¡Hola a todos! Aquí vuelvo con otro capitulo de mi novela favorita <3 No planeaba subir nada porque estoy realmente hundida en el colegio en trabajos finales, pero le prometí por ahi a una personita que subiría el sábado así que aquí estoy (aunque es casi domingo). Esta novela me encanta tanto como ustedes y escribirla me sale fluido, comienzo a escribir y tengo que pararme, y cuando me voy dejo mil ideas para el proximo capitulo. Creo que por eso mismo la novela gusta tanto, es creativa, original y PARA NADA forzada, la escribo como si fuera una historia que me sé ya de memoria (modestia a parte). Trato mucho de que se noten las personalidades de los personajes, creo que se han dado cuenta de que Gilbert es un caballero pero también es un adolescente caliente como todos los demás, (o se darán cuenta con este capitulo) Y ESO ME FASCINA, porque así me imagino que seria él realmente. Dejare de escribir ahora antes de que todo el capitulo sea esta nota, ¡espero que les guste!

–¡He estado recibiendo felicitaciones por la boda todo el día!– gritó Alizee entrando a la casa, Astrud nos mira confundido y Bash sale de la cocina gritando.

–¿¡Se van a casar!? Me sorprende, ¡pero me encanta!– agita sus manos alegremente dando saltitos.

–Imagine que no seria tan pronto, pero si es lo que mi hermana quiere...– dijo Astrud, Gilbert dejó salir una sonrisa traviesa y Alizee supo que tramaba algo.

–Me alegra que estes de acuerdo, Astrud, estaba pensando en una luna de miel en parís. ¿Ustedes que creen?

–¡Si, y la boda podría ser en trinidad! Conozco una iglesia realmente hermosa y yo seré el padrino... claro si tu quieres que sea tu padrino, Gilbert. ¿Pueden ponerle Sebastian al primer bebé? Me conformo con que sea el segundo nombre.

–Si el primer bebé tiene su nombre, yo quiero ser el del bebé más bonito.– dijo Astrud, Bash lo miró con la boca abierta con cara de ofendido.

–¿¡Disculpa!? ¿Quién te crees que eres?

–Tranquilos, tranquilos. Sebastian tu planearás la boda y tendrás el nombre del mayor, pero tienes que dejarle a Astrud el más bonito... no puedes ser egoísta.– aclaró Gilbert, Bash rodó los ojos en un puchero pero asintió.

–¡No habrá ninguna boda!– gritó Alizee, todo se quedo en silencio y Gilbert cubrió su boca para toser falsamente.

–Aún.– Alizee decidió ignorarlo aunque sus mejillas enrojecieron y Gilbert le dedicó una mirada pícara dándose cuenta de ello.

–Este tonto le dijo a todos que Aleix tiene una prometida en Francia.

–¡Porque una chica planeaba declarársele!– refunfuñó él, cruzándose de brazos.

–¿¡Y!? ¡Le digo que no estoy interesada y ya!– refunfuñó ahora ella, de la misma manera que él lo hizo, y dando un paso para estar más cerca de él.

–¿Y qué si trataba besarte?– preguntó achicando sus ojos, dando también un paso para acercarse a ella.

–¿Qué si trataba de besarme? ¡No tengo novio!– gruñó ella dando otro paso para acercarse, Gilbert la miró desafiante dando el último paso y se miraron fijamente, Gilbert iba a protestar pero Bash lo interrumpió.

–¡Ya bésense!– gritó, escondiéndose de Alizee detrás de Astrud para que ésta no pueda golpearlo. La chica se volteó para seguramente pelear pero Gilbert la detuvo sujetándola del brazo suavemente y haciéndola voltear nuevamente para encararlo, sus rostros realmente cerca.

–No hemos terminado nuestra conversación.– dijo, poniendo sus manos en las caderas de ella y pegando sus cuerpos.

–Es otra mentira que mantener.

–Lo resolveremos, Ali.

–Pero, ¿cómo? Pronto harán preguntas sobre ella, sobre la boda, donde será, si volveré a Francia...– Gilbert paró su diarrea verbal tomando sus mejillas entre sus manos y acariciándola con sus pulgares, podía notar como se ponía nerviosa al estar tan cerca de él y eso le encanta.

–Lo resolveremos, Ali.– ella solo asintió, disfrutando de las caricias ajenas con los ojos cerrados.

–Sigo pensando que solo lo dijiste para asegurarte de que ninguna otra chica tratara de hablarme...– Gilbert la soltó, riéndose ruidosamente.

–Tal vez.– la tomó de la mano y caminó con ella hasta el sofá, sentándose. Inmediatamente ella pasó su pierna sobre la de él y suspiró apoyando su cabeza en su pecho.

–No es justo, ¿por qué tu no tienes una prometida que aleje a los chicos?

–Puedo tener una prometida falsa si quieres, no me molesta porque no me interesa gustarle a ninguna chica, te amo a ti.– respondió casualmente distraído, lo miré sorprendida y él dejó de jugar con mis manos dándose cuenta de lo que dijo.  Abrió los ojos como platos y se quedó realmente quieto.

–Es decir no es que te ame ame, o bueno tal vez si lo hago pero... es decir, solo si tu quieres, no tienes que amarme. A-Amar es una palabra muy fuerte pero creo que eso es lo que siento, pero si quieres puedo fingir que no lo hago, o si, si quieres puedo amarte pero lo que digo es que no te obligo y... mejor me callo ya.– susurró lo último, mirando al suelo y con su rostro realmente rojo. Alizee no pudo evitarlo y comenzó a reírse realmente fuerte, tanto de nervios como por la ternura que le causaba el mayor.

Gilbert dejó salir una pequeña risa falsa y nerviosa, sintiendo como si su corazón fuera a salírsele del pecho en cualquier momento. Dejó de reírse cuando se dio cuenta de que el chico miraba al suelo con una expresión realmente avergonzada.

–Yo también te amo.– respondió, sin permitirse pensar antes de hacerlo. –Me gustas desde que te conocí en el puerto de Charlotte Town, y esa chica de la que te dije que estaba enamorado, eres tú.– Gilbert la miró sorprendido, y una sonrisa sincera se esbozó en sus labios tomando las mejillas de la chica para acariciarlas otra vez, siendo esto algo que le gusta mucho hacer.

–¿Entonces crees que tengo el mejor sentido del humor del mundo, ojos brillantes y una sonrisa hermosa?– preguntó, con una pequeña sonrisa.

–No recuerdo haber dicho lo de la hermosa sonrisa...– él sonrió, acercándose para besarla. Y eso hicieron, compartieron un beso lento y cuidadoso, que terminó demasiado rápido para el gusto de ambos.

–¿Te molesta que todos crean que estas comprometida?– preguntó, y Alizee no entendió por que hacer esa pregunta justo ahora.

–No es eso, ya te dije que es otra mentira más y no quiero que mi vida se base en eso...

–Entonces comprometámonos de verdad, Alizee.

¿Acaso escuchó bien? Ambos se sorprendieron de igual manera al escuchar las palabras salir de sus labios, incluso el mismo Gilbert.

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¡Esto se prendió!

Juro que cuando comencé a escribir esto aún era sábado, pero tarde tres horas porque estoy escuchando música y lol ya son las 1:30 am del domingo.

¡Se viene lo mejor!