Capítulo 3
Él empezó a reír como desquiciado después de decir aquellas palabras, y estoy más que segura a que se está riendo de mi, seguro mi expresión grita miedo en letras mayúsculas, pero es que, ¿qué otra cara puedo hacer? Seguro estoy pálida, y su risa no me tranquiliza para nada, al contrario, me hizo sentir la piel de gallina, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, Dios.
Tragué saliva.
—Deberías ver tu cara en estos momentos, no tiene precio—Murmuró el chico de forma casual.
—¿Qué quieres que haga? Hablas de asesinar como si se tratara de un camino por el parque—susurré.
Él soltó una risa sin gracia.
—Hay personas que lo merecen—Dijo como si nada.
—¿Qué merecen qué?—Pregunté cautelosa.
—Ser asesinados—Dijo serio, sin expresión alguna.
Fruncí el ceño.
—¿Por qué alguien merecería eso?
—¿En qué mundo vives? ¡Por Dios! Deberías salir más al mundo, en cada esquina hay hijos de puta, mira, ahora mismo estás con uno—bufó.
—Estás diciendo que mereces ser asesinado—Afirmé sin despegar mis ojos de los suyos.
—Tómalo como quieras—se encogió de hombros restándole importancia.
No sé si sea apropiado lo que estoy apunto de decir, o no sé como lo vaya a tomar.
—Yo creo que no lo mereces—murmuré segura—Solo mirate, eres un chico de más o menos mi edad, ¿qué cosas malas puedes haber hecho?
Él sonrió de lado y negó con la cabeza.
—Definitivamente no tienes ni puta idea de quien soy.
—¿Debería? Solo digo lo que veo, y no luces para nada como alguien que merezca ser asesinado.
—¿Qué opinas acerca de mis tatuajes? ¡Miráme!—Gritó, al instante mi corazón se aceleró—¿No luzco como un chico del cual te tienes que mantener alejada? Debí nacer con un cartel que dijera advertencia.
—Los tatuajes no determinan si alguien es malo, de hecho me llaman la atención, debe haber historia detrás de cada uno—comenté valiente.
—¿Por qué te empeñas en decir algo positivo acerca de mi cuando no hay nada? No seas ridícula, tienes menos de dos horas que me conoces.
—¡Ya te dije! Nada de lo que digas me va a asustar, estoy segura que no me lastimarías.
—Tu comentario fue muy estúpido, ¿lo sabías? Estás con un desconocido, y te topaste con el peor.
Fruncí el ceño.
—No, no fue estúpido, tu te estás comportando como uno.
—¿Me estás diciendo estúpido? Cuidado, debes tener cuidado de como me hablas, estás con un desconocido que no sabes que cosas podría hacerte.
Siento el alma en un hilo con cada palabra que dice y con su mirada, pero sé que no me haría daño.
Estás con un desconocido, ¿cómo estás tan segura Katherine? Se burló mi subconsciente.
¿Él es así de intimidante todo el tiempo?
Dios, no me imagino estar diario bajo esa intensa mirada.
—¿Qué cosas podrías hacerme?—pregunté alzando el mentón valientemente. ¿Qué me está haciendo la noche? O ¿siempre he sido así de valiente pero nunca se me presentaron las situaciones?
—¿Qué cosas podría hacerte?—preguntó acercándose lentamente y se lamió los labios.
Parpadee un par de veces, él se acercó más y yo no me moví ni un centímetro, él tomó mi mentón y...
—¡Bajen del auto!—gritó un señor bajando de un auto con luces.
Parpadee múltiples veces saliendo del trance.
¡Dios! Es la policía.
—Tranquila, no hagas nada, solo sigueme la corriente—Susurró el ojos miel y posteriormente bajo del auto, después se acercó al policía.
El chico claramente me dijo no hagas nada, ¿eso también significa no bajar del auto? No sé, sólo quiero saber qué está pasando, así que me dispuse a bajar de auto y caminé hacia ellos.
Soy más curiosidad que persona.
El ojos miel me volteo a ver con cara asesina, después yo giré a verlo y fruncí el ceño, ¿qué hice mal?
—¿Qué haces fuera a esta hora de la madrugada chico? Sabes perfectamente que está prohibido, especialmente para ti.
—Basura—Bufó—Solo fui a divertirme un poco, ¿acaso no puedo hacerlo?—le respondió al policía.
—No, siendo tu no, sabes que te tenemos en la mira, tarde o temprano caerás—habló el policía.
Yo solo volteo a ver a quien habla.
El ojos miel soltó una risa y sonrió en grande mostrando sus blancos dientes.
—En tus sueños—Respondió.
—Entonces no tendrás problemas con que revisemos tu camioneta ¿no? Supongo que no habrá ninguna sorpresa.
El rubio se lamió los labios y después habló.
—Revisa lo que quieras, no tengo problemas, solo espero que no te topes con unos cuantos condones que usamos mi chica y yo—respondió burlón—Sería desagradable.
Él policía soltó una carcajada.
—Ya quisieras tener una chica que te soporte, nadie quiere morir por tu culpa.
El ojos miel frunció el ceño con furia.
—Soy su novia—hablé sin pensarlo.
Ambos voltearon a verme como si tuviera tres cabezas.
Tragué saliva y hablé.
—Solo venimos de una fiesta señor—Voltee a ver al ojos miel, no se cual es su maldito nombre, después miré al policía—Mi, mi novio solo me llevaba a casa.
Él policía frunció el ceño.
—¿Dónde vives niña?—preguntó—No luces como las chicas que Bieber suele traer.
—Las mansiones Royal—dije simplemente.
El policía alzó las cejas con sorpresa, "Bieber" solo bufó.
¿Qué tiene de malo donde vivo? Es una de las zonas más exclusivas de Los Ángeles.
—¿Qué hiciste para conseguir a esta chica Bieber?—Dijo el policía.
—¿Qué puedo decir? Las traigo muertas.
Fruncí el ceño, lo estoy ayudando, no es para que se comporte como un engreído.
El policía achicó los ojos hacía mi, mirándome con sospecha.
—¿Todo en orden niña?—me preguntó.
Asentí.
—Si él la está secuestrando puede decírmelo con seguridad, aquí la protegeremos.
—No, él no...
—No estoy secuestrando a nadie, eso es basura—Dijo Bieber con el ceño fruncido, después se acercó a mi y me abrazó por la cintura—Es mi novia, Karl, supéralo.
—Bien, entonces ya me voy si todo está en orden. Niña alza ambas cejas si todo está en orden.
Justin se lanzó a mis labios y me dio un corto beso que duró menos de cinco segundos y después se alejo, parpadee un par de veces entumecida por su acción, después de eso Karl, el policía, se fue.
El ojos miel se subió a la camioneta y yo hice lo mismo.
—No tenías por qué besarme—Dije molesta.
—Superalo, te hice un favor, ademas quería incomodar a Karl, es un dolor de cabeza.—dijo seco y empezó a conducir.
—No le hiciste un favor a nadie, yo soy la que te hice un favor al decir que era tu novia, así Karl se marchó y se le olvido revisar tu camioneta—Dije mirándolo con el ceño fruncido mientras conduce.
Dios estoy tan molesta, él no tenía por que besarme.
—¿Lo ves? Entonces tu tienes la culpa, te besé para convencer a Karl de la situación, él pensó que te estaba jodidamente secuestrando—comentó con la mandíbula apretada.
—¿Y por qué él pensó eso?—pregunté curiosa y con miedo de la respuesta.
—Porque me conoce.
—¿Secuestras personas?—tartamudee un poco.
—No, no hago esa mierda, pero todos esperan lo peor de mi.
Me relaje al instante. Entonces recordé su apellido.
—¿Bieber?—Pregunté desconcertada.
—Bieber, Justin Bieber, nena—guiñó un ojo y después se lamió los labios.
¿Acabo de dar mi maldito primer beso con el tipo que me advirtió Noah que me mantuviera alejada?
Trague saliva. Ahora tiene sentido el porque Karl quería revisar su camioneta.
(...)
—Baja—Ordenó Justin. Miré para todos lados—Estamos en la entrada de mansiones Royal, no sé cual es la tuya.
—Puedo decirte, es de las últimas, caminaré mucho si me bajo ya.
Rodó los ojos.
—Bien, me das las indicaciones—dijo, asentí.
—Aquí, es justo esta—Comente después de unos minutos.
Justin observo el lugar y después siguió mirando al frente ignorando todo.
Estoy apunto de bajarme y no me da una sola mirada. Tragué saliva.
—Sigo pensando que eres buena persona, después de todo me trajiste a casa sana y salva—murmuré y abrí la puerta, después me baje.
—Espera—Dijo Justin antes de que cerrara la puerta.
—¿Si?
Él se lamió los labios, después acarició su cabello, es como si lo que está apunto de decir le costara tanto.
—Gracias, ya sabes, con lo del policía.
Fruncí el ceño y después sonreí.
—Disculpa, ¿qué?—Dije juguetona.
Él rodó los ojos.
—No me harás repetirlo—bufó.
Suspiré.
—De nada, y gracias por traerme a casa—murmuré.
Él asintió.
—Tienes que tener cuidado, esta ciudad está lleno de gente peligrosa, no tienes idea de lo que harían con una chica como tu, tómalo como un consejo.
Parpadeé y después suspiré desconcertada.
—Siempre puedo hablarle a mi nuevo amigo Justin Bieber, ¿no?—dije alzando las cejas.
La adrenalina recorrió mi ser, no me importa lo que haya dicho Noah, frente a mi está el chico más intrigante que he visto en toda mi vida.
Pasaron unos segundos donde nadie habló.
¿En qué pensaba al hacer ese comentario?
Él lamió sus labios, Dios, él hace mucho ese movimiento y es desconcertante.
—No, porque él es el peor. Otra cosa, no somos amigos, y te estoy haciendo un favor al decir eso.
Sin previo aviso, cuando baje de auto y cerré la puerta, él salió de mi vista a toda velocidad, dejándome con una intriga enorme, ¿qué acaba de suceder? ¿Qué pasó en estas últimas horas de mi madrugada? Necesito saber más de él, pero será imposible, no se absolutamente nada.
Cuando entré por la puerta principal de mi casa, me escabullí por uno de los pasillos hasta que mi madre prendió una de las luces.
—¿A dónde crees qué vas Katherine Elizabeth? ¡Estoy muy decepcionada de ti!—Gritó.
Parpadee algunas veces seguidas.
—Madre—Susurré.
Después de eso me dio una charla de más de una hora, la cual se baso en los valores que me han inculcado desde niña, después me dijo que debería estar arrepentida, pero no, no lo estoy, ni un poco, acabo de conocer a la persona más intrigante, nunca me arrepentiré de esta noche.
Y eso me repito mientras estoy acostada en mi cama sin poder dormir por pensar en él.
Dios, sus labios tocaron los míos, el malditamente me beso, y se que para él fue otro beso más, pero para mi, para mi fue mi primer beso, fruncí el ceño, no se suponía que fuera así, aunque bueno, nombren un beso más icónico.
En medio de la nada, a las horas de la madrugada con un auto de policía mientras las luces apuntaban a nuestros rostros.
Noah no se tiene que enterar de nada, nadie se enterará de lo que pasó esta noche, al fin y al cabo, nunca lo volveré a ver, aunque quiera, nunca lo haré.
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Valewow❤
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