la sala de estar, observando cada parte de la sala y notando que existían pequeñas gotas de sangre en el suelo que se dirigían a la cocina de la casa.

Sujetó mejor su arma para adentrarse en la cocina, atravesando la puerta y luego observó con cautela. Estaba dispuesto a disparar a quien se escondía en este sitio, su arma se mantenía en alto y lista para disparar mientras sus botas se avanzan lentamente intentando buscar al intruso herido, pero antes de voltearse y alejarse de la cocina cuando se sentía seguro de no encontrar nada, alguien vestido de la misma forma que él se encontraba de pie en la puerta de la cocina.

Solo se observaron mutuamente por unos minutos, el diablo se asombró un poco de encontrar a ese otro diablo idéntico a él, pero sin su máscara de gas, y eso causó que incline a un lado su cabeza con confusión.

Aún con su arma en alto, no disparó en contra de ese otro Diablo sin máscara de gas y ojos grises que brillan en la distancia, solo lo observó de arriba a abajo lentamente hasta darse cuenta de que ese sujeto quien se encuentra sangrando, dueño del camino de sangre hacia la cocina.

Ninguno de mueve, solo pueden observarse mutuamente mientras el silencio es parte del ambiente en el que se encuentran hasta que el azabache de ojos grises eleva su mano lentamente para señal una parte de la cocina, logrando distraer al Diablo que girar un poco su cabeza hacia donde el azabache apunta y frunce el ceño cuando señala a un refrigerador abierto, pero cuando cree que ese azabache se movió hacia él rápidamente en su dirección, se giró para disparar pero la iluminación de la casa se apagó por completo.

La oscuridad lo atrapó y fue tan inesperado que soltó un poco su arma para buscar su linterna entre sus ropas, luego la elevó para encenderla y iluminar la cocina con algo de miedo por lo que se encontró cara a cara.. pero no encontró al intruso.

Solo podía iluminar todas las partes de la cocina intentando encontrar a ese azabache que se escondió en alguna parte y fuera de su vista. Sus ojos se movían hacia donde se movía la iluminación de su linterna y se comenzó a desesperar cuando la oscuridad era tan silenciosa que le creaba un poco de ansiedad por lo que podía suceder a continuación.

Solo dió un paso por la cocina y luego otro mientras buscaba por la cocina, pero cada paso que daba no se percató que tenía a alguien detrás de su espalda elevando un cuchillo en alto y en la oscuridad, listo para atacarlo y siguiendo sus pasos siendo silencioso.

El Diablo dejó de mover su linterna cuando sintió alguien detrás de él y frunció su ceño algo miedoso mientras en su mente se repetía que no debía darse la vuelta. Sería una terrible decisión si lo hacia pero tenía curiosidad que nunca deseó tener, y aunque debía escapar, optó por alimentar su curiosidad girando lentamente hacia atrás para encontrarse con quién sea que lo acechaba de cerca, pero no encontró a nadie hasta que escuchó a alguien chistarle para llamar su atención.

Otra vez alimento una estúpida curiosidad que lo hizo voltearse de regreso al frente para sufrir el primer ataque de ese intruso sin tener posibilidades de defenderse a tiempo, ya que fue demasiado rápido cuando sintió como la punta de ese cuchillo atravesó su cuello y luego cayó de rodillas tomándose la herida para evitar perder sangre pero fue inútil. Lo último que sus ojos observaron fue como ese azabache toma su arma y se marcha de la cocina sin remordimiento, sacudiendo el cuchillo y quitando el exceso de sangre del filo.

SeokJin lo observó todo desde la oscuridad y siguió Jeongguk hasta la puerta del sótano, dónde observó como el azabache bloqueaba esta con una silla inclinada por debajo del pestillo y de esa forma el siguiente Diablo se quedaría atrapado allí.

Decididos a escapar finalmente, Jeongguk volteó los ojos cuando escuchó como un diablo bajaba de las escaleras rápidamente al oír la puerta principal al abrirse y solo elevó su arma hacia el Diablo para dispararle en su cabeza antes de ser disparado. SeokJin observa con asombró ante aquella situación y Jeongguk lo ayuda a reaccionar cuando lo jala del brazo para sacarlo de la casa rápidamente en camino al vehículo.

—Cientifico SeokJin.. Yoongi tiene demasiadas dudas y tambien esta preocupado por ti. ¿Crees que puedes responder nuestras dudas cuando lleguemos al bar?

El científico corrió a su lado pero también intentó ayudarlo a correr cuando aún poseía su pierna herida pero Jeongguk podía correr sin importar que estuviera herido, solo se esforzaba en hacerlo.

—Puedo responde demasiadas dudas.. por suerte tengo mi maletín de trabajo nuevamente en mis manos. — Dijo SeokJin mientras enseña su maletín en su mano y se aproxima al vehículo aparcado frente a la casa.

—Tienes mucho que responder... ¿Que es lo que sucedió en las calles? ¿Por qué debemos sufrir para sobrevivir? De repente solo veo zombies y demasiados clanes de sobrevivientes que asesinan a otros solo para tomar el poder en territorios y aprovechase de las provisiones.

—Creeme que es mucho más que un simple zombie todo este asunto.

Jeongguk abrió la puerta del vehículo y subió al asiento del conductor seguido de SeokJin quien subía al asiento del copiloto, el motor se encendió y luego marcharon rápidamente hacia el bar de regreso cuando los ojos grises del carnicero divisaron a través del espejo del retrovisor como se aproximaban mas Diablo por las calles.