ISADORA SE ENCONTRÓ  en un misterio de amanecer. No recordaba cómo o cuándo, pero al abrir los ojos, se encontró en la mansión Greengass.

A su lado, Astoria dormía plácidamente, con Daphne en la cama contigua. La Malfoy, comenzó a explorar la habitación con su mirada, comparándola con su habitación en la Mansión Malfoy. Notó que la mansión Greengass, a diferencia de su hogar, estaba bañada en colores más vivos. El dormitorio de las hermanas estaba empapado en un celeste pastel, acentuado con toques elegantes de blanco.

Tras transcurrir treinta minutos sin que Astoria o Daphne mostraran signos de despertar, Isadora decidió emprender una exploración por la mansión.

Al abandonar la serenidad del dormitorio, se encontró inmediatamente sumergida en la elegancia de la mansión Greengass. Cada rincón de la extensa propiedad estaba impregnado de un blanco puro y sofisticado, realzado por toques de dorado que añadían un aire de opulencia. La mansión, en su silencioso resplandor, parecía un lienzo en blanco salpicado de dorados pincelazos.

Isadora fue a la cocina y se encontró con la pequeña elfa doméstica de los Greengass que estaba cocinando.

—¡Ah! Usted debe ser la Señorita Malfoy.—Isadora se encontró en un misterio de amanecer. No recordaba cómo o cuándo, pero al abrir los ojos, se encontró en la mansión Greengass.

Al cabo de 20 minutos Sylphie le sirvió el desayuno en la mesa, Isadora observó detenidamente la comida. Eran varias frutas haciendo un tipo de ensalada rara. En su mansión; la comida que servían era suficiente como para llenar el estómago por lo menos una semana. En cambio, Isadora pensaba que eso no la llenaría nada. Sylphie notó su confusión y le dijo:

—La señorita Daphne exige que la comida sea completamente saludable para su dieta, Sylphie cree que es un buen desayuno. Por favor, no me haga desaprovechar la comida —dijo con un tono amable dentro de su chillona voz.

—Muchas gracias, no desaprovecho el desayuno, está exquisito. ¡La felicito!

Sylphie tomó una bandeja en grandes manos y caminó lentamente hacía las escaleras para subir a la habitación de las hermanas. Isadora la siguió.

—Estoy intentando que se despierten pero no puedo, ¿siempre son así?

—Las damas Greengass acostumbran a dormir hasta el mediodía, señorita Malfoy. A Sylphie siempre le cuesta despertarlas —murmuró la criatura mientras ponía los desayunos en las mesas de luz de las hermanas.

Daphne despertó y se frotó los ojos mientras se sentaba en la cama, su expresión estaba notablemente confundida.

—Sylphie, ¿Qué hora es? —preguntó Daphne.

—La una de la tarde, señorita.

—Buenos días, Isadora.

—Buenas tardes, Daphne —murmuró la Malfoy.

—Ven aquí conmigo, Astoria acostumbra a despertarse aún más tarde que yo —dijo Daphne con una sonrisa mientras tomaba una porción de fruta en sus manos.

Isadora le hizo caso inmediatamente y se sentó en la cama de Daphne mientras la veía desayunar.

—¿Ya escribiste tu carta?

—¿Qué carta? —preguntó Isadora.

—Para tu familia. Ya que no estás en tu casa, creo que lo adecuado sería que escribas una carta para tu mamá y tu hermano —explicó —. En el tocador tenemos una pluma y hojas en el primer cajón, toma eso y escribes. ¿Te parece?

—Está bien, lo haré —dijo la Malfoy con una leve sonrisa en su rostro.

Ella se acercó hacia el delicado y hermoso tocador de las chicas, que se encontraba al otro lado de la habitación. La pluma de la que Daphne hablaba pudo ser vista por Isadora a simple vista, al igual que las hojas.

Se sentó en el pequeño sofá que estaba frente al tocador y comenzó a pensar a quién escribirle. Su madre probablemente estaría envuelta de responsabilidades con los mortifagos y sin tiempo para responderle. Era posible que Draco pudiera contestarle, pero Isadora no sabía dónde ni cómo se encontrará su hermano y eso le preocupaba un poco.

Pero ella tenía una persona en mente que al parecer no se cansaba de arremeter contra sus pensamientos.

Así que sin pensarlo, tomó un pergamino y pluma, comenzando a escribirle.

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Harry Potter,

Hola. Ni siquiera sé por qué estoy escribiendo esto y sacrificando mi dignidad (la poca que me queda, quizás), pero aquí estoy, decidida a hacerlo.

Donde quiera que estés, quiero desearte una feliz Navidad. Sé que esta carta puede sorprenderte, pero no te hagas ilusiones. No es más que una formalidad de la temporada.

Espero que esta Navidad sea todo lo que esperas, y que el próximo año te traiga exactamente lo que mereces.

Feliz Navidad y próspero Año Nuevo.

Isadora Malfoy

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Eran las ocho de la noche. La carta había sido enviada correctamente a su destinatario. Astoria e Isadora estaban sentadas alrededor de unos cojines y velas. Y al frente de ellas, en una pequeña mesa, estaban esparcidas varias cartas de tarot.

Astoria puso la carta elegida frente a Isadora, la cual representaba "El colgado". La rubia frunció el ceño, sin conocimiento alguno sobre las cartas. Greengass suspiro y dió la vuelta al naipe, formando una pequeña "o" con su boca al darse cuenta lo que eso indicaba para su amiga.

—Esta carta se llama "El colgado". Simboliza entrega, renuncia y suspención. También la necesidad de hacer sacrificios, ver las cosas desde una perspectiva diferente y aceptar la espera—dirigió su mirada hacia Malfoy, que la miraba expectante. Astoria alzó la ceja levemente y preguntó: —¿Es posible que estés pasando por algo de esto?

Isadora simplemente sonrió y, como siempre hacia, lo negó todo. Aún si era cierto, sabía que nunca podria confesarse, ni siquiera con un cura; porque creía que haber conquistado al elegido era un pecado que su familia nunca le perdonaría.

Pero era un valioso pecado que guardaba bajo llave en lo mas recondito de su corazon de oro.

—No importa. Debió haberse equivocado. Intenta de nuevo con otra carta — la castaña nego con la cabeza.

—Isadora, las cartas no pueden equivocarse. Tu interpretación sí, pero esto no —respondió mientras barajeaba los naipes nuevamente. Luego, la luna se reveló tanto en el cielo como en el destino.

—"La luna"—Astoria musitó con un suspiro— .Simboliza la entidad desconocida, la seguridad en la oscuridad y un secreto. Lo que ocultas o te ocultan, son nuestros dolores que a pesar de que duelen, brillas, pero siguen ahí.

Antes de que Isadora pudiera formular una respuesta, Daphne entró a la recamara.

—¿Estamos hablando de secretos? Yo tengo uno que contar... —tarareó con una sonrisa divertida.

—Ve al punto ya. Por si no lo has notado, aquí estamos en medio de una sesion de tarot.

—Seré breve —Daphne comenzo con el cotilleo —. La menor de los Weasley, Ginevra, estaría saliendo secretamente con ni más ni menos que Harry Potter. Era algo obvio, pero al parecer yo tengo la primicia. No quieren que Ronald se enteré de eso por claras razones, pero de todos modos no pueden ignorarse —se detuvo un segundo al ver las expresiones incredulas de Astoria e Isadora —¿Que piensan ustedes?

Fue demasiada información dada en un solo minuto para que las llamas ardiendo dentro de los sentimientos de Isadora se desvanecieran y quedaran en cenizas. Lo que habia construido su ilusión con falsas esperanzas, se estaba arruinando por si solo, y se maldecia a ella misma por eso. Lo quería, y eso le estaba arruinando la vida. 

—¿Estás segura de eso? —interrogó con la voz quebrada. Sabía un ochenta por cierto que eso era perfectamente cierto, aún así necesitaba confirmarlo.

¿Cómo limpias las cenizas cuando las llamas aún siguen devorando en la oscuridad?

NOTA DE LA AUTORA:
HOLA por fin actualizo Cardigan, este capítulo es medio corto pero bueno, el próximo capítulo capaz sí es más largo. Se viene MUCHO drama.

La historia ya está en el momento en el que Isadora y Harry se pelean un montón y después vuelven y hay mucho drama de por medio!!!

Aclaro que Isadora ni siquiera pensó en el riesgo que implicaba enviar esa carta con su nombre ahí.

chicos esta soy yo 4 meses después de escribir esto y me da vergüenza ajena, después juro que la historia se pone buena