Carmesí

Te he plantado un beso
hace mil años
y se posarán mil lunas
y aún lo siento,
aún lo extraño
rosa del desierto
flor de carmesí
sangre helada
que hierve en mis venas 
de púrpura y tinto
y fluye con las penas
de este amor extinto
con el ocaso
siempre consabido
que si he de tomar un paso,
uno más, en falso
iré embelesado tras el silbido
de la luna gibosa
opalescente
dormida tras el horizonte
por el camino
cubierto con rosas.

Besos de carmín
granate sudado de rocío
carbón encendido
que no quema,
como amaneceres en mi piel
pero corta
como espina
y sabe a miel.

El tiempo pasa
y yo no lo siento
arrastrando viejos vicios
martirios y suplicios...
arrepentimiento y anhelos
y noches sin desvelos.

Sólo soy una efigie
pintada en la pared
un tapete ancestral
cubierto de polvo
muerto de sed...
muerto
muerto
en el camposanto y la catedral
No.
las almas perdidas
no tienen memoria
pero pueden recordar.

Y las arenas, como la sangre
se escurren entre mis dedos
entumidos por el frío
y el olvido
más duele lo perdido,
lo que es amado.

Y lloro
lloro porque amo
¡Los muertos aman!
y mis besos no brindados
te reclaman,
besos carmesí
delirantes
latentes
porque la muerte engaña
pero el amor no miente.

Esta alma pena
se arrastra entre las sombras
del sol poniente
entre amarguras y zozobras
coleccionando corazones
suspiros
y caricias fútiles
y pasaran años miles
y se posará la luna
sobre lirios y jazmines
entre robles y cerezos
y esta alma en pena
correrá de sur a norte
arrastrando cadenas
buscando tus besos.

Poema responde al reto de WattVampiros