Capítulo 1
Courtney entró agotada a su departamento. Dejó las llaves al costado de la puerta, su maletín en el suelo y se sentó en el sillón, tratando de recapitular ese día. Otra vez, la sombra de Drama Total la perseguía, pues todos sus intentos por llevar una vida profesional normal se veían arruinados en cuanto le preguntaban por la serie, sin evitar alguna risilla burlona por su pasado en la televisión. Si bien para muchos había sido una experiencia que los impulsó en lo profesional, a ella más bien la eclipsaba, ya que, el mundo de las leyes era muy distinto al del espectáculo o al del arte, como era el caso de Gwen, con quien había vuelto a ser amiga tras su expulsión de la última temporada de Drama Total.
Pensó que tal vez sería bueno ponerse a hablar con ella o con Bridgette para contar todo lo que le pasaba y sentía, cuando justo la rubia la llamó.
—¡Courtney, hola! —exclamó Bridgette desde el otro lado de la línea en cuanto la morena contestó—. ¿Estás libre el sábado de la siguiente semana?
—Depende, ¿por qué?
—Con Geoff planificamos que ese día haríamos la fiesta de revelación de sexo del bebé, y obviamente tú no puedes faltar.
—¡Voy a ir, te lo prometo! ¿Y tienes alguna suposición con respecto al sexo del bebé?
—Me da exactamente igual, si fuera por mí, ni siquiera haría una fiesta de este estilo, pero Geoff insistió en que era bueno hacerla.
—Ya lo conoces, él nunca perdería una oportunidad para hacer una fiesta.
—Eso es verdad. De hecho, ya está comprando cosas para hacer una verdadera fiesta luego de que cortemos el pastel y sepamos cuál es el sexo del bebé.
—Es realmente increíble, pero supongo que no se puede despreciar una fiesta.
—Claro, cuando no estás embarazada.
—¿Tan terrible es?
—Más o menos, pero creo que ya me estoy acostumbrando. Lo mejor de eso es que en cuatro meses más tendré que acostumbrarme a no estarlo.
—Por suerte, yo ya renuncié a la idea de formar una familia. De partida, ningún hombre respetable me toma en serio y los otros chicos... creo que no me soportan.
—¿Sigues tratando de volver perfectos a cada uno?
—Para nada, ni siquiera he tenido una cita decente desde que un ex compañero de la universidad me terminó, siendo que él era el único que trataba de entenderme y parecía ver más allá de lo que todos creen que soy —dijo melancólica, un estado de ánimo que solía suprimir—. Soy el hazmerreír del mundo desde la última temporada del programa. Solo soy la tipa loca que quería ganar y hasta pensaba eliminar a su única amiga en el programa... Ahora que lo dije en voz alta, ni siquiera entiendo cómo es que Gwen sigue siendo mi amiga.
—Tranquila, Court, solo estás pasando por un mal momento. Lo que decidiste estudiar sí es muy distinto a nuestra adolescencia, pero todos esperábamos que hicieras algo así. ¿Y qué si el resto te identifica solo por aparecer en un programa tonto de televisión? Deberías usarlo a tu favor y demostrarles de lo que eres capaz.
—Gracias, Bridge, eres una amiga asombrosa.
—¡Y recuerda ir a la fiesta!
—Tranquila, no pienso faltar.
***
Cuando llegó el día de la fiesta, Courtney llegó temprano con un regalo en las manos, siendo la primera en llegar y por ello terminó ayudando a la joven pareja a decorar.
—Nunca me contaste si conseguiste un trabajo o no —le dijo de repente Bridgette—, ¿estás bien?
—Sí, es que, todavía estoy esperando que me llegue un correo electrónico de la fiscalía.
—Igual, si no te dan esa pega, recuerda que hay otras.
—Sí, pero me especialicé en el área penal. No hay un trabajo mejor que en la fiscalía y ya he estado en varias solo para tener un buen currículum, aunque todo termina siempre en burlas y cosas por el estilo.
—Realmente no te entiendo —comentó sonriendo, tratando de contener una leve risa—. Recuerdo que antes querías trabajar para una gran firma o estar dentro del equipo jurídico de una gran empresa...
—Ser abogada corporativa.
—Sí, eso. En cambio, terminaste especializándote en derecho penal y lo único que quieres es entrar a la fiscalía. ¿Cómo es que cambiaste tanto de intereses?
—Como sea, ¿tienes pensada alguna actividad? —preguntó con el fin de eludir al interrogatorio de su mejor amiga, con el fin de cambiar de tema, pues habían cosas que ni siquiera era capaz de conversar con ella o con Gwen.
—¿Actividad?
—En este tipo de cosas se suelen hacer actividades o una especie de juegos y algunos hasta apuestan sobre si va a ser niño o niña.
—No lo sabía. ¿Cómo es que sabes de esas cosas?
—Aunque no lo creas, por la televisión y porque ya he ido a celebraciones similares en mi familia.
—No tenía idea de que se hacía algo, menos mal que estás aquí.
—Sí, ya sabes cómo soy.
Siguieron conversando mientras terminaban de preparar todo, hasta que empezó a llegar el resto de los invitados. Del programa, Bridgette habían invitado solamente a quienes realmente había establecido una amistad, un acuerdo al que había llegado con Geoff, sobre todo porque ambos tenían un amplio grupo de amigos fuera del programa, sin contar obviamente a los familiares.
Gwen llegó junto a Trent, con quien llevaba conviviendo casi tres años, pues volvieron poco después de que terminó la última temporada del reality show. Ambos lograban compatibilizar sus carreras artísticas con su relación, disfrutando cada momento que podían estar juntos y tratando de complementar lo mejor posible cada cosa que el otro hacía.
—Hola —las saludó Gwen—. ¿Tengo que ayudar con algo?
—No, descuida —le contestó Bridgette—, Courtney ya tiene todo listo.
—Hay cosas que nunca cambian. Por cierto, traje papitas.
—Genial, son mi mayor antojo —agradeció la rubia con una sonrisa y le recibió el paquete de papas fritas—. Es tan extraño esto.
—Trajimos un regalo también —dijo Tent, extendiéndole una bolsa de papel—. Es pequeño, pero útil.
—Y tratamos de que fuera lo más eco friendly, pero fue difícil encontrar algo así.
—Tranquilos, está bien. Lo importante es el gesto, además de que no era necesario que trajeran algo, en serio.
—Te dije que cualquier cosa estaba bien —le susurró Trent—, no tenías que preocuparte tanto.
Él besó en la sien a su novia y caminaron por el pasillo que conducía a la sala de estar. La casa era enorme y se situaba frente a la playa, bastante lógico, considerando cómo eran Bridgette y Geoff.
—¿Cómo has estado con todo eso del embarazo? —le preguntó Trent a Bridgette mientras Gwen iba a saludar a Courtney.
—¡Bien! Al fin estoy superando las náuseas, lo malo es que no sé si ahora como por compulsión o por antojo, porque todo el tiempo tengo mucha hambre. Incluso cuando tengo unas náuseas horribles, quiero comer.
—¿No que eso era normal para las embarazadas?
—¡Sí! Pero a veces las personas también comen por estrés, y jamás me había sentido tan estresada como ahora. Solo quiero estar relajada, meditar un poco o ver alguna película, pero Geoff y Brody siempre están haciendo ruido y desorden. Sus fiestas eran geniales hace unos años, pero ahora son realmente molestas. Es como correr detrás de dos niños de cinco años.
—¿Hablaste de eso con Geoff?
—¡Sí! ¿Sabes qué me respondió? Solo me dijo "antes eras más relajada, deberías serlo también ahora", ¡¿pues qué cree que estoy tratando de hacer?!
—Tranquila, comprendo eso. Geoff no es el sujeto más centrado que existe y tú lo sabes, no puedes esperar mucha comprensión de su parte. Igual, cuando necesites sentirte más calmada, puedes ir a la casa de nosotros, Gwen suele comentar que sería genial tenerte allá unos días.
—Gracias —respondió sonriendo.
—Por cierto, ¿dónde está?
—No lo sé, hace un rato vi que lo llamaron y desapareció.
El rubio apareció de repente por el pasillo buscando las llaves de su auto, con el celular en la mano.
—Bridge, nena —la llamó—, ¿has visto mis llaves?
—Están colgadas en el llavero, junto a la puerta —contestó un tanto molesta y luego se cruzó de brazos—. ¿A dónde vas?
—Tengo que resolver una emergencia, vuelvo como en una hora.
—¿Qué? ¡Pero están llegando los invitados!
—Ya sé, pero tú puedes recibirlos sin problema, ¿no?
—Claro, pero deberías estar acá, conmigo. Tú me convenciste de hacer esto cuando claramente yo no quería, porque considero absurdo hacer una fiesta solo para saber cuál es el sexo biológico de un feto.
—¿El qué de qué?
—¡Olvídalo! No te preocupes, anda. Después vamos a hablar al respecto.
—¡Gracias! —exclamó alegre.
—Viejo, vas a morir si te vas —le murmuró Trent.
—¿Por qué? Bridge ya me dijo que fuera.
Geoff salió sin ser muy consciente de las consecuencias de su decisión. La rubia miró con cierta molestia a su esposo mientras salía, cuando entraba a su vez uno de los mejores amigos que ambos habían hecho en el programa: Dj.
—¿A dónde va Geoff? —le preguntó Dj a Bridgette luego de saludarla.
—No tengo idea y no me importa —respondió ella—. No puedo estar preocupada por todo lo que hace porque él es mi marido, no mi hijo. Si él no quiere asumir que ya es un adulto, no es mi problema. Con permiso.
Bridgette se alejó de los chicos y fue a hablar con Gwen y Courtney, dejando perplejo a Dj, quien estaba acostumbrado a un trato cercano y cariñoso con la rubia, con quien además tenían una clínica veterinaria.
—¿Y Geoff? —le preguntó Gwen extrañada.
—Ni idea, recién salió y dijo que volvería como en una hora.
—Tiene que ser una broma —comentó Courtney—, no puede ser que siga siendo tan imbécil.
—No es que sea imbécil —trató de defenderlo Bridgette, aún con cierta molestia—, es solo que no le toma el peso a las cosas y no se ubica fácilmente. Fuera de eso...
La chica rubia se quedó callada al escuchar el timbre y fue rápidamente, pensando que se trataba de LeShawna. Sin embargo, mientras iba a la puerta, recibió una llamada de su amiga.
—Tranquila —contestó la rubia—, estoy a punto de abrir la puerta.
—¿De qué hablas, chica? —preguntó extrañada al otro lado de la línea—. ¡Te llamo para avisarte que voy a llegar como en media hora! Hubieron algunos problemas y el vuelo se retrasó, así que, recién me estoy bajando del avión.
—¿Entonces quién está...? —Bridgette se quedó callada en cuanto abrió la puerta y se encontró con un par de visitas no deseadas.
—Bridge, cariño, ¿estás bien? ¿Pasó algo?
—Hablemos después, ¿sí?
Estaba tan perpleja que ni siquiera era capaz de cerrar la boca o pestañar. Ante ella, estaban las únicas dos personas que realmente había llegado a odiar en toda su vida: Heather y Alejandro. Luego del programa, nunca se imaginó que los volvería a ver fuera de algún evento de reunión del elenco por el aniversario del show, pero siempre mantenía la distancia con ellos, con suerte los había saludado en una reunión. Jamás pensó que estarían en la entrada de su casa, mucho menos en un periodo tan especial para ella.
—¿Y? ¿No nos vas a dejar pasar acaso? —preguntó Heather con cierta molestia, a pesar de que su semblante lucía sereno, como el de su esposo.
—¿Qué hacen acá? —atinó a decir.
—Geoff nos invitó. Bueno, en realidad a mí solamente y supuse que, como todo evento, tenía que venir con mi pareja, ¿no es así?
—¿Cómo es que...? ¿Por qué...?
—¿No te dijo? Estamos trabajando juntos. Hace unos meses me contrató el canal y ahora vamos a compartir pantalla en un programa de chismes. Supongo que no quiso dejar a fuera de esto a una colega que conoce desde hace tantos años.
—Te dije que sería una mala idea venir —le susurró Alejandro a la chica de rasgos asiáticos, estando consciente de todo el drama que había de por medio.
—Sería descortés rechazar una invitación, sobre todo viniendo de un colega.
—No se preocupen —acotó Bridgette, tragándose las ganas de gritarles (y su orgullo)—. Pasen y pónganse cómodos. Hay algunos aperitivos puestos y varios amigos ya llegaron.
—Como siempre, eres tan gentil y servicial, espero que no te moleste guardar mi abrigo, lo traje para la noche.
Heather le entregó un abrigo negro delgado mientras entraba, aunque Alejandro fue mucho más amable con la chica, agachándose para darle un beso en la mejilla para saludarla, pero ella lo esquivó.
—Si los dejé pasar es porque no me gusta ser descortés, lo cual no significa que voy a hacer de cuenta que nada pasó. No confundas mi amabilidad con amistad.
—Tranquila, no estés tan a la defensiva. Ya no somos como antes, lo prometo. Además, eso solo fue por la competencia.
—¿En serio? Pues entonces, ten el abrigo de tu novia. No pienso ir a guardarlo.
—Esposa —la corrigió mientras recibía el abrigo.
—¿Disculpa?
—Heather es mi esposa. Nos casamos hace un par de años.
—Genial, deduzco que su matrimonio es el paraíso en la tierra.
—¡Alejandro! —exclamó indignada Heather al final del pasillo, pues quería entrar al salón de la mano de él.
—Y con "tierra" me refiero al infierno —murmuró la rubia y sonrió—. Ahora sí que voy a tener una conversación muy seria con Geoff.
***
Courtney y Gwen conversaban sobre trivialidades, mientras Trent simplemente las escuchaba con una sonrisa ladeada. Le causaba ternura ver que a pesar de todo el drama y los problemas que hubieron entre ambas chicas, ellas pudieron superarlo y volvieron a ser amigas. En los últimos años se habían vuelto casi como hermanas y se complementaban bastante bien, así como Courtney también se complementaba a la perfección con Bridgette.
Para él, era un alivio saber que Gwen tenía amigas tan cercanas, pues pasaba poco tiempo con ella debido a su carrera musical, algo que no incomodaba en lo más mínimo a la ex chica gótica.
La conversación de las chicas se vio abruptamente interrumpidas al escuchar la voz de una antigua enemiga en común que tenían, gritando un nombre que para Courtney estaba en el olvido, pues le daba vergüenza recordarlo.
—¡Alejandro! —gritó Heather y el hombre llegó unos segundos después a su lado.
Entraron juntos a la sala de estar, con todas las miradas sobre ellos. Después de semejante grito, era imposible que el resto no pusiera su atención en la pareja.
—¿Qué hacen ellos aquí? —se atrevió a romper finalmente el silencio Gwen, en un ambiente notoriamente denso.
—Fuimos invitados al igual que tú —contestó la chica de rasgos asiáticos sonriendo.
—¿Cómo es que sucedió eso?
Bridgette tomó rápidamente de la mano a Gwen, la obligó a pararse con un simple tirón y se llevó a la ex chica gótica lo más lejos posible para hablar al respecto con ella, dejando a Courtney perpleja y sin saber si quedarse sentada o seguirlas. Debido a eso, la morena solo atinó a quedarse en su lugar y a ponerse la mano frente a la cara, como si pudiera esconderse de esa forma.
Trent, por su parte, estaba confundido con la situación, por lo que solo miraba la escena, hasta que Dj le tocó el hombro y le indicó que lo siguiera.
—¡Chicos, por favor! —exclamó Courtney enojada.
—¿Y tú no saludas? —le preguntó Alejandro—. ¡Ven acá!
Él no pudo evitar ser coqueto con Courtney, lo cual causó molestia en Heather, quien le apretó sutilmente el brazo como señal de que debía medirse.
—Solo saludo a las personas que me agradan.
—La verdadera incógnita es: ¿a alguien le agradas como para devolverte el saludo? —se apresuró a lanzar Heather—. Después de todo, estás realmente sola.
—Ok, estoy muy sola, es verdad, ¿pero qué tiene? Al menos tengo dos amigas muy geniales, mientras que tú simplemente estás con un mujeriego patético, que ni siquiera es capaz de saludar a una chica sin coquetearle. Ambos son un par de víboras que...
La morena quería seguir hablando, pero Bridgette la jaló rápidamente del brazo y la alejó de la pareja.
—¡Bridge! ¡Después de años por fin tengo la oportunidad de tirarle basura a la cara a esos dos y tú me la arrebatas!
—¡Te estás comportando igual que cuando éramos adolescentes! —la regañó la rubia.
—No importa —acotó Gwen—, ¡eso fue genial! Déjala seguir.
—Escuchen las dos: tienen que evitar confrontaciones con ese par, por favor. Odio que ellos estén aquí, en mi casa, pero Geoff los invitó y, más encima, es porque Heather ahora tiene que ver con su trabajo, así que, ¡por favor! No quiero más escándalos, ¿sí? Dejamos el drama atrás hace años y prometimos que no volveríamos a eso... no quiero sentir que de nuevo estamos en ese programa, menos ahora. Solo quiero paz y tranquilidad.
—De acuerdo —contestó Courtney con los brazos cruzados—. Si eso está bien para ti, me mantendré lejos de esa pareja.
—Ok, digo lo mismo. Intentaré no escupirle a Heather, ¿feliz?
«Aunque no prometo que no trataré de lastimarla 'accidentalmente'», pensó Gwen.
Bridgette abrazó a sus dos mejores amigas. Luego, vio a Brody pasar y lo atajó al tomarlo del brazo.
—Necesito que me hagas un enorme favor —le dijo la chica.
—¡Claro! ¿Qué pasa?
—¿Ves a esa pareja? Resulta que necesito que les hagas compañía un rato, al menos hasta que Geoff regrese. Él los invitó y la verdad es que me desagradan, pero no soy capaz de echarlos, ¿entiendes?
—No hay problema, tú solo relájate. Yo me encargo de que todos se diviertan.
El moreno siguió caminando sereno y con una sonrisa, esta vez, hacia Heather y Alejandro, tal y como le había pedido la esposa de su mejor amigo.
—Ese chico es como Geoff —comentó Courtney con una expresión de asombro—, pero sumándole tu serenidad y amabilidad.
—Sí, como una mezcla rara de los dos —añadió Gwen—. Eso sí que es aterrador.
—Están exagerando. Además, Geoff es amable y sereno también.
—Más que amable, es ingenuo. Y de sereno no tiene mucho, solo es despreocupado y muy ruidoso.
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