(𝘱𝘰𝘷 𝘥𝘦 I𝘴𝘢𝘥𝘰𝘳𝘢)

ISADORA SUSPIRÓ, dejando caer la colilla del cigarro en el piso. Oprimió sus ganas de hablar, de siquiera mirarlo. «Qué ingenua soy», pensó.

Todo se sentía tan extraño allí, como si estuviera a punto de hacer alguna estupidez. Intoxicada de amor, pero amor del malo, del que mataba. Del mismo que mató a los trágicos amantes: Romeo y Julieta. Excepto que el veneno eran ellos mismos.

—¿Bien? Vete, Potter. Tienes una vida por delante que yo no voy a interrumpir nunca más, porque no tengo el derecho a hacer eso —exclamó Isadora, su voz quebrada por la mezcla de dolor y furia.

—No me voy a ir, Malfoy —aseguró Harry, dando un paso hacia ella, su mirada llena de determinación.

Isadora lo miró con incredulidad. —¿Qué pretendes, Harry? ¿Jugar a ser el héroe una vez más? —Las lágrimas amenazaban con desbordarse, pero las contuvo—. No puedes salvarnos de esto. No puedes salvarme a mí.

—Quiero que me digas la verdad. No puedo confiar en ti porque cada maldita vez que me encuentro contigo siento que cargas una gran espada con la que planeas matarme.

—La verdad, Harry, es que tú ya decidiste lo que querías creer —dijo Isadora con tristeza—. Nunca pude competir con la idea que tenías de mí, ni con tu amor por Ginny. Estoy cansada de luchar por algo que nunca será mío. El tiempo se hace cada vez más difícil y no estoy segura de que sobreviva.

—Tiempos difíciles, sí… tiempos difíciles; menos para ustedes.

—¿A qué te refieres con eso? —ella se levantó bruscamente de donde estaba sentada, sus ojos lanzando destellos de ira reprimida—. ¡¿Quieres verlo, Harry?! ¡¿Quieres sacarte esa puta duda de la cabeza?!

Isadora se levantó la manga de la túnica, revelando que no tenía la marca tenebrosa. —No soy una mortífaga, pero me gustaría serlo en este mismo instante.

Harry se quedó paralizado por un momento, asimilando la verdad ante sus ojos.

«Miente», pensó él.

Los ojos grises de Isadora se encontraron con los ojos verdes de Harry, y en ese instante, una oleada de nostalgia inundó sus corazones. Sus cejas se fruncieron en decepción y sus labios se entreabrieron en un suspiro cargado de melancolía. Sabían que la travesura había acabado, justo donde había empezado; debajo de las estrellas, solo que ahora todo había cambiado. El aire parecía cargado de recuerdos que se desvanecían lentamente, dejando solo el eco de lo que una vez fue.

Y esa fue la última noche que Isadora Augustine Malfoy y Harry James Potter pasaron juntos.

NOTA DE LA AUTORA:

ok no crean que se terminó, cause i'm a mastermind dijo la Taylor