CARNAGE II: Difícil.
❝¿Podemos seguir juntos?❞
—
SeokJin sobre pensó toda la noche, se sentía nervioso bajo la mirada de Taehyung y Yoongi cuando los tres se sentaban en una misma mesa. Ahora era el momento más tenso de su vida, en el que su boca luchaba para no confesar la verdad de Jeongguk y los síntomas solía tener. Yoongi podría odiarlo que si le miente, pero si dice la verdad, entonces Jeongguk puede acabar siendo expulsado del clan y del bar.
-¿Pasa algo, SeokJin? Aún no bebiste nada de tu vaso. ¿Tengo que preocuparme? - Interrogó Yoongi, una de sus cejas se arqueó con una pequeña pizca de bromista y cálido.
Taehyung desvío su mirada de los bailarín del entrenamiento para darle una calada a su cigarrillo mientras observa a SeokJin. Él también sospechaba que el científico tenía algo extraño, no hablaba demasiado y apenas tocaba los tragos que servían en la mesa, por un segundo pensó que Jeongguk escondía algo junto con ese hombre. Su mirada solo se enfocó en SeokJin en todo momento, intentando descifrar que ocultaba.
La nuez del cuello del científico de movió de arriba a abajo al pasar saliva con un poco de dificultad, sus ojos se enfocan en el líquido quiero de su vaso, y sus manos se mantienen entrelazadas entre si sobre la mesa. Es la primera vez que sobre piensa demasiado las cosas antes de estar seguro de que pueda decirlas, decir la verdad lo puede llevar a ser un mentiroso y no desea que Yoongi enfurezca por esa misma razón.
Le teme a Yoongi.
-Nada. - Susurró gélido el científico, fingiendo el frío tono de su voz para no levantar sospechas. Aún Tae no le quita la mirada sospechosa de encima.
-Si es que nada pasa para tí, entonces cambia tu cara.. algo me dice todo lo contrario a lo que tu palabra me dice. ¿Sabes que puedo saber si me mientes? No me gustan las mentiras o los secretos ocultos.
-No tengo ningún secreto o mentira. Nunca podría mentirte, y todos mis secretos tu los sabes. ¿Tengo motivos para hacerlo? - Respondió SeokJin.
-No lo sé, espero no enterarme de lo contrario de lo que has dicho está noche... eres mi amigo y estás aquí porque necesito de tu conocimientos, y mentirme arruinaría todo. - Yoongi dió un sorbo a su propio vaso y lo observó por unos segundos, antes de que un bailarín se aproxime a la mesa de los tres y bailar para ellos.
SeokJin desvío su mirada hacia afuera del bar a través de la ventana a su lado y prefirió contemplar la nieve caer desde el cielo, mientras que por otro lado, Yoongi ignoró al bailarín pidiendo otro trago al bartender con un grito y Taehyung solo le sonrió al bailarín hasta que se fue a otra mesa.
-¿Te gustan los bailarines de este bar, Tae? - Interrogó Yoongi hacia al castaño a su lado.
Min esperó por la respuesta mientras el bartender se aproximó a la mesa con una jarra de whisky y lo vertió en los vasos, menos en el de SeokJin que estaba lleno, luego se retiró con una señal del hombre de ojos gatunos.
Tae sonrío un poco luego de quitar el cigarrillo entre sus labios y responder con sinceridad.
-No me llaman la atención en absoluto, podría decir que el único bailarín que adoro pero no me gusta amorosamente, es Jimin, y si, hace buen trabajo.
Yoongi negó acompañado de una risilla cuando recordó que es posible que Jeongguk podría enfurecer si los escucha decir eso, pero afortunadamente, el carnicero estaba fuera del bar y de la ciudad.
-Hablando de Park.. ¿No es que debería estar junto a los bailarines este día, bailando junto a ellos y provocando gritos de todos mis hombres? - Se preguntó Min en voz alta, siendo escuchado por el científico y Tae.
SeokJin desvío su mirada y apretó sus labios cuando intentó buscar a Park con la mirada entre el público como también entre los bailarines, pero nunca lo encontró en ningún lugar. En un segundo, Jeongguk pasa por su mente y es posible que ese bailarín rubio se encuentre con él. ¿Que pasa si ocurre algo horrible si Park estaba cerca de Jeongguk con todos los síntomas que tiene? Su vida posiblemente corre peligro.
-Mierda.. - Maldijo Tae.
Kim apagó su cigarrillo en el cenicero sobre la mesa antes ponerse de pie y encaminarse a la habitación donde Park dormía. Yoongi se aseguró de buscarlo con la mirada, pero no lo encontró. SeokJin comenzó a sentir que todo su cuerpo picaba de nervios de ocultar tanto la verdad, y posible saber que Park escapó con Jeongguk, además de eso.. Yoongi regresó su mirada sobre él, logrando volverlo más tenso.
-¿Sabes algo que no sé? - Cuestionó Yoongi hacia SeokJin, su tono fue duro y algo hostil.
-No más que tú.. lo mismo que tú. -Respondió con rapidez el contrario.
-¿Aún tienes el descaro de mentirme? Jeongguk no está aquí.. tiene trabajo, mientras que Jimin siempre esta junto a él las veinticuatro horas.. siempre juntos y..
Iba a continuar con sus palabras hacia el científico, pero un Taehyung agitado se aproximó de regreso a la mesa con la noticia de que Park no se encontraba en ningún lado. Su habitación estaba vacía, su camerino estaba cerrado y nadie lo vió en las horas restantes. Habían pasado horas desde que Jeongguk había marchado, y nadie lo vió desde entonces. Todo indicaría que era posible que ambos se marcharon del bar sin saber que Jimin también lo hizo.
Yoongi bajo su cabeza, tensó su mandíbula y apretó su puño sobre la mesa.
-¿Es por eso que no dices nada, SeokJin? Dime la verdad.. ¿Acaso tú sabías que Jimin se marchó con Jeon? ¿Intentaste cubrirlos a ambos?
El científico tomó un respiro antes de negar decidido. Esa no era la verdad que ocultaba, era otra. De igual manera, Min volvió a interrogar al científico con lo poco que tenía de paciencia.
-¿No piensas hablar? Incluso cuando estamos cara a cara, y se que Park se marchó, y tú no paras de moverte nervioso en tu silla. - Murmuró Min para luego volver a recibir otra negación de cabeza de SeokJin que acabó con su paciencia.
Taehyung intentó calmar a Yoongi, pero este último se puso de pie y golpeó la mesa con su puño cuando odiaba que le mientan en su propio bar. Aquel golpe provocó que todos se detengan a su alrededor, sus cabezas se giraron curiosos por lo que ocurría con Min, y incluso los bailarines pararon de bailar para pagar la música cuando estaba sucediendo algo en el bar.
-No estaba ocultado que Park se escapó junto a Jeongguk, en realidad, Jeon tenía trabajo como tú habías dicho y Jimin solo lo siguió.. no tengo que ocultar algo como eso. - Respondió algo nervioso el científico, pero Yoongi ignoró que existía una mesa ente ambos y lo tomó del cuello de su camisa para ponerlo de pie.
-Será mejor que hables ahora.. desde que Jeongguk te rescató, las cosas han estado muy extrañas últimamente.. ¿Que es realmente te mantiene tan nervioso? Te conozco perfectamente.
SeokJin tragó duro antes intentar zafarse, pero Yoongi lo tomó más fuerte de su camisa y lo obligó a hablar con un par de sacudidas. Incluso gritó cerca del rostro del científico para quitarle la verdad hasta que no soportó tanta presión. Todos observaban algo molestos en dirección a SeokJin, parecía que no les gustaba que le oculte cosas al dueño de este bar y cada vez más puede ver el enojo reflejado en todos esos ojos que se fijan en él. Se sentía en la boca del lobo con todos observando.
-Jeongguk.. tiene síntomas.. lo siento, Yoongi, juro que intenté buscar la forma en como decírtelo, pero es imposible ocultar que Jeon esta infectado.. perdóname..
Yoongi soltó a SeokJin cuando fue una noticia que jamás podría esperar escuchar. Su mejor verdugo en el clan era posiblemente la perdida de todo el bar, se negaba a aceptar que pueda ser verdad, no tiene porque ser verdad.. Jeongguk no puede estar infectado.. tiene que ser solo una mentira. Incluso tuvo que tomar sus propia cabeza cuando todo parecía irreal para su mente al oír eso.. se niega aceptarlo.
𝐂𝐀𝐑𝐍𝐀𝐆𝐄
No existía otro dolor en todo su cuerpo que esa mordedura en su antebrazo. El zombie saboreaba la sangre que sus dientes pueden sacar al morder la carne humana de ese carnicero que suelta gemidos de dolor. Park no se puede permitir un segundo más observando todo, es por eso, que toma el valor y el enojo para arrebatar el cuchillo sujetado en el muslo del carnicero, y con el apuñalar la cabeza del zombie en un movimiento rápido y sin pensar. El cuchillo se incrustó perfectamente en el centro de la frente del zombie, y observó como dejo de morder el antebrazo del azabache, para luego caer sin vida hacia atrás sobre el suelo.
Jeongguk se tomó el antebrazo, creyó que su mano al presionar la herida podía detener el sangrado, pero no podía hacer absolutamente nada. La sangre fluía cada vez más de la herida, y goteaba entre sus dedos a borbotones, marchando la nieve del suelo.
Claro que el carnicero se sorprendió del rápido movimiento del bailarín y se quedó atónito observando a este cuando fue la primera vez que lo vió matar a un zombie de esa forma. Creyó que jamás sería capaz de hacerlo, pero Park se encaminó hacia el zombie y le quitó el cuchillo de la cabeza sin tener una pizca de asco.
-..Jimin.. - Susurró Jeongguk. Se sentía encantado de verlo de esa forma, y por alguna forma, le gustó mucho ese Jimin que atacó al zombie sin pensarlo dos veces.
Antes de decir una palabra más, el motor de un vehículo se escuchó desde la distancia y entre los árboles, que se aproximaba a toda velocidad hasta aparcar frente a ellos con un derrape sobre la nieve del suelo y la puerta del copiloto de abrió rápidamente, mientras que en la puerta contrario, Aurelio asomó su cabeza para hacerles una seña de que suban lo antes posible cuando el ruido del motor alertó a nuevos zombies en el bosque. Sus gritos desesperados se oyen desde muy lejos y pronto estarían intentando atacarlos si no se movían rápido hacia el vehículo.
Jeongguk tomó su escopeta con otra mano, teniendo que dejar de presionar su herida. Intentó caminar hacia el vehículo con Park, pero cayó sobre una de sus rodillas, sintiendo un poco débil su cuerpo, pero por suerte, Jimin tomó uno de sus brazos para colocarlo sobre sus hombros y permitirle que se recargue sobre su cuerpo para moverse rápido hacia el vehículo. Una vez que se aproximaron, sin dudar subieron a este y Aurelio no tardó en acelerar de regreso a la cabaña donde llegaron en cuestión de minutos.
No existieron palabras durante el pequeño viaje de regreso a la cabaña, en cuanto el vehículo aparcó frente al hogar de maderas, Aurelio apagó el motor para bajar del vehículo y rodear este para ayudar a Jimin llevar al carnicero dentro de la cabaña.
-¡Mierda, mierda! ¡Puta mierda! ¡¿Que fue lo que pasó en el bosque?! Su brazo está jodido.. - Preguntó Aurelio en alto, mientras Jimin lo ayudaba a recostarlo en el sofá.
-¡Intentó salvarme pero un zombie lo mordió! - Respondió Park, moviéndose hacia la puerta de la cabaña y cerrando esta con seguro.
-Mierda si.. puedo ver la marca de sus jodidos dientes en tu piel.. - Susurra el hombre mayor al examinar al herida del antebrazo de Jeon.
Park observó por la ventana, asegurándose de que ningún zombie se aproxime a la cabaña, y se movió de regreso al sofá donde se encontraban ambos. Observó como Jeongguk lo observaba sin decir nada mientras que Aurelio solo examinaba la herida.
-Buscare un botiquín en mi habitación, tú quédate aquí y cuida que no se le ocurra cubrir su herida, puede infectarse con facilidad. - Ordenó Aurelio, luego se alejó de Jeongguk para correr hacia la habitación en busca de un botiquín.
Mientras tanto, Park se colocó de cuclillas a lado del sofá y de Jeongguk, solo deseaba que se encuentre bien pronto y también se sentía un poco culpable por ser la razón por la cual el azabache estaba herido.. no podía creer que un zombie lo había mordido y no tiene más palabras que solo disculparse.
-Perdón.
La cálida mano del bailarín tomó la del carnicero. Sus dedos dieron pequeñas acaricias en la piel de su mano, Jeongguk sonrío hacia él para se aproximarse un poco al rostro del rubio y depositó un pequeño besito en su mejilla. Jimin se sorprendió un poco y no negó que le gustó su pequeño afecto como aceptación de su lamento.
-Voy a estar bien. - Susurró el azabache, su tono suave trataba de tranquilizar al bailarín y sonrió una vez más.
Aurelio regresó con botiquín y una botella de alcohol para desinfectar la herida. Dió pasos rápidos hasta sentarse en una silla que Jimin buscó y colocó cerca del sofá, para que pueda curarlo con más comodidad para ambos. Jeongguk extendió su brazo sin oponerse ante Aurelio. Era cuestión de sanar o morir.
—Grita todo lo que quieras ahora.. va a doler. — Y ante su advertencia, Jeongguk gritó cuando el líquido de la botella alcohol se vertió sobre su herida. Ardía como el carajo, ardía demasiado.
Park se demostró preocupado. Cruzó sus brazos y intentó observar a otro lado, pero sus ojos siempre regresan al rostro adolorido del azabache y no puede evitar demostrar la preocupación de que todo resulte malo. Tiene que tener fé, Aurelio sabía lo que hacía.
—¿Esta bien utilizar alcohol en una herida como esa? — Preguntó el bailarín.
— Curé mis heridas de esta manera y jamás me pasó nada. Es cuestión de desinfectar la herida para que no sufra en el futuro, luego pondré vendaje alrededor de su antebrazo y ocultando su herida. — Aurelio explicó todo el proceso mientras lo hacia.
—Sature una herida en su cuerpo hace un tiempo. Creí que nunca tendría que volver a hacerlo, pero ahora veo que tienes que sanar su herida en mi lugar. — Respondió el rubio.
—¿Eres doctor? Si es así, entonces puedes sanar mis heridas también..
Jeongguk podría tener dolor en una de sus extremidades heridas, pero jamás perdía el conocimiento para comprender la situación. Su mirada gris se volvió feroz ante sus palabras, sus ojos se estrecharon y aclaró su garganta mientras sonreía forzado, reprimiendo sus pequeños celos.
—¿Que heridas, Aurelio? ¿Quieres un doctor personal? Aprendí donde se encuentra ubicada la yugular de una persona.. incluso aprendí donde-
—Ya terminé. — Interrumpió Aurelio con una sonrisa divertida al terminar de vendar el antebrazo del carnicero. Luego buscó unos medicamentos dentro del botiquín y colocó sobre la pequeña mesa a lado del sofá.
El hombre mayor se encaminó hacia la cocina y regresó un vaso de agua, lo extendió hacia Jeongguk y este lo tomó mientras Park le ayudó tomar los medicamentos.
—¿Son para la herida? — Interrogó el bailarín.
—Exacto.
Aurelio se movió por la sala buscando su abrigo, lo tomó del perchero de a lado de la puerta, se colocó y luego se volteó hacia Jimin, quien lo observó en todo momento y dudando de lo que haría.
—¿Saben que? Ya que no podrán salir debido a la condición en la que se encuentra Jeongguk, es mejor que yo me encargue de todo. Buscaré troncos y carne por ustedes.. iré algún sitio cerca de aquí y de confianza. Jimin, ¿Puedes cuidarlo un poco?
El bailarín asintió no tan seguro.
—¿Dónde irás, viejito? — Interrogó el carnicero, sin ni siquiera verlo.
—Visitaré a unos viejos amigos, seguramente puedan ayudarme con los troncos de madera y carne que necesita Yoongi. Será mejor que no se les ocurra salir de aquí, el bosque tiene demasiadas sorpresas. No tardaré.
—Toma las llaves del vehículo, puedes usarlo. — Jeongguk rebuscó en sus bolsillos trasero de sus pantalones y lanzó la llave hacia Aurelio, siendo atrapada por este en los aires.
El hombre tomó el pomo de la puerta y la abrió, después salió de la cabaña cerrando la puerta detrás de él, seguido de esto, se encaminó a la camioneta de Jeongguk y subió al asiento del conductor. Encendió el motor y se marchó de la cabaña a toda velocidad con la idea de volver lo antes posible de que se vuelva de noche.
Mientras tanto, Park no sabe por dónde comenzar cuando Jeongguk no puede evitar observarlo después de que Aurelio se marchó y los dejó solos en la cabaña. La sonrisa traviesa del carnicero es inesperada.
—Es tu turno de sanarme.. Doctor Park.
[...]
Es extraño.
Es la primera vez que no es él, pero si es Jeongguk. Pasó noches en las que deseaba gustarle a ese hombre, pensó en rendirse cuando pensó que jamás podría tener una oportunidad. Creyó que sería rechazado todas las veces que intentará conquistarlo, no importa cuanta seducción pueda aplicar, nunca pensó que estaría en una situación a la que se imaginaba. Ahora él parecía el hombre difícil mientras que Jeongguk parecía que comienza a caer.
Fue la primera vez que se tomaron la mano, caminaron juntos y vieron una nevada solos en el bosque.
Park mordió su labio inferior algo nervioso. El silencio no puede quebrarse fácilmente, no existen palabras, solo existen miradas. Ninguno se mueve, solo pueden darse señales con miradas con chispas de lujuria y cariño. Parecía dos adolescentes que acaban de descubrir el mundo del calor entre cuerpos, sus hormonas se sienten enloquecer cuando apenas están solos.
Esta terriblemente mal, no pueden hacer nada en una cabaña que no era de ninguno de los dos. ¿Estaría mal si besa sus labios delgados y intenta consentirlo para que no se sienta mal por estar herido? Esta dispuesto en hacerlo, pero su mente duda si es correcto.
Se demuestra pensativo, no se da cuenta que su rostro expresa como son sus pensamientos. Mordió su labio inferior y su cabeza bajó evitando la mirada del carnicero. No se percató de que el azabache se sentó en el sofá con su mirada sobre el rubio, busca saber que ocurre con el bailarín y no se resiste en romper la tensión.
—¿No querías estar solo conmigo? Yo sí, quiero estar aquí contigo.
Su tono es tan suave para sus oídos. Es la primera vez que sus oídos se endulzan cuando lo escuchan, su cuerpo tiembla un poco y su piel se eriza.. es peligro como jugar con su mente. Su imaginación tiene demasiadas ideas sobre lo que podría ocurrir entre ambos al estar solos.. las fantasías no tardan y su piel se siente cálida cada vez más cuando sobre piensa los escenarios que su mente crea.
Siente que quiere ser el hombre difícil ahora. Desea jugar a ser difícil, quiere ver cómo es que Jeongguk es capaz de rogarle por un beso, ansia que el carnicero caiga a sus pies y ser quien lo vea desde arriba.. quiere sentirse irresistible y deseado por él. Quiere poner a prueba a Jeongguk.
—¿No crees que ya es tarde para decirlo? Nuestro tiempo juntos ya pasó, y fue en el bosque, no tengo nada más que desear. — Dijo el bailarín con ese tono tan seductor que sabía cómo utilizar tan bien.
Estaba a punto de alejarse y encaminarse a la habitación donde Aurelio colocó sus cosas, pero su mano fue tomada por Jeongguk, y al observarlo, le fascinó el rostro de ese carnicero con sus ojos bambi tiernos con una mirada suave. Tenía que resistir, quería jugar un poco.
—Otro momento juntos no te afectaría.
No hay forma de resistir. Ese azabache lo enloquece, no se negó cuando le jaló la mano para obligarlo a sentarse en el sofá junto a él. Sus cuerpos estaban tan cerca, sus rostro podía sentir los labios rozar y un centímetro más podría convertirse en un beso.
Park cerró sus ojos cuando podía sentir la respiración del contrario cerca de su rostro como también sus labios que tanto lo vuelven loco, sus pequeñas manos no se niegan en colocarse sobre los brazos del azabache, los cuales lo rodean para tenerlo pegado a él. Siente como lo abraza sin apretarlo, se niega a dejarlo escapar y solo juega con su mente. El bailarín sabe que Jeongguk juega con su cordura y roza sus labios con los suyos. No puede jugar a ser difícil cuando el carnicero sabía cómo tenerlo fácilmente.
—No creas que no se que quieres ser un hombre difícil, el Park que conozco se deja llevar fácilmente porque se cuanto me desea. — El susurro de sus labios delgados se movió a su oreja sensible, la piel se caliente cuando su cálido aliento choca. Jeongguk sabe enloquecerlo.—Destruí tu ego de bailarín, yo soy quien cambió hasta tu cuerpo, no soy como esos hombres que se arrastran por tí y eso te calienta.
¿Su ego de bailarín? Si, aún lo conserva pero ya no es tan fuerte como antes. Podría bailar ahora mismo con su ego de bailarín, pero seguiría siendo fácil para Jeongguk. Otros hombres nunca provocarían lo que ese carnicero provocó, ningún hombre podría hacer que su corazón bombee tan rápido cuando roza sus labios con los suyos.
Park podría actuar gélido con otros hombres, pero con Jeongguk era completamente diferente.
—Aun sigo siendo el mismo bailarín.. no me interesa probar el mismo hombre dos veces..— Susurró el bailarín, fingiendo y mintiendo para jugar con fuego a ser alguien difícil.
Jeongguk sonrío un poco, luego supo que Park solo deseaba jugar con él. Era obvio cuando se dejaba abrazar tan fácil y no se alejaba, solo quiere ser deseado.
—Si no me quieres otra vez, entonces puedes alejarte de mi ahora.
Sus brazos dejaron de rodearlo, el calor se esfumó y el roce de sus labios se alejó de los suyos. Por eso mismo, Park abrió sus ojos algo confundido y antes de que pueda reclamarle, el carnicero lo sorprendió con un beso mientras toma la parte posterior de su cabeza para profundizar el beso. Al principio, su leve confusión no le permite continuar con el beso pero con los segundos se deja llevar y disfruta de sentir sus labios otra vez como aquella noche juntos.
Su abrigo y su suéter se despoja de su cuerpo con rapidez, las manos del carnicero son veloces con la ropa de su cuerpo, parece que están desesperadas por tocar su piel delicada y blanca. Quizás sus prendas cayeron en otra parte de la sala, pero a Jeongguk no le interesa ahora mismo porque solo quiere tener a ese bailarín desnudo nuevamente. Hace mucho frío, la chimenea puede brindar calor pero existe otro calor mejor entre cuerpos, y sinceramente, prefería este último.
—No puedo ser difícil. — Musitó Park.
Sus tímidas y pequeñas manos se mueven hacia el caballo azabache del carnicero, sus dedos peinan cada mechón hacia atrás mientras sus labios se lanzan nuevamente contra el deseo y caen sobre los contrarios para formar un beso hambriento. No detiene sus manos, estruja su cabello y lo agarra en puños para negarse a qué sus labios delgados se alejen de él.
Jeongguk se deja hacer y no evita poder acariciar la cintura desnuda del contraria, sus manos suben desde allí y acarician su espalda tatuada con ese dragón rojo. Primero, quiere conocer y acariciar cada centímetro de su cuerpo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro