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Emociones No Sabemos Pt2

[la mente de Lauren es muy diferente 👀]
Lauren POV

Doy una última calada al cigarro entre mis dedos justo al tiempo que sonaba la campana de entrada.

Me lleve una mano a la cabeza tratando en vano de detener el incremento de dolor  que me había provocado.

No me queje, me lo merecía por caer delante de Camila.

Esa chica me tenia mal

Y yo no tenía nada que ofrecerle, es mejor que sepa lo que soy y que tenga entendido que soy la peor opción para ella.

Al menos no es homofóbica, fue uno de los muchos temores que tenía desde que la vi por primera vez.

Fue hace dos años, recién estaba llegando a este pueblo de mierda con mi familia, fue despues de la temporada escolar para no tener problemas al inscribirnos en otra escuela. solo estábamos mirando, nada nos convencía de aquí, igual voy al parque y aburrida de todo comienzo a mecerme en un columpio.

Cuando escucho una melodiosa risa.

La impresión fue tan grande que gire la cabeza como el puto exorcista y ahi estaba, caminando tranquilamente con la que creí que era su amiga. Al parecer la chica alta le había contado un chiste, aunque tenía una cara de culo que no se le quitaba ni bañándose.

Fue casi perfecto verla caminar como un ángel inmaculado  por el infierno, pero todo fue mucho mejor.

Un chico se había acercado hasta ellas y luego de una corta charla el se despide y ella le dedica un hermosa sonrisa.

Sin duda la mejor que puede existir en este mundo.

Mi corazón iba muy rápido, no sabía qué ocurría, pero si lo que quería.

Quedarme en este pueblo de mierda y conocerla.

Pero luego ella desapareció de la nada. Más con los chismosos que son todos aquí supe que se había ido con una tía, pero no me importó, sabía que un día ella volvería y podría seguir admirandola un poco más.

Quería saber que había detrás de esos lentes gigantes.

Aunque

En este pueblo todos tienen la cabeza llena de mierda…

Pero obviamente que mi Camila, mi hermosa y linda Camz era diferente, si no confundiera los elementos químicos seria la chica perfecta.

Aguanto un poco la risa al despegarme de la pared tirando la colilla al suelo y pisandola para por fin dirigirme a clases.

Parece que hoy llegará tarde.

Me había levantado temprano para poder verla por unos segundos antes de que entrara a clases, de lejos,  claro está.

Jamas permitiria que la vincularan conmigo, ella es tan dulce y sensible que seguro que unos rumores de mierda le podrían hacer daño. Cosa que no pensaba permitir, en estos momentos podría morir y lo haría feliz. Nunca pensé que tal reencarnación de Venus pudiera dirigirme la mirada siquiera.

Pero he hablado con ella

Le ayude con una materia

A estado en mi casa tres veces

Tomó mi manos una vez

Y ayer en un ataque de valentía estupido le robe un pequeño y rápido beso.

Lamo mi labio lentamente recordando ese fugaz momento. Mentiría si dijera que no lo quisiera volver a repetir e incluso profundizar.

Pero Camila es hetero.

Nunca haría algo que no quisiera, si la beso sabiendo sus gustos sería la misma mierda que Eliot.

Aprieto  mi barbilla con enojo, entrando al salón de clases. ese maldito bastardo desgraciado marica hijo de puta infeliz.

Queria violar a Camila, ayer quiso llevarsela a la fuerza y mi linda Camz tenia ya dos marcas por el.

Definitivamente eso no se quedará así. Ya estamos a jueves, mañana podré hacer un pequeño viaje a la ciudad vecina y buscaría a unos amigos para darle un muy especial recado a ese imbécil.

Solo tenía que estar pendiente de Camz hoy y mañana, asegurarme que no le quiera hacer nada. Ni ese pendejo, ni el infeliz de su primo.

Que raro, Camz nunca llega tarde.

Ya sentada paso mis ojos por todo el salón con aburrimiento y siento como la sangre abandona mi rostro.

Eliot no está

Tiene que ser una coincidencia, ¿verdad? Por que deje a Camila ayer en su casa muy entrada la noche  y Camz viene caminando bien alejada de las avenidas grandes que son las que usa Eliot al venir en su auto y si alguien trata de arrastrar a una persona y hacer algo que no quiere en plena calle otro se va meter en la situación. Es de lógica, mi Camz tiene que estar bien.

Pero ella nunca llega tarde…

Los borrosos recuerdos de los gritos de Camila corriendo sola por la calle y que nadie se atreviera ni asomarse por la ventana se aclararon en mi mente, o fue mi imaginación, ni puta idea pero eso activó mis alarmas.

Maldito pueblo de mierda. —Golpeo fuerte la mesa llamando la atención de todo el alumnado y profesor.

— ¿ocurre algo, Jauregui?  

— ¿por qué no vino Eliot? ¿Está enfermo? ¿Dio una justificación? — ataco con preguntas mientras me acerco a su escritorio.

— no le puedo dar esa información. — le quito la carpeta de la asistencia donde siempre se esta esa informacion. El nombre de Eliot tiene una falta sin justificativo.

— ¡maldita sea! —grito sobresaltado al pequeño hombre y tiró la carpeta contra el suelo  saliendo del salón.

¿Dónde se habrá llevado a mi Camz ese desgraciado?

---------------

Llegué en solo 10 minutos a mi calle corriendo

Fui directo a donde vive Eliot, de una parada tumbe la puerta de entrada y reviso todos los cuartos, sabía que los padre de Eliot estaban trabajando, si él no fue a la escuela ¿por que mierda no está en su casa?

Voy corriendo hasta casa y saco mi bicicleta, sin preocuparme siquiera si cerro o no la puerta. Salgo a toda prisa pedaleando de pie, Camz tiene que aparecer hoy si o si y tiene que estar bien.

Tiene que estarlo.

Me quito con rabia las lágrimas que se estaban formando en mis ojos, no le puede pasar nada.

Paso por toda la avenida viendo hacia todos lados, no habia ni un puto alma por ningún lado, claro, literalmente pueden secuestrar a alguien en plena avenida principal y ahí si no existian los vecinos chismosos.

Llego hasta la casa de Camila, dejo la bicicleta tirada en la acera y toco el timbre.

Espero un minuto con exactitud y estoy lista para tirar la puerta hasta que escucho un “voy” de una señora mayor. Seguro la mamá de Camila, un par de segundos más y finalmente me abrió la puerta.

— ¿hola? — pregunta extrañada

— hola señora, soy compañera de su hija, ayer la ayude en química y sin querer entre su cuaderno deje una de mis tareas, como no fue a la escuela vine para ver si me la puede devolver. — le sonrió para que no se note mi actitud nerviosa.

— pero si Karla salió hoy temprano para la escuela. — mis ojos se humedecen.

— no me diga eso — suplicó con voz entrecortada.

— pero no te pongas así hija, ¿es muy importante esa tarea?  — me limpio las lágrimas para continuar con la mentira.

— si, pero seguro solo se retraso y por venir a prisas no vi si nos cruzamos por el camino. Regresaré a la escuela. — sin esperar respuesta corro hacia mi bicicleta y vuelvo a pedalear lo mas fuerte que mi cuerpo podía.

No está en su casa

No está en casa de Eliot

No está por la avenida.

Solo me quedaba recorrer las calles poco transitadas y atajos que solo se pueden tomar a pie que es el camino habitual de Camila para volver a casa.

Quise dar una vuelta en U para meterme en uno de los estrechos callejones y salir de la avenida principal pero olvidé la velocidad a la que iba y terminé rodando por la acera, lo único que me detuvo fue el asiento de un paradero de autobús con el cual se chocó mi cabeza.

Me queje un rato en el piso, tuve varios golpes  a los costados, mi hombro derecho dolia mas que nada y sentía que la cabeza se me había abierto.

Con terror me lleve una mano a esta y con los ojos entrecerrados logro ver que no había sangre.

Tenia que buscar a Camila, pero el pendejo de mi cuerpo no respondía.

Ok, ok. Poco a poco.

Con cuidado logro sentarme en la acera y respiro hondo con los ojos cerrados, pero un reflejo del sol me dio directo en la cara.

Abro los ojos y me topo con lo que temia

Los lentes de Camila, de mi Camz que se le ven tan hermosos estaban destruidos en el asfalto, parecía que le había pasado un carro por encima y los cristales estaban regados por todo el piso.

Eso sin duda fue lo que mas me dolio.

Me levanto de golpe sin importarme una mierda de mareo nada y me vuelvo a montar en mi bicicleta. Ya se que se la llevó en plena vía pública y que no estaría por los callejones.

Voy por todas las calles de este pueblo chico viendo si notaba algo raro, alguna pista o algo que me llevara a Camila. Pero no había nada, todos estaban viviendo su maldita vida normal mientras mi Camz está secuestrada quien mierda sabe donde.

Llevaba varias horas dando vueltas a todas y cada una de las malditas calles de la ciudad, sobre exigiendo a mis piernas no acostumbradas a tal demanda física hasta que finalmente lo vi.

Casi al final del pueblo, el maldito auto de la porqueria de mierda de Eliot estaba entrando al pueblo, tenía una de sus ventanas rota y mi corazón se hizo añicos, ahí estaba mi Camz.

No lo pensé y fui pedaleando aún más fuerte fuera del pueblo por una carretera amplia casi vacía al ser un día entre semana.

Igual los pocos carros que iban en dirección contraria a la mía me rozaban a una velocidad vertiginosa.

¿Me importaba? No, solo quería encontrar a Camila, voy a voltear este maldito país de ser necesario.

Veo a los lejos una pequeña casa de madera, el maldito primo de Eliot una vez me hablo de que tenian un pequeña propiedad fuera del pueblo, tenía que ser esa.

Aprieto el manubrio hasta perder la sangre en mis nudillos y pedaleo más rápido hasta que por fin llego, salto de la bicicleta dejando que rodara un poco más y chocara contra un árbol, no me importaba.

Mis pulmones llenos de humo se estaban quejando, mi ropa estaba pegada al cuerpo por el sudor, mis piernas palpitaban por el sobreesfuerzo, mi dolor de cabeza había aumentado considerablemente, no soportaba ni mis propios pensamientos, mi garganta andaba pidiendo auxilio por la resequedad, los golpes al caerme aun dolían como la mierda, estaba hecha un desastre, pero de aquí no me iba hasta que encontrara a la dueña de la sonrisa más hermosa de este pútrido mundo.

Pateó la puerta vieja de madera, pero ya estaba un poco débil y solo tembló, volví a intentarlo unas 3 veces mas hasta que por fin cedió y ahí estaba.

Suelto un sollozo

Camila, mi Camz…

Corro hasta ella que estaba en el suelo frio de esta mierda de casa, apoyo su cabeza en mis piernas para verla mejor. estaba toda golpeada, su boca sangraba, se le estaban empezando a formar varios morados en su carita, su pantalón estaba roto tirado en el suelo hecho jirones y ella no reaccionaba, le estaba dando pequeñas palmaditas en sus mejillas sin querer hacerle más daño, la llamaba por su nombre pero no había manera, no reaccionaba.

Como pude con mi adolorido cuerpo, la cargo su aporreado cuerpo y vuelvo a salir a la via, sin pensar en nada me paró en medio, o se  detenia o nos morimos las dos.

Agradecí dentro de mi que un carro se detuvo y el conductor salio del auto a gritarme.

— ¡esta mal! — grito furiosa — ¡llévanos al hospital! . — ordenó, el señor parecía estar un momento en shock al ver el horrible estado de Camila así, que solo me monto en la parte de atrás valiendome verga su permiso.

El calvo pareció reaccionar y comenzó a conducir rapido totalmente palido.

— Camila — susurro al ver su carita toda golpeada — perdón — comienzo a llorar descontroladamente — se como es y aun así te deje sola — tomo su mano y le doy varios besos — esto no se quedara así.

Respiro hondo y como puedo me quito mi chaqueta que en algún momento se rompió en la espalda, igual la cubro como puedo. Miro por la ventana y me limpio las lagrimas y cualquier rastro de haber llorado ya estábamos en el pueblo, cerca al hospital central.

— te juro que me voy a vengar — tomo su carita con una de mis manos, y analizo todo su rostro.

Comenzando por el inicio de sus cabellos, bajando por sus lindas cejas, siguiendo por sus ojitos cerrados que me prohibían perderme en el único chocolate que me gusta en el mundo, bajo por su pequeña nariz perfecta y con dolor termino en su boca. Esa boca que fue lo primero que ame de ella, si más nunca volvia a ver esa sonrisa haré una locura.

Respiro hondo, tengo que pensar frío.

Meto las manos rápido en los bolsillos de mi chaqueta al ver que ya estaba cerca a la entrada de emergencias. Saco todo lo que tenia, las drogas, los porros, mis llaves de casa, mis cigarrillos, el dinero en efectivo, todo y como pude los meti en los bolsillos de mi pantalón. No me podían relacionar con ella. Y menos encontrarla con estas porquerías, en este pueblo de mierda son capaces de “deducir” que ella se lo buscó solo por cargar drogas.

Malditos imbeciles machistas de mierda.

Maldigo ni bien el sujeto se detiene frente a la puerta,ni espero que preparen la camilla, saco Camila del carro, les prohibo tocarla empujandolos a todos y me adentro a los pasillos ya conocidos, ingreso directamente a una zona donde se que siempre hay camillas vacias y la acuesto ahi, el guardia me toma del hombro queriendo sacarme a la fuerza y yo lo empujó aun mas fuerte.

— ¡no me pienso ir de aquí hasta que la atiendan! — grito enojada— todos me miraban como si estuviera loca — ¿¡no ven como esta!? — jalo una de sus mesas y la tiro contra el suelo. — ¡curenla ya, maldita sea!

por fin alguien me hizo caso y una enfermera o doctora no sabia qué coño era todos aqui se visten igual, pero alguien con uniforme se acerco y comenzó a revisarla, yo sin dudar le doy espacio para que pueda entrar al pequeño cubículo, vuelvo a empujar al guardia y me siento en el suelo a penas al frente del cubículo con poco espacio para que entren más personas a ayudar cuando quien le atendió primero se dio cuenta que era algo grave.

Me llevo las manos al cabello y lo jalo con frustración comenzando a llorar, podía oir como gritaban ordenes de un lugar a otro, los pasos marcando a mi lado, el frio del suelo pero simplemente no me sentía ahí. Todo parecía una horrible pesadilla.

— si algo le pasa me mato, si algo le pasa me mato, si algo le pasa me mato — comienzo a murmurar, la gente parecía no importarle lo que decia, ya acostumbrados a este tipo de sentimientos. — todo fue mi maldita culpa — me cubro el rostro y sollozo más fuerte, tenia que cuidarla, ¡mierda! — golpeo el suelo con mi mano y sigo chillando contra mis rodillas.

No se cuanto tiempo estuve así, parecia horas, días pero no paraba.

Hasta que senti como me tocaban el hombro y levanto rapido la mirada para toparme con un par de ojos azules.

—Lauren — me llama y yo me levanto rapido — ¿ quien es-

—¿como esta? ¿Ya esta bien? — la ignoro ingresando al cubículo, estaba otra persona conectando algo en su brazo. — por favor dime que ya esta bien — se me corta la voz, Elena se asusta mas al verme, asi que me sostiene del brazo y se acerca lo mas posible a mi.

— esta estable, pero no esta bien, Lauren — me comienza a susurrar — fue violada. Todo dentro de ella esta destruido. ¿Quien es? ¿ Que hacias con ella? — cierro los ojos dejando que rebote en mi mente esas palabras de un lado a otro, me negaba a comprenderlas cuando era obvió.

Abro los ojos lentamente, desconozco completamente lo que sentia en este momento, pero lo que habia en mi mirada asusto a Elena y me estrecho en sus brazos sin importarle por primera vez las miradas prejuiciosas de sus conocidos sobre ambas.

— ya,  Lauren, va a estar bien. — me soba la espalda mientras yo seguia inerte. — pero tienes que comprender que el hospital tiene que tener sus datos. ¿Sabes su nombre completo, identificación, número de emergencia o algo? — me alejo como puedo de su cuerpo y asiento.

— se — trago saliva, tenia la garganta muy seca — se su nombre y donde vive, el nombre de sus padres, pero nada más.

— por ahora eso es suficiente —  toma mi mano dando un fuerte apretón — acompáñame

— no la voy a dejar.

— aquí estará bien, la enfermera estará al pendiente.

— no entiendes, por dejarla es que esta así… — comienzo a apretar mis puños y soltarlos sin saber que hacer.

— Lauren…

Cierro los ojos otra vez y dejo que una lagrima ruede por mi mejilla.

piensa frio Lauren, piensa frío.

me limpio la cara y voy directo hasta la cama donde esta Camila, vuelvo a admirar su rostro, nunca me cansaré de verlo detalladamente aunque ahora me duela hacerlo, ya tiene su carita limpia, y podía apreciar mejor sus perfectos pómulos golpeados, su ceja cortada, sus largas pestañas , sus orejitas hermosas y sus hermosos labios que estaban muy hinchados.

esos labios que nunca serán míos y que esconden una de las maravillas más hermosas que pueda tener este mundo, su sonrisa. Una sonrisa que lo más probable que después de esto no vuelva a ver nunca más, por mi culpa.

Paso mi mano por su cabello y acaricio su cabeza. ¿Como teniendo el rostro tan hinchado, morado y con puntos rojos podía seguir viéndose hermosa?

Es Camila Cabello

Sin duda alguna.

Levanto mi mano para irme y varios mechones se enganchan a mi mano, ese malnacido le a jalado el cabello varias veces. Apreto mis manos para no hacer una locura en el hospital.

Piensa frío Lauren, piensa frío.

El hospital no tiene la culpa, la tiene Eliot

Piensa frío, frio, piensa frio.

Golpear paredes no resolvera mis problemas.

Respiro hondo varias veces para tranquilizarme y boto los mechones al suelo, veo en camara lenta como van bajando atravez del aire, como si esturiera danzando una melodia alegre, como si fuera lo unico alegre e inocente  que quedaba de Camila y se estuviera despidiendo.

Debo dejar las drogas

Necesito un maldito porro.

—por favor cuidenla — salgo sin esperar a Elena que estuvo rato viendome sin decir nada, dandome mi espacio.

Paso por su lado y comienzo a caminar por el pasillo, luego de otro par de cubiculos comienzan a verse las camillas juntas una al lado de otra con algunas personas sobre ellas y medicos gritando de aquí a allá sin orden alguno, la mayoria eran niños por pequeños accidentes, ataques de asma, por que comieron algo que les cayó mal, fiebre y uno que otro adulto mas que todo por accidentes, estabamos en el area de emergencia…

Pero este es un pueblo tranquilo donde nunca pasa nada despues de todo. — me contesto con sorna.

Donde llevé a Camila también lo era de emergencias pero ese espacio era usado unicamente para personas que que ya estaban un poco mas concientes y pudieran tener un poco de privacidad.

Se que Camz lo menos que querria es despertar y toparse con este maldito loquero y que cualquiera pueda verla.

— Lauren — Elena me alcanzó — estas cojeando y tu también tienes el rostro golpeado— Suelto una risa sarcastica.

Seguro que no me veo tan mierda como me siento

Pasamos por las puertas que dividen emergencias de recepción y el silencio fue casi absoluto, un contraste que siempre me llamo la atención. La gente podria estar muriendose de un lado, pero la recepcionista igual bostezaria aburrida antes de tomar su café, su unica preocupación es que su jefe no vea que usa la computadora para ver su facebook.  

A fin de cuentas es un pueblo pequeño donde nunca pasa algo interesante

Me dirijo directamente a ella y dejo que Elena hable para que le de las instrucciones.

Mi pobre Camz… No Merecia esto, mi pequeño rayo de felicidad eterna.

Voy a matarlo, tengo que matarlo, se salió con suya y esto no se quedará así.

No se cuanto tiempo estuve perdida en mis pensamientos homicidas, pero Elena me toco el hombro y ofrecio un lapicero con un sujeta papeles y unos formularios.

— solo llena lo que sepas de ella, ya veremos como contactar a un responsable. — me indica sabiendo perfectamente que me iba a ir y que no hablaria con sus padres. ¿Desde cuando me conoce tan bien?

Yo solo asiento y tomo el lapicero, pero en cuanto lo coloco para escribir un corrientazo de dolor recorre toda mi mano, me quejo en voz alta y suelto todo sujetando mi muñeca.

— ¿que pasa? — Elena se alarmó y me dirigió a los asientos metálicos que estaban ahí poniendo una mano en la parte baja de mi espalda haciendo que me doble más de dolor.

La adrenalina había pasado y mi cuerpo comenzaba cobrarme factura, mis piernas temblaban y mi dolor de cabeza se intensificó.

Estaba tratando de ignorarlo para irme a casa, pero no me esperaba el dolor tal fuerte en la mano.

— due… le — logró decir con voz rasposa. Mi garganta también me estaba matando.

Ella se levanta y desaparece de mi rango de visión un momento, solo podía ver mi mano que tenía un horrible morado en el hueso de mi muñeca, seguro me lo hice cuando golpeé la mesa en la escuela.

Mierda.

Levanto la mirada , Elena volvia con un vaso de agua, mi garganta reclamo al verla.

— toma — se vuelve a sentar a mi lado, no me hago de rogar y tomo todo de un solo trago. Aun tenia demasiada sed, pero estaba mejor, mucho mejor.

— tengo que irme. — intento levantarme pero mis piernas comenzaron a temblar mucho y cai estúpidamente en la silla otra vez.

— ¡Lauren! — grito la oji azul — ¿que te paso?

Quise ignorarla y volverme a levantar pero ella sostuvo mi brazo dejandome sentada, hago una mueca de dolor, sobre ese brazo habia caido cuando rode por el suelo.

— ni se te ocurra. — dice firme —tenemos que verte todos esos golpes. ¿Tienes cefalea?

Quise negarme, pero ella siempre logra hacerme hacer lo que pida, asi que entrecierro los ojos tratando de recordar que carajos es cefalea.

Mi cerebro se quejo provocandome mas dolor de cabeza, pero lo recorde.

— si, desde que desperte.

— eso esta mal y lo sabes. No puedes caminar, tenemos que examinar esa mano y ver los golpes que tienes, estoy segura que te golpeaste fuerte la cabeza.

— no.

— no te estoy preguntando, Lauren.

— me van a hacer examenes de sangre y orina — me acerco a su oido y susurro — sabes que no pueden ver esos resultados.

Ella me suelta  y se aleja un poco.

— ¿otra vez?

— no lo puedo dejar.

— si quieres puedes.

— eso es pura mierda.

— no digas groserias.

En otra situación me hubiera reido, tenia mucho tiempo sin verla.

— solo me importa que Camz esté bien — desvio la mirada de ella. — tengo que llenar ese formulario e irme.

Hago el ademan de levantarme pero ella sostiene fuerte mi muñeca mala, más mis piernas debiles vuelgo a caer aparatosamente en la silla con un grito de dolor.

— ya te dije que no te estoy preguntando, te voy ayudar a escribir después de que te revise — ordena y yo respiro hondo. ¿Nunca podre negarle nada?

— pero Camila…

— esta siendo atendida y cuidada con amor.

— no me haré los examenes.

— no te hagas la pendeja, sabes perfectamente como burlarlos sin afectar lo demás — pero  dá una tremenda dearrea — ¿que necesitas? Se lo pedire a los de la cafeteria.

— si, claro que te diré la receta para que se la des a tus amiguitos del laboratorio y ellos a la policia.

— no seria cap

— no me hago los examenes entonces.

— entonces — me mal inmita— pideselos tu.

La miro enojada

— ¿con cuales piernas, dime?

— no se, ni me importa. Pero de aquí no sales sin curarte.

Pasamos una buena cantidad de tiempo discutiendo, logré convencerla de que me cargara en su espalda. Montar en bicicleta a ese ritmo desenfrenado sin haberlo hecho en años y sin calentamiento previo ha sido la estupidez mas grande que he hecho por amor a Camila hasta ahora…

Y han sido muchas aunque ella no supiera de mi existencia.

Cuando llegamos a la cocina de la cafeteria un medico mas le pregunto a Elena por que no me llevaba en una silla de ruedas.

Aburrido

Ella le agradeció cuando el chico le paso una silla de ruedas y la ayudó a colocarme ahí. Noto cuando él le guiña el ojo y le da una sonrisa coqueta antes de irse y me aguanto una carcajada.

O chico, estás lejos de casa

Lo igual es mejor la idea de la silla de ruedas. Ya que pude entrar en la cocina luego de que ella explicara qué quería unos ingredientes ahí y no permití que entrara para que no supiera los ingredientes de la bomba atómica estomacal que creare.

[si existe ese mejunje, pero no les diré como se hace :P]

Como puedo ruedo hasta una parte donde nadie pueda ver lo que haga  y pido un vaso, vierto todo en él y sin mirarlo mucho me lo trago de golpe. Maldito remedio.

Me va a dar una super diarrea trifásica

Pero es diarrea o cárcel.

Voy hasta Elena para que me hagan los estúpidos estudios y pueda registrar a mi camz y planear todo con el maldito de Eliot.

Elena exagera todo. Solo me daran pastillas para el dolor y ya. No tengo nada.

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— Esguince  de segundo grado en Región del miembro superior situada entre el antebrazo y la mano, específicamente en el cúbito derecho. Se le colocó una venda para para evitar la movilización, se le recetó indometacina para la hinchazón, acetaminofén para el dolor — comienza a leer Elena. —  rotula muscular en la región femoral izquierda y cansancio extremo en el fémur derecho, se le realizó una sesión de fisio terapia y para el fémur y masajes y ejercicios simples para la rótula hasta que cese el dolor. — se que estaba aguantando la risa.

>> contusión intermedia en la parte  posterior de la cabeza y adyacente al cuello— respiro hondo — respondió bien a las pruebas, igual se recomienda hacer tomografías para prevenir males mayores. Se le inyecto suero debido a que tenia una leve deshidratacion y se le dio una pastilla para la inflamación. Se encontraron varios hematomas y raspones alrededor de su cuerpo sin mayores conflictos, se recetó crema antimicótica para que se pueda mejorar — baja el portapapeles — “ni tingi nidi” — se burla de mi. — tienes demaciada suerte de que hoy este la fisioterapeuta.

— sinceramente es algo que no me importa, Elena.

— ¿la quieres mucho? — sonríe

— si. — apreto mis ojos, sintiendo como la ira vuelve a invadir mi cuerpo.

— lo siento

— no importa. — comienzo a pararme de la cama y tomo una muleta, aun no se han dado cuenta que me dieron un arma poderosa.

— tienes que tener reposo.

— reposare en mi casa.

— pero Lauren…

— no Elena. — ella asintio lento mordiendose el labio.

— sigues igual que siempre. — ella también se levanta.

— es estupido que pienses que voy a cambiar, mejor sigue esperando el regreso de Fifth Harmony.

— eres una imbécil — me mira directo a los ojos, azul contra verde — se dice “gracias” mal educada.

No esperó respuesta y salio del cuarto en el que me habian metido. Pendejos todos si pensaban que me podrian hospitalizar aquí.

Comienzo a “caminar” hasta la salida, pero me detengo para clavar la mirada en un telefono publico, odio los telefonos celulares, por eso no tengo uno.

Camila es lo mas importante para mi.

A la mierda el orgullo.

Eliot debe pagar y lo va a hacer con intereses.

Comienzo a manipular el telefono publico y miro el cielo oscuro de madrugada por la empañada ventana mientras repica el telefono.

— ¿hola?

—hola papá, necesito dinero. —digo firme.

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