Debería ser fácil para mí hablar sobre ti.
Pero no puedo.
¿Cómo puedo explicar lo que tus grandes ojos me hacen sentir?
¿Cómo puedo describir lo que mis oídos sienten cuando susurras?
¿Cómo hablar de la confianza plena que me brindan tus brazos, cómo?

Quisiera explicar la grandeza de tu alma, lo infinito de tu ser, quisiera confesar que conté tus pestañas mientras dormías, que me perdí en tus lunares...
Una vez el llanto acarició mi corazón mientras tú hablabas sobre el perdón y las heridas.
Tu sonrisa es contagiosa...
Esto parece una historia sin secretos y me encanta, tú me encantas...
Después de escucharte hablar sobre el misterio de las estrellas no puedo imaginar una vida sin ti.
Tomar un tiempo para nosotros ha sido una experiencia de aprendizaje mutuo, y aunque seguramente nos falte mucho más, estoy encantada de siempre tomarnos un tiempo.
Porque el tiempo hace pausas, y de pronto también se acelera; como los latidos del corazón, como las caricias del cuerpo, como un beso frágil y sincero.
El tiempo lo cura todo.

Hablar de ti debería ser fácil pero no lo es.
¿Cómo describir tus dedos, tu forma de dormir?

¿Cómo decir que por fin me encuentro en paz y me gusta compartir contigo todos mis días de felicidad?

Con amor:
Yo.