XI: Escape II
❝No dejes que mi manos te atrapen porque cortaré tus alas.❞
—
En el reflejo de sus ojos azules se encuentra un hombre desconocido para su mente. Nadie parece que pueda venir a buscarlo. Esos dos hombres lo involucraron en un plan que puede costarle algo en su vida. Aún no sabe cómo lidiar con la situación.
Sus manos tiemblan cuando Seok se acerca a él. Su cuerpo quiere huir de allí mismo, las cuatro paredes de la cabaña lo mantienen encerrados y no hay manera de escapar si no alguien que lo salve. Su espalda toca el colchón de la cama y ese hombre se coloca encima pero debe mantener la calma.
Su semblante serio provoca que Seok piense que a ese ángel no le gusta lo que ocurre y no se equivoca en nada. Aún puede observar como son esos ojos bellos que se desvían hacia la puerta de la cabaña y luego regresan a verlo a los ojos.
—¿Qué es lo que esperas? — Dijo ese hombre acariciando su mejilla con una mano mientras que la otra se coloca en la mejilla opuesta.—¿No es lo que deseas?
Sin respuestas. El bailarín prefiere guarda silencio, su mirada es la que responde por él. Una mirada fría y calmada que por detrás en realidad tiene algo de miedo como también nervios. Su cuerpo se siente incómodo y su mente aún ruega que esos hombres no se olviden de él antes de marchar de la base.
Es demasiado para tarde para él. Sus belfos gruesos son besados por el hombre contrario pero no sé siente tan seguro de seguir su beso y es por eso que no responde al movimiento de los labios contrarios sobre los suyos. Solo quiere alejar ese hombre y por suerte, alguien más lo hace por él.
La puerta de la cabaña se abre con fuerza y de una patada. Es Taehyung quien es el primero en ver la situación y gruñe caminado rápido hacia Seok para tomarlo por los hombros con el objetivo de alejarlo con un golpe en su mejilla. Jimin se sintió a salvo cuando esa situación se acabó.
Jeongguk se adentró en la cabaña con las manos en sus bolsillos y sonriendo en burla en dirección a un Seok arrojado al suelo que lo observaba burlarse de él.
—¿Que carajos es esto? Tu me prometiste que obtendría a este hombre. —El tono molesto de Seok demuestra cuan decepcionado se encuentra de Kim como de aquel carnicero al que le dió una oportunidad de volver.— Eres un mentiroso, Jeon, jamás pensé que Kim sería de tu lado de esta forma.
—Debe doler demasiado ese golpe para mencionar a Kim como un traidor como yo.—Jeongguk se aproximó rápidamente y pateó su estómago, incapacitado al contrario en el suelo.— Es una lastima que tengamos que vernos solo por esta vez. Lamento lo de tu esposa, bueno, ex esposa luego estar conmigo.
—Jodido Carnicero. —Seok suelta una risa cuando realmente ha sido vencido como sea y su abdomen duele tanto que debe colocar una mano allí para presionar el dolor.— Jamás espere algo así. ¿Que lo que harán ahora? ¿Asesinarme?
—Si yo fuera ellos dos, realmente no tomaría este tiempo para asesinar alguien como tú. —Dijo Park aproximándose a Seok con un rostro serio y sus palabras asombran a los tres hombres.
—¿Un bailarín vulgar hablando sobre mi? Tiene que ser una jodida bronca, cariño. — Respondió el hombre teniendo una guerra de miradas con aquel bailarín mientras Taehyung se coloca a lado este último.
Jeongguk solo retrocede sobre sus pasos y examina la cabaña hasta que sus ojos se posan en un solo objeto en todo el sitio, una radio. Sonríe levemente cuando puede tener la claridad absoluta si lleva aquel objeto con el en todo el recorrido, ya que adoraba las radios y mucho más en un situación en dónde no poseía televisión.
Encaminó hacia la radio sobre la chimenea de color rojo y la tomó para luego ocultarla detrás de su espalda mientras oía como Seok solo habla todo el tiempo en contra de los tres pero ninguno piensa responder a sus palabras.
—Cierra tu boca, Seok. Nadie quiere escucharte. —Responde Jeon y antes de salir de la cabaña, su error fue que escaparían en ese instante.— Nos largamos, idiota.
Eso enfureció a Seok, su cuerpo dolía pero no podía evitar que suceda. Fue así que se colocó de pie cuando los tres hombres salieron rápidamente de cabaña hacia su vehículo, podía observarlo correr y no podía permitirlo.
Es ese momento, su grito alertó a todos sus sobrevivientes que unos traidores escapaban de la base con vehículo del sitio que estaban prohibidos para las personas como esos tres que escapaban rápido y subían al vehículo.
Todos sus sobrevivientes oyeron es grito de su jefe y corrieron fuera de la gran cabaña donde antes ocurrió aquel show. Todos sus ojos se enfocaron en un vehículo que daba la vuelta y aceleraba hacia la salida de la base.
Rápidamente, un sobreviviente corrió hacia la cabina de seguridad para presionar un botón para que las grandes puertas de la base cierren antes de que ese vehículo escape. La razón por la cual las puertas se encontraban era porque los zombies no suelen encontrarse en los bosques, por ende, la base no necesita mantenerse cerrada necesariamente.
Pero siempre deben tener mucho cuidado con los traidores como Kim y Jeon que pueden fallarles fácilmente.
Las armas en el garage jamás fueron encontradas por los sobrevivientes cuando tenían la idea de disparar al vehículo y Seok maldijo cuando la base se encontraba sin armamento. Habían sido robados completamente.
Lo único que podía hacer era observar como aquel vehículo salía de la base a través de la delgada abertura de las grandes puertas que se cierran de manera lenta y luego solo quedaba lamentarse por lo que acababa de ocurrir tan rápido.
𝐂𝐀𝐑𝐍𝐀𝐆𝐄
Sus ojos grises solo se enfocan en la carretera que toman para moverse lejos del bosque. Sus manos se concentran solo en conducir y otra enciende un cigarrillo entre sus labios.
—Kim, saca el mapa de la mochila. Dime el recorrido. —Los ojos del carnicero le dan un vistazo a su copiloto y nunca quita su atención de la carretera.
El nombrado toma el mapa de la mochila que Park le pasa de los asientos traseros dónde se encuentra sentado y asiente cuando Kim le agradece por hacerlo.
El mapa provoca un sonido molesto al ser abierto y expandido pero al fin al cabo puede ver el recorrido marcado con tinta roja en la oscuridad del vehículo pero no es posible para Jeongguk observarlo con claridad. Es así que esté último busca la linterna dentro de la mochila colocada en el regazo de Kim y la extiende que para que sea tomada.
Taehyung ilumina el mapa gracias a la linterna en su mano derecha mientras que con la opuesta solo sostiene el mapa y sigue con su mirada la línea roja en el mapa.
—¿Esta es la carretera roja? Si es así, deberíamos seguir hasta la carretera verde donde debes girar a la izquierda y saldremos de la zona de bosques, luego la siguiente carretera es hacia una pequeña ciudad... ¿Gotam? —Tae observó confundido a su amigo quien quitó el cigarrillo de sus labios y respondió.
—Se llama Gotham, es una pequeña ciudad y aún no hay reportes de que este infectada. — Dijo Jeongguk con cada palabra que expulsaba el humo de su cigarrillo.— Es extraña, nadie ahí es normal, escuché que son personas muy raras pero nosotros no haremos amigos allí. Necesitamos una casa y luego nos iremos al día siguiente.
Taehyung cerró el mapa en forma de rollo y luego lo dejó en su regazo pero la mochila la colocó en el suelo donde se encuentran sus botas. Apagó su linterna y luego se volteó hacia atrás para observar como Park se tomó un momento para recostarse en los asientos traseros como un bebé.
—¿Que ocurre? —Jeongguk le dio otro vistazo rápido a su rostro antes de darle una calada su cigarrillo y conducir con una sola mano.
—¿Que piensas hacer con él?
—Por ahora nada. ¿Por qué lo preguntas? ¿Tienes un plan nuevo?
— Jamás tendría uno nuevo, tu plan es mucho mejor.
Los ojos del castaño se desvían del perfil del rostro de su mejor amigo y observa la carretera a través de su ventanilla a su lado mientras el vehículo conduce a toda velocidad. El cielo se tiñe de un color celeste claro mientras que la luna comienza a caer al pasar los minutos y el sol se aproxima desde abajo para demostrar que poco a poco será un nuevo amanecer.
—¿Puedes encender la radio? Debo detenerme un segundo en la carretera.— Dijo el carnicero bajando la velocidad del motor mientras abre la ventanilla a su lado para arrojar su cigarrillo sin antes darle una última calada. —La buscaré en atrás, dame uno minuto.
Taehyung asintió y el vehículo se detuvo a un lado de la carretera mientras que aún el motor se encontraba encendido. Jeongguk solo bajó del transporte y abrió la puerta de los asientos traseros para buscar su mochila pero ante sus ojos se encuentra un bello ángel durmiendo con su cuerpo temblando de frío sin importar que se encuentre bajo un estado inconsciente debido al sueño relajante que disfruta.
El castaño rizado se gira levemente hacia atrás para observar a su mejor amigo, quien se mantiene quieto en su lugar con su rostro en blanco observando a Jimin dormir.
Jeongguk suelta un bufido y se quita su abrigo camuflado, suficiente cálido para esta noche y solo se adentra dentro de vehículo para cubrir el cuerpo del bailarín para después tomar su mochila con rapidez antes de despertarlo.
Cerró la puerta del vehículo y subió al asiento del conductor para luego cerrar la puerta a su lado. Taehyung sonrío divertido por lo que acaba de ver y Jeongguk lo observó con molestia, no quería oír nada referido a lo que hizo y continúo su camino por la carretera a toda velocidad nuevamente como antes.
Una hora pasa rápidamente cuando el viaje es tan largo que finalmente se encuentran con la carretera verde que deben tomar y el azabache girar el volante hacia la derecha mientras su pie presiona el acelerador con más fuerza para aumentar la velocidad.
Taehyung colocó la radio sobre su regazo hace una hora atrás y sus dedos movían la perilla de esta para encontrar alguna transmisión que indique alguna novedad sobre la infección en los humanos.
—¿Quieres uno? —Jeongguk le extendió un cigarrillo al castaño, quien lo tomó lentamente con su mirada en los números de transmisión de la radio.
—Gracias. ¿Sabes cuál es el número de la transmisión correcta? — Preguntó Kim mientras coloca entre sus labios el cigarrillo y espera por la respuesta del contrario.
—Solo gira la perilla hacia la derecha, siempre funciona pero si no es así, gira hacia la izquierda.
El castaño asiente y hace lo que su amigo le indica intentando buscar una transmisión disponible hasta que una voz femenina distorsionada se oye. Rápidamente gira la perilla un poco más para que el tono de voz de esa mujer se mejore para así intentar entender lo que sus palabras quieren comunicar. Mientras tanto, Jeongguk quita sus ojos de la carretera por unos segundos para encender su cigarrillo entre sus labios y pero este no enciende rápidamente por lo que provoca que Kim desvíe su mirada hacia la carretera pero sus ojos se asombran cuando en su campo de visión detecta un zombie caminar lentamente frente al vehículo como también cruzando la carretera.
—¡Jeongguk!
El grito de alerta de Kim hace que el nombrado quite los ojos de su cigarrillo y tome el volante con fuerza para girarlo hacia la izquierda cuando ese zombie se entrometió en el lado derecho de la carretera.
Kim respiro agitado cuando su corazón latía tan fuerte que creía que saldría de su pecho ante el posible accidente que casi ocurre hace un segundo si no era porque pudo evitarlo rápidamente.
—Mierda, perdón Tae, lo siento mucho.
Jeongguk observó con una mirada preocupada a su mejor amigo y palmo su muslo para tranquilizarlo ante la situación.
—Solo deja de distraerte. Vas a matarnos.
El tono serio del castaño provoca una pequeña sonrisa en Jeongguk, quien observa a través del espejo retrovisor para estar seguro de que tipo de zombie se trataba.
—Tranquilo.
[...]
"Las pequeñas ciudades se encuentran infectadas, por favor, no salgan de sus casas, la ayuda va en camino."
La voz femenina transmitida en la radio es escuchada por ambos hombres que toman un descanso a lado de la carretera sin bajar de vehículo y solo muerden nerviosos sus labios inferiores cuando no saben en lo que se han metido. Realmente no tienen otro camino que debían tomar, no existe un atajo para desviarse de las ciudades pequeñas. Tienen una cierta obligación de adentrarse en cada ciudad pequeña hasta la gran ciudad.
No era fácil para un grupo de tres hombres novatos en sobrevivencia recorrer casi todo un país para llegar a la gran ciudad donde la cuarentena se llevaría a cabo. Sabían que si dependían de otros grupos de sobrevivientes, entonces jamás serían libres y aún así prefieren morir bajos sus reglas de sobrevivencia.
La radio de comunicación de Taehyung suena en su mochila y rápidamente ambos recuerdan que el castaño siempre solía llevar esa radio para comunicarse con la base de sobrevivientes. Está vez parece que Seok se comunica con él para que regrese a la base de una vez.
—"Kim Taehyung, se que escuchas esto. No es bueno lo has hecho. Es mejor vuelvas ahora mismo y te disculpes ante lo que has cometido." —La voz de Seok se oye perfectamente y Jeongguk lo observa al castaño con un rostro serio.
—No volveremos a la base, Kim. —Expresa Jeon ante sus ojos.— Olvídate de ellos.
—¿Que debo hacer?
—"Kim Taehyung, esta es tu última oportunidad. Si no te disculpas ahora mismo o no regresas, entonces serás considerado un enemigo para la base."
Nuevamente la voz de Seok interrumpe el diálogo de ambos amigos pero cuando Tae intenta responder Jeongguk le arrebata su radio.
—No volveremos jamás, Seok, puedes tener un enemigo más en tu vida y si deseas puedes tener dos enemigos. No te olvides de mí. —Y sin más, Jeongguk arroja la radio fuera del vehículo a través de la ventanilla abierta a su lado.
—¿Tienes idea que se siente ser enemigo de toda una base de sobrevivientes? Nos matarán. —Dijo entre dientes el castaño mientras golpea con su puño la puerta a su lado.— Harás que nos maten.
— Tú no tienes puta idea como seguir con tu vida, Tae. Yo fui quien te salvó de esa jodida base, adivina dónde podrías estar ahora mismo, cierto, seguramente siendo el perro faldero de Seok mientras todos se ríen en tu cara. —Los dientes de conejo de Jeongguk se apretan con los de abajo y cada palabra sale entre dientes.
Taehyung tragó duro y sus ojos molestos no se quitan del rostro del contrario pero por más que deteste escuchar eso, jamás diría que es mentira. Después de todo, el azabache tenía razón.
Por la culpa del golpe de Kim a la puerta del vehículo, Park abrió sus ojos lentamente y luego los frotó cuando escuchó como los dos hombres discutían entre dientes para no despertarlo. Se acomodó sobre el asiento trasero, tomando asiento y observó como ambos hombres observaban hacia abajo pero no emitían ninguna palabra.
Sus pequeña manos acariciaron un suave y cálido abrigo sobre su cuerpo. Observó de quién se trataba aquel abrigo y sus ojos se colocan sobre cada hombre para afirmar quien había sido tan bueno para cubrirlo mientras el frío ambiente lo hacia temblar en medio de su descanso.
—¿En dónde estamos?
El colgante del cuello de Jeongguk se sacude cuando se voltea hacia Jimin como Taehyung también lo hace. Ambos hombres observan al rubio que mira hacia afuera del vehículo, este se percató de que se encuentran en un carretera algo oscura pero el amanecer poco a poco estaba llegando.
—No preguntes, solo mira.—Musitó el carnicero sonriendo de lado.
—En camino a Gotham, es una pequeña ciudad cerca. —Respondió Tae con una leve sonrisa, volteando hacia Jimin, quien asiente curioso ante el paisaje del bosque alrededor.
— Voy a encender el motor, nos acercamos cada vez más a Gotham. —Jeongguk toma el mapa del regazo de Tae y lo extiende hacia atrás, hacia Jimin.—Cambio de guía, serás tu ángel.
Los ojos grises de Jeon se sienten profundos a través del espejo retrovisor del vehículo, Park se siente un poco intimidado y Tae observa como ambos serán los próximos en hacerse responsables del viaje restante a Gotham.
—¿Que haré yo? —Pregunta en un susurro el castaño mientras toma su mochila entre sus manos.—¿Debo descansar?
—Si, tomate este tiempo para descansar. Ángel hará el trabajo por ti. —El azabache le enseña una leve sonrisa que después borra cuando sus ojos se enfocan en girar la llave del vehículo, encendiendo el motor nuevamente.
—Jimin, ¿Te importa sentarte en este asiento? Tomaré asiento en dónde tú estás ahora. —Jimin niega ante la pregunta del castaño, luego de eso ambos salen del vehículo intercambiando asientos. Tae se recuesta en los asientos traseros.—Dormiré una siesta.
Park sube al asiento del copiloto, cierra la puerta a su lado y cuando su cabeza se gira hacia Jeongguk, sus ojos se asombran cuando ese carnicero tiene su expresión seria observándolo con detenimiento. Tenerlo tan cerca provocaba estremecer su cuerpo y solo sentía su aura oscura como también puede sentir que puede imponer respeto cuando te encuentras a su lado.
—¿Qué? — Pregunta el azabache de mala gana mientras lleva un cigarrillo a sus labios. Aún no lo enciende, solo lo deja entre estos para hablar sin problemas.
—Nada.—Respondió el bailarín con un tono bajo y sus ojos vacilan por el mapa que sus manos tienen. Aprieta sus labios mientras abre aquel gran trozo de papel y observa mejor todo lo que se encuentra marcado con tinta roja.
Jeongguk coloca su mano en la palanca de cambios del vehículo y la otra contraria se mantiene sobre el volante. Una de sus botas presiona el acelerador a fondo, el carro avanzó a toda velocidad de manera brusca, provocando que Jimin caiga hacia atrás en el asiento pero gracias a este su espalda tuvo dónde caer.
—Si yo fuera tú, mejor me coloco el cinturón. —Dijo el carnicero mientras mantenía sus manos ocupadas y su mirada atenta a la carretera.— Solo digo.
Park no le llevaría la contraria, sus manos se movieron rápido hacia el cinturón de seguridad a un costado de su asiento y lo jaló hasta cruzar todo su torso para luego abrocharlo. Se sintió seguro de esta manera mientras sus ojos se centran en la carretera y puede ver cómo los árboles son diferentes del uno del otro cuando pasan muy rápido en su visión a la velocidad del vehículo.
—Mapa.— Ordena el azabache a su lado con un tono profundo.
—Si-si. —Jimin mueve sus manos nerviosas toman el mapa sobre sus piernas desnudas cubiertas por el largo abrigo y observa el camino que están tomando ahora mismo.— Creo que... No falta demasiado para llegar.
—Déjame ver, colócalo más arriba, necesito ver con claridad.—Jeongguk desvía su mirada por un segundo para observar por el rabillo del ojo cuando el mapa es colocado más arriba para observar mejor el camino, luego regresa su mirada rápido a la carretera. Y repite el movimiento. —Busca el cartel de bienvenida de Gotham, centra tus ojos en la carretera.
—Si. — Susurró el bailarín cuando sus oídos como los del azabache oyen como el castaño suelta un pequeño ronquido, confirmando que se encuentra dormido plácidamente.
Jeongguk observa a través del espejo retrovisor como su mejor amigo duerme mientras el se encarga del viaje. Luego regresa su mirada a la carretera y su responsabilidad de conducir con precaución cuando es una pequeña ironía que conduce tan rápido con una velocidad muy alta.
No le desagrada la velocidad, es lo que más le fascina pero en su vida ha conocido personas que no le agrada la velocidad de esta manera pero cuando su mirada se desvía hacia Jimin, quien cierra sus ojos por segundos y sus manos apretan el cinturón entre sus manos, entonces se divierte un poco de la situación.
Su mano se aleja de la palanca de cambios para buscar otro cigarrillo en su vaquero pero no será para el está vez, solo se lo ofrece a ese rubio.
—¿Fumas? —Le extendió aquel cigarrillo frente a sus ojos y Park lo observó para luego observar el perfil concentrado del rostro de Jeongguk.
El bailarín, sin respuesta, mueve una mano para tomar lentamente aquel cigarrillo con un poco de timidez. No espera un segundo y lo coloca entre sus gruesos belfos, sus ojos buscan un mechero pero Jeongguk saca el suyo para encenderle el cigarrillo mientras conduce, disminuyendo la velocidad para no provocar un accidente.
Aunque la carretera este desierta y sin ningún vehículo marcharse sobre esta, aún así tiene precaución de su conducción cuando sabe que igualmente puede tener un accidente por culpa de algún zombie que posiblemente vaga sin rumbo en los alrededores.
Quita sus ojos del camino para desviar solo por segundos para asegurarse de que se encuentra encendiendo bien aquel cigarrillo entre esos labios gruesos y luego aleja el mechero cuando su trabajo ya está completo. Ese bailarín le da una calada al cigarrillo siendo un poco tímido ante un gran fumador como el azabache.
Jeongguk repite la calada pero antes enciende el suyo que aún no había sido encendido ya que solo lo tenía entre sus labios y hablaba sin problemas. Su mechero hace su trabajo y luego lo guarda en su vaquero. Sus delgados dedos toman el cigarrillo y lo quitan de sus propios labios para expulsar el humo en una pregunta hacia el bailarín.
Cualquier pregunta debe romper el silencio que se encuentra entre ambos y no importa de que tema se tratase.
—¿Que hace un bailarín como tú fumando? Creí que se mantenían saludables para el trabajo que deben hacer. —El humo se expulsa con cada palabra que Jeongguk suelta de sus delgados belfos que atrapan nuevamente el cigarrillo mientras espera la respuesta.
Jimin se sintió un poco nervioso y tímido al hablar. Su mente pensó en las palabras que debía decir y aunque no era secreto para un bailarín llevar una vida sana, igualmente su cabeza pensó en una respuesta. Todos solían decir que los bailarines exóticos debían mantener una dieta saludable para poder tener los excelentes cuerpos perfectos pero la realidad es que Park no puede tener un cuerpo saludable cuando su dinero no es suficiente. Debe decir que tiene suerte de poseer un bello cuerpo aunque no cree en eso, posiblemente sea su genética.
—De hecho, somos saludables. —Mentira. Realmente tanto pensar en su mente para finalmente tener el descaro de mentir de esa forma. —Pero podemos darnos un pequeño permitido en la vida después de todo. Nuestro esfuerzo es compensado con lo que deseamos.
Jeongguk sonrío de lado y sus ojos parecen amables cuando escucha hablar a ese ángel pero su expresión cambia rotundamente en un segundo. Su semblante se vuelve serio ante las palabras de Park y pero no expresa que ocurre.
—El padre de una iglesia solía decir; "Hijo, nunca mientas ante un religioso, posiblemente el sabe que tú mientes. Quizá sea su astucia la que te descubre o su gran conocimiento para poder detectar mentirosos. Pecado es mentir, mentir es pecado." nota de un padre de la iglesia a la que iba cuando era pequeño. —Jeongguk lleva su cigarrillo a sus labios y le da una lenta calada mientras sus ojos observan por el rabillo a ese ángel haciéndose pequeño en el asiento a su lado.
—Son palabras muy bonitas.
—¿Eso crees? Yo creo que son justas y reales.
Park podía sentir la incomoda situación que su propia mente le plantea y luego le da una calada a su cigarrillo antes de que sus ojos se enfoquen en el cartel de bienvenida la ciudad de Gotham. Este cartel se aprecia desde la distancia y rápidamente eleva su mano para indicar que lo ve.
—Es el cartel, creo que hemos llegado. —La mano de Park señala el cartel y Jeongguk sabe que tuvo su perfecto momento para cambiar de tema rápidamente.
No le importaba que el tema de conversación sea interrumpido con el final del recorrido, después de todo se estaba casando de conducir, sus ojos se sentían agotado poco a poco y por dentro deseaba dormir un poco también. Solo giró el volante hacia la derecha para adentrarse en el camino que sale de la carretera hacia la pequeña ciudad donde debían tomarse un descanso. Solo sería un alojamiento pasajero hasta poder marchar al día siguiente.
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