💐6
Jake sólo podía describir los mensajes de Sunghoon con una palabra.
Peligro.
Y el hecho de que el chico no le respondiera, sólo daba incentivo a ello.
Debió suponer que algo como aquello pasaría, pero su mente aún no lograba recuperarse del momento bajo el árbol con el peli negro, así que cuando vio a Sunghoon llegar al gimnasio, poco le faltó para tragarse la lengua.
—¡¿Qu-qué estás haciendo aquí?!—pregunta histérico mientras el peli negro sigue acercándose a él.
—¿No es obvio?—responde como si tal cosa.—Vengo a hacerte compañía.
—Podrías meterte en muchos problemas, Sunghoon .
—Correré el riesgo.
—Podríamos meternos en muchos problemas.
—Corramos el riesgo.
¡Ugh, ese chico, en serio!
¡No podía pedirle que faltaran al reglamento escolar con esa carita tan linda!
¡Debería ser jodidamente ilegal, con un demonio!
Jake decide ignorarle, y sacar una libreta para adelantar tarea.
El ramo de tulipanes lo había dejado a cargo de Jay, pues no quería andar cargando con él y que las flores fueran a dañarse.
Sunghoon sonríe y camina hasta sentarse a su lado; demasiado juntos.
—Invades mi espacio personal.—dice Jake.
—¿Me hablas de espacio personal, cuando hace menos de media hora estábamos besándonos?—pregunta burlón.
—Ugh, ¡cállate!—Jake cubre su rostro, coloreado de un precioso carmín.
—Oh vamos, no cubras tu rostro.—dice Sunghoon retirando las manos del rostro ajeno.—Ya te dije lo mucho que me gusta cómo luces sonrojado.
—¡Basta!
Jake está en estado de ebullición.
—Estaba pensando—dice Sunghoon, dándole una pequeña tregua al castaño.—, podríamos ir al cine en nuestra cita. Pensé en llevarte a mi casa a ver películas, para evitar el bullicio de los cines, pero enseguida creí que podrías malinterpretarlo, y no quiero eso. Tal vez podríamos hacer otra cosa, evitar los lugares concurridos.
Bien, ciertamente Jake está impresionado.
—¿Realmente planeabas llevarme a tu casa?
—Por favor no lo malentiendas, Jay me dijo que no eres fanático de los lugares con muchas personas y que el bullicio hace que te pongas ansioso, así que pensé en llevarte a mi casa para una maratón de películas. Sin embargo, eso podría hacer que te niegues y es lo último que deseo, así que sigo pensando en opciones. Tengo de aquí al viernes en la mañana para decidir.
—¿Al viernes en la mañana?
—Saldremos el viernes por la tarde-noche. A esas horas la gente suele estar de fiesta y las calles no son muy concurridas por transeúntes. Así evitaremos bullicios innecesarios.
Este chico estaba tomándose muchas molestias sólo por él.
—Bien. Me parece buena idea.
—Genial.—el silencio se hace por unos momento.—Espera. Creo que se me acaba de ocurrir una buena idea para ver películas.
—¿Por qué insistes en ver películas?
—Jay me dijo que te gustan mucho. Haces maratón de series o películas los sábados por la noche.
—Suenas como un maldito acosador.
—Lo siento. Sólo quiero que nuestra primera cita sea memorable.
—¿Primera, dices? Eso suena como que crees que tendremos más citas.
—Oh, no lo creo.—ambos se miran fijamente a los ojos.—Lo sé.
Bueno, este chico es demasiado seguro de sí mismo.
—Suenas demasiado seguro.
—Sé que sientes algo por mí. Aunque por algún motivo estás renuente a aceptarlo.
El carmín sube rápido a las mejillas de Jake.
—¿Qu-qué te hace creer que yo-
—De lo contrario no habrías seguido mi beso. Por tu carácter, seguro como el infierno que me habrías golpeado.
Bueno, joder.
—Y-yo-
—No tienes que decir nada, Jake. De hecho, me alegra saber que tengo aún más oportunidades contigo.
—Bueno, tú tienes un serio problema con afirmar las cosas.
—Es que aún si no sintieras nada por mí, yo habría hecho de todo para ganarme tu corazón.
—Y estás demasiado seguro de que lo habrías conseguido.
—Sólo necesito demostrarte que mis intenciones contigo son buenas. No por ser el capitán del equipo de fútbol, soy alguien idiota que se aprovecha de los demás.
—Pero todas las chicas quieren ser tu novia.
—No me interesa. Sólo hay una persona que quiero que me mire.
El corazón de ambos está demasiado alocado.
—Sunghoon-
—Por favor, acepta que me acerque a ti, y confía en que no te haré daño intencional.
—Suena a que me harás daño sin quererlo.
Sunghoon suelta una pequeña risita avergonzada.
—Soy muy torpe. Casi te rompo la nariz, ¿recuerdas? Por eso puede que llegue a lastimarte sin quererlo, aunque daré todo de mí para que eso no pase.
—Vas a pagarme la rinoplastia si la llego a necesitar, Park Sunghoon.
El peli negro suelta una risotada que hace cosquillas en los oídos de Jake.
—Dalo por hecho.
Un silencio cómodo se instala entre ellos, Jake adelantando tarea y Sunghoon simplemente apreciando su perfil, tatuándose en la retina cada perfecta facción definida del rostro del chico.
—Por cierto.—dice Jake después de un rato.—¿Qué se te ocurrió para las películas?
—Eso es un secreto. Lo verás el viernes.
—Ni siquiera sé si podré salir. No he pedido permiso. Debes ir a hablar con mi madre, Sunghoon.—bromea el castaño.
—Oh, sí, por supuesto que iré. Debo asegurarle a mi futura suegra que su hijo estará en buenas manos.
El carmín se esparce por todo el rostro y cuello de Jake.
Precioso, piensa Sunghoon mirando su rostro, embobado.
Idiota, piensa Jake mientras cubre su rostro con sus manos.
Quiero agradecer a DANUs_room por dejarme hacer esta adaptación.
Nos leemos pronto~
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