Mientras espero que se haga la hora de la llamada de este sujeto, decido irme hasta la máquina de café por uno, para ver si consigo despejarme un poco, rogando a todos los santos no cruzarme con nadie, pero claro ¿Cuándo la suerte ha estado de mi lado?

–¡Agente Roach! que alegría tenerla con nosotros, después de tan lamentable suceso.– dice fingiendo pesadumbre.

No lo mates, no lo mates me repito en mi fuero interno, no es así como quiero justicia, pero lo pone tan difícil. Solo lo miro fijamente ni se da por enterado que me muero por matarlo.

–Gracias señor.– le digo un tono que asegura problemas si no cierra la boca.

–Me concedería unos minutos, hay un tema que tenemos que resolver.– dice tomándome del brazo.

Con brusquedad me deshago de su agarre y le digo lo más tranquila que puedo:

–Lo siento pero en este momento no puedo, me tengo que ir de forma urgente.– digo tratando de fingir una calma que no tengo.

–Agente ahora a mi despacho– me mira fijamente–hay algo de lo que tenemos que hablar.

–Claro, si señor.– siento que tengo que tragar repetidas veces para no decir algo de lo que estoy segura que me voy arrepentir.

Caminamos a la par hasta su oficina cuando entramos él se vuelve hacia mí, cierra la puerta y me agarra del cuello fuertemente y me dice:

–¡No te olvides quien está a cargo en esto!–se me llenan los ojos de lágrimas trato de sacármelo de encima y no puedo– Así como mande a deshacerme de tu compañero hare lo mismo con todos los que te rodean, estoy harto de tus idioteces ¿quedo claro?

Se me acerca aún más y a está altura siento que me desvanezco no llega aire a mis pulmones y con la última gota de energía levanto con alma y vida mi rodilla para darle en sus partes nobles, el me suelta y mis pulmones arden por falta de aire, pero lo observo con satisfacción está, retorciéndose de dolor entonces me acerco y le susurro en el oído:

–Si señor lo entendí, ahora escúchame vos, la próxima vez que me toques, ten por seguro que una bala entrara en tu cabeza ¿quedo claro... Señor?

Salgo de esa oficina furiosa, y tratando de respirar normalmente, esta me las paga como que me llamo Karen, se acabó el miedo y la culpa, es hora de hacerlo pagar todo lo que ha hecho.

Salgo de la agencia en mi auto, rumbo a un parque cerca de mi casa ahí esperaré la llamada y le daré la oportunidad de cobrar venganza.

Paso una mano por mi cuello masajeándolo, el muy maldito, sé va arrepentir lo juro por Dios lo voy hacer pagar por todo, lo quiero tras las rejas y entre tanta protesta de mi parte, siento mi teléfono vibrar.

–¿Hola?

–¿Lo pensaste? .–dice mi nuevo mejor amigo.

–Si... a donde nos vemos necesito que sea ya.

–Dónde estas voy en camino.

–En el parque Siras, te aviso que no me gusta esperar–le digo impaciente.

–En cinco minutos estaré allí.

Y me cuelga el teléfono, si supiera lo que me molesta que cuelguen, sé que no tendría que estar sola, pero tengo que averiguar si este sujeto, me ayudara a resolver esto.

Veo a un sujeto alto bien vestido acercarse ¿sera el? empiezo analizarlo, es castaño no puedo ver sus ojos tiene gafas oscuras a pesar que ya esta empezando a oscurecer.

–Hola amiga.

–¿Cómo te llamas?.– le pregunto parándome del banco donde estaba sentada.

 –Mi nombre es Steven Anderson, fui detective del FBI hasta que tuve la desgracia de cruzarme con McRae, estaba investigando lo mismo que tú, al "sin rostro", hasta que descubrí de quien se trataba, cuando él se dio cuenta me dio un aviso y como seguí investigando mataron a mi compañero, y por si me quedaba alguna duda mataron a mi esposa–. me dice con voz quebrada.

–Lo siento mucho, ¿sabes quién es "Sin rostro"– no lo puedo creer y porque sigue con vida.

–Si lo sé, y si sigo con vida es porque tiene con que amenazarme todavía pero ya no puedo seguir así, hay que acabarlo, tengo una hija de 15 años, no quiero que viva su vida con miedo.

–¿Quién es? dime todo lo que sepas.

–¿Te haces una idea? piensa bien, adivina sus movimientos y siempre los elude, se les adelanta siempre, ¿quién podría ser?

Mientras habla mil hipótesis nuevas vienen a mi mente, y todas las respuestas llegan a mi no lo puedo creer, no puedo haber sido tan ciega imbécil, todo este maldito tiempo lo tuve al frente, lo miro totalmente en shock.

–Tranquila, yo tuve la misma reacción que tú, lo primero que pensé fue no puede ser y la segunda estoy jodido.– me dice con un deje de diversión.

–¿Estás completamente seguro verdad?–le pregunto todavía incrédula–Sabía que era un traidor pero de ahí a cabecilla de un cartel, y dentro de la fuerza, hay una diferencia.

–¿Qué diferencia? se supone que está ahí para proteger a las personas buenas, y lo único que ha hecho ha sido matar, mentir, estafar y envenenar las calles, hay que pararlo a como dé lugar. 

–¿Cuál es tu plan? y espero que sea muy bueno porque si no, terminaremos todos en fondo del mar.

–Todo este tiempo he estado averiguado, siguiendo sus movimientos, dentro de una semana llegara un cargamento, demasiado grande, esa sera nuestra oportunidad de atraparlo.

–Ok y ¿Cómo entro yo en esto? ¿Le damos aviso a la DEA? ¿Cómo saber quién esta metido en esto y quién no?

–Si y no, le darás aviso en el momento que yo te diga, te comunicaras con quien yo te diga y también hablaras con el director del FBI, y también lo harás con nuestros desde ahora mejores amigos–me dice esbozando una sonrisa burlona.

–¿A quién?–le pregunto levantando una ceja.

–Los medios ¿quién si no? será el show, no hay peor presión que los medios, acabaremos con todo de una sola vez–me dice muy seguro de sí mismo.

–Creo que estas completamente loco, pero me gusta tu idea.

–Ultimaremos detalles llegado el momento–se levanta para irse y me mira–Karen no confíes en nadie y cuídate.

Hola, espero que les guste y muchísimas gracias a los que leen esta historia!!!