Ciudad Maldita
Existe una moneda de 5 euros que cuando cae al suelo hace mucho ruido, inclusive el piso se fragmenta en formas abstractas y espumosas.
El dolor es una señal de que algo no anda bien en nuestro cuerpo, el sistema Límbico empieza a sonar estrepitante mientras la caja de Emociones se desparrama entre varias neuronas y Dentritas.
El título encabezado de seguro va a espantar a futuro lectores: Ciudad Maldita. Está Historieta se desarrolla en dos partes: la primera donde vemos un ambiente calmado, tranquilo, lleno de cosas felices y en un bosque principalmente; donde desarrollan a nuestro personaje y a diversos otros con sus propias batallas y sus propios romances. Tal es el caso de nuestro protagonista Anthony y su amada, o aquella que creíamos que era su amada: Samantha Nahomi Strasser.
El muchacho no solía hablar. Su rostro siempre estaba tenso y sus ojos eran sombríos, como si estuvieran escudriñando en el horizonte a alguna Mala Esperanza. Esta vez la nube oscura era más densa y, en cierto modo, más suave. Tenía la sensación de sollozar internamente desgarrando sus entrañas. Unas veces le acudían pensamientos raros, otras veces el dolor era el protagonista... y, en ciertos momentos, escuchaba vagamente la voz de Samantha el día en que decidió encararlo frente a sus inseguridades.
En los bares y en las estaciones de servicio donde se detenían por el camino se mostraba siempre cortés. Parecía no querer separarse de su bella Acompañante y se ponía nervioso cuando le dejaba para saludar a alguien, aunque sólo fuera para ir al cuarto de baño. Se negaba a hablar de sus Vivencias como Estudiante, aunque Samantha procuraba sacar el tema de vez en cuando, y nunca miraba los periódicos de las televisoras locas que dejaban a su alcance para entrever el ridículo que hacía entre bastidores y Expositores.
—Hola, Mi nombre es Anthony Edwards. Recién me acabo de graduar en la carrera de Medicina. Tengo 27 años y soy soltero.
—¡Es la peor presentación que he escuchado! — Samantha lo decía a tono de burla, pero Anthony se lo tomó algo personal.
—Nahomi, sabes que me aterra hablar en público. Siento como nudos en la garganta; a veces no sé cómo pude graduarme si ni siquiera sabía dar un excelente exposición frente al tribunal. — suspiró profundamente y se sumió en una extenuante meditación.
—¡No te martirices con esas ideas! Acabas de graduarte y es lo que importa, nunca antes había conocido a una persona como tú.
Pero en el fondo este apoyo incondicional tenía nombre y apellido. Samantha tenía tiempo admirándolo, tanto así que sentía que se estaba enamorando. Esto sería sumarle un absurdo al absurdo, serían el hazmerreír de los pasillos al publicarse en la prensa local el matrimonio entre un incompetente médico y Doctora recién Licenciada en Enfermería.
Así que decidió esconderlo en una traslucida cortina de desamparo, para que su relación fuera estrictamente laboral. Sabía que estaba en presencia de un chico inseguro, que no podía tolerar entrar en quirófano porque se iba en vómitos... ¡La sangre aún le causaba repugnancia! Se había ganado varias amonestaciones y actas en su expediente por esto. Samantha Nahomi era como el ama de llaves que aconsejaba a su acomplejado amo y señor. Lo hacía con mucho amor sin recibir pago a cambio.
Anthony todas las mañanas al caminar por los pasillos saludaba a los especialistas. Les decía la siguiente frase que se estaba volviendo una rutina:
—Estoy mejorando.
Esto era una mentira descarada, que iba acompañada de su vulgar sonrisa.
Aunque no había tenido intención de decirlo en voz alta, el sonido de su propia voz, confiada en el silencio de la tarde ausente de Pacientes, lo
tranquilizó. Claro que estaba mejorando. Era posible pasar de una
situación vergonzosa a otra de honra, hacerse dueño de aquello que había
estado a punto de llevarlo a la locura y tomarlo como un premio, como algo que no pasaba de tener un interés académico y algo estridente.
Tener una gran idea no cuesta nada. De hecho las ideas complicadas y extrañas las usamos para tapar esta carencia de ideas... Las mejores ideas en realidad son las más sencillas. La doctora Natalie Alfonso siempre decía esto antes de entrar al consultorio para ejecutar algún proceder.
La doctora Natalie tenía una memoria de elefante. No le divertían demasiado las charlas para mujeres, bastaba que llegara un hombre para cambiar por completo el ambiente; así el panorama cobraba color y forma masculina. Era una mujer alta, esbelta y de pecho plano, en los bolsillos de su bata habían muchas cosas, incluidos caramelos por si acaso su glicemia bajaba de rango. Sus colegas decían que era una mujer poeta que privilegiaba la poesía y participaba en el desorden público, sencillamente porque no quería ser una figura conformista, quería hacer la diferencia como cualquier celebridad nacional.
Samantha Nahomi era muy joven, y aparentaba muchos años menos... Se entregó a la tarea de estudiar enfermería y Medicina como toda joven entusiasta. Era una chica muy lista, empleaba un vocablo desacostumbrado Oriental hacia personas españolas. Frente los pacientes poseía el don divino de la palabra, pero cuando ellos se retiraban se comportaba como una niña pequeña. Es un don que no todos tenemos, Porque si queremos entrar al reino de los cielos tenemos que ser como niños. Tenía que retirarse los frenillos hace dos años atrás, pero pasó por alto la orden y aún los tiene incrustados en sus dientes.
Estamos en presencia de un trío protagonista; al cual quiero presentar antes de explicar todos los acontecimientos que pasarán en esta original noche de guardia.
Anthony Edwards, Samanta Nahomi y la difunta Natalie Alfonso.
En la mayoría de los casos, el impulso o la voluntad de aprender son el resultado de un saldo positivo entre motivaciones positivas y negativas. Todo aprendizaje plantea problemas y dificultades, de comprensión o de acción. Si alguien te dice que estudies sobre la osteogénesis imperfecta de hoy para mañana y solo tienes una tarde para memorizar lo que más puedas, te aseguro que será muy poquito conocimiento que se guardará en tu disco duro.
Se basa en un enfoque personal y aventurero. Ellos se ven entrelazados en una historia de desamor y amistad a lo largo de la historia. En los
primeros capítulos se desarrolla como nuestro personaje no sabe quién
es y tiene vagos recuerdos de lo que fue su vida en el pasado, Entre sus aventuras por el bosque llega un
momento en el que se ve solo sin la ayuda de nadie y decide enfrentarse a sus más profundos miedos: Uno de ellos es la Soledad.
Así es como comienza nuestra historia.
En esta obra quiero mostrar el fin de la edad de la inocencia. La mayoría de mis compañeros universitarios piensan que me iba encerrando en esta jaula. Así que estoy obligado a examinar el mecanismo de mi andar por el universo; para demostrar que en realidad he madurado rápidamente. Sinceramente los misterios jeroglíficos son indescifrables, es por ello que decidí escribir y demostrarlo a través de mis prosas.
La violencia siempre ha estado presente en todas las generaciones, igualmente no podemos dejar por fuera a las injusticias. Si no viene injusticias no existirán los jueces, si las personas no fueran egoístas no existieran los mediadores; pero sobre todo si las personas nunca se enfermaran los médicos no tendrían un motivo para trabajar. Las malas praxis colman los titulares en las revistas y periódicos. Las mentiras siempre salen a la luz tarde o temprano. Al hacerse evidente la verdad, muchos se consideran víctimas de un colosal engaño, y es difícil admitir el error.
El dolor volvía a intervalos sucesivos; luego parecía desgastarse, porque nada es eterno, aunque de niño las burlas infantiles eran las causantes de sus frustración. Las cosas del mundo exterior empezaron a chocar violentamente hasta que la realidad objetiva, con toda su carga de recuerdos, experiencias y prejuicios, pudo restablecerse.
Hace años Samantha y Anthony habían hecho un proyecto científico sobre la difteria, luego les tocó un tema libre y decidieron hacer protagonista al estrés y la Hormona cortisol; para el siguiente año hablaron sobre la Esclerosis Múltiple y en los próximos días tendrían que dar un seminario a los pasantes sobre la osteogénesis imperfecta.
Los nervios, axones y dendritas son muy complicados de explicar, es algo extraño porque el sistema autónomo no se maneja por sí mismo y el simpático no es para nada agradable. Así que decidieron apostar por los 206 huesos del esqueleto humano. Todo en esta vida es imperfecto, las personas siempre lideran la lista, pero a veces la imperfección llega a extremos en los cuales no tenemos la razón y un motivo de por qué nos ganamos esa rifa.
Para conocer el cierre y el desarrollo de la aventura debes de leer el libro de Enfermedades con Cuadro Clínico. Es un libro con una narrativa
exquisita en cultura, yendo a estrellarse en el muro de la incomprensión. Hay muchas referencias a la cultura egocentrista y la diversificación; no solo de una creencia porque también las subtramas de los personajes secundarios son exquisitos, llegando al punto donde los sueños de una niña son importantes. La historia me gustó
mucho y la volvería a leer. Te invito a tí como lector que te des la oportunidad de comprar y leer el libro, sobretodo para que conozcas que es el azul cristal y como puede afectarnos en el vago mundo de las patologías.
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